―¡Necesito una explicación ya mismo! ―Isla se sobresaltó por el grito de su padre y su corazón se destrozó un poco más, en sus veintitrés años, jamás había visto esa mirada de vergüenza en la cara de su padre y la de indignación en la cara de su madre.
―Ella miente. ―Quiso defenderse. ―Yo la encontré con Xavier en su piso, ¡Ellos son lo que están mal! ―Isla… ―Denise la miró con tristeza. ―¿Por qué dices esas cosas cuando lo único que hemos hecho Xavier y yo es apoyarte por estos tres meses? ―Sacando su móvil se lo mostró a sus tíos. ―Esto me llegó justo aquel día donde Xavier la encontró siéndole infiel. ―¡Quita eso de mi vista! ―Gritó Félix colérico. ―Nunca pensé que serías una decepción para esta familia. ―Isla negó una y otra vez. ―¿Por qué no eres agradecida como Denise? ¿No te bastó humillarnos al cancelar tu compromiso con un buen muchacho como Xavier? ―Mamá. ―Isla la miró perpleja, tomándose la mejilla adolorida. ―Aaahhh. ―Se quejó nuevamente, otra bofetada impactó su otra mejilla. ―Eres una deshonra para esta familia. ―La miró a los ojos con decepción. ―No eres más que una put4 la cual no sabe qué hacer con su vida. ―Negó mirándola con asco. ―Tú mereces casarte con ese hombre, es justo que hagas algo más que humillarnos a todos. ―Todo lo que te dejó mi padre, será ahora de Denise. ―Félix la miró a los ojos con decepción. ―No mereces nada de lo que te dejó mi padre, desde ahora serás responsabilidad de tu futuro esposo… ―Papá. ―¡No eres más que una golfa! ―Por primera vez Isla recibió un golpe de su padre, su mejilla no dolió tanto como su corazón. Ella lloró al ver como sus padres le creyeron a su prima sin más. ―Por favor, señor Avery. ―Xavier se colocó a su lado. ―No la maltrate más, yo sigo amándola y me duele que la traten así. ―Al sentirse envuelta por esos asquerosos brazos Isla perdió por completo el control. Ella atacó a Xavier quien se dejó golpear para dejarla más mal vista por sus padres, Isla no dejó de gritarle y agredirlo, pero no fue suficiente, ella quería sacarle los ojos a Denise y fue a por ella, pero sus padres se interpusieron para evitarla. ―Quiero que salgas de aquí y no vuelvas hasta que no estés lista para disculparte con tu prima. ―Regina despreció a su propia hija. ―¡Lárgate! ―Isla temblando por la rabia y el dolor de ser repudiada por sus propios padres salió de su casa y montó a su coche, solo hay una persona que puede ayudarla a aclarar las cosas. Adriana rodó los ojos al escuchar el auto aparcar, Denise ya la había llamado y afortunadamente todo salió inesperadamente bien, por lo que no tenía que fingir más ser su amiga. Ella abrió la puerta incluso antes de que Isla la tocara. Su gesto de aburrimiento pasó desapercibido, pues Isla estaba demasiado ocupada llorando como para notarlo. ―Tú estabas conmigo. ―Sollozó mirando. ―Por favor, ayúdame a explicarle a mis padres que ese hombre se aprovechó de mi estado, por favor, ayúdame a aclarar las cosas… ―No lo haré. ―Isla la miró confundida. ―Fui yo quien te llevó a esa habitación para que Denise pudiera tener pruebas. ―Se encogió de hombros. ―Solo te quería quitar del camino para reclamar la herencia que tu abuelo te dejó solo a ti y mira, inesperadamente lo logró. ―Río. ―Bendito sea tu inválido futuro esposo, ya no tengo que fingir ser la amiga de una patética como tú. ―Isla no reaccionó ni siquiera porque la estaba arrastrando fuera. ―No quiero verte más nunca, yo sí me atrevo a subir las fotos y videos a las redes y créeme, yo tengo videos con tu