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Capítulo 5: El anuncio del hijo

Damon

Sabía que lo mío con Katherine podía estar avanzando demasiado rápido, pero supongo que era parte de esta conexión que teníamos. Y es que, con ella, con mi Luna, todo se sentía fácil y natural. Es como si nos hubiéramos conocido hace mucho tiempo.

Decidí llevarla a conocer a la bruja que me leyó mi profecía, para que nos dijera algo más sobre nuestro futuro. No podía perder esta oportunidad. Pero no me esperaba lo que la bruja nos dijo apenas vio a Katherine entrar por la puerta de su casa.

—Estás embarazada —anunció la bruja, mirando a Katherine con profundidad y preocupación.

Vi el terror en los ojos de esa mujer, y sentí de inmediato la preocupación. Sabía que algo no estaba bien.

Katherine me observó sin entender nada.

—Damon, ella es tu Luna, ¿verdad? La has encontrado tal y como te dicté la profecía. Pero es que hay algo que no te he dicho y tienes que saber. No creí que la encontrarías tan pronto, pensé que tendríamos más tiempo para hablar sobre ellos.

—Damon, me estoy empezando a asustar —dijo Katherine, un poco bajo.

Miré a Keyla, la bruja, frunciendo las cejas.

Nos sentamos frente a ella.

—¿Qué es lo que no me has dicho, Keyla? —interrogué sin rodeos.

—Es mejor que tu Luna no lo escuche.

—Yo quiero escuchar —se negó mi Luna.

Keyla no coincidió con la idea de Katherine, pero tampoco se quejó.

—Ella está embarazada, Damon —volvió a decir—. Lo vi esa vez que viniste.

¿Embarazada? ¿Mi Luna estaba embarazada de mí?

Eso no podía ser posible. Apenas anoche tuvimos nuestro primer encuentro.

Pero... eso no tenía nada que ver. Y, además, no nos cuidamos. No sería raro que pasara. Sin embargo, no es algo que me esperara venir.

—Apenas ayer tuvimos nuestro primero encuentro, Keyla.

—Pero un bebé se está formando en el vientre de ella. Y, lamento decirles esto, porque tal vez no quieran ser padres, pero no podrán terminar con este embarazo. La profecía de ambos dice que tendrán que tener a este bebé. Me veo en la obligación de decirles que su historia de amor tendrá demasiadas trabas. Ustedes estaban destinados a conocerse, pero eso no significa que vayan a terminar juntos. Hay una maldición entre ustedes, hay algo que querrá separarlos.

—Dios mío —Katherine estaba asustada. Oía sus latidos acelerados.

—Rompieron una regla muy importante, que es el empezar una relación sexual y romántica sin el permiso del alfa que la mordió esa noche, poor lo tanto, la naturaleza les hará pagar por romper la regla. Tengo que advertirles que este embarazo, traerá caos. Será un embarazo complicado. Puede costarte la vida, Katherine —advirtió con seriedad—. Dios mío, hay tanta tragedia dentro de este amor tan bonito.

En este punto, ya me encontraba lo suficientemente asustado como para pensar en positivo. Y es que la bruja había dicho cosas que habían sucedido, así que sabía que ella no nos mentía. Miré a mi Luna, preocupado, aterrado de que algo le pasara. Ambos nos conocíamos hace poco, pero eso no tenía nada que ver, pues la enorme conexión que traíamos, no se comparaba con nada.

—Estoy embarazada —asimiló Katherine, tomándose del vientre.

—Lo soñaste en la noche —adivinó la bruja.

Mi Luna afirmó.

Si esto era verdad, entonces, mi Luna y yo seríamos padres pronto. Mi vida acababa de dar un giro muy drástico. Y yo ni siquiera les había presentado a mi manada a Katherine. Ni siquiera la había iniciado como parte de mi manada.

Sabía bien que las cosas no serían nada fáciles para ella y para mí.

—Hay algo más: la profecía dice que estará en tus manos salvar la vida de Katherine, Damon. No sé de qué manera, eso lo tendrás que averiguar tú. Pero debes proteger a tu Luna, si no quieres perderla para siempre. Si ella muere, una maldición fuerte caerá sobre toda tu manada y los próximos decendientes que provengan de tu familia, Damon.

Salimos de esa casa aterrados. Pero si algo yo tenía claro, es que haría todo lo posible para proteger a mi Luna.

Regresamos a mi casa con un test de embarazo. Era demasiado pronto para que lo Katherine se lo hiciera, pero la bruja aseguraba que el positivo aparecería en la prueba.

Cuando Katherine se realizó el test, me quedé esperando el resultado, con ella a mi lado. Era un momento duro para ambos, pero yo quería apoyarla y hacerla sentir segura. Me enamoré de ella perdidamente, no podía fallarle.

Katherine tomó la prueba y observó el resultado.

Era positivo.

Entonces, era cierto. Mi Luna estaba esperando un hijo mío.

Vi lo afectada que se veía Katherine.

—Mi vida y la del bebé están en riesgo —Katherine empezó a llorar, tomándose del vientre.

Acaricié su vientre y le di un beso en los labios, para luego abrazarla y consolarla.

—Nada malo te pasará ni a ti, ni al bebé —aseguré.

—Pero la bruja...

—Yo te protegeré con mi vida, Luna —acaricié nuevamente su panza y ella me tomó de la mano, haciendo presión para que no dejara de hacerlo. Allí estaba creciendo mi hijo.

—¿Qué haremos ahora que ha pasado esto, Damon?

—Te presentaré a la manada, formarás parte de la mía. Te iniciaremos como parte de nosotros y quiero que tú y yo... —me detuve antes de decir lo que estaba pensando. No sabía si era buena idea decirlo ahora, no quería espantarla. Ya demasiado rápido estaba ocurriendo todo.

—¿Qué? —me preguntó, esperando.

Me arriesgué.

—Quiero que te cases conmigo, Katherine.

—¿Casarme contigo? —abrió grande los ojos.

Me arrodillé ante ella, tomando su mano.

—Sí, Katherine, por favor, cásate conmigo. Hagámoslo hoy, o mañana. Pero casémonos.

—No creo que sea buena idea. Kyle no lo permitirá. No me dejará.

—Kyle está muerto —recordé.

—No, yo sé que él no está muerto. Sé que no se quemó en esa casa. Lo puedo sentir. Él sigue con vida.

—Con más razón: déjame ser tu esposo, quien te proteja, mi Luna.

Katherine dudó, pero terminó asomando una leve sonrisa.

—Acepto.

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