— Srta. Helen, por favor hable bajo y cierre la puerta, se lo suplico— le pidió Eva muy avergonzada, soltando el aire que tenía contenido, más relajada, porque fuera Helen y no otra persona la que hubiese venido.No es que confiara ciegamente en la heredera de los Carter, pero Helen la había salvado y la había tratado bien.Eva quería creer que había algo de bondad genuina en el mundo.Helen cerró rápidamente la puerta al darse cuenta de que su exclamación podría poner en riesgo a Eva y a ¿Henry?Que también estaba tirado en el suelo sin moverse. ¿Qué había sucedido aquí?— Eva, cómo puedes estar en estas malas condiciones, tienes las rodillas desgarradas totalmente, ¡son unos animales!, ¿cómo pueden maltratarte de esta forma? – Helen estaba insultada al ayudar a Eva a levantarse y ver su mala condición.— No se preocupe, por favor, ayúdeme a levantar a Henry, discúlpeme que la moleste, es que no creo que pueda hacerlo sola— agregó Eva y se preguntó si se estaba pasando un poco de la
— Eva no tienes que hacer esto, no te arrodilles, por favor, no se lo voy a decir a nadie— le aseguró levantándola del suelo.Le partía el alma ver sus rodillas sangrantes y en carne viva, contra el suelo duro y su cara de evidente agonía.Cualquiera se lo pensaría dos veces antes de guardar un secreto tan peligroso, o se cuestionaría lo que Eva le estaba diciendo, todo parecía tan irreal, pero Helen le creía totalmente.Algo dentro de ella le hacía creerle y hacer hasta lo imposible por ayudarla, aunque no sabía muy bien cómo.— Eva, ¿cómo puedo ayudarlos?, yo, no sé qué puedo hacer por ti - confesó preocupada porque ella ni siquiera se podía ayudar a sí misma.Eva tampoco sabía, le había contado todo a Helen porque Henry estuvo de acuerdo y tenía un impulso en su corazón de confiar en ella.Miró hacia Henry, que nunca había apartado sus ojos de Eva, como preguntándole “¿qué planes tenemos Henry?, no tengo ni idea de qué hacer para salir de esta prisión”.— Dame…unos…días…— logró art
Eva estaba constantemente en un dilema con Henry.La verdad es que era más fácil cuando estaba fuera de sus cabales, pero por supuesto, eso no quería decir que lo prefería loco.Todas las cosas que hacían de manera normal, ahora se convertían en un problema, por lo menos para ella.Para Henry, era natural tocarse y dormir juntos entre esposos.Porque eso, era lo que significaba Eva para él, su esposa, la única que tendría en la vida.Podía darse cuenta de que esos no eran los planes de Eva, ella no se quiso ni siquiera casar con él por su propia voluntad y era lógico.¿Quién se quería casar con un loco, sucio, paralítico y descuidado? Más que una esposa, ella era su criada.Eva no estaba enamorada de él, pero él lucharía por ser el mismo hombre de antes y conquistarla, nunca la dejaría ir.Ella era su esposa y le demostraría todos los sentimientos de amor que guardaba en su corazón, él se había enamorado de Eva, no era agradecimiento, estaba seguro de eso, era amor, como nunca antes l
Entró y sus nudillos estaban blancos de agarrar fuertemente la bandeja de comida con tensión.Miró con disimulo hacia Henry y estaba con el pelo delante de la cara y los ojos medios cerrados, como si estuviese dormitando e ido como siempre.— ¿Qué haces parada ahí como estúpida? – le dijo de repente Grace, sacándola de sus caóticos pensamientos.— Disculpe Sra. solo estaba esperando para no estorbarla— murmuró Eva bajando la cabeza de manera sumisa.— No creas que no sé, de todo el show que protagonizaste ayer en la piscina— le dijo con saña cuando pasó a su lado— Si algo de eso llega a los oídos de mi esposo y mi hija se ve perjudicada, créeme que lo que te hizo ayer es un juego de niños con lo que te haré yo.— Ya estoy harta de que, por tu culpa, mis hijos siempre sean regañados. Te traje para que le sirvieras de criada a mi sobrino, pero el día en que te conviertas en un estorbo, sé de algunos lugares, donde tipos asquerosos pagan dinero por chicas repulsivas como tú.Y con esa a
