Katherine
El que él me dijera que yo era su Luna me parecía algo muy loco, pero por una extraña razón, sentí que algo se removió en mi interior. Le creí. No entendía muy bien del tema, pero le creí lo que me decía.Sus ojos estaban sobre los míos, pero luego sus labios viajaron hacia mis labios. Y yo quise besarlo.—¿Qué pasa? —me preguntó Damon.—¿Por qué?—Porque tu corazón está latiendo desesperado —comentó. Pero creo que él sabía por qué me había puesto nerviosa—. ¿Es porque estoy mirándote los labios?Dios míos.Esa pregunta, para mí, fue pura tentación y no lo podía entender. ¿Esto era parte de ser su Luna?—Sí, es por eso —asintió—. Tienes unos labios muy hermosos. No puedo parar de pensar en mí besándolos.Y no tuvo que decir ninguna palabra más, y ni siquiera me dio tiempo a mí para decirle algo, pues Damon Grey me besó. Ese hombre tocó mis labios con los suyos y me llenó de un fuerte sentimiento y alocadas sensaciones que no podía controlar.Me aferré a él como si de eso dependiera mi vida. Pero nuestro momento de cariño no duró lo que me habría gustado que durara, pues el sonido del timbre de la casa nos terminó separando. Fue muy incómodo como nos vimos cuando abrimos los ojos, pero él emitió una sonrisa leve.—Esa conexión que sientes y no entiendes, es porque eres mi Luna —explicó.—¡Damon! —se escuchó que alguien gritó a lo lejos. Era una voz femenina.—Ven conmigo —me pidió y me tomó de la mano para sacarme de la habitación.Me llevó hasta la sala y luego caminamos hasta la entrada de la casa, donde Damon se detuvo y se puso delante de mí, como si estuviera protegiéndome de la persona alta, de ojos verdes y cabello negro que se encontraba del otro lado de la puerta.—Vengo a llevármela —el hombre me miró.—No puedes llevártela, Kyle. Ella es mía ahora y se casará conmigo porque es mi Luna.¿Qué? ¿Casarme con Damon?—Ella no puede casarse contigo porque es parte de mi manada. Soy su alfa, por lo tanto, ella tiene que hacer lo que yo le digo. Debe obedecerme a mí. No le permito que se case contigo.O sea que... ¿ese hombre fue quien me mordió la noche anterior?—Yo no iré a ninguna parte contigo —me defendí ante Kyle.El hombre me miró y sus ojos se volvieron rojos. Ese era el color de los ojos de un alfa.—Ya la oíste, no quiere irse contigo —Damon me tomó de la mano—. Es mi Luna ahora.—Sabes bien que no puedes estar con tu Luna si el alfa de la mujer lobo no lo permite. Si te casas con ella sin mi permiso, una maldición caerá en ti y en ella.DamonUna de las tantas reglas del mundo sobrenatural, decía que, si un hombre lobo tenía como Luna a una mujer lobo, y éste pertenecía a otra manada, sí o sí se debía tener el permiso del alfa de la Luna para que una relación de amor comenzara entre ambos. De lo contrario, si se rompía la regla, desgracias pasarían en la vida de quienes no cumplieran.Pero desde que yo vi a Katherine y supe que era mi Luna, estaba dispuesto a correr el riesgo. No me importaba lo que pasara, yo quería estar con ella.—Vete de mi casa —le ordené a Kyle, pero éste no me hizo caso y tiró de mí para sacarme de la casa y empezar a golpearme. Eso era algo que tenía el alfa Kyle, que era un maldito agresivo.Katherine salió de la casa. Quise decirle que se regresara para estar a salvo, pero Kyle la tomó y usó su velocidad de lobo para llevarse a Katherine. Escuché que ella gritó asustada, y yo no dudé en levantarme del suelo para ir a rescatarla, pero perdí el rastro de su olor a los pocos minutos de haberlos perdido de vista.Maldije.Kyle estaba loco, él podía hacerle cualquier daño a Katherine por no haber querido irse con él. Ella podía estar sufriendo las consecuencias de haberse rehusado a ir con él.Corrí hasta la casa de Kyle, toqué la puerta, incluso rompí un vidrio para llamar la atención de Kyle y su manada, pero aparentemente, la casa estaba vacía.Entonces, si Kyle no estaba aquí, ¿en dónde es que él se encontraba? ¿Dónde estaba mi Luna? ¿Ella estaba bien? ¿Él la había asesinado?Fui en busca de mi manada. Los reuní a todos y les di la orden de que me ayudaran a buscar a mi Luna. Era mi manada contra la manada de Kyle.KatherineHabía pasado un día entero. Las horas pasaban y Damon no llegaba a luchar por mí.Me encontraba atada de pies y manos. Kyle me había inyectado una especie de sedante para que no tuviera fuerzas para moverme. Estaba muy asustada y solo quería que Damon viniera a por mí a rescatarme.