Capítulo LXXIV

Edward salió de prisa, desayunó muy poco, mientras iba conduciendo recibió una llamada de Caroline, preguntando por qué se está tardando.

—Caroline ¿cómo estás? Ya estoy llegando a la oficina.

—Señor Long, disculpe lo están esperando.

—¿Quién señorita?

—¡Su mujer y su hija! Ambas tienen rato esperando por usted.

—Está bien atiéndalas mientras llego.

Edward llegó a la empresa, caminó despacio por el pasillo que va directo a su oficina, pasó primero por la de Caroline, ella no estaba en ese momento, cuando ya salía de su oficina llegó ella diciéndole.

—Señor Long, disculpe, ¿pero algo no anda bien con su señora? Lleva rato en su oficina sin decir nada, me extrañó su actitud.

—No es nada que no se pueda resolver, son mis asuntos, señorita Caroline, por favor dispense —se retiró a su oficina.

—Buenos días, hija de mi alma, ven acércate, deseo abrazarte.

—Papi, hoy no te vi en casa, mami me dijo que te vas de viaje, quiero despedirme, ¿papá, tú pensabas viajar sin decir nada?

—No mi amor,
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App