Violeta ayudaba a su amiga, le gustaba maquillar y peinar. Sol sentía que era un poco exagerado todo eso, pero se dejaba, creía que ella sabía lo que hacía y confiaba en ella. El vestido de ella era largo y rojo con una abertura en la rodilla, el pecho quedaba un poco descubierto, zapatos negros y sus labios por primera vez estaban del mismo tono del vestido.
— Perfecto, me encanto mi obra maestra — Violeta admiraba a su amiga — en unos minutos estaré lista.
Mientras esperaba a su amiga, decidió tomar de nuevo la novela que leía. Estaba cada día más entretenida en la lectura, pero al cambiar de página se dio cuenta de que había una foto de su abuela con un niño; se veía desgastada por el tiempo, pero reconocía a su abuela y ese niño de alguna forma le parecía bastante familiar.
— Lista — veía a su amiga, lucía un vestido un poco abajo de las rodillas, la falda era azul, mientras, que de la parte de arriba beige — ya nos podemos ir.
— Amiga, estas hermosa — guardo la foto en la página del libro en la que se quedó.
Habían llegado por ellas en una limusina negra no tan grande, las dos abordaron y Violeta le dio un trago para entrar en ambiente.
— No sabía que vendrían por nosotras en esto — Sol no dejaba de ver la limusina.
— No iríamos en el metro.
Sol sabía que tenía razón y en parte, debía acostumbrarse a todo esto. Era seguro que Violeta salía bastante de fiesta o eventos importantes.
Habían llegado, en cuanto salió del vehículo pudo contemplar la enorme casa, más bien, mansión que estaba enfrente de ella, Podía observar a lo lejos la gente que entraba y se saludaba.
— Si, el lugar es enorme y una de las casas más grandes — Violeta le decía al ver que su amiga no dejaba de ver el lugar con fascinación.
— ¿De quién es?
— Ya sabrás.
Les indicaban el paso y algunas personas saludaban a Violeta con mucha familiaridad, esta les presentaba a Sol, la saludaban y simpatizaban con ella. Después de tantas personas conocidas, por fin pudieron entrar.
— Vamos a buscar a Emiliam.
Ambas caminaban por el lugar, Sol estaba confundida en cuanto a quien era Emiliam, no sabía si era un amigo o el novio de ella. Pero vio correr a Violeta hacia un hombre alto y bastante atractivo. Se acercó a donde estaba la pareja y solo dio una sonrisa, contemplaba muy feliz a los dos. Este era su momento en demostrar lo que había aprendido de inglés y esperaba que no se le escapara el español.
— Mira — Violeta dejo de abrazar al hombre y lo tomo de la mano — es Solange, mi amiga de la infancia.
— Claro, la chica que venía estudiar — le extendió la mano y Sol lo saludo — que bueno conocerla, Violeta me hablo mucho, pero muchísimo de ti.
— También de usted me hablaron mucho, aunque en realidad no sabía su nombre.
— Me imagino, ella solo dice que soy su sexy y atractivo novio — los tres rieron.
— Pero no se hablen de usted, pronto seremos todos familia. Cuando me case con Emiliam será como si fueran cuñados.
Emiliam se notó un poco incómodo, parecía que no le gustaba hablar del tema, pero no negaba lo que decía su novia. Mientras que ella lo tomaba más de la mano.
— En ese caso, muchas gracias por la entrevista — dijo Sol — prometo no fallar.
— Eso creo, veo que manejas ampliamente el inglés. Ya pedí información a la escuela sobre ti y la gente del bufete al entrevistarte mañana te dirán si te quedas o no.
— Pensé, que ya trabajaría — dijo Violeta entre dientes.
— Por mí está perfecto, no quiero abusar.
— ¡Emiliam!
Escucharon un pequeño grito y Sol al voltear vio que era la famosa cantante y actriz, Ava Ortiz. Era fan de su música pop y veía sus películas.
— Que bueno que vinieron — la actriz se acercó a Emiliam y lo saludo — que gusto verte Violeta.
— Mira, ella es Solange — presento a la joven, que sabía que debía comportarse y no pedirle una foto.
— Un gusto, no había escuchado de ti.
— Es amiga de Violeta, se conocen desde la infancia y viene a estudiar, probablemente también trabaje en el bufete.
