Las cosas estaban un poco tensas entre Faitth y marcos. Ellos intentaban que las cosas no se tornaran extrañas, pero la situación los estaba propasando a los dos. Ella se sentía traicionada por la posible marcha de Marcos y él se siente atrapado sin saber qué hacer. El tiempo se le estaba acabando y ya Jorge Miller lo estaba presionando para que tomara una decisión, ya que el proyecto no podía esperar más. La lucha con sus sentimientos es intensa, ambos están en desacuerdo de truncarse los sueños, pero tampoco están dispuestos a alejarse sin más. Todo estaba siendo un caos interno para ambos. ―Buenos, días. ―Marcos besó la cabeza de su fresita. ―¿Dormiste bien? ―Ella asintió, la verdad era que no podía dormir nada, no cuando hablaban hasta largas horas de la madrugada y no llegaban a nada concreto. ―¿Y tú? ―Se giró para mirarlo de frente. ―¿Has descansado algo? ―Acarició su mejilla con delicadeza. ―Sabes que sí, amor. ―Besó sus labios. Ambos se mentían con descaro para no preoc
Marcos suspiró profundamente, verla con esa mirada triste y sus ojos llenos de lágrimas le dolió profundamente, pero la decisión estaba tomada y él no podía hacer nada. Todo lo que estaba por hacer era por ella, para que tuviera una mejor vida a su lado y no le faltara ni siquiera estatus.―Lo hago por ti. ―Confesó mirándola a los ojos con sinceridad. ―Quiero que tengas una buena vida, quiero que tu padre sepa que conmigo no te faltará nada, ni siquiera estatus. ―Faitth lo miró atónita.―¡¿Me estás hablando en serio?! ―Casi gritó con incredulidad. ―Me importa una mierd4 esas cosas, Marcos. ―Río entre lágrimas. ―Yo soy la que estará contigo, no mi familia. ¿Lo entiendes? ―Sollozó. ―Acabamos de arreglarlo todo… ―Distorsionó el gesto.―¿Por qué no puedes entenderme? ―La miró suplicante. ―Solo quiero lo mejor para nosotros, no me gustaría que cambiaras tu estilo de vida por estar conmigo. ―Faitth carcajeó como una demente, llamando la atención de todo el restaurante.―¡Yo también trabajo!
Faitth se removió en su cama en medio de un profundo suspiro. No recordaba lo bien que se sentía dormir más de cuatro horas. Al abrir los ojos, una sonrisa se dibujó en sus labios, por fin se siente mejor y todo es gracias a Christian y su insistencia por permanecer a su lado.Sabiendo que le espera un increíble día en el trabajo, saltó de la cama llena de energías y corrió al baño para vaciar la vejiga y asearse por ahí mismo. Mirándose al espejo mientras cepilla sus dientes, quedó seria por un instante.Los recuerdos de Marcos abrazándola por la espalda y besándole el cuello la obligó a cerrar los ojos con fuerza, pero eso solo empeoró su estado. Él lamiéndole la pasta que se desbordaba por la esquina de sus labios, sentándola en el lavado para ser él quien la cepillara y después terminando, haciéndole el amor como un loco.Su cuerpo se estremeció por completo y la tristeza la invadió. ¿Acaso no lo superaría nunca? Había pasado un mes desde que se marchó dejándola atrás, un mes en e
Marcos resopló, las constantes juntas lo agobiaban demasiado, pero es el nuevo fenómeno de la empresarial y debía aprovechar todas las oportunidades que trabajar junto a Jorge Miller le estaba dando. Todos los grandes de la industria deseaban trabajar con él y proyectos comprometedores estaban en la fila de su extensa lista de éxitos rotundos.A pesar de estar tan ocupado, siempre había momentos en los que Faitth no salía de su cabeza. Gracias a sus sobrinos puede tener fotos y videos de ella, esas cosas le refrescan el alma y adormecen el dolor de su corazón.La llegada a New York había sido bastante tranquila, su viejo hogar no había cambiado tanto y se acostumbró rápidamente al entorno bullicioso y las calles repletas de personas ocupadas como él. Extrañaba Inglaterra, de verdad que extrañaba cada cosa, pero decir que lo estaba pasando mal sería mentir.―Señor. ―Minni, quien viajó con él entró al despacho con una sonrisa en los labios. ―Han llegado los documentos que estaba esperan
