Isla alzó la mirada para ver al guapo hombre de cabello rubio, ojos verdes y alto como un rascacielos. Ella saltó de las piernas de Logan y abrazó al recién llegado con efusividad, misma que enojó a Logan.―¡Elkin Alves! ―Chilló volviendo a abrazarlo. ―Por el amor de Dios, hacía tanto no te veía. ―No borró su sonrisa, ella realmente estaba muy feliz por la presencia del hombre. ―Creí que estabas en América, ¿Cuándo llegaste? ―Elkin, el excompañero de universidad de Isla y el mismo que alguna vez la cortejó, sonrió.―Hace una semana, quería llamarte, pero no tenía tu número. ―Tomándola de las mejillas volvió a besarle la frente.―Vuelves a tocar a mi esposa y quedarás sin manos. ―Elkin miró al hombre en la silla de ruedas con desconcierto, estaba tan centrado en Isla que ignoró el hecho de haberla encontrado en sus piernas.―Lo siento. ―Se disculpó sonriendo con un poco de vergüenza. ―Es solo que Xavier…―Ya no estoy con él. ―Isla se puso seria al ver el gesto de Logan. ―Estoy felizme
Logan acarició el cuerpo desnudo de su esposa y besó su piel, ya no duermen separados, la habitación principal y la cual le correspondía a él pasó a ser la habitación matrimonial. Isla al sentir esas caricias y los pequeños besos acompañados de mordidas sonrió sin moverse.―Llegaste muy tarde a noche ―Aquel gruñido proveniente de esa voz ronca la obligó a abrir los ojos divertida. ―Deberías quedarte en casa y ocuparte de mí. ―Isla se giró y se abrazó a él, lo miró a los ojos y sonrió.―Es mi trabajo y no puedes quejarte, demonio sin cachos. ―Besó nuevamente sus labios. ―Siempre que puedo me ocupo de ti, no te he descuidado en nada y eso debes aceptarlo.―No te ocupas de mí lo suficiente. ―Vociferó enojado, él quiere toda su atención, no que se esté dividiendo entre trabajo y él. ―No es necesario que trabajes, lo sabes.―Quiero ganar mi propio dinero, Logan. ―Se sentó en la cama. ―Ya suficiente con lo que haces para ayudar a mis padres. ―Logan se sentó también. ―Te toca cita, deberíamo
Logan miró a su esposa en brazos de otro hombre y que le limpiara las lágrimas con tanta delicadeza lo terminó de enfurecer. Él había ido ahí con flores y chocolates para disculparse, se aventuró a soportar las miradas porque está en una silla de ruedas solo por ella y ahora la encuentra en brazos de su jefe.―No me toques ―Logan se echó a andar al verlos salir de la barra para dirigirse a un lugar que no le está gustando.No le interesó las personas quejándose porque los atropella o las miradas de las personas perplejas por verlo en un lugar como ese en silla de ruedas. Él no comprende por qué su corazón late tan furioso y su estómago está a punto de darle un vuelco tan fuerte que lo hará vomitar.―Lo siento. ―Isla sollozó. ―No debería haber roto en llanto frente a los clientes, lo siento mucho. ―Estremeció por un nuevo sollozo. ―Juro que no volverá a pasar, por favor, disculpable. ―Elkin la miró con tristeza, ¿Por qué se disculpa tanto con él?―Oye. ―Tomándola del mentón con delicad
Los días para Isla no estaban yendo bien. Ella no dejaba de recordar el gesto y las palabras de Logan, pero tampoco podía dejar de extrañarlo y desear estar ahí con él.Intentó acercarse, pero no la dejaban pasar a la propiedad, ni siquiera le abrían el portón o le decían que él no quería verla, ella solo se quedaba ahí afuera frente a la cámara del comunicador por horas. A pesar del sueño y el cansancio ella siempre iba para intentar solucionar las cosas.―Deberías irte a casa esta vez de primera. ―Elkin la miró preocupado, ella ha sido la última en marcharse, incluso él se va antes. ―Isla, estás fatal, ¿Qué sucede? ―Ella que se quedaba de última para descansar ahí, negó un par de veces.―Logan te golpeó por mi culpa, lo menos que puedo hacer es ayudarte en todo lo que pueda. ―Le sonrió, eso no es una mentira. ―Me devolviste mi trabajo a pesar de que él dijo que yo renunciaría y me siento en deuda.―Te he dicho que no te preocupes por eso. ―Gruñó un poco exasperado, ella no quiere es