— Vaya, me imagino que debes tener mucha inteligencia aparte de belleza — podía notar que Sol la veía de arriba abajo, no sabía por cuál era el motivo que se sentía un poco incómoda.
Se acercaron más personas a felicitar a Ava, ella era la cumpleañera. Al final de las felicitaciones se quedaron una chica rubia de ojos verdes y un joven igual de apuesto que Emiliam, pero este tenía ojos azules, mientras, que su próximo jefe tenía los ojos grises.
— Ella es Sol — de nuevo la presentaban, nunca lo habían hecho tanto — esta rubia hermosa es Agnes y el galán de mi amigo es Charles — los dos la saludaron.
— Creo que los conozco de algún lugar — les dijo Sol tratando de recordar.
— Bueno, somos modelos. Probablemente nos viste en alguna revista o en alguna marca famosa — le respondió Charles dándole una sonrisa.
— Pero deja de sonreír, que pareces ridículo — le dijo Agness — pero es cierto lo del modelaje, aunque en algunos días podría dejar eso.
— Claro, cambiará su vida de viajes y pasarela por ser ama de casa — hablo Ava — yo la verdad te admiro, eso de casarte y vivir con un hombre.
— Yo creo que tomas una buena decisión y más si lo quieres — Violeta le dio una rápida mirada a Ava — yo espero que pronto Emiliam y yo logremos ser felices como tú.
Por alguna razón se sentía muy incómodo cada que hablaba Violeta de eso.
— Eso sería algo bueno para mi querido amigo — Charles le dio un pequeño golpe en la espalda a Emiliam — creo que necesita una buena compañía. Solo quedaríamos solteros Ava, Sol y yo.
— Para nada, mi querida amiga tiene un novio casi desde niños — le sonrió Violeta de manera fingida a Charles.
— No sabía, pero que bueno — la voz de Charles ya no tenía la misma emoción.
— Esa historia parece muy linda — le dijo Agnes fascinada con lo que escuchaba — me encantaría escuchar más, eso de amor desde niños, suena genial.
— Me imagino que en algún momento se dejaron o terminaron — comento Ava, tomaba un trago.
— De niños solo era un juego, pero al entrar a la Universidad ya era algo más formal.
— Digno de una película romántica — Agnes parecía muy emocionada con la historia amorosa de Solange — deberías escribir un libro de eso.
— Lo romántico ya no esta tan a la moda — decía Ava tomando de nuevo — las mujeres de hoy ya no queremos solo un hombre a nuestro lado.
— Lo dice la reina de los dramas en las películas y la cantante del amor — Emiliam le sonrió y ella le correspondió.
— El chiste es que mi amiga no está disponible, lo siento Charles.
Sol se quería morir, pero vio que Charles lo tomo de la mejor manera y no se sintió mal. La fiesta seguía; los amigos de Emiliam eran bastante amables y la saludaban muy amablemente. Aunque Ava, no se mostraba tan amigable con ella, ni le dirigía la palabra. Pero notaba que Violeta era algo fría y no simpatizaba mucho con los amigos de su novio.
— Que lastima — se acercó Charles a Sol y le dio una copa de vino — y te pido una disculpa. En realidad me pareciste una chica muy linda y pensé que podría tener una cita.
— Entiendo, pero respeto a mi novio y lo más que puedo ofrecerle es mi amistad — tomo un trago de la copa.
— Con la amistad me conformo y más que ahora nos veremos seguido. No pensé que Violeta tuviera una amiga tan agradable y diferente a ella.
— No entiendo.
— Sí, digamos que tu amiga no es tan linda como aparenta.
— Charles — Agnes llego y escuchó un poco de la plática — mañana tenemos que ir a la agencia.
— Nos veremos en la próxima y espero podamos convivir más
Ambos se despidieron y Sol se dispuso a buscar a Violeta. Aunque mucha gente se había marchado, no podía encontrar a su amiga,
— Buscas a Violeta — Ava se acercó — creo que están con el Senador, pero en un momento vienen.
— Gracias, esperaré a mi amiga.
— Algo me dice que son igual de víboras.
— No entiendo, yo apenas te conozco y no creo que Violeta sea lo que dices.
— Eres o te haces. Pero siendo honesta creo que te haces y no dejaré que le hagan daño a Emiliam, las latinas como tú solo buscan a un hombre millonario que solo las saque de la pobreza.
