Capítulo XXVII

Ilan

El lugar estaba en silencio cuando entré, pero ni bien crucé la estancia cuando Selene salió del dormitorio y corrió en mi dirección. Me sorprendí al sentirla trepar a mi cuerpo de un salto, como si fuera un koala, y me congelé en mi sitio cuando su calor se fundió con el mío en el abrazo más íntimo que había compartido con alguien después de Nami.

Su aliento en mi cuello me provocó un escalofrío que atravesó mi columna y de pronto me sentí tan expuesto y pudoroso, como si nunca hubiese estado desnudo frente a las hembras de mi manada.

—¡Estás bien! —exclamó con emoción—. Lo estás, ¿cierto? —preguntó, explorando mi rostro y mi cuerpo, sin dejarme responder. Yo estaba simplemente hipnotizado, casi sin poder respirar debido a su atrevimiento.

No sabía ni siquiera qué decir. La humana inspeccionó la piel de mi espalda hasta cerciorarse de que no estuviera herido y, cuando se dio cuenta de que no era así, clavó su nariz en mi cuello haciéndome estremecer y mi cuerpo reaccionó sin pod
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo