Isabella se inclinó sobre James y posó suavemente su boca sobre la de su falso hermano, sorprendiéndolo por completo con el gesto que no se esperaba. Él mismo lo pensó demasiado. El besarla solo era una estrategia para mezclarse entre la gente a plena luz del día y despistar a los guardias, pero al momento de hacerlo se había paralizado, envuelto en una corriente de pensamientos que lo sacaron de su centro.
Ella lo hizo. Isabella era una mujer de armas tomar. Si necesitaba parecer una sonsa enamorada en un parque con su pareja para desviar la atención de ella, lo haría; en todo caso, no es como si estuviera besándolo en verdad, ¿O sí?
— ¿Dónde se metieron? — la voz del jefe en la radio se escuchaba alterada y fuera de sí — ¡No regresen con las manos vacías, el señor Wolf está muy molesto, ¡Dice que quiere respuestas
El viaje en el auto hasta la mansión transcurrió en silencio. Isabella estaba exhausta, física y emocionalmente, su plan de esa mañana había salido a pedir de boca hasta el momento en el que se topó con la nota de Astrid dejándola sumida en una profunda tristeza, y luego de eso, no supo cómo carajos se vio envuelta en una fuga peligrosa junto a James que había acabado en besuqueo en un parque del centro de la ciudad.Inspiró profundo y miró por la ventana del auto perdida en sus pensamientos mientras se delineaba el borde de los labios con la punta de sus dedos de forma inconsciente.James la observó de soslayo, la larga melena negra azabache de Isabella afinaba sus rasgos delicados, haciéndola ver más femenina y hermosa. Él tragó saliva involuntariamente y se aclaró la garganta para poder hablar.— ¿Estás bien? — la vo
El auto se detuvo frente a la puerta de la casa. James le dio las llaves al mayordomo para que lo parqueara en la cochera y se apresuró a seguirle el paso a Isabella, que había corrido adentro con los zapatos en la mano y la necesidad urgente de huir de la presencia de su falso hermano y poner distancia entre ambos.—¿Isa… ¡Isabella! — él llamó con insistencia — Por favor, dime qué te pasa.La mujer se detuvo y respiró hondo antes de darse la vuelta, traía los ojos húmedos y hacía grandes esfuerzos por no dejar que él lo notara.— No me pasa nada, James, simplemente estoy cansada, ya te lo dije — contestó cortante.— Lo sé, esperaba poder invitarte algo… sé que este día ha sido de locos, pero si quieres, podemos tomar un trago más tarde cuando hayas descansado — trató de ser amable, queriendo romper la gruesa pared de hielo que se había levantado entre ellos en el auto.— Gracias, pero mejor no, en serio, necesito dormir y… tengo que planear mi próximo golpe.James asintió con la mirad
La puerta del despacho se cerró tras Isabella que se cruzó de brazos con actitud retadora.—No me dijiste que tenías planes para esta noche… — James comenzó.—No sabía que tenía que darte un reporte de todo lo que hago — ella replicó.—No te he pedido ningún reporte, solo creo que, conociendo al enemigo, deberías habérmelo dicho por cuestión de seguridad… — él dijo a manera de excusa, aunque no tan descabellada, a decir verdad.Isabella se le quedó mirando con expresión irónica, no pensaría que iba a creerse el numerito.—Mira, James… en verdad, necesito irme ya, se supone que esto es parte del plan, y no quiero echarlo a perder, me costó mucho planear una ocasión “casual” para que Mikel me invitara a salir, y sabes que esto es clave para conocer sus
James continuaba recriminándose al haber dejado que Isabella saliera sola tan pronto con Mikel. Se figuró varios escenarios en los que las cosas podrían salir mal.— No puedo creer que ahora esté preocupado por ella, debería dejarla trabajar, ella ya demostró de qué está hecha, pero… ¡No! Mikel no es cualquier enemigo, es el que la metió a la cárcel, y también el que la traicionó con su mejor amiga y le arrebató a su hijo, definitivamente, ¡No puedo quedarme un minuto más aquí!James se dio una ducha rápida y se vistió con su ropa habitualmente elegante agregando un toque de distinción a su atuendo con las mancuernas de oro con el escudo familiar, lo hizo inconscientemente, ni siquiera se dio cuenta de que estaba prestando demasiada atención a su aspecto solo para ir en busca de su falsa hermana. Eso no tenía ningún sentido.Miró el reloj de pulso y se puso en marcha.En el bar, la pregunta de Mikel colgaba del aire esperando una respuesta.— Quiero la verdad, detesto que la gente me
— ¡Mesonero, tráiganos, otra ronda de mojitos! — Mikel gritó levantando la mano para llamar la atención del empleado del bar mientras James le lanzaba una ojeada recriminatoria a Isabella al verla con las mejillas encendidas por el licor.La hermana falsa de James Lennox hizo caso omiso a sus miradas de advertencia como si no las hubiera visto, pero James sabía que lo ignoraba a propósito.— Maldita sea — masculló por lo bajo.— ¿Qué dijiste? — preguntó Leonora.— Eh, nada, ¿Estás sola? ¿Quieres acompañarme una copa?— Estoy sola, vine a desestresarme y parece que el destino quiso reunirnos aquí… — comentó insinuante.Leonora era una rubia despampanante, con cada cosa bien puesta en su lugar, hermosos ojos verdes, larga cabellera dorada y unas piernas de infarto. Hab&iacut
Isabella tomó la mano de Mikel y lo sacó de la pista ante la mirada atónita de James, que los seguía apretando los puños y haciendo un increíble esfuerzo por no levantarse de la silla para hacer un espectáculo.— Creo que tu hermana se va con ese hombre guapo de allá — Leonora dijo notando la dirección de la mirada de James — No te molestes, se ve que ella es una mujer que sabe lo que quiere, además, seguramente la va a pasar delicioso. Alégrate por ella, nosotros deberíamos hacer lo mismo.James la miró de soslayo. Leonora estaba como se la había recetado el médico, y si a Isabella no le importaba en lo más mínimo irse con el idiota de Wolf, él debería darse su canita al aire, en todo caso, no debería sentirse como se estaba sintiendo dado su trato de “negocios” con Isabella, y la supuesta relaci&oacu
Leonora se había despertado sedienta después de los tragos y la intensa faena nocturna con James. Casi no lo podía creer, ¡Estaba en la mansión con él, y en su cama! Cuando salió de su departamento esa tarde con intenciones de tomar un par de tragos y tal vez pescar un ligue, nunca se imaginó un reencuentro tan eficaz con uno de sus amores tormentosos del pasado.Pero ahí estaba, en los brazos de nada más y nada menos que James Lennox, el tipo guapo y rico por el que la mayoría de las chicas del medio suspiraban.« Hoy logré lo que en mucho tiempo de relación con él no pude, meterme en su casa. Debo aprovechar esta coyuntura y tratar de llevar esto a otro nivel, ¿Quién sabe? Tal vez venga algo muy bueno de todo esto ». Ella pensó mientras buscaba en su cabeza una excusa para probar hasta dónde James podía dejarse manipular por
Isabella entró en la habitación con el ánimo arrebatado, sin saber exactamente cómo o por qué se sentía así acerca de James.— ¡Es que no puedo creerlo! ¿Cómo se atreve? — se dijo para sí misma enfurruñada mientras se cambiaba el pijama — Se supone que debe respetar nuestro trato.Las palabras salían de su boca sin pensar, pero luego de un rato de pelear consigo misma, cayó en la cuenta de lo obvio: No tenía ninguna razón real para estar molesta, a menos que…— ¡No puede ser! — llevándose las manos a la cara — ¿Me gusta? ¿James en serio me gusta?¡Por favor! ¿Y hasta ahora se daba cuenta?Nota para ti querida lectora: Creo que ya todas nos habíamos dado cuenta, ¿No?En todo caso, Isabella sintió como una ola helada, más fr&