— Entre Charles y yo no hay ni habrá nada — se alejaba de Ava.
— A mí no me engañas, ya caíste con él. Sería una pena que tu novio se enterara — decía Ava con un tono malicioso.
— Ya cállate — Sol le soltaba una bofetada a Ava. La cual dio unos pasos atrás por el golpe.
— ¡¿Qué te pasa?! — le grito Ava.
— Ya quiero que me dejes en paz, no me interesas y nunca estaré contigo — Sol le decía ya un poco irritada.
— ¿Segura?, bueno, entonces a partir de hoy sabrás quien soy en realidad.
Ava salía del baño dejando a Sol. Se apresuró a cambiarse, quería contarle a Charles lo que había pasado con Agnes. Le enviaba un mensaje a Daniel, en esta ocasión si le tenía que contar todo y esperaba que se lo tomara de la mejor forma posible.
— Sol — se acercó Charles a ella en cuanto la vio en el pasillo.
— Ella lo niega, pero en el fondo algo me dice que si te quiere. Debemos hacer algo.
— No, yo creo que ella solo se aver
Sol dejó por un momento sus deberes y tomo un bote de helado, prendió la televisión y se puso a ver una película romántica. No dejaba de comer, en especial por ser de su sabor favorito, chocolate. Su celular se estaba cargando, por lo cual no estaba cerca de ella, empezó a sonar y tuvo que interrumpir su gran momento por acercarse y responder. — Hola — respondía Sol aun con un poco de helado. — Hola, quería hablar contigo. Lo de ayer no fue lo mejor — respondía Agnes con un tono más tranquilo que el de hace horas atrás. — Claro, solo dime a qué hora y en donde — Sol parecía alegre de que las cosas con ella se pudieran arreglar. — Si me dejas que arregle unos asuntos, te envió todo en una hora. — Claro, espero. Después de colgar, Sol se puso a recoger todo el departamento y se disponía a arreglarse. Revisaba de manera frecuente su celular, esperaba el mensaje de Agnes y una mínima esperanza de que Daniel le enviara mensaje. Pero en el f
— Ya vine — Emiliam entraba al departamento — ¿qué es lo que pasa? — Emiliam se acercaba a Violeta.— Es por la abuela de Sol, se puso muy grave y tenemos que ir a México. Ayúdanos a volver.— Claro — Emiliam se acercaba a Sol que estaba en un sofá sentada — ahorita mismo arreglaré todo para que nos vayamos en mi avión, no importa el día ni la hora — tomo las manos de Sol — puedes contar conmigo siempre.— Gracias, lo aprecio — Sol le dio una ligera sonrisa.Emiliam se alejó un poco para hacer las llamadas pertinentes, Sol también tenía que arreglar unos pendientes en la Universidad y le avisaba a Agnes lo sucedido, esperaba que le creyera; también le comentaba a Martin. — Listo, nos podemos ir.Emiliam conducía en dirección al hangar, Violeta iba de copiloto. En cambio, Sol esta
Llegaban a la casa de Violeta, todos bajaron del auto y Sol les indicaba donde entrar. Emiliam cargaba a su novia, ya que seguía dormida y decidieron no despertarla.— Sí que estaba cansada — decía Daniel viendo a Violeta dormida — su pasión es dormir.— Sí, recuerdo cuando se quedaba dormida en las fiestas de cumpleaños — sonrió al recordar como encontraba a su amiga debajo del árbol — pero creo que Emiliam ya se debe estar cansando, te diré en dónde está su cuarto, no sé si gustes comer algo antes de dormir.— Creo que por el momento no, también me encuentro exhausto y deseo descansar. No sé si podría quedarme en otro cuarto, considero que es mejor dejar sola a Violeta — acomodaba a su novia, a pesar de ser delgada ya empezaba a pesarle.— Claro, te digo donde está su cuarto.—
