–Ya era hora de que llegarás –
Una voz rígida y poco amistosa estuvo a punto de sobresaltarlo. De no haber conocido bien a aquella persona hubiera jurado que era un tipo con poca educación, sin embargo, ya sabía que Lían Dunhee, el hijo mayor de Liam, su jefe, era así de parco.
–Buenas noches Lían.
–Escucha, Liam aún no ha llegado –Drew se asombró, era bastante raro no ver al mayor de los Dunhee tan puntual como siempre–
–¿Se encuentra bien?
–Se le subió un poco la presión, pero ya han logrado controlarlo, tuvo que ser atendido por enfermeras –Drew sintió mayor alivio, debía admitir que le había tomado bastante cariño a aquel generoso hombre– Está en camino…
–Eso es más tranquilizante ¿Qué ha pasado con los Bernen? ¿Siguen interesados en la construcción del nuevo complejo deportivo en su hotel?
–Aún no llegan –otro punto de alivio, habían estado persiguiendo aquel contrato desde hace meses. Aunque la actitud de su acompañante fuera tan inexpresiva como siempre–
–Entonces no hay nada de qué preocuparse…
–Si lo hay –Lían se cruzó de brazos pensativo, no parecía tan calmado como siempre– Liam me ha obligado a traer a Emily y yo no confió en ella.
–¿Qué? –Drew parecía no entender– ¿No confías en tu hermana? ¿Es peligrosa acaso?
–No es eso. Simplemente dudo que pueda manejar un comportamiento adecuado en una reunión como esta, es un momento muy importante y cualquier cosa puede arruinarlo, incluyendo ella –Lían era siempre tan cuidadoso, perfeccionista y obsesivo con todo–
–¿Qué harás con ella entonces?
–Necesito que te hagas cargo, puede que los Berner lleguen antes que Liam y deba hablar con ellos hasta que él se aparezca.
–¿Hacerme cargo de tu hermana? ¿Cómo? Apenas la he visto una vez.
–¿Qué sé yo? Ve con ella y háblale de cualquier cosa, llevatela a pasear por los jardines, tírala de un segundo piso ¡No sé! Solo desaparécela mientras estamos en un momento tan crucial con los Berner ¿Entendido?
Drew jamás había sido niñera de nadie y justamente para eso había estudiado tanto, para no serlo nunca.
–Vale, pero solo lo hago por Liam –
Se dispuso a abandonar la entrada, iría a la mesa de los Dunhee y charlaría por un buen rato con Emily.
La vio desde lejos sentada en una de las mesas principales, estaba sola observando con interés el espectáculo de baile en el escenario. A simple vista no parecía tan peligrosa como su hermano creía, por lo menos hasta ese momento lo único peligroso era su inquietante belleza.
–Buenas noches –llamó su atención apareciendo de repente a su lado– es un placer volver a verte Emily –ella sonrió suave, no esperaba encontrarlo tan pronto–
–Buenas noches Drew –Al menos no se había olvidado de su nombre–
– ¿Puedo sentarme aquí? –Señalando el asiento de su lado, procedió después de que le diera el permiso– Supongo que también estás esperando a tu padre, ya somos dos.
–Se le ha subido la presión en la tarde, afortunadamente solo ha sido un susto.
–Sí, nos ha preocupado un poco… ¿Cómo te ha ido en estos primeros días fuera de la escuela?
–Realmente bien, he estado ocupándome de algunas cosas que me han hecho pasar muy rápido el tiempo –No parecía alguien que pudiera arruinar algo tan importante como lo de esa noche, todavía no acababa de entender la paranoia de Lían–
–Me ha contado Liam que estás fuera de la escuela después de mucho tiempo, aún no tienes amigos entonces.
–Eso no me preocupa –río poco centrada en ello– puedo hacerlos en cualquier momento.
–¿Tan segura estás de ello?
–Depende del tipo de amigos que busque, si busco por ejemplo una persona con quien hablar para poder pasar un buen rato de plática creo que te acabo de encontrar a ti –se sorprendió un poco, aquella respuesta era la que menos esperaba–
–¿Estás segura de que yo puedo ser tu amigo?
–No… Puede que quieras ser algo más que un amigo –aquello fue más sorpresivo, sobre todo cuando esbozó aquella sonrisa de suficiencia evitando mirarlo– No me opondría si es lo que te estás preguntando.
