Narra Alex—Vamos, no tenemos mucho tiempo —abrí los ojos y el que estaba tirado era Nelson.— ¿Lo has traicionado?—Una cosa es matar a un adulto, pero matar a niños, eso jamás.—Lo dices demasiado tarde, tú eres la culpable de todo esto.El enojo pudo conmigo, no sé cómo me lance sobre ella y la tomé del cuello, por un momento me olvide de que estaba armada.— ¡Tu familia...! ¡Ellos están...!—Sí, están muertos, te mandará junto a ellos.— ¡No, están aquí...! ¡Viven!—Estoy seguro de que lo dices para que te suelte.—Están en tu habitación.Cuando ella dijo eso mi mente se quedó en blanco, la libere de mi mano y aún seguía procesando lo que me dijo, escuche cuando los mataban.—Me estás mintiendo, el audio era claro...—El audio estaba manipulado, cuando te chocaron fueron tras ellos y los han traído aquí, si quieres ve y lo constata tu mismo.— ¿Por qué estás haciendo esto? Pensé que te gustaba.—Alex, no entiendes, llega un momento en que te das cuentas que has cometido muchos err
Tras unos días Nicky nos informó que debía de dejar el edificio, la verdad para nosotros era mejor, nuestros suministros se estaban acabando, además, necesitaba verificar si mis sospechas eran ciertas.—Alex, me voy por una simple razón, la vida de Valentina está corriendo peligro, necesito ver que puedo hacer para que pueda salvarse.—Está bien, avísame cualquier cosa.—Alex, si es posible comunicarte con su equipo de seguridad, hazlo, de lo contrario no será fácil acercarme.Me quede pensando en eso un momento, la verdad es que no sé si pueda confiar totalmente en Nicky, además, aquí no había forma de contactarme con ella, no recordaba su número, mi teléfono está destruido.En cuanto ella se fue, le pedí a Amelia que desarmáramos toda la cocina, por más que movíamos las cosas, no encontrábamos el sitio que yo medio recordaba.—No entiendo qué sucede, ¿Por qué no está aquí? —dije casi gritando.—Alex, no te atormentes, el detalle es que has olvidado muchas cosas, si hubiera una forma
Cómo aún tenía que disimular que ya sabía todo, entonces lo que hice fue encender las luces del pasillo. Sabía que esto iba a alarmar a esos dos, lo que menos quería era dejarme al descubierto.—Amelia, ¿Eres tú quien está ahí? —Ella no respondió a mi llamado. —¿Amelia?—Alex, si soy yo, me asusté un poco, no te Vi y salí a buscarte.— ¿Estabas con alguien más? Me pareció haber escuchado otras voces.—No, no, estoy sola, quizás es el cansancio que tienes lo que provoca eso, porque no te arecuestas un momento, te ayudará.—Creo que sí.Ella busco la forma en que yo no siguiera avanzando hasta las escaleras.—Amelia, ¿No extrañas tenerte una vida normal?—Alex, cada familia es distinta, nada será igual, lo único es el cariño por nuestros hijos.Después de que Amelia tuvo a Francisco, decidió cancelarse, ella decia que con dos hijos es suficiente y podía darles amor por igual.Yo no me opuse, siempre trataba de apoyarla en todo lo que podía.En la mañana siguiente, busque alguna forma de
—Lo siento, hoy no seré tu pasajero —le dije al taxista mientras abría la puerta del vehículo y saltaba fuera justo antes de que girara la esquina.La adrenalina corría por mis venas mientras me alejaba corriendo del taxi. Sabía que debía actuar rápido y mantenerme oculto para escapar de aquellos que me vigilaban. Corrí por callejones estrechos y laberínticos, tratando de despistar a cualquier posible perseguidor.Finalmente, encontré un lugar seguro donde esconderme: un pequeño café que parecía tranquilo y poco concurrido. Me adentré rápidamente y me senté en una mesa apartada en un rincón oscuro. Mientras recuperaba el aliento, observé atentamente a mi alrededor para asegurarme de que nadie me había seguido.Pedí un café y traté de pensar en mi siguiente movimiento. Sabía que no podía quedarme mucho tiempo en ese lugar, ya que los buscadores de la organización estarían tras de mí. Decidí contactar a Valentina, mi amiga y confidente de confianza, para pedirle ayuda.Saqué mi teléfono
