La mañana estaba fresca, el sol radiante, el servicio a la habitación ya estaba listo, la familia despertó con ánimo, aprovechando el domingo en el hotel, se quedarían hasta las diez y almorzarían en casa cualquier cosa. pues Dolores está libre. Desayunaron y salieron, Ashley llevó a los abuelos y ellos se marcharon a casa, muy contentos y felices, pasarían el resto del día descansando.Pamela suspiró, por fin un buen descanso, la noche fue larga y animada pero muy linda, perfecta a ambos se les notaba el agotamiento, pero valió la pena hacer disfrutado.—Catherine te agradó la sorpresa.—Mucha mami… gracias a los dos, me gustaría saber de quien fue la idea.—Es un secreto.—Un secreto que me imagino de donde vino, (rió Cati) madre fue la mejor noche, quedé sorprendida al ver a mi cantante favorito no me lo esperaba es grandioso, mis amigos enloquecieron al verlo, gracias padre son los mejores del mundo los amo mucho.—Hija tú lo mereces eres una buena chica y estamos orgullosos de ti
—Aló, es la señorita Caroline ¿quién habla por favor?—Buenos días Caroline es Edward ¿dónde te has metido? necesito que vengas de inmediato a la oficina.—Tranquilízate jefe ya estoy entrando en el edificio, en poco tiempo estaré contigo.Al llegar a la oficina el señor Long la esperaba un poco ansioso, angustiado, quería saber que significaba la cita de los socios involucrados junto con él.—Buenos días jefe, ¿cuál es su angustia? ¿qué pasa? ¿ya tomó café?—Srta. Caroline yo no quiero café, lo que deseo es una explicación con respecto a esta reunión de socios que tengo anotada en mi agenda hoy día lunes, cuénteme.—Señor Long pasa que uno de ellos me pidió que anotara en su agenda para no olvidar que justo hoy se cumple el otro mes del embarque y pronto lo estarán llamando a usted para todo el protocolo del papeleo y demás, así que yo lo hice.—¿Y dónde están los dos socios?—No han llegado, pero tranquilo no tardaran en hacerlo.—Esperemos señorita Caroline necesitamos salir de est
Llegando al sitio donde se citaron los amigos, Edward vio a una mujer muy parecida a Camila, diría que era ella vestía un traje azul oscuro y extrañado de verla cerca de donde trabaja Pamela, decidió llamarla para asegurarse sí había estado por allí.(Llamando a Pamela)—Aló mi amor ¿cómo estás? sabes… estoy cerca de tu oficina y creo haber visto a Camila, ¿estuvo en tu oficina?—No cariño, aquí no estuvo, quizás estaba de compras, por aquí venden mucha ropa deportiva.—Por favor amor, ¿ella comprando por aquí ropa? no lo creo.—Y tú, ¿qué haces por aquí cielo?—Vine a comer al restaurante que está al cruzar la esquina, me reuniré con mi amigo Cesar, ¿lo recuerdas?—Si con exactitud, está bien amor yo no podré salir tengo a un cliente justo en estos momentos, espero que tengas buen provecho y salúdame a Cesar, te amo.—Te amo mi amor, adiós.Al señor Long le pareció muy extraño ver a la señorita Foster, por ese sitio, dejó a un lado todo aquello estacionó el auto y apenas entró al res
Edward y Camila siguieron en el sofá, acariciándose, dejando volar la imaginación solo pensando en lo que quería sentir uno del otro, las manos empezaron a acorralar sus cuerpos, las prendas se soltaban solo con el deseo y el entusiasmo, ese sofá era el único cómplice de lo que allí estaba pasando, la pasión desahogándose en cada beso, caricia, gemidos que se ahogaban en lo profundo de sus sensaciones, Camila no le importaba nada más que tener a Edward solo para ella, sin importarle que pueda suceder después, la pasión invadían aquellos cuerpos que yacían desnudos y a la vez, vestidos de estrellas relampagueantes.Los corazones latían fuertemente a un ritmo acelerado, la pasión se apoderó de sus deseos los momentos de Edward estando con esa mujer eran diferentes al estar en grupo o al verla con Ascanio, los celos lo aturden y en el fondo, no desea que nadie esté con ella, podría en realidad estar Ed, ilusionado y envuelto, en una sensación amorosa o enfermiza por Camila.—Cariñito mío
