La puerta del despacho se cerró tras Isabella que se cruzó de brazos con actitud retadora.—No me dijiste que tenías planes para esta noche… — James comenzó.—No sabía que tenía que darte un reporte de todo lo que hago — ella replicó.—No te he pedido ningún reporte, solo creo que, conociendo al enemigo, deberías habérmelo dicho por cuestión de seguridad… — él dijo a manera de excusa, aunque no tan descabellada, a decir verdad.Isabella se le quedó mirando con expresión irónica, no pensaría que iba a creerse el numerito.—Mira, James… en verdad, necesito irme ya, se supone que esto es parte del plan, y no quiero echarlo a perder, me costó mucho planear una ocasión “casual” para que Mikel me invitara a salir, y sabes que esto es clave para conocer sus
James continuaba recriminándose al haber dejado que Isabella saliera sola tan pronto con Mikel. Se figuró varios escenarios en los que las cosas podrían salir mal.— No puedo creer que ahora esté preocupado por ella, debería dejarla trabajar, ella ya demostró de qué está hecha, pero… ¡No! Mikel no es cualquier enemigo, es el que la metió a la cárcel, y también el que la traicionó con su mejor amiga y le arrebató a su hijo, definitivamente, ¡No puedo quedarme un minuto más aquí!James se dio una ducha rápida y se vistió con su ropa habitualmente elegante agregando un toque de distinción a su atuendo con las mancuernas de oro con el escudo familiar, lo hizo inconscientemente, ni siquiera se dio cuenta de que estaba prestando demasiada atención a su aspecto solo para ir en busca de su falsa hermana. Eso no tenía ningún sentido.Miró el reloj de pulso y se puso en marcha.En el bar, la pregunta de Mikel colgaba del aire esperando una respuesta.— Quiero la verdad, detesto que la gente me
— ¡Mesonero, tráiganos, otra ronda de mojitos! — Mikel gritó levantando la mano para llamar la atención del empleado del bar mientras James le lanzaba una ojeada recriminatoria a Isabella al verla con las mejillas encendidas por el licor.La hermana falsa de James Lennox hizo caso omiso a sus miradas de advertencia como si no las hubiera visto, pero James sabía que lo ignoraba a propósito.— Maldita sea — masculló por lo bajo.— ¿Qué dijiste? — preguntó Leonora.— Eh, nada, ¿Estás sola? ¿Quieres acompañarme una copa?— Estoy sola, vine a desestresarme y parece que el destino quiso reunirnos aquí… — comentó insinuante.Leonora era una rubia despampanante, con cada cosa bien puesta en su lugar, hermosos ojos verdes, larga cabellera dorada y unas piernas de infarto. Hab&iacut
Isabella tomó la mano de Mikel y lo sacó de la pista ante la mirada atónita de James, que los seguía apretando los puños y haciendo un increíble esfuerzo por no levantarse de la silla para hacer un espectáculo.— Creo que tu hermana se va con ese hombre guapo de allá — Leonora dijo notando la dirección de la mirada de James — No te molestes, se ve que ella es una mujer que sabe lo que quiere, además, seguramente la va a pasar delicioso. Alégrate por ella, nosotros deberíamos hacer lo mismo.James la miró de soslayo. Leonora estaba como se la había recetado el médico, y si a Isabella no le importaba en lo más mínimo irse con el idiota de Wolf, él debería darse su canita al aire, en todo caso, no debería sentirse como se estaba sintiendo dado su trato de “negocios” con Isabella, y la supuesta relaci&oacu
Leonora se había despertado sedienta después de los tragos y la intensa faena nocturna con James. Casi no lo podía creer, ¡Estaba en la mansión con él, y en su cama! Cuando salió de su departamento esa tarde con intenciones de tomar un par de tragos y tal vez pescar un ligue, nunca se imaginó un reencuentro tan eficaz con uno de sus amores tormentosos del pasado.Pero ahí estaba, en los brazos de nada más y nada menos que James Lennox, el tipo guapo y rico por el que la mayoría de las chicas del medio suspiraban.« Hoy logré lo que en mucho tiempo de relación con él no pude, meterme en su casa. Debo aprovechar esta coyuntura y tratar de llevar esto a otro nivel, ¿Quién sabe? Tal vez venga algo muy bueno de todo esto ». Ella pensó mientras buscaba en su cabeza una excusa para probar hasta dónde James podía dejarse manipular por
Isabella entró en la habitación con el ánimo arrebatado, sin saber exactamente cómo o por qué se sentía así acerca de James.— ¡Es que no puedo creerlo! ¿Cómo se atreve? — se dijo para sí misma enfurruñada mientras se cambiaba el pijama — Se supone que debe respetar nuestro trato.Las palabras salían de su boca sin pensar, pero luego de un rato de pelear consigo misma, cayó en la cuenta de lo obvio: No tenía ninguna razón real para estar molesta, a menos que…— ¡No puede ser! — llevándose las manos a la cara — ¿Me gusta? ¿James en serio me gusta?¡Por favor! ¿Y hasta ahora se daba cuenta?Nota para ti querida lectora: Creo que ya todas nos habíamos dado cuenta, ¿No?En todo caso, Isabella sintió como una ola helada, más fr&
— ¡Aquí! Mira — ella señaló un lugar en la pantalla del ordenador y él se acercó más para mirar.James leyó los documentos con cuidado.— ¡Por todos los cielos, has encontrado el santo grial de nuestro propósito! — exclamó gratamente sorprendido.— Creo que esta información es para tenerla bajo la manga, debemos pensar con cabeza fría lo que haremos con ella — Isabella continuó — Emmett es muy suspicaz, si no tenemos una base sólida, puede hacernos trizas con facilidad. He visto cómo se zafa de las responsabilidades y lo que les hace a las personas.Comentó con un sabor a amargura en la boca.James se llevó la mano al mentón, pensativo.— Tienes razón, no haremos nada hasta conocer bien todos los detalles y tener un plan A, ¡B, C e incluso Z! &mda
— Todo indica que los negocios de Emmett con Astrid Morguer no son nada nuevos, al parecer, Emmett hizo negocios también con el padre de Astrid — James explicó poniendo a Isabella en contexto.— Entonces ella solo heredó los convenios de su padre con los Wolf.— Es eso, exactamente.— Pero nunca me dijo que conocía a Mikel de antes, y Mikel tampoco lo mencionó jamás…— Es posible que no les pareciera importante.— No, más bien parece deliberado — ella pensó echándose para atrás en su silla e inspirando profundo — Es como si hubieran tramado quedarse con la fortuna de mi familia, como si Alcalá Industries fuera el objetivo desde siempre, y cuando mamá murió, y yo asumí la Compañía, Mikel apareció en mi vida, casi al mismo tiempo que Astrid, íbamos juntos a la misma