— Sol — llego Violeta con Emiliam — te estábamos buscando amiga.
— Perdón, me perdí un poco.
— Creo que lo mejor será irnos — hablo Emiliam — mañana tenemos que madrugar.
— Lo malo de trabajar con horarios difíciles, lo bueno es que mañana descanso. Pero lo bueno es que pudieron venir y convivir un poco — se despidió de todos con un beso en la mejilla.
Emiliam llevaría a las jóvenes al departamento; Sol se sentía confundida con todo lo que había escuchado sobre su amiga, ella creía conocerla bien, pero no sabía si en realidad todo eso era verdad. Habían llegado y Sol bajo, se despidió de Emiliam y entro al departamento.
Se cambió de ropa y preparo todo para mañana. Tomo un café y se sentó en el sofá, volvió a tomar su libro y leería un poco.
— Que cansado — su amiga venía entrando, se había quitado los tacones — espero que te divirtieras y disculpa al coqueto de Charles.
— No te preocupes, fue muy respetuoso y todos fueron muy amables.
— Si tú lo dices — se sentó aún lado de su amiga y tomo del café — en realidad a mí no me quieren del todo. No les agradan que alguien que no esté dentro de su círculo de amigos este con Emiliam.
— Me di cuenta de que no se llevan tan bien.
— En especial Ava, ella dice ser muy de raíces latinas, que habla español y muy amable.
— Yo creí mucho en eso, pero creo que tienes un poco de razón.
— ¿Te hizo algo?
— No, solo que si daba un poco de mala vibra.
— Eso se le ve a kilómetros de distancia, pero sus fans como tú, le creen y en realidad si es buena actriz. Pero creo que es hora de descansar, mañana te acompañaré a la Universidad y después paso por ti para ir con Emiliam.
Violeta se levantó y se fue a su cuarto. Se quedó pensando un poco y sabía que su amiga no podía ser como ellos decían.
Sol se dispuso a prepararse con la ropa que le había comprado Violeta, era una blusa negra con mangas en transparencia y un pantalón del mismo color, no se pondría maquillaje.— Quería maquillarte como ayer, pero estás espectacular — le dijo Violeta al verla.— Te agradezco, pero en realidad quiero no maquillarme y no es que sea desagradable; en realidad, quiero mostrarme más como soy.— Si te sientes cómoda, por mí está bien. La Universidad está cerca del bufete de Emiliam, espero no te pierdas En La Gran Manzana.— No te preocupes, existe el GPS.— Perfecto, es que me acaba de llegar un mensaje y debo de ir a la Universidad a revisar un proyecto y luego tengo cita con el doctor.— No te preocupes, sabré cuidarme.— Bien, en el refrigerador hay comida, si puedes llevarle a mi novio
Al salir del bufete de Emiliam, decidió caminar un poco y conocer, se había encontrado con muchas cosas que creyó que se le dificultarían; como los precios y la moneda. Había entrado a un restaurante, había escuchado una pieza musical y le resulto muy agradable.— Es muy buena — comento para sí misma.— Si, pero hoy es su último día de trabajo — alguien la había escuchado — Martín — le extendió la mano y ella la tomó — buscamos una nueva pianista, ella se marchará, ya que se casará y está embarazada.— No se le nota el embarazo.— Tiene tres meses, si sabes de alguien estaría bien que viniera. Este lugar es famoso por sus buenos pianistas.— Toco el piano — Martín quedo sorprendido — en realidad toco música clásica.— ¿S
Después de tener sus clases en la Universidad, fue al bufete de los Smith. Tania un poco de nervios, no quería arruinar lo que podía ser una gran oportunidad y aprendizaje para ella. Sabía que los Montenegro tarde o temprano sabrían que trabajaba con Emiliam. Llego al último piso, la recepcionista le dio una pequeña oficina; no había decoraciones, solo muebles.— El señor Emiliam vendrá más tarde. Me encargo, que revise los documentos que están en el escritorio, son archivos de un nuevo caso.— Perfecto.La recepcionista salió de la oficina, Sol se dispuso a leer los documentos, era una constructora que solicitaba una defensa, los trabajadores solicitaban citar peticiones para sus cuestiones laborales, le parecía lo más adecuado. Pero en realidad sabía que tendrían que defender a la empresa.— Veo que y
