Fui rumbo al apartamento de Valentina, pero mi mente no dejaba de pensar en lo recién sucedido con Marisol.Le estaba marcando a su celular cuando ella sale del apartamento. Se miraba hermosa, única, no existe palabras para describir su belleza, se miraba como un ángel.— ¿Esa es mi secretaria? —dije sin querer en voz alta.— ¿Sucede algo? ¿Me veo mal? —Ella empieza a revisar si tenía algún inconveniente—Lo siento Valentina, es que nunca te había visto vestida de esa forma. —No podía dejar de admirar su belleza.— ¿Me veo bien? La verdad es que no estoy acostumbrada a salir regularmente y pocas veces uso estos vestidos.—Bien es poco, te ves hermosa. —Marisol tenía ropa de mayor calidad; sin embargo, nunca le hice un cumplido, no obstante, con Valentina me salía tan natural.Le abrí la puerta y ella subió al carro.—Dígame la verdad, Sr. Da… Sr. Alex, ¿Me veo bien? —No sé si tomo mi comentario como si fuera una mentira, pero no estaba mintiendo.—Valentina, no tengo por qué mentirte,
«Debemos vernos» Esas dos palabras en mi celular fueron suficiente para acelerar mi corazón, ¿Cómo es posible que después de cuatro años me escribiera?«¿Dónde?» Fue mi respuesta, tenía curiosidad.La respuesta fue una dirección, no sabía a qué hora me esperaba, pero la necesidad de saber me hizo ir inmediatamente.Eran 20 minutos de viaje, el punto no estaba tan distante. Me encontraba en el punto, era una zona residencial, así que no sabía cuál casa era.«Casa 32B5, la puerta está abierta» Me llega un mensaje, esto me hace saber que me esperaba ahorita.«Lo siento, pero no entraré a una casa, si quieres verme tendrás que salir»«Como siempre precavido, pero está bien, saldré»Esperaba que ella saliera de la 32B5, no obstante, salió de la 33C7, una casa que quedaba justamente frente a la que ella me pidió.— ¿Qué sucede aquí? —pregunte algo confundido.— ¿Es que no piensas saludarme? O ¿Te sigo poniendo nervioso?—Amelia, ¿Acaso puedo mentirte a ti?—Eso supuse, la verdad me sorpren
Decidí retirarme del sitio, lo que menos quería era más problemas, pero me quedé pensando en Juana María, mucho menos recordar una fecha en específico.Durante el trayecto a casa consideré en llamar a Valentina, pero eran las 1 de la mañana, debe de estar descansando, así que mejor fui hasta la casa.Al llegar vi parqueado un vehículo, me llama la atención porque está cerca de mi entrada y aquí los vecinos no suelen dejar vehículos afuera. Llame a casa y pedí que los de seguridad salieron, he escuchado que algunos ladrones aprovechan cuando los vehículos entran tarde. No tardaron en seguir mis instrucciones y como si supiera lo que pasaría, el vehículo se retiró, no sin antes tomar los datos.— ¿Todo bien Señor?—Si, pero les pediré que mantengan vigilada la calle, cualquier vehículo extraño quiero que investiguen.—Como usted diga, hoy ha venido la Sra. Marisol y se le ha negado la entrada como pidió, vino acompañado de un abogado.— ¿A qué hora fue eso?—Poco después que usted se re
Amelia siempre fue una mujer que se dio a respetar, en la universidad no permitía que los chicos le insinuaran cosas o alguna caricia mal intencionada. Industrias Davis no era la empresa que es ahora y por tal motivo no me daban un trato especial.Entre mis amistades no estaba incluida Amelia y nunca imagine acercarme a ella, además solo teníamos una clase en común, ella estudiaba otra carrera. Mis compañeros trataron de establecer una relación con ella, pero nunca consiguieron una cita, ni siquiera su número.Una tarde que había salido tarde de la universidad, iba manejando hacia casa, una llanta se pinchó y tuve que reemplazarla en ese momento, tras terminar de cambiarla comenzó a llover, pero al pasar por un callejón vi a un grupo de hombres intimidando a una dama.Papa siempre me enseño que debo de andar un arma de salva, tal vez no ayude a defenderme, pero al menos engañara y puede ser útil en cualquier momento. Tome mi arma y la cargue con dos disparos, baje del auto y fui direc