cul0 al aire y ese enorme hombre arremetiendo contra ti mientras tú chillabas como una golfa. ―Isla cayó de rodillas al verse con la puerta cerrada. ¿Todo eso para quitarle la herencia que se ganó a pulso? ¿Todos los que la rodean son solo gente falsa que deseaba verla mal? ¿Cómo hará ella ahora para que sus padres no se sientan avergonzados de ella? Destrozada, sola y humillada subió a su auto y condujo de vuelta a su casa, ella ya no sentía nada, el dolor era tan intenso que todo en ella se quebró. ―Lo acepto. ―Dijo una vez sus padres estuvieron frente a ella. ―Me casaré con ese hombre. ―Los miró en derrota, ella prefería mil veces sufrir a manos de un desconocido que, de su propia familia, es algo con lo que no puede. ―Redimiré mis malos actos casándome y ayudándolos a salvar la empresa. ―Caminó a las escaleras. ―recogeré mis cosas. ―La boda será en dos días. ―Regina la miró. ―Te daré mi vestido de boda, debes medírtelo para ajustarlo. ―Denise que no quería que su tía sintiera compasión negó. ―Tía, ella ya no es pura. ―La miró. ―No sé quiénes puedan saber esto. ―Mordió sus labios y miró a su prima. ―Sería humillante para mi prima vestir de blanco cuando no es pura. ―Se acercó a Isla sin tocarla. ―Un rosa pastel sería perfecto para ti. ―Le sonrió. ―Así nadie se burlará de ti. ―Isla deseó arrancarle los labios para borrar esa estúpida sonrisa de triunfo, pero solo suspiró y subió las escaleras, ella está agotada emocional y mentalmente. ―Me comunicaré con Morrison para darle la noticia. ―Félix se fue a su despacho para hacer la llamada. Logan escuchó el teléfono sonar, pero estaba teniendo uno de esos días en el que el dolor en sus rodillas era insoportable. Sus gritos sobresaltaron a todos, él se había encerrado en su despacho y no permitió que nadie lo ayudara, odiaba que lo vieran tan vulnerable. ―Señor. ―Marcos entró sin importarle nada. ―Por favor, tome el medicamento. ―Logan se lo tomó sin chistar. ―Bueno. ―Tomó la llamada ahora que su jefe hacía lo imposible por aguantar el dolor. ―Soy Félix Avery, dígale al señor Morrison que lo esperamos en dos días, yo pagaré la ceremonia. ―Marcos miró a su jefe una vez la llamada fue cerrada. ―El señor Avery aceptó su propuesta, él pagará por la ceremonia. ―A Logan poco le importaba eso, lo único que deseaba era mandarlos a todos a la m****a y que el dolor se fuera de una m*****a vez. ―Lárgate, déjame solo. ―Ordenó en un grito. ―¡Vete! ―Le aventó una resma de hojas a su asistente. Marcos solo asintió. ―¡Todos son unos estúpidos incompetentes!Logan cerró los ojos con fuerza al escuchar de su asistente que sus padres estaban ahí en la mansión y que no se irían directamente a la casa de los Avery, ¿Por qué su madre se lo complicaba todo? Resoplando, condujo la silla de ruedas hasta la entrada para recibirlos. ―Por lo menos tuviste la decencia de recibirnos. ―Elina, la madre de Logan, una mujer de pelo negro, ojos azules y gélidos, elegante hasta cuando está enojada, miró a su hijo. ―¡Una boda de ese carácter! ―Rechistó. ―¿Cómo es posible que mi hijo, el heredero del imperio Morrison se esté casando de esa manera y con una mujer a la que ni siquiera conozco?―Madre…―Para eso te hubieras casado con Constantine y…―¡Que sea la primera y última vez que menciones el nombre de esa mujer en mi casa! ―La cortó al instante. ―Reniega todo lo quieras sobre como estoy haciendo las cosas, pero no vuelvas a soltar algo como eso. ―Basta ya. ―Carter, el padre de Logan paró la discusión. ―Deberías ya estar listo, ¿Por qué andas en esas fa