Todos los días me despierto preguntándome, ¿Por qué mi vida es tan monótona? Me levanto diario a las cinco de la mañana, hago una hora de ejercicio y a las seis con Veinte reviso mi computador, repaso mi agenda y programo mi día, pero siento que esto me tiene atrapado, no hay nada emocionante en mi vida.—Sr. Davis, el desayuno ya se encuentra listo. —Avisa la criada, quien sabe que me gusta la comida recién hecha.—Bajo en un momento. —Necesitaba dejar en orden unas cosas.En ocasiones es necesario que me recuerden, porque me quedo hipnotizado por la cantidad de trabajo a realizar.Al bajar me encuentro a Marisol, sigo mi rumbo hacia el comedor sin prestarle tanto interés.—Me pregunto yo, ¿Cuándo será la ocasión en que el señor Alex Davis se anime a tomarme como esposa? —dijo ella, quien sostenía un vaso de Whisky en su mano.—No me interesan tus reclamos, además, ¿Son estas horas de tomar?Ella me toma del brazo e inmediatamente giro mi mirada hacia ella, cuando nuestras miradas se
Llegada la noche fui con Marisol hacia la fiesta, ella vestía un vestido azul oscuro, se miraba elegante, podía cautivar a cualquier hombre, aun así, su belleza no era relevante para mí, solo he tenido ojos para una mujer.El salón ya se encontraba algo lleno, los invitados nos estaban esperando. Saludamos a todos los presentes como una pareja normal y luego cada uno separado por su cuenta.No veía a Valentina, quería irme pronto de ese lugar, muchas personas hipócritas juntas no era nada bueno, hasta que la vi llegar con Gustavo.¡Ella…! No había palabra para describirlo, ella se miraba diferente, no podía reconocer que era mi secretaria, es una mujer distinta, tanta belleza oculta en un uniforme.—Pensé que ya no vendrían.—Para que le vayas a tirar la puerta a Valentina por dejarte plantado, mejor evitamos eso, además, mírala, esta hermosa. —Contesto Gustavo, Valentina únicamente se sonrojó.—Sí que lo está. —No pude ocultar que me cautivo. Ella se sonrojó.Un camarero nos trajo be
Podía ver en él una paciencia que me desesperaba, ¿Es que no entiende que ambas situaciones son delicadas y él se lo toma con tranquilidad?—Antes que hablemos de San Isidro, quiero que nos cuente lo que ha pasado ayer.—Alex, yo nunca te había visto de esa forma, después de que Marisol te reclamó por la presencia de Valentina, fue como si hubieras explotado, le dijiste un sin número de cosas.— ¿Cosas como qué?—No recuerdo con exactitud, pero hasta expusiste que su matrimonio era una farsa, que tú y ella dormían separados, luego saliste de ese lugar jalando a Valentina del brazo.Por un momento pensé que Gustavo estaba exagerando, pero no recordaba nada.— ¿Por qué no recuerdo nada de eso? Juro que no sé cómo llegue hasta este hotel.—Yo tampoco recuerdo nada. —dijo Valentina, quien se había quedado callada hasta este momento.—Bueno, de eso no puedo dar explicaciones, pero yo me tuve que quedar a dar la cara, obviamente Marisol estaba furiosa y más porque te fuiste con Valentina.—
Gustavo se quedaría en San Isidro, esto mientras se contrata a un nuevo gerente, además que haría supervisión a otras filiales. Como no había vuelos comerciales a Canagua para hoy por la tarde, tuve que alquilar un avión, eran lujos que podía darme fácilmente; sin embargo, lo veía innecesario.—Hay algo que necesito saber y es necesario que sea sincero conmigo, esto si desea que continúe trabajando para usted. —dijo Valentina en tono serio, sabía que debía ser algo importante.—Dime.—Ese contrato o pacto que hizo con la señora Marisol, ¿Qué tanto puede afectarle? —Podía responderle cualquier pregunta, pero no correspondiente a ese tema.Su pregunta me tomo por sorpresa, no entiendo por qué el interés de saber.—Como dijo Gustavo, perderé bastante dinero.—Alguien como usted sé que el dinero es importante, pero siento que hay algo más que me está ocultando.— ¿Por qué lo dices?—Porque alguien que cuenta con un buen capital, no se casaría por un negocio cualquiera y peor de no tocar a