El viaje fue bastante incómodo para Isla, Constantine no dejaba de besarlo, acariciarlo y mimarlo. ¿Por qué no le permitió irse con el chófer? ¿Por qué obligarla a ver tales escenas que le destruyen un poco más el corazón?—Está pálida. —Marcos se preocupó por ella. —¿Quiere agua? —Isla, que finalmente pudo respirar al bajar del auto, negó para calmarlo. —Tranquilo, supongo que tengo las defensas un poco bajas, pero ya sabes lo que dijo el doctor. —Le sonrió, Logan endureció el gesto al verlos tan íntimos. —Vamos, amor. —Constantine captó su atención. —Estaré cerca por si me necesita. —Marcos lo miró con seriedad. —Cuidaré de ella. —Logan miró por un segundo a Isla y sin decirle nada se marchó dejándola dolida. ¿Por qué cambió su comportamiento? No debió confiarse. Se llamó tonta. —Deberíamos irnos, la cita es pronto y debemos salir antes que ellos. —Marcos asintió y rápidamente fueron al edificio que les correspondía. La doctora ya los estaba esperando, por lo que pasaron de inm
¿Cuál era el castigo que estaba pagando? ¿Acaso fue culpa de ella que su prima y ex prometido le hicieran daño? ¿Fue ella la responsable de que su supuesta mejor amiga la emborrachara y le tendiera esa trampa que volvió su vida un completo infierno? No estaba comprendiendo como se daban las cosas, ¿Acaso los buenos debían sufrir toda la vida? ¿Estar sola en el mundo no bastaba? Las lágrimas rodaron por sus mejillas. —Su familia ya llegó. —Marcos le habló desde la puerta, Constantine había estado mucho más irritante y no quería correr riesgos. —Por favor, no haga esperar a su esposo. —Isla lo miró confundida, ¿Por qué no entró?Constantine sonrió al verlo alejarse de la habitación de Isla, le alegró mucho saber que su amenaza fue bien recibida por Marcos. —Muy bien, así deberá ser desde ahora o de lo contrario haré que Logan le obligue a dejar la puerta abierta las veinticuatro horas. —Lo miró a los ojos con superioridad. —¿Qué? No me mires tan serio. —Tiró de su barbilla. —Te estoy
Había pasado tres días desde el accidente que tuvo Isla por el envenenamiento que le hizo Constantine. La noticia del embarazo lo sabía todo el mundo y Logan se quedó al lado de su esposa sin dormir día y noche. A él no le interesaba que lo enviaban a dormir, no le importaba que Constantine estuviera sola en casa recuperándose por su brazo roto, él simplemente no quería separarse de su mujer. Los padres de Isla no podían creer lo que estaba pasando. Félix era el más enojado, no solo intimidaban, humillaban y utilizaban a su hija, sino que también llegaron a atentar contra su vida y nadie estaba pagando. Logan estaba en una encrucijada, pues, por una parte, su esposa embarazada fue envenenada y su novia a la mujer que amó por tantos años estaba en casa con un brazo roto por ser arrojada por las escaleras. Marcos se mantenía a raya, aunque la preocupación por su amiga era bastante elevada, él quería quedarse ahí, no obstante, alguien tenía que encargarse de Constantine por lo que se
Mientras Logan se estaba debatiendo en sí ver las pruebas que le destrozarían por completo su corazón, en el hospital Denise estaba el acecho, esperando el momento exacto donde Marcos le diera la oportunidad de acercarse a su prima. Isla había despertado, la dulce voz de su amigo dándole fuerza fue clave para que ella despertara, aunque en medio de su sueño pensaba que escuchaba a su esposo, al abrir los ojos y encontrarse a Marcos, igual le dio una paz y calidez a su corazón. —No puedo creer que dormí por tres días. —Susurró con su voz débil. —¿Realmente mis hijos están bien? ¿No sufrieron ningún daño?—Al parecer que vomitaras le salvó la vida a los bebés y a ti. El veneno era tan potente que tu vida también corrió riesgos. —Isla cerró los ojos con fuerza, ¿Cómo fue que Constantine hizo algo tan cruel como eso? —¿Me contarás qué pasó exactamente? —Isla, si bien había dormido por tres días, se sentía agotada, débil y sin ganas de hablar. —Te lo contaré confía en eso, pero ahora mi