―¿Señor? ―La sirvienta interrumpió justo cuando Isla estaba dispuesta a decirle que ese hombre era él.Resignada solo bajó la mirada ante la atenta atención del hombre. Logan la miró unos segundos sin responder al llamado de la puerta y el silencio de Isla lo tomó como una clara señal de que él tenía razón y ella solo deseaba mentirle a la cara con descaro.―¿Qué quieres? ―Respondió con grosería al escuchar nuevamente los toques en la puerta. ―¿No puedes dejar de fastidiarme de una buena vez? ¡Son unos inoportunos inútiles! ―Isla apretó sus manos, nunca en la vida le habría dado la oportunidad a un hombre tan grosero como él.―S-señor. ―La mujer tartamudeó como siempre. ―Su madre está abajo y pide verlo de inmediato. ―Logan maldij0 en voz alta, no quería lidiar con su madre y menos cuando estaba listo para follarse a la rubia que se había convertido en su mujer.―Llévala a mi despacho, bajaré enseguida. ―La mujer corrió para hacer lo que su jefe le había ordenado.―¿Quiere que lo ayud
Nunca había conocido a un hombre tan malo como lo era Logan Morrison. Él no es solo un altanero que aparenta ser implacable, imponente y poderoso, realmente lo es y él lo sabe muy bien por lo que hace las cosas sin remordimiento alguno. Treinta y tres años, esa es la edad de ese hombre el cual parece un viejo desahuciado de setenta años. No le gusta la música, el ruido, las risas y en general las personas felices, parece ser alérgico a todo lo que tenga que ver con felicidad. Es un verdadero demonio y todos los que están en su mansión son solo esclavos que firmaron un contrato donde le entregan su alma, vida y luz. Isla es la excepción, ella no está atrapada con Logan, él lo está con ella y se lo demuestra siempre que puede. ¿Puede un hombre de treinta y tres años morir de un infarto? Es la pregunta que se hace cada vez que Logan grita, m4ldice y la trata como lo peor del mundo. Le duele su trato, por supuesto que sí, pero solo ver lo infeliz que es y lo mal que se pone por la ira l
Logan la miró perplejo al escuchar sus palabras, claramente no le interesa el cómo ella se siente respecto a su vida y a como la trata, pero el saber que ella es la dueña de esos ojos claros que sueña siempre que puede lo aturdió.―¿Qué dices? ―Preguntó con voz gruesa, siempre pensó que nada de lo que pasó esa noche donde ni siquiera podía mantenerse en pie era cierto. Él lo sintió como algo único y dudó de su veracidad, él tenía el corazón roto, ¿Por qué se sentiría así con una mujer? Pensó que era un simple sueño. ―Yo no había estado con nadie nunca. ―Lo miró con lágrimas en los ojos ―Ese día encontré a mi novio liado con mi prima y mi supuesta mejor amiga me emborrachó y me metió a esa habitación con usted. ―Sollozó ―Yo quería resistirme a usted, me negué, pero pronto cedí por el alcohol y por el dolor de la traición. ―Logan se sintió terrible, él puede ser lo que sea, pero jamás tomaría a una mujer a la fuerza, fue por eso que la primera noche de casados él rápidamente se arrepi
