Damon Me sentía completamente desgastado emocionalmente y físicamente. Mis emociones negativas afectaban gravemente mi cuerpo. Me sentía muy cansado todo el tiempo y en lo único en lo que podía pensar para sentirme bien era en momentos lindos que he compartido con Katherine, incluso agregué en mi mente algunas situaciones en las que me gustaría poder estar con ella, pero cuando recordaba lo que le estaba ocurriendo a Katherine, mi corazón se quebraba nuevamente y me sentía mal otra vez. No tener el control de la situación me estaba matando por dentro. Verla en esa cama otra vez y que ella no despertara de su trance comenzaba a hacerme perder la esperanza. Pasaron dos días desde que Katherine se desmayó y no volvió a despertarse. Sé que dos días no era mucho tiempo, pero para mí eran eternos. Durante estos dos días solo pude dormir unas cinco horas en total. El cansancio me estaba matando, pero la cafeína y algunas píldoras me mantenían alerta. No quería perder de vista a Katherine.
Damon —Es que ahora sabes lo que es amar de verdad a una persona que no es de tu familia. Con la manada hemos notado tu cambio, pero no lo vemos como algo malo, no sentimos que seas débil. Creo que hemos podido conectar más contigo desde que ella apareció en tu vida. Si ella fuera mi novia, yo no bajaría los brazos, amigo. Las brujas están trabajando para ayudarla, así que el trabajo está en camino. La ayuda está en marcha. Solo es cuestión de tiempo para que Katherine se despierte. El miedo te hace sentir negativo y está controlando tu mente. Recuerda lo que siempre nos has dicho sobre el miedo: no debemos dejar que el miedo controle nuestra mente. Cuando sintamos miedo, es cuando más fuertes debemos ser. Debemos luchar contra él, porque si dejamos que nos atraviese, terminaremos muertos y habremos perdido la batalla. —Son buenas palabras, pero ahora entiendo lo complicado que es ser positivo en estos momentos. Pero aquí sigo, a pesar del miedo, estoy aquí con ella, esperando a qu
Katherine Sí, definitivamente esa voz fue de Damon. ¡Él estaba luchando para sacarme de aquí! Sentí, por primera vez, una verdadera esperanza. Todo lo que me dijo volvió a escucharse, con un eco mucho más fuerte. Pero mi llanto no se detuvo, pues saber que él estaba luchando por sacarme de aquí me llenaba de angustia a la misma vez. Mis emociones estaban descontroladas. Sí, había esperanza, pero la desesperanza me estaba matando por dentro. Pero algo malditamente horrible me dejó paralizada y muy asustada. Escuché voces, no era solo la de Damon, sino que también era la de otra mujer. No tardé en descifrar que se trataba de Kayla. Pero lo que Kayla empezó a decirle a Damon me aterró. —Dime la verdad, Kayla, ¿ella puede morir estando allí? Su cuerpo de aquí, ¿puede morir? No quiero que me digas mentiras, necesito la verdad para prepararme, para buscar más alternativas. Tal vez tú sola no puedas hacer el trabajo, por más fuerte y experimentaba que seas en el asunto. Necesito que seas
Katherine No sé qué fue lo que pasó, pero sentí que una fuerza exterior a mí me abdujo por completo. Cuando al fin pude ver no me encontraba en un lugar oscuro y vacío, sino que me encontraba en una habitación que no era la mía, ni la de Damon. Me di cuenta por todo lo que había a mi alrededor, que estaba en el hospital, con mi cuerpo recostado en una cama y con algunas velas a mi alrededor y un sutil aroma a sahumerio de sándalo. Me arranqué rápidamente el suero, pues no quería tener eso en mi brazo. También lo arranqué porque quería saltar de la cama e irme corriendo hacia alguna parte por la desesperación que me invadía el cuerpo por completo. Un fuerte dolor de cabeza me detuvo y me tomé de las sienes para calmar el dolor, pero no lograba hacerlo desaparecer. Cerré los ojos con fuerza, temblando del miedo y del frío. Mi cuerpo se sentía pesado y con un sutil dolor, como si estuviera engripada, pero yo sabía que era por haber estado en el infierno. Ahora entendía a la perfección