Llego el lunes, al llegar me encuentro con una fila de personas afuera de la empresa.— ¿Qué hacen esas mujeres afuera? —pregunte al portero.—Tengo entendido que vienen a entrevista. —Explico él, se miraba algo confundido.Había olvidado por completo que gire instrucciones de contratar a una nueva secretaria.Al llegar hasta la oficina veo a Valentina, habitualmente la veía de uniforme, pero hoy vestía distinto, se miraba una mujer diferente.—Sigo preguntándome si realmente eres mi secretaria —dije en forma de broma.—La verdad no sabía si es adecuado para el puesto —decía ella mientras se revisaba que no hubiera ningún desajuste en su vestuario.—Es perfecto, pero necesitamos resolver otro asunto, no puedes quedarte aquí, necesitas una oficina.—Si no le incomoda, prefiero quedarme aquí, no me gusta sentirme encerrada entre cuatro paredes. —Me sorprende su petición, creo que he tomado una buena decisión.—Está bien, te conseguiré un mejor escritorio y junto a la nueva asistente est
Está bien, si lo que ella quiere es que acepte mi derrota frente a Marisol, entonces desembolsaré el dinero, pero no se lo pondré tan fácil.—De acuerdo, le pagaré el dinero a Marisol, pero necesito saber que pasara contigo.—Lo que suceda conmigo no es tu asunto, al final nunca te importo lo que me pasara. —Ella agachó su cabeza. —Además, ya te lo he dicho antes, oportunidad tuviste para acercarte a mí. —Salió de forma abrupta de la oficina.Fui tras ella, pero Raquel interrumpió mi camino.— ¿Qué haces? —dije mientras trataba pasar por su costado.—Es mejor que la deje ir, Sr. Davis, si la sigue puede acusarlo de acoso.—No sabes lo que dices. —Le reclamé, no tiene por qué interferir en mis asuntos.—Sí, he revisado su hoja de vida, es periodista y solo buscan problemas, ¿Qué mejor manera de acercarse a usted? Aprovecho la entrevista y luego su asistente la trae hasta acá.—Si no quieres que te despida es mejor mantenerte en silencio.El elevador se cerró, por más que presionaba el
Llegué a un restaurante y pedí una copa de vino, cada vez que necesitaba distraer mi mente recurría a este lugar.—Me ha extrañado tu llamada, ¿Al fin me dirás todo lo que pasa? —dijo Gustavo, quien llego hasta la mesa.—Dejemos eso para otro día, necesitaba venir y disfrutar de esta vista. —dije mientras yo disfrutaba mi copa de vino.—En ocasiones he pensado que nunca tocaste a Marisol porque… —Él hace una pausa y vi que no continuaría.— ¿Qué cosa pensabas? ¿Qué no me gustan las mujeres? —dije mientras lo miraba directamente. —Entiende algo, Gustavo, no cometeré el error de acostarme con decenas de mujeres y luego ni saber cuántos hijos tengo…—Eso se resuelve fácil —interrumpió él. —Se resuelve con una vasectomía, además, yo si no uso preservativo, lo que hago es buscar la píldora, así les doy una falsa esperanza de que pueden estafarme con un hijo.Un mesero nos toma la orden, me sorprende la falta de compromiso que tiene Gustavo con los demás, solo vela por sus intereses.—Hay a
Narrado por Valentina.Esta última semana ha sido de locura, quien imaginaria que terminaría involucrada en un escándalo con mi jefe. Siempre pensé que llegaría virgen hasta casarme, pero siendo sincera, el amor no es lo mío.He tenido tres relaciones amorosas y todos los hombres buscan lo mismo, todos quieren terminar durmiendo conmigo en la segunda cita.Lo que se suponía que sería un viaje de negocios, se convirtió en mi pesadilla, tuve relaciones con mi jefe y no recuerdo nada. Al menos de algo estoy segura y es que usamos preservativos, lo que menos quiero es terminar embarazada de un hombre como él.No es que sea una mala persona, ya que en estos años trabajando con él me ha demostrado ser todo un caballero, pero simplemente es un hombre que solo se preocupa por sus intereses. Aunque me ha sorprendido cuando me entrego ese cheque de $5,000 dólares.Hoy ha sido un día bastante exhausto, no recuerdo a cuantas personas he entrevistado el día de hoy, por un momento pensé que dejaría