Katherine
Escuché rugidos en la parte de arriba de la casa, rugidos de hombres lobo completamente furiosos. El Alfa Kyle me dejó sola en el sótano y comencé a sentir el verdadero terror cuando los gritos y el calor comenzaron a sentirse. Polvillo caía sobre mi cuerpo, indicándome que la casa comenzaba a quemarse. Estuve allí por varios minutos, sintiendo cómo el calor se volvía más intenso, y con el terror de terminar quemada. Grité pidiendo auxilio y supe en mi interior que Damon me estaba escuchando. La pelea pareció intensificarse en la parte de arriba, mientras yo gritaba para que me ayudaran. El humo comenzaba a asfixiarme. La puerta del sótano se abrió y creí que sería Damon quien bajara de las escaleras, pero fue Kyle quien lo hizo. Caminó enojado hacia mí y me tomó del cuello y me levantó de la silla, ahorcándome. Quise luchar, pero no podía. Justo cuando mis ojos estaban perdiendo la visión, noté que alguien venía corriendo hacia nosotros dos. Cuando abrí los ojos después de sentir que mi cuerpo cayó al suelo, vi a Damon luchando contra Kyle. —Te declaro la guerra, Damon Grey. ¡Por robarte a mi beta, mi manada luchará con la tuya hasta el fin de los tiempos! ¡La maldición caerá en ti y en ella y no podrán salvarse de las desgracias! Ambos tenían una fuerza increíble porque lucharon el uno contra el otro lastimándose mucho, pero Damon, mi Damon, pudo dejar a Kyle inconsciente después de inyectarle algo en el cuello. Tosí por el fuerte humo, el cual me estaba dejando muy débil. Creo que perdí la consciencia, me dormí o me desmayé, porque cuando desperté, estaba en la cama de Damon otra vez. Pero esta vez, él estaba acostado a mi lado, mirándome. —Despertaste. —¿Qué pasó? ¿Y Kyle? —Está muerto. O eso creemos. La casa se incendió por completo. Debes ir a ducharte, estás sucia por el sótano y el humo del incendio. ¿Muerto? No. No sé si esto era algo de Beta a Alfa, pero yo sabía que Kyle no podía estar muerto. No lo sentía así. Antes de que él me prestara algo de ropa para ducharme, me trajo la cena a la cama. Durante toda la comida, él no dijo ni una sola palabra, solo se quedó observándome. Después de la ducha, salí del baño de su cuarto con solo una remera larga de él. Damon me observó un momento, pero se contuvo de seguir haciéndolo. —¿Puedes hablarme de la maldición de la que Kyle hablaba? —le pedí para cortar el silencio. —La maldición dice que si tú y yo tenemos una relación amorosa sin la aceptación de tu alfa, la desgracia aparecerá en tu vida y en la mía. Por orden natural de la vida, no se puede. Me sentí decepcionada. Sé que apenas lo conocía, pero todo mi ser quería tener algo que ver con él. Queria ser más que su amiga o una conocida. Todo mi ser me gritaba que ese hombre era para mí. —Pero yo estoy dispuesto a estar contigo si tú me lo permites —aclaró. —¿Quieres estar conmigo? —Quiero ser todo de ti. Tú eres mi Luna. Me perteneces, no puedo simplemente dejar que te vayas. Quiero que vengas a vivir conmigo, aquí, en mi casa. Que duermas aquí, en mi cama, conmigo. —Pero es que... —La Madre Luna te asginó para mi vida —explicó—. Estamos asignados, Katherine. —Está bien —acepté. Sabía que esto era muy loco, que mi familia se opondría, pero no me importaba. —Mañana te mudarás aquí —dijo feliz. —Entonces... ¿puedo saber qué somos? Tal vez es muy pronto para... —no me dejó terminar mi oración. Y me besó. Me besó apasionadamente, y mis pirneras flaquearon de los nervios. Me sentí envuelta en una ola de pasión y seducción por parte de Damon, pero me dejé llevar porque yo quería esto. Esa noche, tan pasional, tan inadecuada para el mundo sobrenatural, nos dejamos llevar y nos envolvimos bajo las sábanas de su cuarto e hicimos el amor apasionadamente. Pero, un error grande que tuvimos, es que no nos cuidamos. Esa misma noche, mientras dormíamos abrazados, soñé que quedaba embarazada. Fue extraño. Se sintió demasiado real para ser un sueño. Me desperté en medio de la madrugada y me tomé del vientre, sintiendo que, a partir