CAPÍTULO 63

ALARIC

Desde la puerta, observé en silencio cómo Charles y sus nietas, Chloe y Chelsy, intentaban despertar a Esther. Sus rostros estaban tensos, la preocupación marcando cada uno de sus movimientos.

Susurraban su nombre con insistencia, tocándole el rostro, sacudiéndola suavemente, como si temieran que cualquier gesto brusco pudiera romperla.

No aparté la vista de ella. Aún podía sentir el peso de su cuerpo en mis brazos, el impacto de la caída reverberando en los míos. Fue una cuestión de instinto. La sensación de que algo no estaba bien me hizo salir al jardín, justo a tiempo para ver su silueta desplomarse desde la azotea. No pensé, solo actué. Salté para atraparla y, aunque logré amortiguar su caída, el golpe contra el suelo la dejó inconsciente.

—Esto no debió pasar —murmuré para mí mismo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por Liana, quien se acercó con el ceño fruncido.

—Es impresionante —dijo con voz baja, casi como si hablara consigo misma.

Giré la cabeza hacia ella. Sa
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP