¡Olvidada! ¡La olvidó! … ¡Olvidó todo! … --- no era lo que Alissa Bianco esperaba del día después de su compromiso con Sebastián Martino, no después de haberse prometido tantas cosas y planear hasta el último detalle de la casa donde querían iniciar su vida juntos, el color de las paredes, el número de cuartos, el tamaño de la cocina, Alissa quería ventanales enormes y Sebastián un patio amplio para su compañero Angus, un bulldog inglés de 6 años hermoso y bonachón que repartía baba por doquier.
Tres era el número de hijos que planeaban tener. ¿y qué decir de la boda!? Debía ser por todo lo alto definitivamente, Alissa sabía el corte del vestido, el tipo de flores que decorarían el lugar, la torta, el baile ¡Todo! Ambos estaban tal felices, tan enamorados y por fin dando el paso que seguía después de su noviazgo de 5 años…
Se conocieron en la escuela Preparatoria, Sebastián llegó para el segundo año escolar y solo fue necesario entrar por la puerta del salón de clases y ver a esa hermosa chica con la piel tan blanca y unos ojos enormes de color miel que se clavaron en los suyos con mirada retadora y sonrisa pícara.
--¡Caray! ¡Si que es hermosa! - Pensó Sebas cuando pasó cerca de dónde ella estaba sentada, el resto del año escolar lo pasó aferrado a hacer que Alissa la hermosa Alissa Bianco fuera su novia, ¡no fue fácil! Debió frenar sus impulsos que le ordenaban robarle un beso y esperar…
Para la graduación ya eran una parejita de tórtolos que pasaban todo el tiempo juntos, los padres de Alissa le tenían muy en claro a Sebastián Martino que de solo pensar en propasarse con ella su cara llena de pecas quedaría más que destrozada y que decir de Roberth el hermano mayor que cada que lo veía acariciaba su puño en señal de advertencia. Alissa era la hermana menor de los tres hijos de María y Edmond, Roberth el mayor, Elena y Alissa, formaban una familia unida y amorosa.
Los planes de Alissa eran simples, desde niña sabía que quería ser maestra de preescolar y sí que se le daba eso de los niños, iría a la universidad y definitivamente Sebastián estaba dentro de sus planes a largo plazo, Sebastián por su parte estudiaría arquitectura ya que de alguna manera sabía que tarde o temprano se haría cargo de la empresa de construcción de su padre.
La universidad absorbió eventualmente a los chicos y cada vez se veían menos, Alissa fue la primera en graduarse y empezar a trabajar, eso les ayudo para tener más tiempo de verse, cuando por fin Sebastián terminó la universidad se incorporó a la empresa de la familia de inmediato con una meta que se había planteado durante el tiempo que llevaba de relación con Alissa, el matrimonio ya estaba cerca y no podía estar más feliz.
Alissa caminaba hacía encontrarse con Sebastián en el restaurante donde la había citado, le había dicho que festejarían juntos su cumpleaños y después llegarían juntos a la fiesta que su familia le estaba organizando, sus papás se codeaban con las mejores familias de la ciudad y seguro que estarían en la fiesta, la familia Martino se caracterizaba por dar las mejores recepciones y por aparecer por esos motivos muy a menudo en la sección de sociales de la ciudad, para Alissa, eso no era algo que tuviera mucha importancia, aunque por su belleza lograba robar cámara a los integrantes de la familia Martino.
Lucía la madre se Sebastián se mantenía reservada ante la relación de su hijo con Alissa, consideraba que ella era solo una chica simple y sin aspiraciones y no se esmeraba en tratar de ocultar su sentir, por su parte Lorenzo, era por demás relajado y no se metía en esos asuntos, Sebastián era su único hijo y no se iba a molestar en tratar de controlar sus líos amorosos, ya suficiente tenía con tratar de no salir corriendo de su matrimonio y esconderse en una isla desierta para que la Reyna del drama no lo pueda encontrar, y es que Lucía era el amor de su vida pero no había manera de mantenerla callada por un instante.
La comida transcurre de lo más amena, aunque Sebastián no lograba esconder su nerviosismo, sabe que Alissa lo ama, han pasado juntos por tantas cosas, han tenido que luchar por mantenerse juntos a pesar de la distancia, ella le ha demostrado un amor sincero y leal, ¿por qué no habría de aceptarlo como su esposo? Por más que lo intentaba la duda le carcomía las entrañas y no podía escuchar nada de lo que Alissa le contaba tan fresca y radiante y es que ella no sabía que en poco tiempo sería ella quien no pueda hilar una frase…
--¿estás lista para el postre? —preguntó un Sebastián visiblemente nervioso
-- ¡No! Estoy muy llena—Sebastián se puso ansioso y palideció, de inmediato Alissa entendió lo que le pasaba cuando vio llegar al mesero con un pastel de chocolate con un hermoso anillo de compromiso y entonces quien palideció fue ella, las piernas empezaron a temblar y los latidos de su corazón parecía que se podían ver a través del hermoso vestido que llevaba puesto, vio como Sebastián descendía doblando su rodilla, realizó la pregunta directa y sin rodeos, ya había sufrido mucho como para tratar de dar una gran discurso, aparte que su mente quedó en blanco y simplemente no podía decir nada más.