Damon Noté que el cuerpo de Katherine se removía en la cama levemente, pero mi mente me advirtió que no me hiciera ilusiones, pues Katherine no iba a despertar. Sí, mi mente estaba en mi contra estos días, pues era pesimista, pero una parte de ella todavía tenía esperanzas de que Katherine lograra despertar. Yo sabía que era muy difícil que Katherine se despertara, pues la misma Kayla me lo dijo, pero yo no podía perder la esperanza o mi vida terminaría. Noté nuevamente que Katherine se movió y decidí prestar más atención. Tal vez yo no estaba tan loco como mi mente me hacía creer. Agudicé mi oído y escuché cómo sus latidos del corazón empezaban a acelerarse, y eso no pasó en los últimos días en los que Katherine estuvo dormida. Me acerqué un poco más hacia su cama y toqué el brazo de Kayla, quien tenía los ojos cerrados y estaba atenta y concentrada en el hechizo que estaba realizando. Kayla me había pedido específicamente que no la molestara mientras ella hacía el hechizo, pero ne
Damon Mi hora de transformación estaba a punto de empezar y yo ya estaba llegando al bosque demasiado tarde como para alejarme de mi casa. La última vez que estuve cerca, casi destrocé todo a pedazos. No hace mucho tiempo que me convertí en alfa, y por eso todavía seguía siendo difícil para mí el proceso de transformación en las noches de luna llena. Hace un año atrás era un beta, pero terminé convirtiéndome en alfa. Fue un cambio repentino y que no me esperaba en su momento, por eso las transformaciones en estas noches eran un terrible dolor, pues cada uno de mis huesos se rompían de una forma inexplicable y me hacía gritar peor que a un beta. Pero no todo era tan malo, ser alfa también tenía sus ventajas, pues la fuerza que poseía dentro de mí era mucho mayor y sorprendente. Cuando llegué al bosque, podía sentir ese cosquilleo incómodo en el cuerpo que la luna llena traía consigo para los lobos. Sabía que podía encontrarme con algún otro lobo en esta noche, pues no era el único h
Katherine En el preciso momento en el que me desperté, sentí un fuerte dolor de cabeza que estaba matándome por completo. Lo primero que hice fue tomarme de la cabeza, haciendo una mueca de disgusto e incomodidad. Lo segundo que sentí fue un dolor en el brazo derecho, pero no era un dolor fuerte. Era, más bien, una molestia, una especie de cosquilleo extraño que me llamaba mucho la atención. Y, diablos, todos mis sentidos se sentían muy intensificados. Miré mi brazo, curiosa, y fue allí cuando recordé todo lo que había pasado en la noche después de que salí de la Universidad y me fui al bosque a tener un momento de paz, como solía hacer algunas veces cuando me sentía abrumada. Esa especie de monstruo que me perseguía y me atacó entre las sombras y me dejó esa herida en el brazo, la cual empezó a sangrar de inmediato, me dejó petrificada. Pero... ahora que observaba mi piel, yo no tenía ninguna marca de aquella mordida que ese monstruo me dio. ¿Cómo era eso posible? Me sentí muy con
Katherine El que él me dijera que yo era su Luna me parecía algo muy loco, pero por una extraña razón, sentí que algo se removió en mi interior. Le creí. No entendía muy bien del tema, pero le creí lo que me decía. Sus ojos estaban sobre los míos, pero luego sus labios viajaron hacia mis labios. Y yo quise besarlo. —¿Qué pasa? —me preguntó Damon. —¿Por qué? —Porque tu corazón está latiendo desesperado —comentó. Pero creo que él sabía por qué me había puesto nerviosa—. ¿Es porque estoy mirándote los labios? Dios míos. Esa pregunta, para mí, fue pura tentación y no lo podía entender. ¿Esto era parte de ser su Luna? —Sí, es por eso —asintió—. Tienes unos labios muy hermosos. No puedo parar de pensar en mí besándolos. Y no tuvo que decir ninguna palabra más, y ni siquiera me dio tiempo a mí para decirle algo, pues Damon Grey me besó. Ese hombre tocó mis labios con los suyos y me llenó de un fuerte sentimiento y alocadas sensaciones que no podía controlar. Me aferré a él c