— Veo que la parejita preparo el desayuno — se acercaba Violeta y comía un poco — son los mejores en esto. Hacen un buen equipo — les sonreía. — Hablábamos de la abuela — interrumpía Cindy. — No la vas a despedir, ¿cierto? — pregunto Violeta, un poco preocupada por lo que pasará, la veía también como su abuela. — Claro que no, chicas, Matilde es parte de la familia. No quiero que se vaya — les explicaba — así que, quiten esa idea de la cabeza. — Pero no te enojes — le decía Violeta — igual deberíamos apurarnos para ir por la abuela. Me muero de ganas de verla. — Parece que tienes más ganas que yo de verla — Sol soltó una pequeña risa. Parecía que se le había olvidado la foto de su abuela, donde se parece mucho a su amiga. — Vamos a apurarnos. Los cinco se apuraba a tomar desayuno, Violeta y Sol se ofrecieron a lavar los trastes, aunque en ocasiones Violeta iba a romper dos o tres trastes. — ¿Cómo te fue con Daniel? — pr
— ¡Abuela! — Sol se acercaba a ella — creo que no es el momento de hablar de eso.— Por mi parte — hablo Emiliam — podemos hablar de eso, ya cuando esté en su casa. Creo que Solange tiene razón — por primera vez no había evitado el tema, Violeta lo tomo del brazo, se notaba demasiado feliz por lo que había escuchado. Era como un sueño.— Tiene razón Emiliam — dijo Daniel, veía a la pareja que estaba a su lado. Le parecía que Violeta era muy empalagosa, mientras que Emiliam le prestaba el mínimo de atención — cuando este mejor hablamos de eso. Todavía queda mucho por hacer.Llegaba el doctor y les daba las indicaciones de cuidado para Matilde: Les daba el alta y ya se podían ir. Sol se quedaría con ella para ayudarla a vestir, los demás esperarían en la sala de espera.— No te
— Sol — llegaba Daniel y tomaba a Solange de la cintura — quería hablar contigo, pero a solas — les daba una ligera sonrisa a Victoria y Emiliam.— Te esperamos, no tardes — fue lo único que dijo Emiliam, se retiró con Violeta.— Se ve que Emiliam te cae muy bien — dijo Sol con un poco de ironía — deberías de tratar de ser un poco más amable.— Claro, sobre todo porque le cae muy bien a tu abuela y veo que está muy emocionada de que sea el novio de tu amiga. Simpatizo más rápido con él — Daniel parecía un niño pequeño haciendo berrinche.— Ella ya te acepta, no arruines eso. Mira, sé que no lo hacía y en parte la entendía — tomo las manos de Daniel — lo que sí, es que no sé cómo tomara lo de la boda.— Si, no creo que
Solange trataba de revisar todas las páginas y se daba cuenta de que faltaban bastantes páginas. No sabía entonces por qué Cindy se lo había dado, debió de haberse dado cuenta antes, sabía que no era descuidada con sus cosas. La única persona con la que podría contar para esto era Emiliam. — Sol, ya me tengo que ir — Violeta toco la puerta de la habitación de Sol — te veo en la noche tengo que contarte algo muy importante. — Claro, nos encontramos más tarde. Solange se apresuró a cambiarse, llegaría tarde a la Universidad y quería apresurarse lo más que pudiera. Tenía que decirle a Emiliam lo que había descubierto, tal vez no era el mayor descubrimiento del mundo, pero todo empezaba a tomar sentido. Llegaba a la Universidad y se encontraba con sus amigas en la entrada, a Sol le sorprendía mucho que estuvieran todas juntas en la puerta. — No sabía que nos dedicaríamos a vigilar la puerta — Sol trataba de hablar, aunque d
— De nada — Emiliam le regalaba una sonrisa a Sol — espero que puedas ir a lo de la conferencia — Emiliam miraba al cielo, aunque con sus dedos se cubría un poco la cara — me siento muy poco confiado, creo que no saldrá como espero y eso me preocupa — Sol se daba cuenta de que nunca había escuchado a Emiliam de forma tan sincera como ahora.— ¿tienes miedo? — se atrevía a preguntar Sol, no sabía cómo se lo tomaría Emiliam. En ocasiones puede llegar a ser un hombre serio, pero, en otras tantas parece lo más tierno y amoroso del mundo.— Miedo — susurro Emiliam — es un poco curioso, ya que lo mencionas, muy pocas veces sentí esto. Es como un nervio que recorre mi cuerpo y no me deja, en ocasiones llega a ser emocionante, aunque, en otras tantas no me gusta.— Pienso que, si sientes, eso es muy bueno — Sol s