¿Cómo puede una persona respirar, escuchar, sentir, ver y aun así parecer un muerto? Isla estaba destrozada a niveles catastróficos, el hombre que ella amaba le dio la espalda y la metió en un lugar horrible. Hubiese preferido la cárcel, estar rodeada de personas peligrosas a estar ahí en ese lugar donde había permanecido el último mes. ¿Por qué él le había hecho algo tan cruel como eso?Ella miró el techo blanco y cerró los ojos deseando estar muerta para no tener que vivir una traición más. Primero su prometido y su prima, después sus padres y ahora el padre de sus hijos. ¿Qué más tenía que pasar ella?—Es hora de tu baño, por favor, ponte en pie. —Isla no se movió, ella ni siquiera quería escucharla. —¿Por qué eres tan difícil? ¡Ponte en pie ahora mismo o te dejo sin comer! —Amenazó la mujer furiosa. —Puedes dejarme sin vida también, me harías un favor. —Dijo sin importancia.Ella no está en una cárcel, reformatorio o en un lugar que sirve para pagar condenas. Ella estaba en un h
El viaje fue silencioso, pero Marcos no podía dejar de empezar en una cosa. ¿Por qué tenía que ver al jefe de policía? ¿Cuál era su intención? Tenía que saberlo, así que mirándolo a los ojos abrió la boca. —¿Por qué le preocupa lo que le pasa a Isla si usted fue partícipe de lo que le ha pasado? —Logan endureció más la mirada por su atrevimiento, la verdad está bastante asombrado por esa pregunta. Marcos jamás lo había cuestionado. —Con todo el respeto, señor, pero usted permitió que Constantine metiera a la señorita Isla a la cárcel sin darle la oportunidad de explicarse. —¡No te debe importar nada de lo que yo haga, piense o permita! —Le habló con firmeza, enojado por la verdad de sus palabras. —¡No tengo que explicarte nada! Solo eres un trabajador de cuarta y es mejor que no vuelvas a hacer una pregunta estúpid4 o te voy a despedir y desgraciaré tu miserable vida. —Marcos no se ofendió ni se molestó, simplemente se mostró satisfecho por haberlo herido con sus palabras. Logan mi
Logan alzó la mirada al escuchar la puerta de su despacho abrirse, Marcos quien era el que soportaba el mal humor de su jefe, entró al pedir permiso. —¿Está aquí? —Preguntó Logan impaciente. —Hazlo pasar. —Ordenó al ver el asentimiento de su asistente. —Puede entrar. —Dijo Marcos al dirigirse al hombre que esperaba afuera. —Señor Morrison. —Le estrechó la mano. —Vine en cuanto lo supe. —Logan simplemente asintió.—¿En qué puedo ayudarlo exactamente?—Necesito encontrar a mi esposa, tendrá ayuda de la policía, así que no debe preocuparse por ir más allá. —El investigador privado, es uno de los mejores y gracias a eso viaja muchísimo, tiene clientela en todas partes del mundo. Cruzó medio planeta al saber que Logan Morrison estaba esperando por él, pero no le estaba gustando que le ordenara como trabajar. Él no es de los hombres que lo hace todo correcto y la policía puede interferir en eso. —Señor, usted sabe que trabajo solo y...—Ellos están ahí para cubrirte las espaldas. —Le ac
Marcos bajó inmediatamente del auto, él miró interior del centro psiquiátrico y negó. Es de los peores que hay, ¿Cómo esa mujer podía ser tan cruel y despiadada? No lo comprendía. —¿Estás seguro de que ella está aquí? —Preguntó el hombre un poco dudoso. —Lo está, y es mejor que la saquemos de aquí antes de que vengan los otros. Vamos, rápido. —Elkin siguió los pasos de Marcos sin cuestionarlo. —No los conozco a ninguno de ustedes. —Rubí la prima de Constantine los miró con desconfianza. —¿Acaso crees que el jefe vendría a dar la cara él mismo y arriesgarse? No seas tonta, mujer. —Marcos se comportó como un matón ya había visto bastante a su jefe, así que sabía cómo hacerlo. —Dámela de una vez, hay que sacarla de aquí antes de que sea demasiado tarde. —Díganle a mi prima que por favor me llame. —Marcos y Elkin sacaron a Isla de ahí, agradecieron que ella no reaccionara. —Todo está bien... todo está bien. —Marcos la abrazó con fuerza y acarició su pelo. Ella se ve delgada, demacr