--Alissa… ¿quieres casarte conmigo? --
Por un momento sintió que sería rechazado cuando su novia de 5 años se quedó como figura de hielo frente a él.
--¿Alissa? —preguntó angustiado
--s…si…si acepto—respondió ella con una voz entrecortada y es que nunca lo esperó, si bien su relación era sería no había considerado el matrimonio como algo que pudiera pasar pronto.
--¡Santo cielo cariño! ¡Casi me da un infarto del susto!… Pensé que saldrías corriendo de aquí, Dejándome abandonado—Sebastián estaba rojo había estado manteniendo la calma durante esos largos segundos que parecían una eternidad.
-- ¡¡si quiero casarme contigo amor!! – Alissa sonreía y abrazaba a Sebastián y el la giraba por los aires de la felicidad.
Sebastián coloco el anillo en su dedo índice y sus miradas se cruzaban con tanto amor que nada podía salir mal y nadie podría evitar que ese matrimonio se realizara, pronto formarían una hermosa familia con hijos y Angus sin duda estaba considerado.
Salieron de prisa del restaurante para poder llegar a la fiesta de cumpleaños de Sebastián, ya todos los estaban esperando y en el camino no podían faltar los planes de bodas, la fecha era lo primero.--en tres meses—sebas no se andaba con rodeos, ¡¡quería a Alissa como su esposa y la quería ya!! –pero, ¿cómo vamos a poder planear una boda en tres meses? —-- ¡no esperaré más Alissa y no me importa lo que mi mamá opine!, ¡nos casaremos en tres meses! Y la luna de miel será un crucero por el mediterráneo, ya casi puedo ver el sol sobre tu hermosa piel en los bikinis que te acabo de comprar— la sonrisa en el rostro de Sebastián era majestuosa --¿ya estás planeando la luna de miel? – ella no dejaba de mirarlo sorprendida -- ¡es lo más importante cariño!, ¡No sabes lo mucho que deseo que llegue nuestra noche de bodas! —Sebastián tenía una sonrisa ladina y Alissa sonrió apenada, pero en el fondo ella también lo deseaba… Cuando llegaron a la casa de los Martino ésta estaba llena
Todos estaban en la sala cuando al teléfono de Alissa entró una llamada de Lorenzo Martino. -- ¡Hola señor Lorenzo! -- Contesto ella de inmediato-- Alissa… Sebastián tuvo un accidente en la carretera y está en el hospital, pero hija antes de que quieras salir corriendo déjame decirte que está fuera de peligro, mal herido, pero nada que comprometa su vida, así que por favor no te preocupes y trata de que alguien te traiga al hospital por favor hija ¡no quiero que te pase algo a ti! — -- ¿Dónde está? —De inmediato pregunto Alissa y Lorenzo le envió la dirección en un mensaje, Alissa le agradeció no sin antes prometer que ella no manejaría para llegar al hospital. --¡Sebastián está en el hospital!, papá debemos ir al hospital ¡Por favor papá! ¡rápido! – gritaba--¡tranquila hija! ¡Él va a estar bien! —contestaron sus padres al tiempo que se dirigían al auto para ir al hospital.Nadie habló en el trayecto al hospital y Alissa no podía evitar las lágrimas de angustia por no saber nada
Por fin es dado de alta y los padres de Sebastián lo llevan a casa acompañados de Alissa, al llegar se reúnen en la sala a charlar, de cierta forma esto se ve como una victoria, Sebastián está vivo y todos confían en qué su recuperación será rápida y pronto todo volverá a la normalidad.--me retiro, estoy cansado—dice Sebastián-- ¡Te acompaño! —de inmediato saltó Alisa de su lugar para seguirlo --¡No! -- espetó él sin siquiera voltear a verla -- ¡no es necesario Alissa! Tú también debes de estar cansada y es mejor que vayas a casa a dormir, no me lo vayas a tomar a mal, pero no tengo ánimo en este momento— Alissa de momento no encontró palabras como respuesta al nuevo rechazó del que era objeto y solo se limitó a asentir con un gesto triste que de inmediato cambió por una sonrisa y es que no se pensaba rendir tan pronto.-- está bien, tienes razón, también estoy cansada, nos vemos mañana, Sebastián, vendré por la tarde ¿Si no tienes inconveniente? —-- ¡para nada, Alissa!
Una tarde Alissa se dirigía de lo más animada a la casa de Sebastián para invitarlo al cine, a él siempre le gustaron las películas de terror y ella estaba dispuesta a soportar la ansiedad que esa clase de filmes le provocaba, ¡todo sea por él! -- ¡Hola, Sebas!!—exclamó Alissa al entrar a la habitación con una clara actitud de coqueteo. – hola, Alissa… Pensé que no vendrías hoy—contestó Sebastián sin un ápice de interés. -- ¡¿Te gustaría ir al cine?! Están estrenando una película de terror y he escuchado que está espeluznante, ¡Vamos! – no tengo ganas, Alissa, no tengo ganas de ver una película—-- ¡entonces vamos por un café! —contestó Alissa animada, con la intención de convencerlo a como dé lugar.-- ¡¿Qué parte no entiendes, Alissa?!—la respuesta de Sebastián sonó hosca y su mirada se aferraba a la de ella cómo queriendo desaparecerla– estoy cansado de que te la pases detrás de mí como si fueras mi niñera, me siento acosado, no me dejas respirar, Estoy harto de verte t
Sin querer, Carlos logró producir en Alissa un sin número de sentimientos, nunca intentó besar a Sebastián, nunca se acercó lo suficiente, aunque la rechazara, nunca le robó un beso, dejó los coqueteos por los cuidados, Sebastián tenía razón cuando le dijo que parecía su niñera, ¿y si le roba un beso? ¿Y si lo seduce? Al día siguiente se compró un vestido precioso y se arregló, se armó de valor y salió rumbo a la casa de los Martino con la firme idea de intentar reconquistar a Sebastián, no se rendiría tan fácil, ¡no señor!Fue la madre de Sebastián quien la recibió y su rostro simplemente no fue el más agradable, aunque para Alissa no significó nada que le pudiera preocupar. -- ¡Hola, señora! Vengo a ver a Sebastián, ¿Se encuentra en casa? —el rostro de la mujer palideció y no supo que contestar– no se preocupe señora Lucía, no planeo molestar, mejor me retiro -- ¡para nada, Alissa! —de repente se escuchó la voz de Lorenzo Martino quien se veía feliz de encontrarse con e
Los días empezaron a pasar uno igual que el otro, el trabajo se convirtió en la mejor distracción para Alissa y su familia y amigos se dedicaron a estar ahí para ella en el momento en que solo quisiera hablar o desahogarse o simplemente hacerle compañía sin decir una sola palabra, su corazón estaba roto y ellos entendían que solo el tiempo se encargaría de poner las cosas en su lugar y de reconstruir el corazón hecho pedazos de Alissa Después de 3 años la vida de Alissa parecía lo más normal, aunque en el fondo quienes la conocían sabían que ese hermoso brillo en sus ojos color miel no había vuelto a aparecer y la frescura y vitalidad de su carácter se volvió más bien un tanto serio y melancólico, y que decir de los muchos intentos de Renata por presentarle uno tras otro, tras otro galán, mismos que Alissa rechazó argumentando cualquier excusa, simplemente no estaba interesada en el amor, o quizá en el fondo seguía esperando que las memoria de Sebastián regresaran para continuar
--yo tenía la esperanza… -- sollozaba la pobre Alissa— --Yo quería que volviera y te juro que estaba dispuesta a perdonarlo todo, porque yo si tengo los recuerdos y él no, y ahora…. ¿cómo continúo con mi vida? ¿Cómo hago para no ponerlo en mis pensamientos cada día? ¿Cómo lo saco de aquí? —se tocó el pecho y se derrumbó sintiendo que ya nada podía hacer para cambiar su situación, aunque al mismo tiempo aceptaba que ella misma se lo había provocado al guardar esperanzas y esperar, esperar por algo que no llegaría nunca y aunque llegara, Alissa sabía que ya nada sería igual, Sebastián estaba formando una familia, la que en su momento había planeado con ella pero que aquel evento desafortunado le arrebató.Renata se limitó a acompañarla y darle consuelo, ella misma se sentía destrozada al ver a su amiga sufrir de esa manera, pero entendió que esto se trataba de un duelo y que estaba bien, quizá después de esto su amiga finalmente lograría ponerle fin a su eterna espera y termine por cer
Al día siguiente era sábado y Alissa caminaba animada hacia la peluquería, quería un cambio de look y también compraría un vestido y el regalo de Renata, cuando de repente empezó a sonar su teléfono y en un descuido al intentar buscarlo entre su bolso, sin quererlo chocó con alguien, su teléfono salió volando y antes de que ella pudiera reaccionar ya tenía un líquido caliente en su pecho que de inmediato le provocó un dolor agudo, su reacción fue alejar su blusa caliente de su pecho para aminorar el dolor, y para cuando subió la mirada para ver al causante de su desgracia y se encontró con un par de ojos negros tan penetrantes que le provocaron un pequeño respingo mientras él intentaba desesperado por asistirla.--¿te encuentras bien? ¡De verdad lo siento mucho! ¡Discúlpame! Estaba distraído y no te vi—y como la va a ver si el tipo medía como 1:85 y Alissa apenas 1:63.-- ¡no te preocupes! Estoy bien, solo debo esperar a que mi blusa se enfríe—Alissa no paraba de reír, talvez por