Eva estaba constantemente en un dilema con Henry.La verdad es que era más fácil cuando estaba fuera de sus cabales, pero por supuesto, eso no quería decir que lo prefería loco.Todas las cosas que hacían de manera normal, ahora se convertían en un problema, por lo menos para ella.Para Henry, era natural tocarse y dormir juntos entre esposos.Porque eso, era lo que significaba Eva para él, su esposa, la única que tendría en la vida.Podía darse cuenta de que esos no eran los planes de Eva, ella no se quiso ni siquiera casar con él por su propia voluntad y era lógico.¿Quién se quería casar con un loco, sucio, paralítico y descuidado? Más que una esposa, ella era su criada.Eva no estaba enamorada de él, pero él lucharía por ser el mismo hombre de antes y conquistarla, nunca la dejaría ir.Ella era su esposa y le demostraría todos los sentimientos de amor que guardaba en su corazón, él se había enamorado de Eva, no era agradecimiento, estaba seguro de eso, era amor, como nunca antes l
Entró y sus nudillos estaban blancos de agarrar fuertemente la bandeja de comida con tensión.Miró con disimulo hacia Henry y estaba con el pelo delante de la cara y los ojos medios cerrados, como si estuviese dormitando e ido como siempre.— ¿Qué haces parada ahí como estúpida? – le dijo de repente Grace, sacándola de sus caóticos pensamientos.— Disculpe Sra. solo estaba esperando para no estorbarla— murmuró Eva bajando la cabeza de manera sumisa.— No creas que no sé, de todo el show que protagonizaste ayer en la piscina— le dijo con saña cuando pasó a su lado— Si algo de eso llega a los oídos de mi esposo y mi hija se ve perjudicada, créeme que lo que te hizo ayer es un juego de niños con lo que te haré yo.— Ya estoy harta de que, por tu culpa, mis hijos siempre sean regañados. Te traje para que le sirvieras de criada a mi sobrino, pero el día en que te conviertas en un estorbo, sé de algunos lugares, donde tipos asquerosos pagan dinero por chicas repulsivas como tú.Y con esa a
Helen de verdad esperaba que George, no la decepcionara una vez más, solo que ni siquiera tuvo que darle la carta para sentirse herida y despreciada, nuevamente.*****George escuchaba asqueado a su prometida, la futura duquesa.Esta mujer tenía un nido de pájaros vacío en la cabeza.La verdad es cada vez le costaba más trabajo soportar y mantener esta farsa, cuando todo su cuerpo y su corazón, se estaban muriendo de anhelo por una sola persona.De tantas mujeres que había en el mundo, él se tuvo que enamorar justamente de su hermana adoptiva.No llevaban la misma sangre, pero de manera legal y ante la sociedad, ellos eran hermanos.De repente, Catherine se le acercó a su cuerpo, ya que ella se encontraba sentada a su lado en el sofá.— George, ¿por qué eres tan frío conmigo? – le preguntó coqueta, demasiado cerca para el gusto del heredero de los Carter, que intentó retirarse un poco, pero el sofá ya había llegado a su fin.— Señorita Catherine, compórtese por favor o me veré en la o
— Sabes muy bien que todo es un compromiso hecho por el patriarca, yo no la amo, siempre mi corazón… mi corazón te ha pertenecido a …¡PAF!Sonó de repente una bofetada y George se asombró, llevándose la mano a la cara, sin dejar de mirar a la pequeña mujer enfurecida delante de él.— ¡No te atrevas a decirlo, no lo digas maldit0 cobarde, porque no soporto tanta hipocresía! - le gritó Helen después de golpearlo— ¿Crees que tus mentiras me van a seguir convenciendo, a la pobre e inocente huérfana? ¿Qué pretendes George, tener una esposa y a una amante que también te caliente la cama?— ¡Claro que no, nunca te trataría de esa manera! – respondió indignado porque ella lo creyera esa clase de hombre vil— Tú eres la única para mí, la única que yo …Susurró, pero pasos de tacones por el pasillo detuvieron su confesión.Por supuesto, su prometida se había cansado de esperarlo y venía a buscarlo.— Ve con tu prometida, querido hermano, lleva a la familia a la gloria y sé feliz, tranquilo, q
