27

Brenda, inquieta, se levantó de la silla tras la salida de Aisha y comenzó a caminar lentamente por la oficina. El espacio era tan amplio y ordenado que sentía como si cada paso resultaría interminable. Haidar, por su parte, se concentraba en su portátil, tecleando con rapidez mientras terminaba algunos pendientes. Sin embargo, Brenda notó que, de vez en cuando, él levantaba la mirada y la observaba de reojo. Parecía distraído, como si su presencia en la habitación lo inquietara de alguna manera.

No presumía ser la causante, pero si le intrigaba saber que pasaba por la cabeza del árabe. ¿Realmente ella tenía la culpa?

Finalmente, Brenda se dejó caer en un cómodo sofá que había en una de las esquinas de la oficina. Sacó su teléfono y comenzó a desplazarse por la pantalla, aunque en realidad no prestaba mucha atención a lo que veía. Sentía que tan cerca de él, no podía respirar y actuar con normalidad, pero no estaba dispuesta a dejarse vencer por esa austera sensación.

De pronto, la
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP