Damon
Sabía que lo mío con Katherine podía estar avanzando demasiado rápido, pero supongo que era parte de esta conexión que teníamos. Y es que, con ella, con mi Luna, todo se sentía fácil y natural. Es como si nos hubiéramos conocido hace mucho tiempo.Decidí llevarla a conocer a la bruja que me leyó mi profecía, para que nos dijera algo más sobre nuestro futuro. No podía perder esta oportunidad. Pero no me esperaba lo que la bruja nos dijo apenas vio a Katherine entrar por la puerta de su casa.—Estás embarazada —anunció la bruja, mirando a Katherine con profundidad y preocupación.Vi el terror en los ojos de esa mujer, y sentí de inmediato la preocupación. Sabía que algo no estaba bien.Katherine me observó sin entender nada.—Damon, ella es tu Luna, ¿verdad? La has encontrado tal y como te dicté la profecía. Pero es que hay algo que no te he dicho y tienes que saber. No creí que la encontrarías tan pronto, pensé que tendríamos más tiempo para hablar sobre ellos.—Damon, me estoy empezando a asustar —dijo Katherine, un poco bajo.Miré a Keyla, la bruja, frunciendo las cejas.Nos sentamos frente a ella.—¿Qué es lo que no me has dicho, Keyla? —interrogué sin rodeos.—Es mejor que tu Luna no lo escuche.—Yo quiero escuchar —se negó mi Luna.Keyla no coincidió con la idea de Katherine, pero tampoco se quejó.—Ella está embarazada, Damon —volvió a decir—. Lo vi esa vez que viniste.¿Embarazada? ¿Mi Luna estaba embarazada de mí?Eso no podía ser posible. Apenas anoche tuvimos nuestro primer encuentro.Pero... eso no tenía nada que ver. Y, además, no nos cuidamos. No sería raro que pasara. Sin embargo, no es algo que me esperara venir.—Apenas ayer tuvimos nuestro primero encuentro, Keyla.—Pero un bebé se está formando en el vientre de ella. Y, lamento decirles esto, porque tal vez no quieran ser padres, pero no podrán terminar con este embarazo. La profecía de ambos dice que tendrán que tener a este bebé. Me veo en la obligación de decirles que su historia de amor tendrá demasiadas trabas. Ustedes estaban destinados a conocerse, pero eso no significa que vayan a terminar juntos. Hay una maldición entre ustedes, hay algo que querrá separarlos.—Dios mío —Katherine estaba asustada. Oía sus latidos acelerados.—Rompieron una regla muy importante, que es el empezar una relación sexual y romántica sin el permiso del alfa que la mordió esa noche, poor lo tanto, la naturaleza les hará pagar por romper la regla. Tengo que advertirles que este embarazo, traerá caos. Será un embarazo complicado. Puede costarte la vida, Katherine —advirtió con seriedad—. Dios mío, hay tanta tragedia dentro de este amor tan bonito.En este punto, ya me encontraba lo suficientemente asustado como para pensar en positivo. Y es que la bruja había dicho cosas que habían sucedido, así que sabía que ella no nos mentía. Miré a mi Luna, preocupado, aterrado de que algo le pasara. Ambos nos conocíamos hace poco, pero eso no tenía nada que ver, pues la enorme conexión que traíamos, no se comparaba con nada.—Estoy embarazada —asimiló Katherine, tomándose del vientre.—Lo soñaste en la noche —adivinó la bruja.Mi Luna afirmó.Si esto era verdad, entonces, mi Luna y yo seríamos padres pronto. Mi vida acababa de dar un giro muy drástico. Y yo ni siquiera les había presentado a mi manada a Katherine. Ni siquiera la había iniciado como parte de mi manada.Sabía bien que las cosas no serían nada fáciles para ella y para mí.—Hay algo más: la profecía dice que estará en tus manos salvar la vida de Katherine, Damon. No sé de qué manera, eso lo tendrás que averiguar tú. Pero debes proteger a tu Luna, si no quieres perderla para siempre. Si ella muere, una maldición fuerte caerá sobre toda tu manada y los próximos decendientes que provengan de tu familia, Damon.Salimos de esa casa aterrados. Pero si algo yo tenía claro, es que haría todo lo posible para proteger a mi Luna.Regresamos a mi casa con un test de embarazo. Era demasiado pronto para que lo Katherine se lo hiciera, pero la bruja aseguraba que el positivo aparecería en la prueba.Cuando Katherine se realizó el test, me quedé esperando el resultado, con ella a mi lado. Era un momento duro para ambos, pero yo quería apoyarla y hacerla sentir segura. Me enamoré de ella perdidamente, no podía fallarle.Katherine tomó la prueba y observó el resultado.Era positivo.Entonces, era cierto. Mi Luna estaba esperando un hijo mío.Vi lo afectada que se veía Katherine.—Mi vida y la del bebé están en riesgo —Katherine empezó a llorar, tomándose del vientre.Acaricié su vientre y le di un beso en los labios, para luego abrazarla y consolarla.