–¿Más que tu amigo?–Mejores amigos, a eso me refiero –esta vez lo miró, escondiendo entre un falso gesto de inocencia lo jocoso y perverso de sus palabras. Entendió entonces por qué su hermano la consideraba tan peligrosa– o… ¿Tú te referías a otra cosa?–Creo que el show se va a tardar un poco en iniciar –haciendo alusión al inicio de la ceremonia benéfica– ¿Te gustaría dar un paseo en el jardín? –No podía exponerse a tener una boca la suya dentro de un evento de tal magnitud––Sí, cualquier cosa es mejor que estar sentada aquí.En cuanto la ayudó a ponerse de pie di
No pudo quitar los ojos de Emily durante toda la noche.No buscaba ser discreto, tampoco incomodarla con tal grado de insistencia visual, sin embargo, ella parecía no darse cuenta jamás y lejos de estar cohibida con ello actuaba de forma natural con cada invitado que su padre le presentaba.Más tarde, concluida la fiesta, siguió a Liam hasta su enorme mansión, en donde le daría mayores detalles de los acuerdos a los que llegó con la familia Berner. Vio a Emily por última vez subir las escaleras de la sala, mucho antes de seguir a Liam a su despacho.Terminaron de hablar cerca de las dos de la mañana, cuando su jefe expresó su notorio cansancio y le ind
–¿A dónde rayos vas Emily? ¿No eres nueva en este lugar? ¿A dónde rayos puede ir de noche una persona que no conoce a nadie aquí?–Me voy a un concierto –lo admitió de forma espontánea y natural, como si hacerlo fuera de mayor alivio para él––No vas a ir a ningún lado, vas a volver a casa y a meterte en la cama de nuevo para no despertar a tu padre.–¿A meterme a la cama de nuevo? –Negó– eso es muy aburrido, la noche todavía es joven…–Me vale un rábano que la noche sea joven, vas a regresar a la cama Emily –Ella se mordió los labios para contener una cándida sonrisa, la mano masculin
Permanecieron poco tiempo. El show no duró mucho debido a que llegaron casi al final de la presentación de dicho cantante desconocido para él.A Drew le pareció una pérdida de tiempo y sueño ir hasta un lugar tan lejano para regresar unos cuantos minutos más tarde sin haber hecho suficiente alboroto como le habían prometido a la chica, sin embargo, no hizo mención alguna, bastaba con tan solo ver el rostro aburrido de la morena para captar su desilusión.–Por lo menos nos hemos divertido en el trayecto de ida y vuelta –comentó después de que ingresaran a la zona residencial ––Omitiré todo lo que tengo por decir, no quiero recordar la pérdida de tiempo
–¿Estás jugando? –Preguntó Sebastián incrédulo– No te creo, mentiroso.–Es verdad ¿Crees que sería capaz de inventar algo tan bizarro como esto? Yo tampoco puedo terminar de procesarlo…–Eres un maldito Suertudo Drew… Solo a ti pueden presentarse situaciones como esa y no aprovecharla –Después empezó con las cuestiones, típico después de una narración como tal– ¿Cómo se veía anoche? ¿Qué te pareció?–Se veía bien, aunque eso era lo de menos, estaba muy enfadado por su comportamiento tan altanero… –Confesó sincero– cuando trepó por el árbol le vi la ropa interior…–¿Y…. de q
Drew no desempolvaba su vieja raqueta desde hace dos años atrás, solía jugar con Sebastián cada vez que tenían tiempo libre, pero todo ello fue quedando de lado tras hacerse novio de Marceline, otro asunto que tenía pendiente y no podía dejar a medias.Nunca había sido un experto jugando, de hecho, le habían ganado varias veces otros contrincantes; aún así consideraba que podía defenderse lo bastante bien de un partido para no lucir como un perdedor. Para cuando apartó una cancha Emily todavía no se aparecía, diez minutos más tarde de lo pactado con su padre ella se presentó, luciendo un traje blanco que la hacía ver más fresca y libre, los flequillos de la falda bailaban al compás de los trotes que daba al bajar los escalones, mostrándole un poco de su tersa piel cada vez que ponía un pie en el suelo.
El perfume de la morena llegó hasta su nariz, haciéndolo caer en un tipo de trance en el que jamás había estado antes. Como si estuviera fuera de sí, se acercó un poco más para disfrutar del olor y empleó una voz más ronca de la que pretendía.–Por lo menos ahora ya sé que aroma tiene tu cuerpo –aspirando descaradamente el perfume que emanaba su cuello, probablemente Chanel, el olor era exquisito––Empiezo a creer que esto ha sido una estrategia de tu parte para tenernos así –Mentira, en realidad había fingido ser lo bastante tonta como para no entender un absurdo paso de tenis–
–¡Emily! ¡Emily! ¿Dónde has estado ingrata? ¡Prometiste llamarme en cuanto llegaras a casa de tu padre! ¡Han pasado seis días! –La voz de Helena se oyó muy fuerte en auricular, Emily tuvo que cerrar la puerta de la habitación con llave por si a su hermano se le ocurría ingresar sin tocar––Lo siento, no tengo teléfono todavía, he tenido que pedirle prestado a papá el suyo, además, he estado ocupada en estos días ¡He ido a una fiesta de beneficencia, a un concierto y hasta he jugado tenis! ¿Cómo te ha quedado el ojo? –Mofándose de su propia suerte––¿En serio? Parece que estás mejor con tu papá ¿Cómo son las cosas por allá? ¿Cómo está tu hermano? ¿Igual de bueno que siempre?Último capítulo