Damon Mi hora de transformación estaba a punto de empezar y yo ya estaba llegando al bosque demasiado tarde como para alejarme de mi casa. La última vez que estuve cerca, casi destrocé todo a pedazos. No hace mucho tiempo que me convertí en alfa, y por eso todavía seguía siendo difícil para mí el proceso de transformación en las noches de luna llena. Hace un año atrás era un beta, pero terminé convirtiéndome en alfa. Fue un cambio repentino y que no me esperaba en su momento, por eso las transformaciones en estas noches eran un terrible dolor, pues cada uno de mis huesos se rompían de una forma inexplicable y me hacía gritar peor que a un beta. Pero no todo era tan malo, ser alfa también tenía sus ventajas, pues la fuerza que poseía dentro de mí era mucho mayor y sorprendente. Cuando llegué al bosque, podía sentir ese cosquilleo incómodo en el cuerpo que la luna llena traía consigo para los lobos. Sabía que podía encontrarme con algún otro lobo en esta noche, pues no era el único h
Katherine En el preciso momento en el que me desperté, sentí un fuerte dolor de cabeza que estaba matándome por completo. Lo primero que hice fue tomarme de la cabeza, haciendo una mueca de disgusto e incomodidad. Lo segundo que sentí fue un dolor en el brazo derecho, pero no era un dolor fuerte. Era, más bien, una molestia, una especie de cosquilleo extraño que me llamaba mucho la atención. Y, diablos, todos mis sentidos se sentían muy intensificados. Miré mi brazo, curiosa, y fue allí cuando recordé todo lo que había pasado en la noche después de que salí de la Universidad y me fui al bosque a tener un momento de paz, como solía hacer algunas veces cuando me sentía abrumada. Esa especie de monstruo que me perseguía y me atacó entre las sombras y me dejó esa herida en el brazo, la cual empezó a sangrar de inmediato, me dejó petrificada. Pero... ahora que observaba mi piel, yo no tenía ninguna marca de aquella mordida que ese monstruo me dio. ¿Cómo era eso posible? Me sentí muy con
Katherine El que él me dijera que yo era su Luna me parecía algo muy loco, pero por una extraña razón, sentí que algo se removió en mi interior. Le creí. No entendía muy bien del tema, pero le creí lo que me decía. Sus ojos estaban sobre los míos, pero luego sus labios viajaron hacia mis labios. Y yo quise besarlo. —¿Qué pasa? —me preguntó Damon. —¿Por qué? —Porque tu corazón está latiendo desesperado —comentó. Pero creo que él sabía por qué me había puesto nerviosa—. ¿Es porque estoy mirándote los labios? Dios míos. Esa pregunta, para mí, fue pura tentación y no lo podía entender. ¿Esto era parte de ser su Luna? —Sí, es por eso —asintió—. Tienes unos labios muy hermosos. No puedo parar de pensar en mí besándolos. Y no tuvo que decir ninguna palabra más, y ni siquiera me dio tiempo a mí para decirle algo, pues Damon Grey me besó. Ese hombre tocó mis labios con los suyos y me llenó de un fuerte sentimiento y alocadas sensaciones que no podía controlar. Me aferré a él c
Katherine Escuché rugidos en la parte de arriba de la casa, rugidos de hombres lobo completamente furiosos. El Alfa Kyle me dejó sola en el sótano y comencé a sentir el verdadero terror cuando los gritos y el calor comenzaron a sentirse. Polvillo caía sobre mi cuerpo, indicándome que la casa comenzaba a quemarse. Estuve allí por varios minutos, sintiendo cómo el calor se volvía más intenso, y con el terror de terminar quemada. Grité pidiendo auxilio y supe en mi interior que Damon me estaba escuchando. La pelea pareció intensificarse en la parte de arriba, mientras yo gritaba para que me ayudaran. El humo comenzaba a asfixiarme. La puerta del sótano se abrió y creí que sería Damon quien bajara de las escaleras, pero fue Kyle quien lo hizo. Caminó enojado hacia mí y me tomó del cuello y me levantó de la silla, ahorcándome. Quise luchar, pero no podía. Justo cuando mis ojos estaban perdiendo la visión, noté que alguien venía corriendo hacia nosotros dos. Cuando abrí los ojos des
