Ya dentro del cuarto, Ava se iba a acercar a la boca de Sol.
— ¡Ava! — se escuchó la voz de Emiliam en los pasillos.
— Te salvo la campana — Ava le dio un corto beso a Sol — saldrás después de que me vaya con Emiliam. No digas nada.
Ava salió de la habitación. Sol se quedó en la habitación por unos minutos, no dejaba de pensar en lo que había pasado y que era lo que pretendía con lo que acababa de hacer. Después de unos minutos salió del cuarto.
— Solange — le hablo Violeta — te busqué por toda la casa.
— No me sentí acomoda y decidí alejarme un poco.
— No digas eso, vi que platicabas con los amigos de Emiliam, por lo menos tú si te llevas bien con ellos.
— No entiendo como en todos estos años, no se lleven contigo.
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Sol y Violeta pasaron una tarde juntas, platicando y viendo películas. Parecía como si el tiempo no hubiera pasado en ellas y siguieran como si nunca se hubieran separado.— Bueno, cuéntame cómo te fue en la fiesta — Daniel y Sol estaban en una videollamada —me preocupe mucho cuando no respondiste.— Jugamos juego de la botella y siendo honesta, bebí de más.Daniel estaba entre asustado y sorprendido por lo que le decía su esposa, le daba miedo escuchar que más había pasado.— Tranquilízate, no paso nada malo. El novio de Violeta estuvo muy al pendiente de que no nos pasara nada —trataba de tranquilizarlo.— Bueno, ¿qué más paso?— Me toco reto con Ava, bueno, siete minutos en el paraíso.Daniel seguía más sorprendido, no creía q
Sol entraba al departamento sin hacer ruido, no sabía si Violeta estaba despierta o ya se había marchado. Corrió a su cuarto y cerró la puerta, se recostó en su cama y empezó a procesar todo lo que había pasado. Vio a Ava teniendo un trío, el ver eso le había resultado excitante: aunque, le dolía la espalda de estar toda la noche en la silla. — Sol —Violeta toco la puerta —apúrate que nos tenemos que ir ya, llegaras tarde. Recordó que tenía escuela, no pudo dormir nada, ya que había visto a Ava con sus acompañantes, además, que en los momentos que no hacían nada la silla no la dejaba dormir. — Claro, ya desperté. Entraba a la Universidad con lentes oscuros y un café muy cargado, no quería tener problemas. — Hola, vimos tus fotos de la fiesta de Ava —Oriana le enseñaba el perfil con las fotos de la reunión —creí que no se llevaban bien. — Todo es por el príncipe Emiliam — dijo Charlotte —
Sol corría para poder llegar al restaurante, entro por la puerta trasera y fue a su camerino. — Pensé que no llegaba — se terminaba de arreglar mientras Martín le daba un café. — Igual yo, espero que disfrutaras el día libre de ayer. — Algo —recordaba lo que había pasado con Ava — pero ya estamos aquí para continuar. — Tu jefe está de nuevo sentada, espera que ya salgas. — Mi jefe, creo que no se va a cansar de esto — se sentó en la silla — pensé que se olvidaría de Tina. —Quería saber cómo les fue en la clase — Martín tomo una silla y se sentó a un lado de Sol. — Casi no hubo, le llamaron para una fiesta. Así, que después tuve que ir corriendo al departamento. Violeta quería que fuera — terminaba de colocarse la peluca. — Vaya, que lío, espero que se solucione pronto y puedas dejar de esconderte. — De aquí, hasta que me vaya de vuelta a casa. Sol salía a tocar el piano, en esta ocasión la me
Sol llegaba de nuevo corriendo a la Universidad, se entretuvo mucho con Violeta, platicaron sobre la boda de Agnes.— ¿Puedo pasar? — abrió un poco la puerta, esperaba la respuesta del profesor.— Espero sea así la última vez, casi siempre llega tarde. Debería de tener un poco más de compromiso — el profesor de mediana edad se acercaba para abrir más la puerta — adelante.Sol entraba y se sentaba en el primer lugar disponible, solo vio de reojo a sus amigas. Acomodaba sus cosas mientras el profesor continuaba con su clase. El celular vibró, era un mensaje de Emiliam para Tina. Se disculpaba por lo que había pasado anoche.Pensaba que no la buscaría más, pero eso parecía muy inevitable. Lo mejor era terminar las cosas de manera correcta y despedirse para siempre. Le envió un mensaje, lo cito en el restaurante donde trabajaba.&mda
