Capítulo 1: La Condición

El hombre lo miró implorante, la frustración por no ser escuchado lo estaba superando, ¿Qué más podía hacer para que tomara en cuenta su problema?

―Sin su ayuda mi empresa no lo resistirá. ―Lo miró a los ojos, demostrando la autenticidad de su preocupación. ―Podemos hacer un contrato, uno donde será seguro que le devolveré cada centavo con el que me ayude.

―¿Y quién dice que quiero ayudarte? ―El hombre en sillas de ruedas lo miró a los ojos. Podía estar postrado ahí, desde abajo, pero era igual de intimidante que siempre. ―Te tomaste el atrevimiento de venir a mi casa a joderme la paciencia, ¿Por qué me interesaría lo que te pase a ti o a tu empresa? ―Félix Avery, un hombre orgulloso de nacimiento, lo miró con el mentón en alto.

―Estoy dispuesto a cualquiera acuerdo que usted ponga. ―Pedir ayuda nunca había sido su fuerte, pero de no obtener la ayuda de Logan Morrison, el magnate hotelero y el mismo dueño de casi todo Londres, estaría perdido, en quiebra y posiblemente en la calle con su familia. Logan lo miró como si tal cosa, a él no le interesa los problemas de los demás.

Suspirando profundamente le dio la espalda, listo para dejarlo solo y que se largara de su casa, pero recordar la conversación que tuvo con su madre cerró los ojos. Él debía conseguir una esposa y en su estado ninguna mujer estaría dispuesta a contraer matrimonio con él.

―Una boda. ―Giró nuevamente. ―Tengo entendido que tienes dos hijas, quiero a una de ellas. ―Félix se mostró sorprendido por tal petición. ―Te respaldaré siempre y no tendrás que preocuparte más por irte a la quiebra.

―Pero…

―Una de tus hijas por mi ayuda. ―Dio media vuelta nuevamente. ―Te doy dos días, la ceremonia será en tu mansión, algo íntimo, tu esposa, hija, mis padres, asistente y tú. ―El hombre pasó saliva, no sabía ni siquiera como detenerlo, ¿Cómo fue capaz de pedirle algo así?

―Señor. ―Marcos, el asistente de Logan le mostró la puerta. ―Lo acompañaré. ―Félix todavía en shock por la situación, se dejó hacer y salió de la silenciosa y escalofriante mansión.

Logan miró desde la ventana el auto alejarse y suspiró pesadamente. Tres meses habían pasado desde que se embriagó tanto que al tomar el coche se estrelló quedando vivo, pero esclavizado a esa silla de ruedas. Ahora se siente patético y no puede ni siquiera mirarse a un espejo. ¿Cómo él, un hombre autosuficiente, orgulloso y capaz de todo ahora depende de alguien para que lo ayude?

―¡No me toques! ―Le gruñó a la chica que contrató su madre para cuidarlo. ―¿Te gustó tanto bañarme que ahora no puedes dejar de manosearme? ―La chica nerviosa y con lágrimas en los ojos negó.

―Y-yo solo quería acomodarle la camisa, la tiene algo torcida. ―Logan se miró y al verse en esas fachas explotó.

―¡No quiero verte! ―Gritó yendo contra ella. ―¡Lárgate de mi casa, estás despedida! ―La mujer se vio obligada a retroceder, él pensaba estrellarla. ―¡Largo! ―Le señaló la puerta.

―Cielos. ―Marcos cerró los ojos al ver a la chica llorar y correr lejos de su jefe, ya era la décima chica que lograba correr en solo meses, ¿Quién se ocuparía de él ahora? ―Señor, su madre…

―Tú cállate. ―Le gruñó mirándolo con desprecio. ―Tendré una esposa y ella no podrá irse. ―Se acomodó la camisa. ―Llama a mis padres y diles que me casaré en dos días, no te olvides de la dirección, es en la mansión de los Avery.

―¿Qué le digo si pregunta al respecto?

―Nada, no seas estúpid0. ―Marcos solo suspiró, ya acostumbrado a sus malos tratos. ―Y diles que no estoy disponible, no quiero tratar con ellos. ―Empezó a andar. ―Ayúdame a llegar a mi despacho. ―Marcos obedeció a su jefe y una vez lo dejó solo como le gustaba estar últimamente, salió para hacerse cargo de lo que le había ordenado.

Isla deseó huir lejos sin mirar atrás, ella estaba obligada a convivir con su prima y exnovio como si nada hubiera pasado. Sus padres se vieron en una situación vergonzosa cuando canceló el compromiso y ella quedó como la mala a pesar de que dijo que no era lo que quería.

―Todo hubiera ido bien si no fueras tan bruja. ―Xavier se acercó a ella. ―Pero claro, las zorras como tú no tienen nada de valor y…

―Dios Santo. ―Regina, la madre de Isla la miró consternada. ―Cariño, ¿Qué ha sido eso? ―Isla que le había cruzado la cara a Xavier de un bofetón sonrió.

―Tenía algo en la mejilla, no quería que le picara o algo. ―Miró a su madre con inocencia. ―No te preocupes, madre. ―La mujer solo negó ignorándolos nuevamente mientras se centra en Denise.

―Perra. ―Gruñó él cabreado. ―Me alegro de haberme follado a tu prima en tu habitación, espero que mi esperma y los jugos de ella te hayan ayudado a descansar. ―Isla apretó la mandíbula y contuvo las lágrimas.

―Tenemos que hablar. ―Félix llegó sin saludar a nadie. ―Vengan, las tres.

―Querido, ¿Qué sucede? ―Regina se preocupó al ver a su esposo tan alterado. ―Habla por favor, me estás poniendo muy nerviosa. ―Imploró.

―Siéntense. ―Él hizo lo propio. ―Como saben, la empresa está pasando por un mal momento y necesito ayuda. ―Suspiró. ―Fui con el único que tiene el poder y el dinero para salvarnos, pero me ha pedido algo a cambio. ―Isla y Denise lo miraron a la expectativa.

―¿Qué es? ―Preguntó Denise. ―Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras. ―Le tomó la mano entre las suyas y el hombre sonrió.

―Logan Morrison, ha dicho que nos respaldará, pero solo si se casa con alguna de ustedes. ―Las miró a las dos. ―Es un hombre importante y billonario, sin duda su reputación y respeto nos hará bien.

―¿No es el magnate que tuvo un accidente? ―Isla miró a su padre. ―Dicen que es cruel y quedó en sillas de ruedas. ―Para Denise eso fue un golpe bajo, ya estaba haciéndose a la idea de ser la esposa de alguien tan importante, pero esos detalles no le gustaron en lo absoluto.

―Isla debería casarse con él. ―Soltó antes de que pudieran elegirla a ella solo por ser la adoptada. ―Ella dejó a Xavier porque le fue infiel…

―¡Denise! ―Isla se puso en pie mirándola impactada. ―¡Fue él que me fue infiel contigo! Me lo habías prometido.

―Ay, prima, lo siento. ―Inició a llorar. ―Juré que te guardaría el secreto, pero la información llegó a mi móvil y quizás más personas sepan de tu deshonra.

―¿De qué están hablando? ―Félix también se puso en pie. ―¡Hablen! ―Gritó mirándolas por turnos.

―Isla dejó a Xavier porque estaba acostándose con un desconocido y él la pilló, se sintió tan humillado que prefirió aceptar la historia de Isla.

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