Isla suspiró frente al espejo, se quiso negar a ir a esa fiesta, pero Logan no estaba de acuerdo, ella debía estar ahí porque sería mal visto que su esposa no lo estuviera acompañando. Las lágrimas recorriendo sus mejillas solo fueron el recordatorio de lo cruel que fue con ella al decirle que la gente vería más mal que él estuviera con la mujer que ama y a ella la tuviera ahí siendo humillada. No quería llevar nada de lo que Logan le había regalado y mucho menos los anillos en su dedo, eso se sentía como una cadena que la mantenía atada a él. Estaba hermosa, pero no lo sentía así, ¿Por qué aceptar que se ve bien cuando seguramente Constantine se ve mucho mejor? ―Señorita. ―Marcos entró a la habitación y no pudo evitar sonreír al verla tan hermosa con su cabellera rubia suelta, el vestido negro largo de noche y sus hermosos zapatos. ―Es hora de irnos, solo esperan por usted. ―Él era respetuoso, pues no podían arriesgarse a nada. ―No quiero ir, Marcos. ―Suspiró. ―Me he enterado de
―¡Ella está mintiendo! ―Logan resopló pesadamente, esos gritos no cesaban, no importa que pasaran los días, los mismos reclamos eran escuchados una y otra vez. ―No deberías preocuparte por ella, sabes perfectamente que es una manipuladora. ―¿Puedes parar? ―Pidió sin ánimos de discutir, está demasiado cansado. ―¿Cómo? Logan, ¿Cómo parar si dormiste con esa mujer? ―Logan enfureció en el acto, Isla ni siquiera quiso tenerlo en la cama y cuando subía ella sin importar la fiebre se echaba en el suelo. ―¡He dicho que pares! ―Gritó dejándola congelada, él no había reaccionado así antes. ―¡Está enferma! ¿Qué quieres que haga? ¿Qué la deje trabajar como una sirvienta tal y como ella acostumbra? ―La miró a los ojos. ―No es que me importe lo que le pasa porque a fin de cuentas está conmigo solo para salvar a su familia, pero debes entender que si algo sale mal yo seré mal visto y no me puedo arriesgar, deberías saberlo. ―Constantine supo que debía cambiar la estrategia, ella se echó a llora
Constantine quien estaba escuchando todo se llevó la mano a la boca para no gritar y rápidamente se marchó para no perder el control. Ella sabe cuánto Logan desea ser padre y si esa mujer llega a darle la noticia él no dudará en dejarla por quedarse con ella. No puede arriesgarse, si ese embarazo sale a la luz incluso sus suegros le darían la espalda. Respirando profundo y recordando que la escuchó decir que no quiere darle la noticia a Logan, se calmó para pensar mejor las cosas. Al bajar a la sala, rápidamente se escondió. La voz preocupada y un tanto molesta de Logan captó por completo su atención. Con el corazón acelerado se asomó para poder visualizarlos mejor, no le gustó para nada la mirada de Logan. ―Es mi esposa y tengo el derecho de saber como está. ―No le importó que el doctor le aclara su ética, lo único que deseaba saber era si Isla estaba bien o empeoró por él no llevarla a un hospital. ―Dígame de una vez como está mi esposa o lo va a lamentar. ―El hombre deseaba de
No sabe si es su vulnerabilidad por el embarazo, el que Logan haya estado a su lado siendo tan dócil o simplemente por el amor que le tiene a pesar de como la ha estado tratando últimamente, pero se siente en paz al tenerlo a su lado atendiéndola y pendiente de ella. Quizás fue la forma en la que se disculpó con ella por haberla dejado sufrir, tal vez fue su aceptación de ser un imbécil por confiar en Constantine a pesar de que veía con sus propios ojos que no estaba bien, pero la paz que hay entre ellos dos es todo lo que ella deseaba desde que su vida se volvió un tormento. Logan tocó su frente y suspiró al no sentirla caliente, ella había mejorado considerablemente, pero los vómitos y los mareos lo preocupan a pesar de que Isla lo tranquiliza de que solo son sus defensas muy bajas. ―He investigado y los vómitos se pueden dar por muchas cosas, el mareo puede ser por la debilidad de tu cuerpo al vomitar tanto. ―Su preocupación la divirtió, había querido confesarle que estaba es
El viaje fue bastante incómodo para Isla, Constantine no dejaba de besarlo, acariciarlo y mimarlo. ¿Por qué no le permitió irse con el chófer? ¿Por qué obligarla a ver tales escenas que le destruyen un poco más el corazón?—Está pálida. —Marcos se preocupó por ella. —¿Quiere agua? —Isla, que finalmente pudo respirar al bajar del auto, negó para calmarlo. —Tranquilo, supongo que tengo las defensas un poco bajas, pero ya sabes lo que dijo el doctor. —Le sonrió, Logan endureció el gesto al verlos tan íntimos. —Vamos, amor. —Constantine captó su atención. —Estaré cerca por si me necesita. —Marcos lo miró con seriedad. —Cuidaré de ella. —Logan miró por un segundo a Isla y sin decirle nada se marchó dejándola dolida. ¿Por qué cambió su comportamiento? No debió confiarse. Se llamó tonta. —Deberíamos irnos, la cita es pronto y debemos salir antes que ellos. —Marcos asintió y rápidamente fueron al edificio que les correspondía. La doctora ya los estaba esperando, por lo que pasaron de inm
¿Cuál era el castigo que estaba pagando? ¿Acaso fue culpa de ella que su prima y ex prometido le hicieran daño? ¿Fue ella la responsable de que su supuesta mejor amiga la emborrachara y le tendiera esa trampa que volvió su vida un completo infierno? No estaba comprendiendo como se daban las cosas, ¿Acaso los buenos debían sufrir toda la vida? ¿Estar sola en el mundo no bastaba? Las lágrimas rodaron por sus mejillas. —Su familia ya llegó. —Marcos le habló desde la puerta, Constantine había estado mucho más irritante y no quería correr riesgos. —Por favor, no haga esperar a su esposo. —Isla lo miró confundida, ¿Por qué no entró?Constantine sonrió al verlo alejarse de la habitación de Isla, le alegró mucho saber que su amenaza fue bien recibida por Marcos. —Muy bien, así deberá ser desde ahora o de lo contrario haré que Logan le obligue a dejar la puerta abierta las veinticuatro horas. —Lo miró a los ojos con superioridad. —¿Qué? No me mires tan serio. —Tiró de su barbilla. —Te estoy
Había pasado tres días desde el accidente que tuvo Isla por el envenenamiento que le hizo Constantine. La noticia del embarazo lo sabía todo el mundo y Logan se quedó al lado de su esposa sin dormir día y noche. A él no le interesaba que lo enviaban a dormir, no le importaba que Constantine estuviera sola en casa recuperándose por su brazo roto, él simplemente no quería separarse de su mujer. Los padres de Isla no podían creer lo que estaba pasando. Félix era el más enojado, no solo intimidaban, humillaban y utilizaban a su hija, sino que también llegaron a atentar contra su vida y nadie estaba pagando. Logan estaba en una encrucijada, pues, por una parte, su esposa embarazada fue envenenada y su novia a la mujer que amó por tantos años estaba en casa con un brazo roto por ser arrojada por las escaleras. Marcos se mantenía a raya, aunque la preocupación por su amiga era bastante elevada, él quería quedarse ahí, no obstante, alguien tenía que encargarse de Constantine por lo que se
Mientras Logan se estaba debatiendo en sí ver las pruebas que le destrozarían por completo su corazón, en el hospital Denise estaba el acecho, esperando el momento exacto donde Marcos le diera la oportunidad de acercarse a su prima. Isla había despertado, la dulce voz de su amigo dándole fuerza fue clave para que ella despertara, aunque en medio de su sueño pensaba que escuchaba a su esposo, al abrir los ojos y encontrarse a Marcos, igual le dio una paz y calidez a su corazón. —No puedo creer que dormí por tres días. —Susurró con su voz débil. —¿Realmente mis hijos están bien? ¿No sufrieron ningún daño?—Al parecer que vomitaras le salvó la vida a los bebés y a ti. El veneno era tan potente que tu vida también corrió riesgos. —Isla cerró los ojos con fuerza, ¿Cómo fue que Constantine hizo algo tan cruel como eso? —¿Me contarás qué pasó exactamente? —Isla, si bien había dormido por tres días, se sentía agotada, débil y sin ganas de hablar. —Te lo contaré confía en eso, pero ahora mi