— Así que serás dama de honor de Agnes — le decía Daniel por videollamada. — Me sorprendió cuando me fue a buscar para eso, me siento muy honrada de que me buscara a mí. Pensé que le diría a Violeta, se conocen más. — Probablemente no le simpatice tanto. Lo que me da un poco de risa, es que ya estás casada y aun así serás su dama. — No seas así, ya sé que de preferencia son chicas solteras. Pero no les podemos decir que tengo un sexy esposo — le mandaba un beso. — Muero por verte, debería de decirle que me invite. Prometo llevar un buen regalo — levantaba su mano derecha en forma de promesa. — Podría intentarlo, aunque también le debo de decir sobre las chicas de la escuela. Están muy entusiasmadas con ir. — Es uno de los eventos más esperados, no creo que nadie se lo quiera perder. Pero ¿qué más paso con Ava? Solange tenía un poco de miedo de responder eso, no sabía cómo tomaría lo ocurrido. — Me llevo a su casa, querí
Sol seguía con su trabaja, en ocasiones salía de la oficina a sacar copias o por unos documentos. No había vuelto a ver a Emiliam, esperaba que no supiera que fue Ava, ya no quería más problemas.Llegaba al restaurante y de nuevo comenzaba a arreglarse, estaba un poco nerviosa y no sabía si vendría Emiliam, estaba un poco impaciente.— Veo que hoy también vendrá tu príncipe azul — entraba Martín y le daba un vaso de agua — la mesa está reservada, supongo que si vendrá.— Me imagine, pero de eso a que venga. Creo que hay mucha diferencia, me llevaron un arreglo a la oficina y era Ava, espero no se diera cuenta.— Creo que no solo es por protegerte, le gustas.— La que le gusta es Tina, a Sol la ve como una amiga de su novia.— Puede ser, pero creo que en el fondo su corazón, sabe que son la misma.
Sol tomaba desayuno, desde su laptop esperaba que Daniel se conectaran y pudieran hablar. Estaba nerviosa por lo sucedido en la noche. No le contaría nada, aunque sabía qué hacía mal a no tenerle confianza, se dejó llevar por Emiliam y Ava. Se empezó a conectar y ambos con cámara prendida, estaban listos para hablar. — Me asusta tu inesperada propuesta de llamarnos ¿estás bien? — Daniel estaba un poco serio. — Si, pero Ava no para de insistir. Ahora me salió con otra bobada. — Veo que esa mujer no se va a cansar, pero me interesa saber con qué cosa salió. — Quiere que estés tú también en el trío — lo dijo con voz baja y temerosa. — Eso no me lo esperaba, me da un poco de miedo. — ¿Miedo? — Si, ya es mucho para que te esté rogando y más con el estilo que tiene de mujer empoderada. Cuídate y de verdad espero poder ir el día de la boda, quiero que sepa que no estás sola. Sol, me tienes a mí y no quiero que te sientas sola ni
— ¿Qué dice?— pregunto Martín, al ver una expresión de tristeza por parte de Sol.— Ya no molestará más a Agustina — se sentó en la silla — ya no quiere saber más de mí.— Lo siento, pero creo que es lo mejor. Si de verdad quieres a Daniel — Martín trato de abrazarla.— Si, pero de verdad me importa. Ya no sé ni qué creer.— Así pasa, en ocasiones así pasa. Tu tranquila.— Martín, siempre hablamos de mí — Sol tomo de las manos a Martín indicándole que se sentará junto a ella — no se mucho de ti.— Créeme que nada en especial, solo la típica historia de machismo en casa.—¿Tienes familia?— Tenía, bueno siguen vivos. Pero hace mucho que no los veo. Vivía en una granja,