Sol llegaba de nuevo corriendo a la Universidad, se entretuvo mucho con Violeta, platicaron sobre la boda de Agnes.
— ¿Puedo pasar? — abrió un poco la puerta, esperaba la respuesta del profesor.
— Espero sea así la última vez, casi siempre llega tarde. Debería de tener un poco más de compromiso — el profesor de mediana edad se acercaba para abrir más la puerta — adelante.
Sol entraba y se sentaba en el primer lugar disponible, solo vio de reojo a sus amigas. Acomodaba sus cosas mientras el profesor continuaba con su clase. El celular vibró, era un mensaje de Emiliam para Tina. Se disculpaba por lo que había pasado anoche.
Pensaba que no la buscaría más, pero eso parecía muy inevitable. Lo mejor era terminar las cosas de manera correcta y despedirse para siempre. Le envió un mensaje, lo cito en el restaurante donde trabajaba.
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— Así que serás dama de honor de Agnes — le decía Daniel por videollamada. — Me sorprendió cuando me fue a buscar para eso, me siento muy honrada de que me buscara a mí. Pensé que le diría a Violeta, se conocen más. — Probablemente no le simpatice tanto. Lo que me da un poco de risa, es que ya estás casada y aun así serás su dama. — No seas así, ya sé que de preferencia son chicas solteras. Pero no les podemos decir que tengo un sexy esposo — le mandaba un beso. — Muero por verte, debería de decirle que me invite. Prometo llevar un buen regalo — levantaba su mano derecha en forma de promesa. — Podría intentarlo, aunque también le debo de decir sobre las chicas de la escuela. Están muy entusiasmadas con ir. — Es uno de los eventos más esperados, no creo que nadie se lo quiera perder. Pero ¿qué más paso con Ava? Solange tenía un poco de miedo de responder eso, no sabía cómo tomaría lo ocurrido. — Me llevo a su casa, querí
Sol seguía con su trabaja, en ocasiones salía de la oficina a sacar copias o por unos documentos. No había vuelto a ver a Emiliam, esperaba que no supiera que fue Ava, ya no quería más problemas.Llegaba al restaurante y de nuevo comenzaba a arreglarse, estaba un poco nerviosa y no sabía si vendría Emiliam, estaba un poco impaciente.— Veo que hoy también vendrá tu príncipe azul — entraba Martín y le daba un vaso de agua — la mesa está reservada, supongo que si vendrá.— Me imagine, pero de eso a que venga. Creo que hay mucha diferencia, me llevaron un arreglo a la oficina y era Ava, espero no se diera cuenta.— Creo que no solo es por protegerte, le gustas.— La que le gusta es Tina, a Sol la ve como una amiga de su novia.— Puede ser, pero creo que en el fondo su corazón, sabe que son la misma.
Sol tomaba desayuno, desde su laptop esperaba que Daniel se conectaran y pudieran hablar. Estaba nerviosa por lo sucedido en la noche. No le contaría nada, aunque sabía qué hacía mal a no tenerle confianza, se dejó llevar por Emiliam y Ava. Se empezó a conectar y ambos con cámara prendida, estaban listos para hablar. — Me asusta tu inesperada propuesta de llamarnos ¿estás bien? — Daniel estaba un poco serio. — Si, pero Ava no para de insistir. Ahora me salió con otra bobada. — Veo que esa mujer no se va a cansar, pero me interesa saber con qué cosa salió. — Quiere que estés tú también en el trío — lo dijo con voz baja y temerosa. — Eso no me lo esperaba, me da un poco de miedo. — ¿Miedo? — Si, ya es mucho para que te esté rogando y más con el estilo que tiene de mujer empoderada. Cuídate y de verdad espero poder ir el día de la boda, quiero que sepa que no estás sola. Sol, me tienes a mí y no quiero que te sientas sola ni
