—Lo siento, hoy no seré tu pasajero —le dije al taxista mientras abría la puerta del vehículo y saltaba fuera justo antes de que girara la esquina.La adrenalina corría por mis venas mientras me alejaba corriendo del taxi. Sabía que debía actuar rápido y mantenerme oculto para escapar de aquellos que me vigilaban. Corrí por callejones estrechos y laberínticos, tratando de despistar a cualquier posible perseguidor.Finalmente, encontré un lugar seguro donde esconderme: un pequeño café que parecía tranquilo y poco concurrido. Me adentré rápidamente y me senté en una mesa apartada en un rincón oscuro. Mientras recuperaba el aliento, observé atentamente a mi alrededor para asegurarme de que nadie me había seguido.Pedí un café y traté de pensar en mi siguiente movimiento. Sabía que no podía quedarme mucho tiempo en ese lugar, ya que los buscadores de la organización estarían tras de mí. Decidí contactar a Valentina, mi amiga y confidente de confianza, para pedirle ayuda.Saqué mi teléfono
Todos los días me despierto preguntándome, ¿Por qué mi vida es tan monótona? Me levanto diario a las cinco de la mañana, hago una hora de ejercicio y a las seis con Veinte reviso mi computador, repaso mi agenda y programo mi día, pero siento que esto me tiene atrapado, no hay nada emocionante en mi vida.—Sr. Davis, el desayuno ya se encuentra listo. —Avisa la criada, quien sabe que me gusta la comida recién hecha.—Bajo en un momento. —Necesitaba dejar en orden unas cosas.En ocasiones es necesario que me recuerden, porque me quedo hipnotizado por la cantidad de trabajo a realizar.Al bajar me encuentro a Marisol, sigo mi rumbo hacia el comedor sin prestarle tanto interés.—Me pregunto yo, ¿Cuándo será la ocasión en que el señor Alex Davis se anime a tomarme como esposa? —dijo ella, quien sostenía un vaso de Whisky en su mano.—No me interesan tus reclamos, además, ¿Son estas horas de tomar?Ella me toma del brazo e inmediatamente giro mi mirada hacia ella, cuando nuestras miradas se
Llegada la noche fui con Marisol hacia la fiesta, ella vestía un vestido azul oscuro, se miraba elegante, podía cautivar a cualquier hombre, aun así, su belleza no era relevante para mí, solo he tenido ojos para una mujer.El salón ya se encontraba algo lleno, los invitados nos estaban esperando. Saludamos a todos los presentes como una pareja normal y luego cada uno separado por su cuenta.No veía a Valentina, quería irme pronto de ese lugar, muchas personas hipócritas juntas no era nada bueno, hasta que la vi llegar con Gustavo.¡Ella…! No había palabra para describirlo, ella se miraba diferente, no podía reconocer que era mi secretaria, es una mujer distinta, tanta belleza oculta en un uniforme.—Pensé que ya no vendrían.—Para que le vayas a tirar la puerta a Valentina por dejarte plantado, mejor evitamos eso, además, mírala, esta hermosa. —Contesto Gustavo, Valentina únicamente se sonrojó.—Sí que lo está. —No pude ocultar que me cautivo. Ella se sonrojó.Un camarero nos trajo be
Podía ver en él una paciencia que me desesperaba, ¿Es que no entiende que ambas situaciones son delicadas y él se lo toma con tranquilidad?—Antes que hablemos de San Isidro, quiero que nos cuente lo que ha pasado ayer.—Alex, yo nunca te había visto de esa forma, después de que Marisol te reclamó por la presencia de Valentina, fue como si hubieras explotado, le dijiste un sin número de cosas.— ¿Cosas como qué?—No recuerdo con exactitud, pero hasta expusiste que su matrimonio era una farsa, que tú y ella dormían separados, luego saliste de ese lugar jalando a Valentina del brazo.Por un momento pensé que Gustavo estaba exagerando, pero no recordaba nada.— ¿Por qué no recuerdo nada de eso? Juro que no sé cómo llegue hasta este hotel.—Yo tampoco recuerdo nada. —dijo Valentina, quien se había quedado callada hasta este momento.—Bueno, de eso no puedo dar explicaciones, pero yo me tuve que quedar a dar la cara, obviamente Marisol estaba furiosa y más porque te fuiste con Valentina.—
