Sol llegaba al departamento, había sido un día muy largo. Aunque aún tenía que hablar con Violeta y saber si ella sabía de la relación de amistad entre Paula y Kika.
—Hasta que llegas, tenía planeado que viéramos películas el día de hoy para charlar un poco, entre que tú estás trabajando y yo con Kika —le decía Violeta con una bolsa de palomitas en la mano.
—De eso quiero hablarte.
—¿Qué?, ¿quieres trabajar con Kika?
—No, ¿tú sabías de la amistad de Kika con Paula?
Violeta guardó silencio y evito mirar a Sol.
—Yo...
—Lo sabías y no me dijiste nada.
—Bueno, es que Paula le hablo a mí de Kika y pues no podía rechazar la oportunidad de trabajar con ella.
—También sabes que Paula siempre ha querido separarm
Sol llegaba a su departamento, se sentía realmente cansada. El trabajo había sido realmente pesado y los pies le dolían.—Estaba preocupada por ti, le marqué a Emiliam y me dijo que ya habías salido hace mucho —dijo Violeta,—Tenía un trabajo que hacer, de la escuela.—Me enteré de que Emiliam es tu profesor.—Si, apenas. Me siento un poco presionada por eso, es mucha responsabilidad.—Pero Emiliam te estima mucho y sabes que no te regañara.—No quiero abusar de su confianza —contesto Solange.—Sabes que no, confiamos en ti —sonrió.—¿Vas a salir?—Sí, iré a cenar con Emiliam. Dijo que tenía algo muy importante que decirme.Sol sabía que probablemente le comentaría sobre la fiesta, sintió mucho enojo, no quería que su amiga se
—¿Qué piensas hacer? —pregunto Agnes.Sol no tenía otra opción más que decirle a Agnes lo que pasaba, necesitaba ayuda. No sabía cuáles eran los verdaderos planes de Ava, quien ya estaba en una mesa cenando.—No lo sé, por eso te llamé. Ya tengo que salir a tocar y no tengo idea de que hacer.Agnes le quito a Sol los maquillajes que tenía en la mano y empezó a maquillarla ella.—No tenemos de otra más que decirle la verdad. Es mi amiga y la conozco de mucho tiempo, sé que es medio berrinchuda y necia, pero no es mala como lo supones.—Te haré caso, ya que yo no sé ni que hacer.Sol se terminaba de concentrar para salir a cantar, estaba realmente nerviosa y tenía mucho miedo. Pero tenía que afrontar a todo esto, que eran consecuencias de sus propias mentiras. Subía al escenario, ráp
Sol despertaba ya que estaban tocando la puerta de su cuarto. Era Violeta, que no paraba de tocar.—¿Qué pasa? —pregunto Sol.—Quiero que me abras, necesito platicar contigo —dijo Violeta.Sol suspiró y abrió la puerta. Vio que su amiga traía una charola con desayuno, que era poco saludable, según su régimen nutricional. Sabía que, en efecto, quería hablar de algo muy serio y que no se iría de ahí sin hacerlo.—Apuesto que te dará flojera hacer el desayuno y por eso lo hice —dijo Violeta mostrando la charola.—¿Me vas a comprar con comida? —pregunto Sol tratando de romper el hielo.—No.Sol le indico a Violeta que pasara, las dos se sentaron en la cama y empezaron a desayunar.—Mañana habrá una fiesta y quiero que estés conmigo, estarán los padres de E
—Pensé que no llegarías, estaba asustada—, Violeta terminaba de maquillar a Sol.—Disculpa, cosas de la escuela.—Lo bueno es que llegaste. Emiliam mandará a alguien para que pase por nosotras.—¿Irán sus amigos?—No lo sé y espero que no. Sé que te empiezas a llevar bien con ellos, pero a mí siguen sin quererme.—No creo que sea para tanto, tú siempre has sido muy social. Me extraña un poco que no te lleves muy bien con ellos.—Pues ya ves que no.Sol se dirigía a su cuarto a ponerse el vestido que había mandado Emiliam para ellas, pensaba que hasta el más mínimo detalle quería controlar él. Deseaba tanto conocer a sus padres, saber si realmente eran tan duros con él. Se miraba en el espejo y le encantaba como se le veía el vestido, parecía que estab