Isla corrió con rapidez al escuchar los gritos, ella abrió la puerta con fuerza y se adentró a la habitación de su esposo. Verlo rojo por el dolor la alarmó.Rápidamente, tomó las píldoras, un vaso de agua y se lo tendió para que se tomara el medicamento. Ella había tardado una media hora y ahora está demasiado asustada, no debió tardar tanto en ducharse.Logan se tomó el medicamento y tiró el vaso en el piso, estaba furioso por aquel dolor que lo reduce a niveles patéticos, él siempre se siente vulnerable cuando no puede controlar lo que le pasa. Isla intentó ponerle ungüento en las rodillas, pero Logan la empujó con fuerza.―¡No me toques! ―Gritó enfurecido ―Debías estar aquí hace media hora y no viniste ―Isla sabía que cometió un error, pero la manera en la que le grita la lástima. ―Eres una inservible, ¡Nunca puedes hacer nada! ―Sin importar los gritos y los empujones, ella masajeó sus rodillas y evitó mirarlo, de hacerlo sus lágrimas saltarán de sus ojos.―Ya basta, Logan, déjame
Isla alzó la mirada para ver al guapo hombre de cabello rubio, ojos verdes y alto como un rascacielos. Ella saltó de las piernas de Logan y abrazó al recién llegado con efusividad, misma que enojó a Logan.―¡Elkin Alves! ―Chilló volviendo a abrazarlo. ―Por el amor de Dios, hacía tanto no te veía. ―No borró su sonrisa, ella realmente estaba muy feliz por la presencia del hombre. ―Creí que estabas en América, ¿Cuándo llegaste? ―Elkin, el excompañero de universidad de Isla y el mismo que alguna vez la cortejó, sonrió.―Hace una semana, quería llamarte, pero no tenía tu número. ―Tomándola de las mejillas volvió a besarle la frente.―Vuelves a tocar a mi esposa y quedarás sin manos. ―Elkin miró al hombre en la silla de ruedas con desconcierto, estaba tan centrado en Isla que ignoró el hecho de haberla encontrado en sus piernas.―Lo siento. ―Se disculpó sonriendo con un poco de vergüenza. ―Es solo que Xavier…―Ya no estoy con él. ―Isla se puso seria al ver el gesto de Logan. ―Estoy felizme
Logan acarició el cuerpo desnudo de su esposa y besó su piel, ya no duermen separados, la habitación principal y la cual le correspondía a él pasó a ser la habitación matrimonial. Isla al sentir esas caricias y los pequeños besos acompañados de mordidas sonrió sin moverse.―Llegaste muy tarde a noche ―Aquel gruñido proveniente de esa voz ronca la obligó a abrir los ojos divertida. ―Deberías quedarte en casa y ocuparte de mí. ―Isla se giró y se abrazó a él, lo miró a los ojos y sonrió.―Es mi trabajo y no puedes quejarte, demonio sin cachos. ―Besó nuevamente sus labios. ―Siempre que puedo me ocupo de ti, no te he descuidado en nada y eso debes aceptarlo.―No te ocupas de mí lo suficiente. ―Vociferó enojado, él quiere toda su atención, no que se esté dividiendo entre trabajo y él. ―No es necesario que trabajes, lo sabes.―Quiero ganar mi propio dinero, Logan. ―Se sentó en la cama. ―Ya suficiente con lo que haces para ayudar a mis padres. ―Logan se sentó también. ―Te toca cita, deberíamo
Logan miró a su esposa en brazos de otro hombre y que le limpiara las lágrimas con tanta delicadeza lo terminó de enfurecer. Él había ido ahí con flores y chocolates para disculparse, se aventuró a soportar las miradas porque está en una silla de ruedas solo por ella y ahora la encuentra en brazos de su jefe.―No me toques ―Logan se echó a andar al verlos salir de la barra para dirigirse a un lugar que no le está gustando.No le interesó las personas quejándose porque los atropella o las miradas de las personas perplejas por verlo en un lugar como ese en silla de ruedas. Él no comprende por qué su corazón late tan furioso y su estómago está a punto de darle un vuelco tan fuerte que lo hará vomitar.―Lo siento. ―Isla sollozó. ―No debería haber roto en llanto frente a los clientes, lo siento mucho. ―Estremeció por un nuevo sollozo. ―Juro que no volverá a pasar, por favor, disculpable. ―Elkin la miró con tristeza, ¿Por qué se disculpa tanto con él?―Oye. ―Tomándola del mentón con delicad