— Helen, ¿cómo te sientes? - se acercó y preguntó queriendo tomar su mano, pero de repente, Helen apartó la suya del agarre del hombre.— Yo tenía una carta escondida en mi vestido, ¿dónde quedó? Es muy importante para mí— preguntó a George mirándolo con urgencia.— No te preocupes, el personal médico la encontró en tu ropa cuando te traje y me la dio, aquí la tengo, no la he abierto, aunque afuera lleva mi nombre.George quiso obviar la punzada de dolor por su rechazo y le pasó el sobre, que también lo intrigaba mucho.— No me lo des, léelo, por favor, es muy importante y después, necesito saber tu respuesta— ella le pidió con una seriedad extrema.George, para no llevarle la contraria, se sentó a leer en el sillón al lado de la cama.A medida que avanzaba la lectura, Helen veía cómo la cara de George iba cambiado a un asombro extremo, que hasta él, que tenía la cara siempre paralizada, sin expresión, no pudo disimular.Y no era para menos, el mismo Henry Edwards era el que escribía
Ellos habían recogido a Helen en la orilla del río, en un viaje a una de sus villas vacacionales, herida y con un golpe en la cabeza más grave que este, que le hizo perder todos sus recuerdos pasados.Era solo una joven, se veía tan desnutrida, que parecía una niña más pequeña y su madre, se encaprichó con ella, así que se la quedaron como si fuera solo una hermosa muñeca.Su madre había perdido a su propia hija biológica, la hermana pequeña de George, y desde entonces, estaba muy mal de la cabeza.Solo durante el primer año, la presencia de Helen y el que la sustituyera por la imagen de su hija, la hicieron integrarse más a la familia.Su madre nunca lo quiso, pero ya George estaba acostumbrado a su desprecio.Creció solamente bajo el estricto y frío régimen de su padre.Después de ese año, todo volvió a ser un caos. Su madre recayó y nunca más había salido de su locura, ni de su habitación.Helen ya era su hermana ante la sociedad e incluso, muchos nuevos amigos de la familia, ni si
Como había imaginado, ese guardaespaldas había sido comprado por George y trabajaría para ellos en el escape.Todos los detalles estaban bien maquinados, pero había un punto que no convencía a Henry.Durante un trayecto de la fuga, él y Eva se tendrían que separar y ella se expondría a un gran peligro.Henry se pellizcó el puente de la nariz con cansancio.No se le ocurría nada mejor que toda esta locura que le proponía George, de hecho había ideado algo similar y más loco aún.— ¿Henry, te sientes mal? – la voz preocupada de Eva le llegó, trayéndole esa paz que siempre le daba a su alma torturada.Henry dejó caer la hoja al suelo, como si los dedos le pesaran toneladas, y su mano cayó con fuerza sobre el reposabrazos.— ¡Henry, no te esfuerces! - Eva enseguida se acercó a agarrar la carta del suelo.— Si te duelen los brazos, puedo leértela, yo… yo no leo muy bien, pero… ¡Henry!Henry la haló de repente por la cintura, tomándola desprevenida y la sentó en su regazo.Era la única mane
Pocos días después…— Bien, me alegra darme cuenta de que has entrado en razón y te has estado comportando – Grace se giró para mirar a Eva de manera desdeñosa como siempre.Se limpiaba las manos con unas servilletas de papel, porque darle el medicamento a Henry, le daba un asco terrible.Cada vez se le hacía más pesada esta tarea, no solo porque Henry, se iba pareciendo más a su padre con cada año que pasaba, sino porque, últimamente, una sensación espeluznante hacía que todos los pelos de su cuerpo se pusieran de pie, cuando estaba cerca de él.— Hoy hay un banquete en la mansión, creo que ya llevas el tiempo suficiente aquí, para saber qué debes hacer y que no – caminó taconeando hasta estar a su altura.— Por cierto, mi hijo ya está recuperado de la última desgracia que le sucedió por tu causa – bajó la voz, en un tono amenazante, para que solo Eva pudiese escucharla.— Espero que, si Robert vuelve a interesarse de alguna manera en ti, sepas tomar esta vez la decisión correcta, qu