Nunca había conocido a un hombre tan malo como lo era Logan Morrison. Él no es solo un altanero que aparenta ser implacable, imponente y poderoso, realmente lo es y él lo sabe muy bien por lo que hace las cosas sin remordimiento alguno. Treinta y tres años, esa es la edad de ese hombre el cual parece un viejo desahuciado de setenta años. No le gusta la música, el ruido, las risas y en general las personas felices, parece ser alérgico a todo lo que tenga que ver con felicidad. Es un verdadero demonio y todos los que están en su mansión son solo esclavos que firmaron un contrato donde le entregan su alma, vida y luz. Isla es la excepción, ella no está atrapada con Logan, él lo está con ella y se lo demuestra siempre que puede. ¿Puede un hombre de treinta y tres años morir de un infarto? Es la pregunta que se hace cada vez que Logan grita, m4ldice y la trata como lo peor del mundo. Le duele su trato, por supuesto que sí, pero solo ver lo infeliz que es y lo mal que se pone por la ira l
Logan la miró perplejo al escuchar sus palabras, claramente no le interesa el cómo ella se siente respecto a su vida y a como la trata, pero el saber que ella es la dueña de esos ojos claros que sueña siempre que puede lo aturdió.―¿Qué dices? ―Preguntó con voz gruesa, siempre pensó que nada de lo que pasó esa noche donde ni siquiera podía mantenerse en pie era cierto. Él lo sintió como algo único y dudó de su veracidad, él tenía el corazón roto, ¿Por qué se sentiría así con una mujer? Pensó que era un simple sueño. ―Yo no había estado con nadie nunca. ―Lo miró con lágrimas en los ojos ―Ese día encontré a mi novio liado con mi prima y mi supuesta mejor amiga me emborrachó y me metió a esa habitación con usted. ―Sollozó ―Yo quería resistirme a usted, me negué, pero pronto cedí por el alcohol y por el dolor de la traición. ―Logan se sintió terrible, él puede ser lo que sea, pero jamás tomaría a una mujer a la fuerza, fue por eso que la primera noche de casados él rápidamente se arrepi
Isla corrió con rapidez al escuchar los gritos, ella abrió la puerta con fuerza y se adentró a la habitación de su esposo. Verlo rojo por el dolor la alarmó.Rápidamente, tomó las píldoras, un vaso de agua y se lo tendió para que se tomara el medicamento. Ella había tardado una media hora y ahora está demasiado asustada, no debió tardar tanto en ducharse.Logan se tomó el medicamento y tiró el vaso en el piso, estaba furioso por aquel dolor que lo reduce a niveles patéticos, él siempre se siente vulnerable cuando no puede controlar lo que le pasa. Isla intentó ponerle ungüento en las rodillas, pero Logan la empujó con fuerza.―¡No me toques! ―Gritó enfurecido ―Debías estar aquí hace media hora y no viniste ―Isla sabía que cometió un error, pero la manera en la que le grita la lástima. ―Eres una inservible, ¡Nunca puedes hacer nada! ―Sin importar los gritos y los empujones, ella masajeó sus rodillas y evitó mirarlo, de hacerlo sus lágrimas saltarán de sus ojos.―Ya basta, Logan, déjame
Isla alzó la mirada para ver al guapo hombre de cabello rubio, ojos verdes y alto como un rascacielos. Ella saltó de las piernas de Logan y abrazó al recién llegado con efusividad, misma que enojó a Logan.―¡Elkin Alves! ―Chilló volviendo a abrazarlo. ―Por el amor de Dios, hacía tanto no te veía. ―No borró su sonrisa, ella realmente estaba muy feliz por la presencia del hombre. ―Creí que estabas en América, ¿Cuándo llegaste? ―Elkin, el excompañero de universidad de Isla y el mismo que alguna vez la cortejó, sonrió.―Hace una semana, quería llamarte, pero no tenía tu número. ―Tomándola de las mejillas volvió a besarle la frente.―Vuelves a tocar a mi esposa y quedarás sin manos. ―Elkin miró al hombre en la silla de ruedas con desconcierto, estaba tan centrado en Isla que ignoró el hecho de haberla encontrado en sus piernas.―Lo siento. ―Se disculpó sonriendo con un poco de vergüenza. ―Es solo que Xavier…―Ya no estoy con él. ―Isla se puso seria al ver el gesto de Logan. ―Estoy felizme