—Nada malo te pasará ni a ti, ni al bebé —aseguré.—Pero la bruja...—Yo te protegeré con mi vida, Luna —acaricié nuevamente su panza y ella me tomó de la mano, haciendo presión para que no dejara de hacerlo. Allí estaba creciendo mi hijo.—¿Qué haremos ahora que ha pasado esto, Damon?—Te presentaré a la manada, formarás parte de la mía. Te iniciaremos como parte de nosotros y quiero que tú y yo... —me detuve antes de decir lo que estaba pensando. No sabía si era buena idea decirlo ahora, no quería espantarla. Ya demasiado rápido estaba ocurriendo todo.—¿Qué? —me preguntó, esperando.Me arriesgué.—Quiero que te cases conmigo, Katherine.—¿Casarme contigo? —abrió grande los ojos.Me arrodillé ante ella, tomando su mano.—Sí, Katherine, por favor, cásate conmigo. Hagámoslo hoy, o mañana. Pero casémonos.—No creo que sea buena idea. Kyle no lo permitirá. No me dejará.—Kyle está muerto —recordé.—No, yo sé que él no está muerto. Sé que no se quemó en esa casa. Lo puedo sentir. Él sigue con vida.—Con más razón: déjame ser tu esposo, quien te proteja, mi Luna.Katherine dudó, pero terminó asomando una leve sonrisa.—Acepto.Katherine Desde la noche en la que me mordieron, todo en mi vida dio un giro completamente incómodo para mí. Ni siquiera había aparecido en la universidad por días y mis estudios habían quedado suspendidos por todo lo que me ocurrió, pues simplemente no pude volver a la universidad con todo lo que estaba pasando. Luego de que me enterara de que estaba embarazada, tuve que tomarme un par de horas en silencio con la compañía de quien ahora era mi novio, y futuro esposo, para detenerme a entender que todo lo que yo creía que era parte de mí, ahora ya no lo era. Todo era diferente. Era impresionante lo que una mordida de una criatura mitológica me provocó. Jamás me habría creído que algo así iba a pasarme a mí. Para colmo, estaba lidiando con el trauma de que un maldito y loco hombre lobo, que, encima, era mi Alfa, me secuestró solo porque no quise ir con él. Ese maldito loco me retuvo como si fuese parte de su propiedad, y no paraba de decir que yo era suya y que no me permitía hacer
Damon Apenas podía pegar ojo en la noche mientras miraba cómo Katherine descansaba a mi lado plácidamente, como si no hubiese dormido en días. No sé si esto tenía que ver con el embarazo o el estrés que todo esto le estaba produciendo, pero después de comer poco se fue directamente a dormir, pues estaba muy agotada. Sinceramente, me preocupaba. Ella quería tener su vida normal de antes, pero no entendía que su vida de antes ya no estaba, por más que no quisiera aceptarlo. Cuando yo era humano y me mordió mi Alfa, quien ya murió hace muchos años atrás, cuando yo era un adolescente, también me sentí enojado y frustrado de que la vida que conocía se había disipado entre mis dedos de una noche par otra. También actué de la misma manera en la que Katherine actuó, pero con el tiempo te das cuenta de que no puedes ignorar la realidad y que nada es como era antes. Pero creo que era demasiado pronto para que Katherine lo entendiera. En ciertos puntos, ella me daba pena, pues el ser mor
Damon No le di mucha respuesta a Katherine sobre lo que me dijo. Cuando llegamos a su casa, la acompañé hasta su departamento para que buscara la mayoría de sus cosas. La sentí lagrimear un poco, sabía que ella no quería dejar su departamento, por más pequeño que fuera. Supuse que este lugar para ella tenía un significado especial. Sé que vive aquí desde hace unos años, cuando arrancó la universidad. —¿Estás bien? —le pregunté. —Sí —dijo, pero era mentira. —Más tarde te presentaré a mi manada. Ellos están ansiosos de conocerte, Katherine. No se lo podían creer cuando les dije que mi Luna había aparecido. Te vieron el otro día cuando les pedí ayuda para que fueran a rescatarte conmigo, pero estabas desmayada cuando logré sacarte. Se quedaron toda la noche custodiando la casa por si algo raro ocurría, pero no era la ocasión para presentarlos. —Está bien —dijo sin mucha emoción. ¿Era el momento de hacer lo que tenía planeado hacer? Tal vez eso le alegraba un poco el día y la