Faitth estaba frustrada por todo lo que estaba pasando a su alrededor, por alguna razón su padre se enteró de todo lo que estaba pasando entre ella y Marcos y no tuvo peor momento para visitarla que justo cuando ella recibió esa llamada.Habían pasado dos días desde que recibió la llamada del hospital donde tenían a Marcos y ella no había podido viajar porque su padre estaba siendo difícil y quería que ella lo pensara muy bien antes de estar ahí para el hombre que la abandonó dos veces. ―Christian es mejor hombre que él. ―Alastahir miró a su hija enojado. ―¿Por qué no lo dejas resolver su problema solo? ¡Ya no te corresponde correr detrás de él! ¡Te dejó, hija! ―Faitth miró a su padre con frustración.―¿Por qué tienes que ser tan difícil? ―Preguntó ya cansada. ―¿Cuándo vas a entender que Christian no significa nada para mí y que no estaré con él ni aunque Marcos se muera? ―Suspiró agotada. ―Papá, que me retengas aquí solo empeorará todo, ¡Necesito ir con Marcos! ―Sollozó.―Quizás Chr
No era la primera vez que Marcos se veían entre la vida y la muerte, es como si él constantemente dejara de luchar y tomara el camino fácil.―¡Hay ritmo! ―Dijo una enfermera aliviada. ―Lo logramos. ―Todos lo miraron agitados. ―Es fuerte. ―Susurró sonriendo.―Debe ser difícil para él que nadie venga a darle fuerzas. ―Las miradas de lástima recayeron sobre Marcos.―Hay que estar atentos. ―La doctora miró a su equipo. ―No está fuera de peligro. ―Todos asintieron y salieron de la habitación de Marcos para seguir con el trabajo.Faitth no miró atrás ni le avisó a nadie de su viaje, ella corrió al aeropuerto y tomó el vuelo que Logan le preparó en su jet privado. Estaba desesperada, preocupada y asustada.¿Qué pasaba si llegaba tarde? ¿Cómo podría ella perdonarse lo que le pasó a Marcos? ¿Por qué tontamente dejó que Christian volviera a su vida? ¿Cuál será el estado de Marcos? Deseó hacer una llamada antes del vuelo, pero decidió no hacerla. Si él está grave ella simplemente se derrumbaría
El llanto es imparable, caen en cascada sobre sus mejillas. Faitth fue consolada por su madre y mejor amigas, ambas insistieron en que no podía estar llorando de esa manera, pero Faitth es incapaz de escucharlas. ―Ten, toma un poco de agua. ―Misury le tendió un vaso. ―Debes calmarte, trata de respirar por favor. Mira como estás. ―Faitth estaba tan roja como su cabello. ―Verdaderamente, esta niña está inconsolable. ―Suspiró Elina. ―Las hormonas te están dando duro. ―Faitth empezó a llorar con más fuerza. ―Yo no sé porque lloro. ―Sollozó sorbiéndose los mocos. ―Estoy feliz porque me voy a casar con ese animal que no ha esperado a recuperarse por completo. ―Hizo un puchero. ―Debe usar muletas, mi pobrecito hombre debe usar muletas. ―Freya sonrió, su hija es una llorona. ―Cariño, eso les hará daño a los bebés. ―Le acarició el pelo. ―¿Quieres que llame a Marcos? ―Faitth negó. ―No quiero que me vea llorando, estoy fea y gorda. ―Isla suspiró. ―Te voy a reprochar por arruinar el maquilla
Isla Avery corrió al interior del piso en cuanto el ascensor abrió, ella miró a su alrededor, rogando que no fuera cierto nada. Su corazón palpita desbocado en su pecho, su estómago está contraído y las ganas de vomitar un poco más y la dominan. Ella miró las escaleras, esas que dan al área de habitaciones, puso un pie en el primer escalón y lo que sintió no pudo explicarlo, es como si todo eso por lo que luchó se había acabado aun sin ver nada. Ella impulsada por el sentimiento de negación, corrió escaleras arriba. Se negó, ella no aceptó nada de lo que presiente, pero mientras más se acerca a la habitación con puerta entreabierta las cosas son más innegables. Estaba siendo patético de su parte negar lo evidente, los ruidos repugnantes que de ahí salen, esos gemidos y gruñidos descarados acabaron con ella y su dolorido corazón. Quiso darse media vuelta y marcharse para no seguir, pero tiene que verlo, ella debe ver esa escena que posiblemente la desgarrará de mera irreparable y lo