Damon Sabía que lo mío con Katherine podía estar avanzando demasiado rápido, pero supongo que era parte de esta conexión que teníamos. Y es que, con ella, con mi Luna, todo se sentía fácil y natural. Es como si nos hubiéramos conocido hace mucho tiempo. Decidí llevarla a conocer a la bruja que me leyó mi profecía, para que nos dijera algo más sobre nuestro futuro. No podía perder esta oportunidad. Pero no me esperaba lo que la bruja nos dijo apenas vio a Katherine entrar por la puerta de su casa. —Estás embarazada —anunció la bruja, mirando a Katherine con profundidad y preocupación. Vi el terror en los ojos de esa mujer, y sentí de inmediato la preocupación. Sabía que algo no estaba bien. Katherine me observó sin entender nada. —Damon, ella es tu Luna, ¿verdad? La has encontrado tal y como te dicté la profecía. Pero es que hay algo que no te he dicho y tienes que saber. No creí que la encontrarías tan pronto, pensé que tendríamos más tiempo para hablar sobre ellos. —Damo
Katherine Desde la noche en la que me mordieron, todo en mi vida dio un giro completamente incómodo para mí. Ni siquiera había aparecido en la universidad por días y mis estudios habían quedado suspendidos por todo lo que me ocurrió, pues simplemente no pude volver a la universidad con todo lo que estaba pasando. Luego de que me enterara de que estaba embarazada, tuve que tomarme un par de horas en silencio con la compañía de quien ahora era mi novio, y futuro esposo, para detenerme a entender que todo lo que yo creía que era parte de mí, ahora ya no lo era. Todo era diferente. Era impresionante lo que una mordida de una criatura mitológica me provocó. Jamás me habría creído que algo así iba a pasarme a mí. Para colmo, estaba lidiando con el trauma de que un maldito y loco hombre lobo, que, encima, era mi Alfa, me secuestró solo porque no quise ir con él. Ese maldito loco me retuvo como si fuese parte de su propiedad, y no paraba de decir que yo era suya y que no me permitía hacer
Damon Apenas podía pegar ojo en la noche mientras miraba cómo Katherine descansaba a mi lado plácidamente, como si no hubiese dormido en días. No sé si esto tenía que ver con el embarazo o el estrés que todo esto le estaba produciendo, pero después de comer poco se fue directamente a dormir, pues estaba muy agotada. Sinceramente, me preocupaba. Ella quería tener su vida normal de antes, pero no entendía que su vida de antes ya no estaba, por más que no quisiera aceptarlo. Cuando yo era humano y me mordió mi Alfa, quien ya murió hace muchos años atrás, cuando yo era un adolescente, también me sentí enojado y frustrado de que la vida que conocía se había disipado entre mis dedos de una noche par otra. También actué de la misma manera en la que Katherine actuó, pero con el tiempo te das cuenta de que no puedes ignorar la realidad y que nada es como era antes. Pero creo que era demasiado pronto para que Katherine lo entendiera. En ciertos puntos, ella me daba pena, pues el ser mor
Damon No le di mucha respuesta a Katherine sobre lo que me dijo. Cuando llegamos a su casa, la acompañé hasta su departamento para que buscara la mayoría de sus cosas. La sentí lagrimear un poco, sabía que ella no quería dejar su departamento, por más pequeño que fuera. Supuse que este lugar para ella tenía un significado especial. Sé que vive aquí desde hace unos años, cuando arrancó la universidad. —¿Estás bien? —le pregunté. —Sí —dijo, pero era mentira. —Más tarde te presentaré a mi manada. Ellos están ansiosos de conocerte, Katherine. No se lo podían creer cuando les dije que mi Luna había aparecido. Te vieron el otro día cuando les pedí ayuda para que fueran a rescatarte conmigo, pero estabas desmayada cuando logré sacarte. Se quedaron toda la noche custodiando la casa por si algo raro ocurría, pero no era la ocasión para presentarlos. —Está bien —dijo sin mucha emoción. ¿Era el momento de hacer lo que tenía planeado hacer? Tal vez eso le alegraba un poco el día y la