—Damon te encontrará y te matará si me haces daño —lo desafié.Kyle se dio la vuelta para verme y me sonrió malvadamente. Me dio una bofetada que no me vi venir.—Él me va a encontrar. Yo soy su Luna. No dejará que me lastimes —lo volví a desafiar, sintiendo el ardor en mi mejilla derecha.—La idea es que él venga aquí e intente salvarte. Porque así tendré la oportunidad de matarlo para que ya no sea un impedimento entre tú y yo. Has sido mordida por mí, me perteneces. Y si no cierrras la m*****a boca, te aseguro que tú morirás junto con él.Se escuchó un fuerte ruido en la parte de arriba de la casa vieja a la que me Kyle y su manada me llevaron.Sabía que era Damon que venía a rescatarme.Katherine Escuché rugidos en la parte de arriba de la casa, rugidos de hombres lobo completamente furiosos. El Alfa Kyle me dejó sola en el sótano y comencé a sentir el verdadero terror cuando los gritos y el calor comenzaron a sentirse. Polvillo caía sobre mi cuerpo, indicándome que la casa comenzaba a quemarse. Estuve allí por varios minutos, sintiendo cómo el calor se volvía más intenso, y con el terror de terminar quemada. Grité pidiendo auxilio y supe en mi interior que Damon me estaba escuchando. La pelea pareció intensificarse en la parte de arriba, mientras yo gritaba para que me ayudaran. El humo comenzaba a asfixiarme. La puerta del sótano se abrió y creí que sería Damon quien bajara de las escaleras, pero fue Kyle quien lo hizo. Caminó enojado hacia mí y me tomó del cuello y me levantó de la silla, ahorcándome. Quise luchar, pero no podía. Justo cuando mis ojos estaban perdiendo la visión, noté que alguien venía corriendo hacia nosotros dos. Cuando abrí los ojos des
Damon Sabía que lo mío con Katherine podía estar avanzando demasiado rápido, pero supongo que era parte de esta conexión que teníamos. Y es que, con ella, con mi Luna, todo se sentía fácil y natural. Es como si nos hubiéramos conocido hace mucho tiempo. Decidí llevarla a conocer a la bruja que me leyó mi profecía, para que nos dijera algo más sobre nuestro futuro. No podía perder esta oportunidad. Pero no me esperaba lo que la bruja nos dijo apenas vio a Katherine entrar por la puerta de su casa. —Estás embarazada —anunció la bruja, mirando a Katherine con profundidad y preocupación. Vi el terror en los ojos de esa mujer, y sentí de inmediato la preocupación. Sabía que algo no estaba bien. Katherine me observó sin entender nada. —Damon, ella es tu Luna, ¿verdad? La has encontrado tal y como te dicté la profecía. Pero es que hay algo que no te he dicho y tienes que saber. No creí que la encontrarías tan pronto, pensé que tendríamos más tiempo para hablar sobre ellos. —Damo
Katherine Desde la noche en la que me mordieron, todo en mi vida dio un giro completamente incómodo para mí. Ni siquiera había aparecido en la universidad por días y mis estudios habían quedado suspendidos por todo lo que me ocurrió, pues simplemente no pude volver a la universidad con todo lo que estaba pasando. Luego de que me enterara de que estaba embarazada, tuve que tomarme un par de horas en silencio con la compañía de quien ahora era mi novio, y futuro esposo, para detenerme a entender que todo lo que yo creía que era parte de mí, ahora ya no lo era. Todo era diferente. Era impresionante lo que una mordida de una criatura mitológica me provocó. Jamás me habría creído que algo así iba a pasarme a mí. Para colmo, estaba lidiando con el trauma de que un maldito y loco hombre lobo, que, encima, era mi Alfa, me secuestró solo porque no quise ir con él. Ese maldito loco me retuvo como si fuese parte de su propiedad, y no paraba de decir que yo era suya y que no me permitía hacer
Damon Apenas podía pegar ojo en la noche mientras miraba cómo Katherine descansaba a mi lado plácidamente, como si no hubiese dormido en días. No sé si esto tenía que ver con el embarazo o el estrés que todo esto le estaba produciendo, pero después de comer poco se fue directamente a dormir, pues estaba muy agotada. Sinceramente, me preocupaba. Ella quería tener su vida normal de antes, pero no entendía que su vida de antes ya no estaba, por más que no quisiera aceptarlo. Cuando yo era humano y me mordió mi Alfa, quien ya murió hace muchos años atrás, cuando yo era un adolescente, también me sentí enojado y frustrado de que la vida que conocía se había disipado entre mis dedos de una noche par otra. También actué de la misma manera en la que Katherine actuó, pero con el tiempo te das cuenta de que no puedes ignorar la realidad y que nada es como era antes. Pero creo que era demasiado pronto para que Katherine lo entendiera. En ciertos puntos, ella me daba pena, pues el ser mor