Logan acarició el cuerpo desnudo de su esposa y besó su piel, ya no duermen separados, la habitación principal y la cual le correspondía a él pasó a ser la habitación matrimonial. Isla al sentir esas caricias y los pequeños besos acompañados de mordidas sonrió sin moverse.―Llegaste muy tarde a noche ―Aquel gruñido proveniente de esa voz ronca la obligó a abrir los ojos divertida. ―Deberías quedarte en casa y ocuparte de mí. ―Isla se giró y se abrazó a él, lo miró a los ojos y sonrió.―Es mi trabajo y no puedes quejarte, demonio sin cachos. ―Besó nuevamente sus labios. ―Siempre que puedo me ocupo de ti, no te he descuidado en nada y eso debes aceptarlo.―No te ocupas de mí lo suficiente. ―Vociferó enojado, él quiere toda su atención, no que se esté dividiendo entre trabajo y él. ―No es necesario que trabajes, lo sabes.―Quiero ganar mi propio dinero, Logan. ―Se sentó en la cama. ―Ya suficiente con lo que haces para ayudar a mis padres. ―Logan se sentó también. ―Te toca cita, deberíamo
Logan miró a su esposa en brazos de otro hombre y que le limpiara las lágrimas con tanta delicadeza lo terminó de enfurecer. Él había ido ahí con flores y chocolates para disculparse, se aventuró a soportar las miradas porque está en una silla de ruedas solo por ella y ahora la encuentra en brazos de su jefe.―No me toques ―Logan se echó a andar al verlos salir de la barra para dirigirse a un lugar que no le está gustando.No le interesó las personas quejándose porque los atropella o las miradas de las personas perplejas por verlo en un lugar como ese en silla de ruedas. Él no comprende por qué su corazón late tan furioso y su estómago está a punto de darle un vuelco tan fuerte que lo hará vomitar.―Lo siento. ―Isla sollozó. ―No debería haber roto en llanto frente a los clientes, lo siento mucho. ―Estremeció por un nuevo sollozo. ―Juro que no volverá a pasar, por favor, disculpable. ―Elkin la miró con tristeza, ¿Por qué se disculpa tanto con él?―Oye. ―Tomándola del mentón con delicad
Los días para Isla no estaban yendo bien. Ella no dejaba de recordar el gesto y las palabras de Logan, pero tampoco podía dejar de extrañarlo y desear estar ahí con él.Intentó acercarse, pero no la dejaban pasar a la propiedad, ni siquiera le abrían el portón o le decían que él no quería verla, ella solo se quedaba ahí afuera frente a la cámara del comunicador por horas. A pesar del sueño y el cansancio ella siempre iba para intentar solucionar las cosas.―Deberías irte a casa esta vez de primera. ―Elkin la miró preocupado, ella ha sido la última en marcharse, incluso él se va antes. ―Isla, estás fatal, ¿Qué sucede? ―Ella que se quedaba de última para descansar ahí, negó un par de veces.―Logan te golpeó por mi culpa, lo menos que puedo hacer es ayudarte en todo lo que pueda. ―Le sonrió, eso no es una mentira. ―Me devolviste mi trabajo a pesar de que él dijo que yo renunciaría y me siento en deuda.―Te he dicho que no te preocupes por eso. ―Gruñó un poco exasperado, ella no quiere es
Elina, Constantine y Logan miraron a la recién llegada asombrados, no se esperaban una interrupción y menos por parte de Isla.Constantine inmediatamente sintió ira al verla ahí parada con su gesto de fingido dolor, ella sin pensárselo se le plantó en frente, la miró con rabia a los ojos y después recorrió su cuerpo con burla. No lleva más que una corriente vestimenta que da vergüenza ajena.―Ya todos sabemos que solo querías a Logan por su dinero, pero yo ya estoy aquí y tú no eres bienvenida a esta casa. ―Isla no hacía más que mirar a la mujer sin parpadear, es la misma que estaba al lado de su suegra cuando Logan la echó. ―Quiero que te quede claro tu posición, pronto serás la exesposa de Logan y entonces nada te va a vincular a él. Soy yo su verdadera pareja, así que lárgate de aquí.―Es mejor que le hagas caso. ―Elina la miró con su gesto impasible. ―Mi hijo está considerando volver con la mujer que ama, la madre de su hijo. ―Suspiró. ―Ya no es necesario que te quedes aquí. ―Isla