Pamela decidió marcharse, pero antes verificó el celular y estaba un mensaje de Edward, se despidió de sus padres y salió de prisa, no deseaba que el tráfico la detuviera por un buen rato y llegaría muy tarde a su casa, ya Edward se encontraba tranquilamente en su aposento, descansando y esperando a su adorada esposa.—Al llegar Pamela, saludó a su esposo con un poco de molestia —¿Dónde te metiste, Ed?, te dejé varios mensajes ¿qué pasa con tu teléfono? no pude localizarte.—Tranquila mi terroncito, lo que pasó fue que me quedé sin batería, —enseguida Pam, recordó lo que su madre le dijo, «Ellos siempre dicen que se quedó el teléfono sin batería».—¡Ah vaya sin batería!, te llamé a la oficina y Caroline me dice que estabas ocupado y en esos momentos no pudiste haber puesto a cargar el celular, me estas mintiendo, tu estabas con Cesar y de pronto desapareces, tendrás que darme su número.—No te ofusques mi amor, no es para tanto, te diré la verdad, después de comer con Cesar nos fuimos
El regreso de Ascanio Serutti, trajo con él buenas noticias, venía dispuesto a pedirle matrimonio a Camila, la gran sorpresa se la llevaría ella o quizás él, pues el tiempo había pasado y comenzaron a suceder ciertos asuntos que no estaban acordados entre la pareja.—Hola amorcito, te estuve llamando y nunca contestaste el celular, por Dios, no me hagas eso.—Amor disculpa, pero saluda, en vez de reprocharme, estaba en la ducha.—Bebé, voy a lo mismo, estoy horrible. Apenas llegué al aeropuerto, vine directo a casa, deseaba verte ¿y tú, me extrañaste?—Sí, queridito, te extrañé mucho — asintió Camila desanimada.—Estaré únicamente un par de días, tengo que viajar a Texas, me necesitan por allá y no debo faltar, en breve estaré contigo, mi cosita linda.—¿Quieres que te prepare algo?, ¿cómo que te irás de nuevo amor? Has estado entrando y saliendo.—No cariño, comí algo en el avión, no me apetece nada, o bueno, si tú, mi dulcito, te quiero tener en mis brazos. Ese es mi trabajo y lo sa
Llegó a casa, recordó todo lo que había sucedido en ese sofá aquella noche de pasión con Edward, no pudo sostener más el llanto, se desvaneció y sollozó sin parar hasta quedarse dormida. Al día siguiente recibe la llamada de Ascanio para saludarle y saber de ella.—Hola, ¿cómo estás mi amor? —contestó Camila con una voz poco animada.—Cielo, ¿qué te pasa? Te noto apagada, ¿te desperté?—Sí, me despertaste, pero no importa, sencillamente no pude dormir muy bien, además, a tu regreso necesito hablarte acerca de algo muy importante.—Me imagino que es acerca del compromiso matrimonial, estaré pronto, tal como te dije mi cielo, ahora debo dejarte. Cuídate mucho, vuelve a dormir, bebé.—Está bien, gracias, Ascanio. Vuelve pronto, adiós—colgó Camila débilmente y sin motivación para moverse.Pasaron unos días, las cosas marchaban normalmente para unos y de manera ajetreada para otros, son pruebas que la vida pone en el camino las cuales sin duda deberíamos superar, Edward estaba tratando poc
Pasaron los días, el sr. Serutti realizó un par de viajes más dentro del mismo País, Camila se encargó de hacer las invitaciones, pidió ayuda a varias de sus amigas para bridarle apoyo con la boda, le hubiese gustado una gran fiesta, lamentablemente, los ánimos no estaban para tanto alboroto.—Querida, ¿has hablado con el párroco de la iglesia? —Preguntó Ascanio.—Sí amor, ya lo hice, fui a la iglesia del padre Rivera, el cual, a pesar de tener varias bodas, posee la disponibilidad de casarnos el día sábado, esta misma semana. ¿estás de acuerdo?—¿Visitaste otras capillas?—Sí, en cambio, los cupos para matrimonios están completos.—¡Caray! a las personas les agrada casarse.—Y a nosotros también, cielito—expresó Camila a la vez que alzaba una ceja.—A propósito, Cami, ¿cómo te has sentido estas últimas semanas?—Horrible, devuelvo los alimentos que consumo, me duele la cabeza constantemente y no me provoca hacer absolutamente nada.—Entonces es fuerte, aunque, según tengo entendido,