Damon No le di mucha respuesta a Katherine sobre lo que me dijo. Cuando llegamos a su casa, la acompañé hasta su departamento para que buscara la mayoría de sus cosas. La sentí lagrimear un poco, sabía que ella no quería dejar su departamento, por más pequeño que fuera. Supuse que este lugar para ella tenía un significado especial. Sé que vive aquí desde hace unos años, cuando arrancó la universidad. —¿Estás bien? —le pregunté. —Sí —dijo, pero era mentira. —Más tarde te presentaré a mi manada. Ellos están ansiosos de conocerte, Katherine. No se lo podían creer cuando les dije que mi Luna había aparecido. Te vieron el otro día cuando les pedí ayuda para que fueran a rescatarte conmigo, pero estabas desmayada cuando logré sacarte. Se quedaron toda la noche custodiando la casa por si algo raro ocurría, pero no era la ocasión para presentarlos. —Está bien —dijo sin mucha emoción. ¿Era el momento de hacer lo que tenía planeado hacer? Tal vez eso le alegraba un poco el día y la
Katherine Creo que siempre me imaginé durante mi vida el poder casarme con una persona que realmente me amara con toda la intensidad posible. Siempre tuve ese sueño de poder tener todo aquello que veía en las películas románticas. Quería un amor completamente verdadero y fiel. Quería tener a ese hombre que se arrodillara ante mí y me dijera lo importante que era para su vida y lo mucho que deseaba poder casarse conmigo y que abriera una cajita pequeña y apareciera un anillo allí dentro. Y es justo lo que estaba pasando ahora mismo, pues Damon estaba de rodillas ante mí, esperando a que le diera una respuesta. Pero supongo que nunca me imaginé lo aterrada que podía llegar a estar en esta situación. Porque sí, era demasiado bonito lo que Damon estaba haciendo, que era proponerme matrimonio y pretender que ambos estuviéramos juntos durante toda la vida, que, sinceramente, a pesar de que no nos conocíamos para nada, era algo que yo quería, ya que era consciente de que este sentimiento
DamonNo me quería ir de la ciudad, pero si en algo tenía Katherine razón, es que no estábamos seguros aquí. Yo no tenía ningún problema en que Kyle y yo nos enfrentáramos cuando a él se le diera la gana, me había quedado con ganas de acabar con su vida desde la última vez en que lo vi, pero era cierto que tampoco podía tener este tipo de pensamientos y pretender como si eso no le afectara a mi familia, porque sí, Katherine y ese bebé que estábamos esperando eran mi familia y no había nada en este mundo que me hiciera cambiar de opinión. Yo quería estar toda la vida con mi Luna y quería proteger a mi bebé también, y con las predicciones y la cara de susto de que la bruja nos regaló cuando nos comentaba lo peligrosa que iba a ser nuestra relación Katherine, me hacía pisar lo pies en la tierra. Esto ya no se trataba simplemente de un enfrentamiento entre Kyle y yo, esto era algo que conllevaba a mi familia y no podía correr riesgos, menos cuando la vida de Katherine pendía de un hilo.
KatherineEstaba que explotaba de los nervios que me consumían. Estaba que explotaba porque alguien venía detrás de nosotros. Bueno, estaba segura de que Kyle o algún lobo de su manada fue a buscarme a mi departamento y por eso tiraron la puerta abajo para encontrarme, pero ese lobo no me encontraría allí porque yo ya no estaba en ese lugar. Pero todavía seguíamos en el edificio, rumbo a las escaleras, así que, cuando ese hombre lobo terminara de revisar cada una de las habitaciones de mi pequeño departamento y se terminara dando cuenta de que no estaba allí, saldría de mi casa y, lo más probable, es que siguiera el rastro de mi olor hasta las escaleras de emergencia. Estaba segura de que así sería. Y los latidos apresurados y de miedo que traía conmigo, podían llamar mucho la atención. Con Damon empezamos a bajar las escaleras y escuché que alguien venía por el pasillo donde nosotros habíamos pasado para ir hacia las escaleras. Temblé de miedo. —Damon, alguien viene hacia aquí —