Amelia siempre fue una mujer que se dio a respetar, en la universidad no permitía que los chicos le insinuaran cosas o alguna caricia mal intencionada. Industrias Davis no era la empresa que es ahora y por tal motivo no me daban un trato especial.Entre mis amistades no estaba incluida Amelia y nunca imagine acercarme a ella, además solo teníamos una clase en común, ella estudiaba otra carrera. Mis compañeros trataron de establecer una relación con ella, pero nunca consiguieron una cita, ni siquiera su número.Una tarde que había salido tarde de la universidad, iba manejando hacia casa, una llanta se pinchó y tuve que reemplazarla en ese momento, tras terminar de cambiarla comenzó a llover, pero al pasar por un callejón vi a un grupo de hombres intimidando a una dama.Papa siempre me enseño que debo de andar un arma de salva, tal vez no ayude a defenderme, pero al menos engañara y puede ser útil en cualquier momento. Tome mi arma y la cargue con dos disparos, baje del auto y fui direc
Llego el lunes, al llegar me encuentro con una fila de personas afuera de la empresa.— ¿Qué hacen esas mujeres afuera? —pregunte al portero.—Tengo entendido que vienen a entrevista. —Explico él, se miraba algo confundido.Había olvidado por completo que gire instrucciones de contratar a una nueva secretaria.Al llegar hasta la oficina veo a Valentina, habitualmente la veía de uniforme, pero hoy vestía distinto, se miraba una mujer diferente.—Sigo preguntándome si realmente eres mi secretaria —dije en forma de broma.—La verdad no sabía si es adecuado para el puesto —decía ella mientras se revisaba que no hubiera ningún desajuste en su vestuario.—Es perfecto, pero necesitamos resolver otro asunto, no puedes quedarte aquí, necesitas una oficina.—Si no le incomoda, prefiero quedarme aquí, no me gusta sentirme encerrada entre cuatro paredes. —Me sorprende su petición, creo que he tomado una buena decisión.—Está bien, te conseguiré un mejor escritorio y junto a la nueva asistente est
Está bien, si lo que ella quiere es que acepte mi derrota frente a Marisol, entonces desembolsaré el dinero, pero no se lo pondré tan fácil.—De acuerdo, le pagaré el dinero a Marisol, pero necesito saber que pasara contigo.—Lo que suceda conmigo no es tu asunto, al final nunca te importo lo que me pasara. —Ella agachó su cabeza. —Además, ya te lo he dicho antes, oportunidad tuviste para acercarte a mí. —Salió de forma abrupta de la oficina.Fui tras ella, pero Raquel interrumpió mi camino.— ¿Qué haces? —dije mientras trataba pasar por su costado.—Es mejor que la deje ir, Sr. Davis, si la sigue puede acusarlo de acoso.—No sabes lo que dices. —Le reclamé, no tiene por qué interferir en mis asuntos.—Sí, he revisado su hoja de vida, es periodista y solo buscan problemas, ¿Qué mejor manera de acercarse a usted? Aprovecho la entrevista y luego su asistente la trae hasta acá.—Si no quieres que te despida es mejor mantenerte en silencio.El elevador se cerró, por más que presionaba el
Llegué a un restaurante y pedí una copa de vino, cada vez que necesitaba distraer mi mente recurría a este lugar.—Me ha extrañado tu llamada, ¿Al fin me dirás todo lo que pasa? —dijo Gustavo, quien llego hasta la mesa.—Dejemos eso para otro día, necesitaba venir y disfrutar de esta vista. —dije mientras yo disfrutaba mi copa de vino.—En ocasiones he pensado que nunca tocaste a Marisol porque… —Él hace una pausa y vi que no continuaría.— ¿Qué cosa pensabas? ¿Qué no me gustan las mujeres? —dije mientras lo miraba directamente. —Entiende algo, Gustavo, no cometeré el error de acostarme con decenas de mujeres y luego ni saber cuántos hijos tengo…—Eso se resuelve fácil —interrumpió él. —Se resuelve con una vasectomía, además, yo si no uso preservativo, lo que hago es buscar la píldora, así les doy una falsa esperanza de que pueden estafarme con un hijo.Un mesero nos toma la orden, me sorprende la falta de compromiso que tiene Gustavo con los demás, solo vela por sus intereses.—Hay a