Emiliam llamaba la atención de los invitados, estos estaban murmurando respecto a que era lo que iba a pasar. Se incoó cerca de violeta, la cual también estaba sorprendida por lo que pasaba.—Violeta, hoy que están aquí nuestros amigos y familiares. Necesito que sepas que eres la persona con la que quiero estar toda mi vida, por eso mismo—. Saco el anillo de compromiso—. ¿Te quieres casar conmigo?Todos parecían estar muy felices por la pareja, incluso Daniel mostraba estar feliz. Sol sonreía, aunque por dentro tenía ganas de salir corriendo.—Por supuesto que sí.Emiliam le coloco el anillo a Violeta. Dieron un brindis y siguieron con la velada. Sol se disculpó e indico que iría al tocador.—Sol.—Agnes, ¿viste todo?—Sí, llegamos un poco tarde. Pero si lo vi, ¿te afecta mucho?&mda
—¿Le mencionaste a tu madre algo? —pregunto Sol. —Por supuesto que no, eso jamás se lo contaría. Bueno realmente nada. —No entiendo entonces, además es algo muy sospechoso que ella sepa de mí. —No sé qué decirte, ni yo mismo entiendo. —Las únicas que deben saber de eso es Cindy y la abuela. —¿Les vas a preguntar? —Debería de, pero la verdad no sé qué hacer—. Sol empezaba a caminar en círculos mientras pensaba en que hacer—, es que mi abuela no me pudo ocultar algo así. —¿Cómo sabes? Sol se detuvo, realmente tenía razón. Nunca quiso hablarle sobre sus padres, era como si no existieran. Ni siquiera tenía una foto, o algo que le permitiera recordar a sus padres. —No puedo llegar y preguntarle, así como si nada. No puedo creer que Violeta sea mi hermana, digo la estoy traicionando. —Así como lo dices, suena horrible. —No estoy para bromas —dijo seria—, no sé si de verdad sea mi hermana, pero no puedo estar así. —Eso ya me lo has mencionado mucho, así que ya no me causa miedo
En la Ciudad de México vive una mujer con gran posición económica gracias a su difunto marido. Ellos tuvieron una hija hermosa, llamada Violeta; es de piel bastante pálida, un cabello negro bastante rizado y lo que más hacía que resaltará su estilo era su típico labial rojo. Pero esta no es la historia de esta chica. Es de Solange.Sol, como le dicen sus amigos es nieta de Matilde que trabaja en la Casa de los Arriaga desde hace años como nana de los hijos de los patrones, se encargaba de la crianza y cuidado de esos niños.Sol es una joven de ojos azules, cabello castaño y estatura promedio para las mujeres de este país, es estudiante de Derecho en una prestigiosa escuela, se mantiene con un promedio brillante y un futuro bastante prometedor. Su mayor anhelo es darle lo mejor a su abuela y en un futuro casarse con Daniel Montenegro, joven castaño y alto graci
Ambos estaban ya preparando todo lo que necesitaban para su boda, no necesitaban mucho, ya que solo sería por el civil y no tendrían una gran fiesta ni mucho menos. Solo sería algo entre los dos y no necesitaban testigos, esos los conseguirían en el juzgado, así que ya tenían todo listo y se causarían el viernes en la mañana antes de la fiesta.Sol estaba emocionada, pero a la vez espantada, no sabía cómo se lo tomaría su abuela y la señora Cindy, le daba miedo defraudarlas, pero también quería estar con Daniel y soñaba que cuando regresara vivieran juntos sin que los padres de él, se opusieran.— Quiero que luzcas más hermosa, sé que no haremos algo especial. Pero quiero que sea algo que nunca olvidemos, sé que no te puedo ofrecer nada.— No te preocupes — tomo la mano de su novio — me conformo