de esta noche, las cosas en mi vida se volverían más descabelladas.Damon Sabía que lo mío con Katherine podía estar avanzando demasiado rápido, pero supongo que era parte de esta conexión que teníamos. Y es que, con ella, con mi Luna, todo se sentía fácil y natural. Es como si nos hubiéramos conocido hace mucho tiempo. Decidí llevarla a conocer a la bruja que me leyó mi profecía, para que nos dijera algo más sobre nuestro futuro. No podía perder esta oportunidad. Pero no me esperaba lo que la bruja nos dijo apenas vio a Katherine entrar por la puerta de su casa. —Estás embarazada —anunció la bruja, mirando a Katherine con profundidad y preocupación. Vi el terror en los ojos de esa mujer, y sentí de inmediato la preocupación. Sabía que algo no estaba bien. Katherine me observó sin entender nada. —Damon, ella es tu Luna, ¿verdad? La has encontrado tal y como te dicté la profecía. Pero es que hay algo que no te he dicho y tienes que saber. No creí que la encontrarías tan pronto, pensé que tendríamos más tiempo para hablar sobre ellos. —Damo
Katherine Desde la noche en la que me mordieron, todo en mi vida dio un giro completamente incómodo para mí. Ni siquiera había aparecido en la universidad por días y mis estudios habían quedado suspendidos por todo lo que me ocurrió, pues simplemente no pude volver a la universidad con todo lo que estaba pasando. Luego de que me enterara de que estaba embarazada, tuve que tomarme un par de horas en silencio con la compañía de quien ahora era mi novio, y futuro esposo, para detenerme a entender que todo lo que yo creía que era parte de mí, ahora ya no lo era. Todo era diferente. Era impresionante lo que una mordida de una criatura mitológica me provocó. Jamás me habría creído que algo así iba a pasarme a mí. Para colmo, estaba lidiando con el trauma de que un maldito y loco hombre lobo, que, encima, era mi Alfa, me secuestró solo porque no quise ir con él. Ese maldito loco me retuvo como si fuese parte de su propiedad, y no paraba de decir que yo era suya y que no me permitía hacer
Damon Apenas podía pegar ojo en la noche mientras miraba cómo Katherine descansaba a mi lado plácidamente, como si no hubiese dormido en días. No sé si esto tenía que ver con el embarazo o el estrés que todo esto le estaba produciendo, pero después de comer poco se fue directamente a dormir, pues estaba muy agotada. Sinceramente, me preocupaba. Ella quería tener su vida normal de antes, pero no entendía que su vida de antes ya no estaba, por más que no quisiera aceptarlo. Cuando yo era humano y me mordió mi Alfa, quien ya murió hace muchos años atrás, cuando yo era un adolescente, también me sentí enojado y frustrado de que la vida que conocía se había disipado entre mis dedos de una noche par otra. También actué de la misma manera en la que Katherine actuó, pero con el tiempo te das cuenta de que no puedes ignorar la realidad y que nada es como era antes. Pero creo que era demasiado pronto para que Katherine lo entendiera. En ciertos puntos, ella me daba pena, pues el ser mor
Damon No le di mucha respuesta a Katherine sobre lo que me dijo. Cuando llegamos a su casa, la acompañé hasta su departamento para que buscara la mayoría de sus cosas. La sentí lagrimear un poco, sabía que ella no quería dejar su departamento, por más pequeño que fuera. Supuse que este lugar para ella tenía un significado especial. Sé que vive aquí desde hace unos años, cuando arrancó la universidad. —¿Estás bien? —le pregunté. —Sí —dijo, pero era mentira. —Más tarde te presentaré a mi manada. Ellos están ansiosos de conocerte, Katherine. No se lo podían creer cuando les dije que mi Luna había aparecido. Te vieron el otro día cuando les pedí ayuda para que fueran a rescatarte conmigo, pero estabas desmayada cuando logré sacarte. Se quedaron toda la noche custodiando la casa por si algo raro ocurría, pero no era la ocasión para presentarlos. —Está bien —dijo sin mucha emoción. ¿Era el momento de hacer lo que tenía planeado hacer? Tal vez eso le alegraba un poco el día y la