Helen de verdad esperaba que George, no la decepcionara una vez más, solo que ni siquiera tuvo que darle la carta para sentirse herida y despreciada, nuevamente.*****George escuchaba asqueado a su prometida, la futura duquesa.Esta mujer tenía un nido de pájaros vacío en la cabeza.La verdad es cada vez le costaba más trabajo soportar y mantener esta farsa, cuando todo su cuerpo y su corazón, se estaban muriendo de anhelo por una sola persona.De tantas mujeres que había en el mundo, él se tuvo que enamorar justamente de su hermana adoptiva.No llevaban la misma sangre, pero de manera legal y ante la sociedad, ellos eran hermanos.De repente, Catherine se le acercó a su cuerpo, ya que ella se encontraba sentada a su lado en el sofá.— George, ¿por qué eres tan frío conmigo? – le preguntó coqueta, demasiado cerca para el gusto del heredero de los Carter, que intentó retirarse un poco, pero el sofá ya había llegado a su fin.— Señorita Catherine, compórtese por favor o me veré en la o
— Sabes muy bien que todo es un compromiso hecho por el patriarca, yo no la amo, siempre mi corazón… mi corazón te ha pertenecido a …¡PAF!Sonó de repente una bofetada y George se asombró, llevándose la mano a la cara, sin dejar de mirar a la pequeña mujer enfurecida delante de él.— ¡No te atrevas a decirlo, no lo digas maldit0 cobarde, porque no soporto tanta hipocresía! - le gritó Helen después de golpearlo— ¿Crees que tus mentiras me van a seguir convenciendo, a la pobre e inocente huérfana? ¿Qué pretendes George, tener una esposa y a una amante que también te caliente la cama?— ¡Claro que no, nunca te trataría de esa manera! – respondió indignado porque ella lo creyera esa clase de hombre vil— Tú eres la única para mí, la única que yo …Susurró, pero pasos de tacones por el pasillo detuvieron su confesión.Por supuesto, su prometida se había cansado de esperarlo y venía a buscarlo.— Ve con tu prometida, querido hermano, lleva a la familia a la gloria y sé feliz, tranquilo, q
— Helen, ¿cómo te sientes? - se acercó y preguntó queriendo tomar su mano, pero de repente, Helen apartó la suya del agarre del hombre.— Yo tenía una carta escondida en mi vestido, ¿dónde quedó? Es muy importante para mí— preguntó a George mirándolo con urgencia.— No te preocupes, el personal médico la encontró en tu ropa cuando te traje y me la dio, aquí la tengo, no la he abierto, aunque afuera lleva mi nombre.George quiso obviar la punzada de dolor por su rechazo y le pasó el sobre, que también lo intrigaba mucho.— No me lo des, léelo, por favor, es muy importante y después, necesito saber tu respuesta— ella le pidió con una seriedad extrema.George, para no llevarle la contraria, se sentó a leer en el sillón al lado de la cama.A medida que avanzaba la lectura, Helen veía cómo la cara de George iba cambiado a un asombro extremo, que hasta él, que tenía la cara siempre paralizada, sin expresión, no pudo disimular.Y no era para menos, el mismo Henry Edwards era el que escribía
Ellos habían recogido a Helen en la orilla del río, en un viaje a una de sus villas vacacionales, herida y con un golpe en la cabeza más grave que este, que le hizo perder todos sus recuerdos pasados.Era solo una joven, se veía tan desnutrida, que parecía una niña más pequeña y su madre, se encaprichó con ella, así que se la quedaron como si fuera solo una hermosa muñeca.Su madre había perdido a su propia hija biológica, la hermana pequeña de George, y desde entonces, estaba muy mal de la cabeza.Solo durante el primer año, la presencia de Helen y el que la sustituyera por la imagen de su hija, la hicieron integrarse más a la familia.Su madre nunca lo quiso, pero ya George estaba acostumbrado a su desprecio.Creció solamente bajo el estricto y frío régimen de su padre.Después de ese año, todo volvió a ser un caos. Su madre recayó y nunca más había salido de su locura, ni de su habitación.Helen ya era su hermana ante la sociedad e incluso, muchos nuevos amigos de la familia, ni si