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Capítulo 2. ¿La estaba rechazando?

Todos estaban en la sala cuando al teléfono de Alissa entró una llamada de Lorenzo Martino.

 -- ¡Hola señor Lorenzo! -- Contesto ella de inmediato

-- Alissa… Sebastián tuvo un accidente en la carretera y está en el hospital, pero hija antes de que quieras salir corriendo déjame decirte que está fuera de peligro, mal herido, pero nada que comprometa su vida, así que por favor no te preocupes y trata de que alguien te traiga al hospital por favor hija ¡no quiero que te pase algo a ti! —

 -- ¿Dónde está? —De inmediato pregunto Alissa y Lorenzo le envió la dirección en un mensaje, Alissa le agradeció no sin antes prometer que ella no manejaría para llegar al hospital.

 --¡Sebastián está en el hospital!, papá debemos ir al hospital ¡Por favor papá! ¡rápido! – gritaba

--¡tranquila hija! ¡Él va a estar bien! —contestaron sus padres al tiempo que se dirigían al auto para ir al hospital.

Nadie habló en el trayecto al hospital y Alissa no podía evitar las lágrimas de angustia por no saber nada de su prometido, quizá Lorenzo le mintió para que pudiera llegar con bien al hospital, ¿y si está muy mal herido? Y ¿si su vida corre peligro? Todas las ideas terribles pasaron por su cabeza hasta que logro vislumbrar la puerta de entrada de la clínica y entro corriendo desesperada hasta que escucho una voz conocida que dijo su nombre y le mostró donde se encontraba la familia esperando por noticias de Sebastián.

--¿Cómo está? -- -- ¿Qué le pasó? -- ¿Va a estar bien? -- ¡alguien que me diga por favor! —Alissa estaba desesperada y Lorenzo se acercó a tranquilizarla

 -- ¡está bien, hija! Tranquilizante o te dará algo, el accidente sí fue de gravedad, pero su vida no corre peligro, le están haciendo unos estudios y después de eso podremos pasar a verlo, mientras tanto debemos esperar.

 -- ¡está bien!, ¡ay que alivio! ¡Lo siento mucho, Lorenzo! Es que estoy muy asustada—

 -- tranquila, Alissa nuestro Sebas va a estar bien, de ninguna manera se perderá su boda contigo, querida—Lorenzo trataba de tranquilizarla y en eso una enfermera se acercó a comunicarles que ya podían pasar a la habitación de Sebastián.

Solo permitieron que los padres y Alissa entrarán a la habitación, las emociones estaban a flor de piel y tan solo el pensar que algo pudiera haber pasado a Sebastián les provocaba un estrujó en el corazón, verlo con la cabeza vendada al igual que el brazo y una pierna solo les hacía pensar algo:  --el golpe fue de consideración y era un alivio que él estuviera solo con un muy mal aspecto, fue el mismo pensamiento de las tres personas que entraban impacientes a ver a su ser querido.

- ¡Sebastián, hola! ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? —Alissa se apresuró al lado de su prometido y con mucho cuidado intentó darle un beso que de inmediato Sebastián rechazó, con un dejo de desconfianza en su mirada, la apartó de su cercanía con desaprobación, ¡¿La estaba rechazando?!

      Alissa sintió un brinco en su corazón, una preocupación que la dejó pasmada y con la mirada fija a los ojos de su novio.

--¿Sebastián? ¿Qué sucede, cariño? —esta vez fue su madre quien trataba de tener algún tipo de comunicación con su desconcertado y conmocionado hijo --

--¿mamá que me ha pasado? —preguntó el muchacho con los ojos agrandados cómo si se tratara de un niño pequeño que se aferraba a la calma que aquella mujer le podía dar.

 -- te accidentaste, hijo, pero vas a estar bien, solo no te alteres, cariño—Alissa estaba muda, se había quedado inmóvil ante el rechazó de su prometido, no sabía qué hacer y a pesar de lo preocupada que estaba ante la falta de memoria de Sebastián logro mantenerse en sus cabales y con una mirada hacia donde se encontraba el doctor intentaba que éste logrará descifrar la tormenta de preguntas que la angustiada joven estaba tratando de hacer sin pronunciar una palabra.

 --¡Sebastián! Soy el doctor Hernán¡, Quisiera hacerte unas preguntas! —y después de un gesto afirmativo de Sebastián quien aún Estaba adolorido por el traumatismo inició una serie de interrogantes acerca de sus recuerdos a corto y largo plazo, era evidente que recordaba a sus padres y su vida hasta aproximadamente 10 años atrás, eso excluía a Alissa de sus recuerdos.

La reunión del doctor con los padres de Sebastián los dejó con la idea de buscar al mejor especialista en neurología para lograr que su hijo recuperara la memoria que había perdido, mientras que Alissa se dirigió a la habitación de su prometido con la firme idea de comunicarle quien era ella y qué rol jugaba en su vida actual, debía buscar las palabras adecuadas, cualquier impresión podría causar un resultado contrario a sus deseos de ayudar a qué todo regrese a su ritmo normal y que puedan por fin empezar con los preparativos de la boda.

--¡Hola! -- exclamó Alissa al pasar por la puerta.

--¡Hola! ¿Es usted la neuróloga? Pregunto Sebastián con interés y de inmediato una expresión de dolor se apoderó del rostro de la chica.

 -- no, no soy médico, en realidad soy algo más…s… ¡soy tu prometida! —soltó sin más y esperó la reacción de su novio quien la miró con recelo y desconfianza, si bien ella era una mujer de verdad muy hermosa, no estaba muy convencido de confiar en la afirmación de la chica.

 --¡te mostraré unas fotos! —exclamó Alissa con un poco de timidez, se acercó a una distancia prudente y le mostró la pantalla del celular donde se encontraban las imágenes precisamente del día anterior donde los dos figuraban de lo más contentos y enamorados, la sonrisa de ambos era sin más sincera, de amor y él de verdad se veía enamorado, Sebastián se pudo ver enamorado de esa mujer que le aseguraba que era su futura esposa, pero en el fondo había algo que no le lograba convencer, en éste momento él no tenía sentimientos para ella, no se sentía a gusto con su presencia, no tenía la más mínima idea de cuál pueda ser la razón y eso le está poniendo los nervios de punta y que aunado al dolor de cabeza por el golpe le provoca una expresión muy poco cordial para con “su novia”.

     Alissa estaba destrozada, aunque trataba a toda costa de aparentar tranquilidad en el fondo tenía el corazón roto, podía sentir el rechazó del hombre que un día anterior estaba prometiéndole que la amaría siempre y ahora todo se veía tan lejano, tan complicado, pero ella no es del tipo de chica que abandona y se rinde al menor cambio, se propuso luchar y estar siempre al lado de Sebastián y ayudar a que recupere la memoria, el doctor dijo que en cualquier momento ésta podía regresar y ella estaría ahí para él.

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