Katherine Creo que siempre me imaginé durante mi vida el poder casarme con una persona que realmente me amara con toda la intensidad posible. Siempre tuve ese sueño de poder tener todo aquello que veía en las películas románticas. Quería un amor completamente verdadero y fiel. Quería tener a ese hombre que se arrodillara ante mí y me dijera lo importante que era para su vida y lo mucho que deseaba poder casarse conmigo y que abriera una cajita pequeña y apareciera un anillo allí dentro. Y es justo lo que estaba pasando ahora mismo, pues Damon estaba de rodillas ante mí, esperando a que le diera una respuesta. Pero supongo que nunca me imaginé lo aterrada que podía llegar a estar en esta situación. Porque sí, era demasiado bonito lo que Damon estaba haciendo, que era proponerme matrimonio y pretender que ambos estuviéramos juntos durante toda la vida, que, sinceramente, a pesar de que no nos conocíamos para nada, era algo que yo quería, ya que era consciente de que este sentimiento
DamonNo me quería ir de la ciudad, pero si en algo tenía Katherine razón, es que no estábamos seguros aquí. Yo no tenía ningún problema en que Kyle y yo nos enfrentáramos cuando a él se le diera la gana, me había quedado con ganas de acabar con su vida desde la última vez en que lo vi, pero era cierto que tampoco podía tener este tipo de pensamientos y pretender como si eso no le afectara a mi familia, porque sí, Katherine y ese bebé que estábamos esperando eran mi familia y no había nada en este mundo que me hiciera cambiar de opinión. Yo quería estar toda la vida con mi Luna y quería proteger a mi bebé también, y con las predicciones y la cara de susto de que la bruja nos regaló cuando nos comentaba lo peligrosa que iba a ser nuestra relación Katherine, me hacía pisar lo pies en la tierra. Esto ya no se trataba simplemente de un enfrentamiento entre Kyle y yo, esto era algo que conllevaba a mi familia y no podía correr riesgos, menos cuando la vida de Katherine pendía de un hilo.
KatherineEstaba que explotaba de los nervios que me consumían. Estaba que explotaba porque alguien venía detrás de nosotros. Bueno, estaba segura de que Kyle o algún lobo de su manada fue a buscarme a mi departamento y por eso tiraron la puerta abajo para encontrarme, pero ese lobo no me encontraría allí porque yo ya no estaba en ese lugar. Pero todavía seguíamos en el edificio, rumbo a las escaleras, así que, cuando ese hombre lobo terminara de revisar cada una de las habitaciones de mi pequeño departamento y se terminara dando cuenta de que no estaba allí, saldría de mi casa y, lo más probable, es que siguiera el rastro de mi olor hasta las escaleras de emergencia. Estaba segura de que así sería. Y los latidos apresurados y de miedo que traía conmigo, podían llamar mucho la atención. Con Damon empezamos a bajar las escaleras y escuché que alguien venía por el pasillo donde nosotros habíamos pasado para ir hacia las escaleras. Temblé de miedo. —Damon, alguien viene hacia aquí —
Katherine Si algo tenía claro, era que Damon no iba a permitir que ese hombre lobo me tomara y me llevara con él para entregarme a Kyle, pero el miedo seguía instalado dentro de mi cuerpo y no lo podía controlar. Quería parecer más fuerte, pues sabía que todos los hombres lobo que rodeaban la casa para protegerme por órdenes de Damon, me podían escuchar alterada. Y era incómodo. Además, yo no quería parecer una chica débil ante el hombre que venía a buscarme, quería parecer alguien más firme. Pero todo esto era demasiado nuevo para mí como para que yo estuviera tranquila. Estábamos a metros de distancia, pero yo podía olfatear el perfume de ese tipo. Pero... había otro perfume que me llamaba mucho la atención, pero que sabía que, al menos, no era el perfume de las personas que se encontraban cerca de mí. Me asusté más cuando un nombre se me vino a la mente: Kyle. Sí, Kyle... él usaba ese mismo perfume. Sabía que cualquiera de los otros hombres lobo podían estar usando ese perf