Narrado por Valentina.Esta última semana ha sido de locura, quien imaginaria que terminaría involucrada en un escándalo con mi jefe. Siempre pensé que llegaría virgen hasta casarme, pero siendo sincera, el amor no es lo mío.He tenido tres relaciones amorosas y todos los hombres buscan lo mismo, todos quieren terminar durmiendo conmigo en la segunda cita.Lo que se suponía que sería un viaje de negocios, se convirtió en mi pesadilla, tuve relaciones con mi jefe y no recuerdo nada. Al menos de algo estoy segura y es que usamos preservativos, lo que menos quiero es terminar embarazada de un hombre como él.No es que sea una mala persona, ya que en estos años trabajando con él me ha demostrado ser todo un caballero, pero simplemente es un hombre que solo se preocupa por sus intereses. Aunque me ha sorprendido cuando me entrego ese cheque de $5,000 dólares.Hoy ha sido un día bastante exhausto, no recuerdo a cuantas personas he entrevistado el día de hoy, por un momento pensé que dejaría
Narra AlexQuería ir a la oficina de Gustavo, confrontarlo, pero no tenía las evidencias necesarias para hacerlo, lo único que tengo son los videos proporcionados por el restaurante.—Que desastre ha sido todo esto, esa mujer está loca —le dije a Valentina.— ¿Se refiere a su esposa? —Obviamente no me refería a otra mujer de esa manera.—Si, de Marisol, nunca pensé que fuera una psicópata.—Ese es el resultado de lo que usted sembró todo este tiempo, si…—No me vengas a decir eso. —La interrumpí, lo que ella decía no tenía ningún tipo de fundamento.—Claro que si… —Ella se calló tras escuchar abrirseGustavo venía entrando.—Hermano, esto es un caos en la oficina.— ¡¿Puedes aprender a tocar esa maldita puerta?! —dije furioso, era a la persona que menos quería ver.—Oye tranquilo, yo venía a ver que estaba pasando, solo vi que se estaban llevando un cuerpo y la policía está en todo el edificio.—Tengo que repetirte nuevamente que te largues, sabes. —Quería saber que me podía decir de
Narra Valentina.El Sr. Alex, salió y aún no ha vuelto, sé que se reuniría con el Sr. Williams, no obstante, nunca suele tardar demasiado.—Disculpe, ¿Es Usted la Sra. Valentina Martínez? —pregunto un oficial.—Si señor, soy yo. —conteste nerviosa.—Sra. Valentina, necesitamos saber dónde se encuentra su jefe, sostenemos evidencia de que la muerte de la Sra. Patricia fue orquestado por su jefe.—Disculpe. —Mi cabeza no daba lugar a esas palabras. —El Sr. Alex estuvo conmigo justo antes de que sucediera…—No ha entendido, sabemos que él no fue el gatillero, pero hay indicios de que estuvo detrás de su contratación, así que si es tan amable de decirnos donde está su jefe.—Yo… yo… —tuve que tomar asiento lo más pronto posible, sentía que el aire me faltaba.—Sra. Valentina, ¿Se encuentra usted bien?Los oficiales se apresuraron a buscar como que me normalizara. No sé cuánto tiempo paso, pero me estaba comenzando a mejorar.— ¿Se encuentra bien? —pregunto un paramédico, quien me estaba t
Narra AlexFlashback— ¿Lista para conocer a mi padre? —le pregunté a Amelia.— ¿Realmente crees que sea el momento oportuno? Llevamos poco tiempo.—Si un año le llamas poco tiempo, entonces si lo es, pero papá me ha preguntado en reiteradas ocasiones por ti.—Está bien, pasa por mí a las 7, no quiero ser la culpable si llegamos a esa cena tarde.Realmente papa nunca estuvo de acuerdo con esta cena, de no ser por mi insistencia es que ha aceptado.Cuando llegue a casa para cambiarme, él me estaba esperando.—Alex, detente. —ordeno él.— ¿Sucede algo?— ¿A que hora es que vendrá tu novia de juguete? —Pregunto él en forma de burla—Te lo he dicho que ella no es una novia de juguete, al menos no está conmigo por interés a como lo han hecho cada una de tus esposas.—Ya veremos eso, por lo pronto recuerdas que eres el sucesor de Industrias Davis.No quise seguir discutiendo eso con él, subí hasta mi cuarto y me preparé lo mejor que pude.Cuando solo faltaban 30 minutos para las 7, me encam