Elina, Constantine y Logan miraron a la recién llegada asombrados, no se esperaban una interrupción y menos por parte de Isla.Constantine inmediatamente sintió ira al verla ahí parada con su gesto de fingido dolor, ella sin pensárselo se le plantó en frente, la miró con rabia a los ojos y después recorrió su cuerpo con burla. No lleva más que una corriente vestimenta que da vergüenza ajena.―Ya todos sabemos que solo querías a Logan por su dinero, pero yo ya estoy aquí y tú no eres bienvenida a esta casa. ―Isla no hacía más que mirar a la mujer sin parpadear, es la misma que estaba al lado de su suegra cuando Logan la echó. ―Quiero que te quede claro tu posición, pronto serás la exesposa de Logan y entonces nada te va a vincular a él. Soy yo su verdadera pareja, así que lárgate de aquí.―Es mejor que le hagas caso. ―Elina la miró con su gesto impasible. ―Mi hijo está considerando volver con la mujer que ama, la madre de su hijo. ―Suspiró. ―Ya no es necesario que te quedes aquí. ―Isla
Un mes había pasado y todo era una pesadilla para Isla, no solo por Constantine que insistentemente le hacía sentir como si no valiera nada, su suegra también insistía en que se marchara y dejara de humillarse, de aferrarse a alguien que no la ama, pero ella está obligada a soportarlo todo sin decir sus motivos.Logan cada vez estaba más amargado y hecho todo un demonio, él parecía odiar cada cosa que hacía Isla. El mero hecho de verla cocinar y mezclada con la servidumbre no le agradaba ni un poco y ella parecía no entenderlo.Isla, quien se había unido a las de la cocina ese día, entró con una bandeja en manos. Ella se ve mal, ojeras grandes, pálida y su gesto es de cansancio, pero aun así ayuda con todo, piensa ganarse la comida y la estadía que le están dando.Logan no la ha dejado salir desde que volvió y Constantine le arruinó el móvil solo porque Logan se lo había comprado, así que ella no tenía contacto con nadie, ni siquiera con Elkin. Ella se sentía fatal, pues no le avisó a
Isla suspiró frente al espejo, se quiso negar a ir a esa fiesta, pero Logan no estaba de acuerdo, ella debía estar ahí porque sería mal visto que su esposa no lo estuviera acompañando. Las lágrimas recorriendo sus mejillas solo fueron el recordatorio de lo cruel que fue con ella al decirle que la gente vería más mal que él estuviera con la mujer que ama y a ella la tuviera ahí siendo humillada. No quería llevar nada de lo que Logan le había regalado y mucho menos los anillos en su dedo, eso se sentía como una cadena que la mantenía atada a él. Estaba hermosa, pero no lo sentía así, ¿Por qué aceptar que se ve bien cuando seguramente Constantine se ve mucho mejor? ―Señorita. ―Marcos entró a la habitación y no pudo evitar sonreír al verla tan hermosa con su cabellera rubia suelta, el vestido negro largo de noche y sus hermosos zapatos. ―Es hora de irnos, solo esperan por usted. ―Él era respetuoso, pues no podían arriesgarse a nada. ―No quiero ir, Marcos. ―Suspiró. ―Me he enterado de
―¡Ella está mintiendo! ―Logan resopló pesadamente, esos gritos no cesaban, no importa que pasaran los días, los mismos reclamos eran escuchados una y otra vez. ―No deberías preocuparte por ella, sabes perfectamente que es una manipuladora. ―¿Puedes parar? ―Pidió sin ánimos de discutir, está demasiado cansado. ―¿Cómo? Logan, ¿Cómo parar si dormiste con esa mujer? ―Logan enfureció en el acto, Isla ni siquiera quiso tenerlo en la cama y cuando subía ella sin importar la fiebre se echaba en el suelo. ―¡He dicho que pares! ―Gritó dejándola congelada, él no había reaccionado así antes. ―¡Está enferma! ¿Qué quieres que haga? ¿Qué la deje trabajar como una sirvienta tal y como ella acostumbra? ―La miró a los ojos. ―No es que me importe lo que le pasa porque a fin de cuentas está conmigo solo para salvar a su familia, pero debes entender que si algo sale mal yo seré mal visto y no me puedo arriesgar, deberías saberlo. ―Constantine supo que debía cambiar la estrategia, ella se echó a llora