Gustavo se quedaría en San Isidro, esto mientras se contrata a un nuevo gerente, además que haría supervisión a otras filiales. Como no había vuelos comerciales a Canagua para hoy por la tarde, tuve que alquilar un avión, eran lujos que podía darme fácilmente; sin embargo, lo veía innecesario.—Hay algo que necesito saber y es necesario que sea sincero conmigo, esto si desea que continúe trabajando para usted. —dijo Valentina en tono serio, sabía que debía ser algo importante.—Dime.—Ese contrato o pacto que hizo con la señora Marisol, ¿Qué tanto puede afectarle? —Podía responderle cualquier pregunta, pero no correspondiente a ese tema.Su pregunta me tomo por sorpresa, no entiendo por qué el interés de saber.—Como dijo Gustavo, perderé bastante dinero.—Alguien como usted sé que el dinero es importante, pero siento que hay algo más que me está ocultando.— ¿Por qué lo dices?—Porque alguien que cuenta con un buen capital, no se casaría por un negocio cualquiera y peor de no tocar a
Al día siguiente, llame a casa y me comunique con Flor. —Buenos días, Flor, ¿Llego Marisol a casa? —Buenos días, Sr. Davis, la señora, no regreso a casa. —De acuerdo, ¿Ha habido alguna novedad? Rumores, chismes, cualquier cosa- —Con todo respeto, pero no se ha comentado nada, sabe que el personal es discreto en esa parte. —Procuraba que mi personal no cambiase mucho, me gustaba que fueran discreto con los temas de la casa. —Muy bien, si pasa algo quiero que me notifiques, yo me estoy quedando en el Hotel Jerónimo, aun así, si te preguntan tú no sabes nada. —De acuerdo. Salí hacia la oficina, necesitaba dejar unas indicaciones antes de ir a la oficina de mi suegro. Valentina ya se encontraba ahí, ya tenía los informes listos. —Hoy no creo estar en la oficina, así que cancela toda mi agenda. —Hay una cita que no puede cancelar y es a las 9 de la mañana. —No, no puedo estar, principalmente a esa hora, pásalo para la tarde. —No quería tardar mucho, necesitaba salir del compromi
Regresé al hotel, pedí que me llevaran hielo a la habitación.Tras pensarlo mucho, decidí llamar a Valentina.—Sr. Alex, ¿Viene pronto hacia la oficina?—Valentina, necesito que vengas al hotel Jerónimo, hoy no estaré para nadie.— ¿Un hotel? ¿Por qué ahí?—No me estoy quedando en casa, por eso te estoy pidiendo que vengas al hotel. Cuando vengas entenderás el porqué.Ella se quedó en silencio por un momento, imagino que por la situación que acabamos de pasar en San Isidro es que desconfía.—Te lo diré para que no desconfíes, me han golpeado en la oficina de Allan García.— ¿Cómo que lo han golpeado? ¿Eso por qué? ¿Se encuentra usted bien?—Dime si vendrás.—Está bien, voy para allá.Llame a mi abogado, este asunto se estaba volviendo más serio.—Señor Alex, gusto en escucharlo.—Steven, necesito tus servicios.—Siempre estoy disponible para usted, lo escucho.—No, quiero que vengas al hotel Jerónimo, en la habitación 308, no quiero darte detalles por llamada.—Estaré en veinte minuto
Fui rumbo al apartamento de Valentina, pero mi mente no dejaba de pensar en lo recién sucedido con Marisol.Le estaba marcando a su celular cuando ella sale del apartamento. Se miraba hermosa, única, no existe palabras para describir su belleza, se miraba como un ángel.— ¿Esa es mi secretaria? —dije sin querer en voz alta.— ¿Sucede algo? ¿Me veo mal? —Ella empieza a revisar si tenía algún inconveniente—Lo siento Valentina, es que nunca te había visto vestida de esa forma. —No podía dejar de admirar su belleza.— ¿Me veo bien? La verdad es que no estoy acostumbrada a salir regularmente y pocas veces uso estos vestidos.—Bien es poco, te ves hermosa. —Marisol tenía ropa de mayor calidad; sin embargo, nunca le hice un cumplido, no obstante, con Valentina me salía tan natural.Le abrí la puerta y ella subió al carro.—Dígame la verdad, Sr. Da… Sr. Alex, ¿Me veo bien? —No sé si tomo mi comentario como si fuera una mentira, pero no estaba mintiendo.—Valentina, no tengo por qué mentirte,