— ¿Qué dice?— pregunto Martín, al ver una expresión de tristeza por parte de Sol.— Ya no molestará más a Agustina — se sentó en la silla — ya no quiere saber más de mí.— Lo siento, pero creo que es lo mejor. Si de verdad quieres a Daniel — Martín trato de abrazarla.— Si, pero de verdad me importa. Ya no sé ni qué creer.— Así pasa, en ocasiones así pasa. Tu tranquila.— Martín, siempre hablamos de mí — Sol tomo de las manos a Martín indicándole que se sentará junto a ella — no se mucho de ti.— Créeme que nada en especial, solo la típica historia de machismo en casa.—¿Tienes familia?— Tenía, bueno siguen vivos. Pero hace mucho que no los veo. Vivía en una granja,
— Entre Charles y yo no hay ni habrá nada — se alejaba de Ava. — A mí no me engañas, ya caíste con él. Sería una pena que tu novio se enterara — decía Ava con un tono malicioso. — Ya cállate — Sol le soltaba una bofetada a Ava. La cual dio unos pasos atrás por el golpe. — ¡¿Qué te pasa?! — le grito Ava. — Ya quiero que me dejes en paz, no me interesas y nunca estaré contigo — Sol le decía ya un poco irritada. — ¿Segura?, bueno, entonces a partir de hoy sabrás quien soy en realidad. Ava salía del baño dejando a Sol. Se apresuró a cambiarse, quería contarle a Charles lo que había pasado con Agnes. Le enviaba un mensaje a Daniel, en esta ocasión si le tenía que contar todo y esperaba que se lo tomara de la mejor forma posible. — Sol — se acercó Charles a ella en cuanto la vio en el pasillo. — Ella lo niega, pero en el fondo algo me dice que si te quiere. Debemos hacer algo. — No, yo creo que ella solo se aver
Sol dejó por un momento sus deberes y tomo un bote de helado, prendió la televisión y se puso a ver una película romántica. No dejaba de comer, en especial por ser de su sabor favorito, chocolate. Su celular se estaba cargando, por lo cual no estaba cerca de ella, empezó a sonar y tuvo que interrumpir su gran momento por acercarse y responder. — Hola — respondía Sol aun con un poco de helado. — Hola, quería hablar contigo. Lo de ayer no fue lo mejor — respondía Agnes con un tono más tranquilo que el de hace horas atrás. — Claro, solo dime a qué hora y en donde — Sol parecía alegre de que las cosas con ella se pudieran arreglar. — Si me dejas que arregle unos asuntos, te envió todo en una hora. — Claro, espero. Después de colgar, Sol se puso a recoger todo el departamento y se disponía a arreglarse. Revisaba de manera frecuente su celular, esperaba el mensaje de Agnes y una mínima esperanza de que Daniel le enviara mensaje. Pero en el f
— Ya vine — Emiliam entraba al departamento — ¿qué es lo que pasa? — Emiliam se acercaba a Violeta.— Es por la abuela de Sol, se puso muy grave y tenemos que ir a México. Ayúdanos a volver.— Claro — Emiliam se acercaba a Sol que estaba en un sofá sentada — ahorita mismo arreglaré todo para que nos vayamos en mi avión, no importa el día ni la hora — tomo las manos de Sol — puedes contar conmigo siempre.— Gracias, lo aprecio — Sol le dio una ligera sonrisa.Emiliam se alejó un poco para hacer las llamadas pertinentes, Sol también tenía que arreglar unos pendientes en la Universidad y le avisaba a Agnes lo sucedido, esperaba que le creyera; también le comentaba a Martin. — Listo, nos podemos ir.Emiliam conducía en dirección al hangar, Violeta iba de copiloto. En cambio, Sol esta
Llegaban a la casa de Violeta, todos bajaron del auto y Sol les indicaba donde entrar. Emiliam cargaba a su novia, ya que seguía dormida y decidieron no despertarla.— Sí que estaba cansada — decía Daniel viendo a Violeta dormida — su pasión es dormir.— Sí, recuerdo cuando se quedaba dormida en las fiestas de cumpleaños — sonrió al recordar como encontraba a su amiga debajo del árbol — pero creo que Emiliam ya se debe estar cansando, te diré en dónde está su cuarto, no sé si gustes comer algo antes de dormir.— Creo que por el momento no, también me encuentro exhausto y deseo descansar. No sé si podría quedarme en otro cuarto, considero que es mejor dejar sola a Violeta — acomodaba a su novia, a pesar de ser delgada ya empezaba a pesarle.— Claro, te digo donde está su cuarto.—