Katherine Creo que siempre me imaginé durante mi vida el poder casarme con una persona que realmente me amara con toda la intensidad posible. Siempre tuve ese sueño de poder tener todo aquello que veía en las películas románticas. Quería un amor completamente verdadero y fiel. Quería tener a ese hombre que se arrodillara ante mí y me dijera lo importante que era para su vida y lo mucho que deseaba poder casarse conmigo y que abriera una cajita pequeña y apareciera un anillo allí dentro. Y es justo lo que estaba pasando ahora mismo, pues Damon estaba de rodillas ante mí, esperando a que le diera una respuesta. Pero supongo que nunca me imaginé lo aterrada que podía llegar a estar en esta situación. Porque sí, era demasiado bonito lo que Damon estaba haciendo, que era proponerme matrimonio y pretender que ambos estuviéramos juntos durante toda la vida, que, sinceramente, a pesar de que no nos conocíamos para nada, era algo que yo quería, ya que era consciente de que este sentimiento
DamonNo me quería ir de la ciudad, pero si en algo tenía Katherine razón, es que no estábamos seguros aquí. Yo no tenía ningún problema en que Kyle y yo nos enfrentáramos cuando a él se le diera la gana, me había quedado con ganas de acabar con su vida desde la última vez en que lo vi, pero era cierto que tampoco podía tener este tipo de pensamientos y pretender como si eso no le afectara a mi familia, porque sí, Katherine y ese bebé que estábamos esperando eran mi familia y no había nada en este mundo que me hiciera cambiar de opinión. Yo quería estar toda la vida con mi Luna y quería proteger a mi bebé también, y con las predicciones y la cara de susto de que la bruja nos regaló cuando nos comentaba lo peligrosa que iba a ser nuestra relación Katherine, me hacía pisar lo pies en la tierra. Esto ya no se trataba simplemente de un enfrentamiento entre Kyle y yo, esto era algo que conllevaba a mi familia y no podía correr riesgos, menos cuando la vida de Katherine pendía de un hilo.
KatherineEstaba que explotaba de los nervios que me consumían. Estaba que explotaba porque alguien venía detrás de nosotros. Bueno, estaba segura de que Kyle o algún lobo de su manada fue a buscarme a mi departamento y por eso tiraron la puerta abajo para encontrarme, pero ese lobo no me encontraría allí porque yo ya no estaba en ese lugar. Pero todavía seguíamos en el edificio, rumbo a las escaleras, así que, cuando ese hombre lobo terminara de revisar cada una de las habitaciones de mi pequeño departamento y se terminara dando cuenta de que no estaba allí, saldría de mi casa y, lo más probable, es que siguiera el rastro de mi olor hasta las escaleras de emergencia. Estaba segura de que así sería. Y los latidos apresurados y de miedo que traía conmigo, podían llamar mucho la atención. Con Damon empezamos a bajar las escaleras y escuché que alguien venía por el pasillo donde nosotros habíamos pasado para ir hacia las escaleras. Temblé de miedo. —Damon, alguien viene hacia aquí —
Katherine Si algo tenía claro, era que Damon no iba a permitir que ese hombre lobo me tomara y me llevara con él para entregarme a Kyle, pero el miedo seguía instalado dentro de mi cuerpo y no lo podía controlar. Quería parecer más fuerte, pues sabía que todos los hombres lobo que rodeaban la casa para protegerme por órdenes de Damon, me podían escuchar alterada. Y era incómodo. Además, yo no quería parecer una chica débil ante el hombre que venía a buscarme, quería parecer alguien más firme. Pero todo esto era demasiado nuevo para mí como para que yo estuviera tranquila. Estábamos a metros de distancia, pero yo podía olfatear el perfume de ese tipo. Pero... había otro perfume que me llamaba mucho la atención, pero que sabía que, al menos, no era el perfume de las personas que se encontraban cerca de mí. Me asusté más cuando un nombre se me vino a la mente: Kyle. Sí, Kyle... él usaba ese mismo perfume. Sabía que cualquiera de los otros hombres lobo podían estar usando ese perf
Katherine Me encontraba mal, había algo que me generaba muchas náuseas. No tenía sentido que estas náuseas fueran por el bebé que estaba esperando, pues recién había quedado embarazada. Supongo que esto que pasó hizo que se me bajara un poco la presión. Damon se metió en la casa rápidamente y caminó hasta mí y me pidió que me recostara en el sofá para estar más cómoda y tranquila. —Alexa, tráele un vaso de agua a Katherine —ordenó mi novio, mirándome a los ojos. Me observaba con esa mirada que a mí me hacía sentir segura, pues eso hacía que yo viera que le importaba mucho—. ¿Qué sientes, Luna? —No te preocupes. Es solo este malestar por lo que acaba de pasar. Me ha hecho un poco mal. ¿Cómo es eso de que, a medida que pasa el tiempo, la maldición se hace más fuerte? —interrogué. Necesitaba que me dijera la verdad. —Bueno, es que... Eso me afirmaba que, lo que Kyle me dijo, era cierto. —Quiero que me seas sincero, Damon. ¿Por qué dijo eso Kyle? ¿Es cierto? —Sí. —¿Por qué no