Ya en el restaurante, Sol busco a Martín para saber cómo Emiliam sabía su número.— Martín — lo encontró y saludo — te quería preguntar comentar algo.— Claro, dime.— ¿Cómo Emiliam supo mi número?— ¿Emiliam Smith?— Claro, sabes que es mi jefe.— Bueno, en realidad vino a preguntar por Tina. No tenía de otra más que dárselo, está muy entusiasmado con lo de las clases.— No le voy a dar ni una sola clase, se podría dar cuenta que soy yo. No debiste darle mi número.— Hablo con el dueño, no tenía de otra.Sol sabía que su jefe no se rendiría, no sabía qué hacer y tenía de decidir antes de que insistiera más y después la siguiera o algo más. Se preparó,
Emiliam termino su llamada y volvió a donde estaba Sol. — Perdón, tengo que ir a una fiesta de Ava. Apenas me acaban de avisar y tengo que pasar por dos amigas. — Entonces, posponemos la clase. — Si, lo siento de verdad. Igual te puedo pagar el día, si quieres te deposito. — No — no podía sacar una tarjeta al nombre de Agustina — preferiría en efectivo. — Bueno, si te acomoda eso. Tomo su tarjeta y saco un par de billetes, se los dio en la mano. Sol, guardo el dinero y se dispuso a salir del departamento. — Espera — la alcanzo y tomo del brazo — no quiero que dejes de venir. Sé que no me fallaras. — Señor Smith, necesito de su compromiso. No quiero que me deje por ir a sus fiestas, quiero que dedique lo necesario para poder avanzar, no estaré toda la vida siendo su maestra. — Sé que tienes compromisos, entiendo y pondré todo de mi parte. — Perfecto. La joven su
Ya dentro del cuarto, Ava se iba a acercar a la boca de Sol.— ¡Ava! — se escuchó la voz de Emiliam en los pasillos.— Te salvo la campana — Ava le dio un corto beso a Sol —saldrás después de que me vaya con Emiliam. No digas nada.Ava salió de la habitación. Sol se quedó en la habitación por unos minutos, no dejaba de pensar en lo que había pasado y que era lo que pretendía con lo que acababa de hacer. Después de unos minutos salió del cuarto.— Solange — le hablo Violeta —te busqué por toda la casa.— No me sentí acomoda y decidí alejarme un poco.— No digas eso, vi que platicabas con los amigos de Emiliam, por lo menos tú si te llevas bien con ellos.— No entiendo como en todos estos años, no se lleven contigo.&md
Sol y Violeta pasaron una tarde juntas, platicando y viendo películas. Parecía como si el tiempo no hubiera pasado en ellas y siguieran como si nunca se hubieran separado.— Bueno, cuéntame cómo te fue en la fiesta — Daniel y Sol estaban en una videollamada —me preocupe mucho cuando no respondiste.— Jugamos juego de la botella y siendo honesta, bebí de más.Daniel estaba entre asustado y sorprendido por lo que le decía su esposa, le daba miedo escuchar que más había pasado.— Tranquilízate, no paso nada malo. El novio de Violeta estuvo muy al pendiente de que no nos pasara nada —trataba de tranquilizarlo.— Bueno, ¿qué más paso?— Me toco reto con Ava, bueno, siete minutos en el paraíso.Daniel seguía más sorprendido, no creía q
Sol entraba al departamento sin hacer ruido, no sabía si Violeta estaba despierta o ya se había marchado. Corrió a su cuarto y cerró la puerta, se recostó en su cama y empezó a procesar todo lo que había pasado. Vio a Ava teniendo un trío, el ver eso le había resultado excitante: aunque, le dolía la espalda de estar toda la noche en la silla. — Sol —Violeta toco la puerta —apúrate que nos tenemos que ir ya, llegaras tarde. Recordó que tenía escuela, no pudo dormir nada, ya que había visto a Ava con sus acompañantes, además, que en los momentos que no hacían nada la silla no la dejaba dormir. — Claro, ya desperté. Entraba a la Universidad con lentes oscuros y un café muy cargado, no quería tener problemas. — Hola, vimos tus fotos de la fiesta de Ava —Oriana le enseñaba el perfil con las fotos de la reunión —creí que no se llevaban bien. — Todo es por el príncipe Emiliam — dijo Charlotte —