Capítulo LXXVII

Por un momento sus pensamientos se fueron lejos, cuando por primera vez se entregó a él, no era el mismo hombre, porque en las cartas, notas de voz, imágenes desde el PC, se veía diferente, entonces es de unos días para acá que ese muchacho no la está pasando muy bien que digamos.

—Holaaa… Padres, ¿cómo están, se ven muy bien? Hermanita, ¡ven, abrázame! ¡Estás hermosa! ¡Los extrañé tanto!

—Hola hermana, nosotros muchísimo más… ¡No imaginas cuánto!

—Ven hija, estás radiante, ¡has cambiado mucho!

—Sí, padre, mucho, los amo, mami, te noto un poco callada, ¿no te alegra verme?

—Hija de mi alma, ¿cómo puedes decir eso? Si te he extrañado cómo a nadie en el mundo, es solo que tengo una profunda tristeza que no puedo disimular, se me hace muy difícil.

—¿Madre que pasa?

—Tranquila hijita desde que te marchaste a estudiar afuera, las cosas han cambiado mi amor, ya te contaremos, ahora regresemos a casa.

—Esperen un momento, si quieren pueden esperarme afuera, necesito unos minutos.

Al ver a Ol
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App