Llegaron por la tarde del viernes y a la mañana siguiente Maximiliano se levantó para tomar una taza de café, no pudo dormir en toda la noche, no había tenido pesadillas, pero su cuerpo estaba ansioso, sentía una especie de necesidad, ¿de qué?, ni siquiera él lo sabía, el clima estaba fresco, estaba a punto de llegar una tormenta, que por cierto Lucas pasó por alto, la bruma le daba al paisaje un ambiente melancólico, se acomodó en un sofá que estaba en la terraza y se destinaba a disfrutar de su café, cuando a lo lejos logró ver a una mujer caminando a la orilla de la playa, su embarazo avanzado era más que evidente y la primera intención de Maximiliano fue dejarla pasar, pero en el fondo sabía que no podría quedarse tranquilo sin ir detrás de esa mujer, dejó su taza de café y su manta y salió corriendo tras ella, su corazón latía cada vez más fuerte, la mujer le llevaba algo de ventaja, pero él estaba cada instante más convencido de alcanzarla, su cuerpo se empezó a sentir com
Maximiliano le pidió que lo comunicara con su doctor y después de comunicarle la situación le pidió unas cuantas cosas y acordaron estar en contacto en todo momento, al llegar a la cabaña, a Alissa la llevaron a la habitación para que pudiera ponerse cómoda mientras ellos preparaban todo, Maximiliano se colocó al lado de ella para tomar su mano y Lucas estaba listo para asistir el parto, las contracciones cada vez eran más intensas, mientras afuera los vientos azotaban con una fuerza impresionante. A pesar de la situación, Maximiliano no podía ser más dichoso, estaba tomando de la mano a la mujer que estaba a punto de convertirlo en padre, la mujer que amó desde el primer día, la mujer a la que sin duda quería ver a su lado por el resto de su vida, la misma mujer que le estaba casi rompiendo los huesos de la mano de lo fuerte que la apretaba, pero era un dolor que estaba dispuesto a experimentar, sin duda ella era la que tenía la peor parte, de vez en cuando le secaba la f
En un momento en el que los abuelos estaban embelesados con el nuevo integrante de la familia, Maximiliano se apartó para hacer una llamada, debía avisar al abuelo, lo había tenido tan ocupado con la búsqueda de Alissa que sentía que debía ser el primero en enterarse y por supuesto era de esperarse que el mismo abuelo se encargara de poner sobre aviso al resto de la familia que no dudaron en organizar una merecida bienvenida para los nuevos padres y el bebé.Maximiliano simplemente no podía separarse mi un segundo de Alissa y atacaba a besos a ese pequeño dormilón y el tío Lucas estaba siempre al pendiente y quien por obvias razones se había ganado el papel de ser el padrino, se encontraban en una apasionada discusión en torno al nombre que le pondrían al bebé.--Yo opino que debería llamarse Lucas, como su tío favorito – dijo orgulloso – además yo fui quien lo ayudó a nacer, me lo merezco ----Ni en sueños, mi hijo no se llamará como tú – contestó Maximiliano mientras dirigía un
Varios meses habían pasado, Maximiliano había regresado a sus actividades en el hospital y Alissa estaba de vuelta en sus clases en la escuela y de vez en cuando visitaban el café para ayudar un poco, aunque con el pequeño Leo ya no era tan a menudo, llevaban una vida tranquila, los recuerdos de lo que habían tenido que pasar ya eran solo eso, recuerdos. Una tarde Maximiliano llegó temprano del hospital para encontrar a Alissa dormida junto al bebé, debía estar agotada, pero tenía que despertarla, así que empezó a besarla en los labios, en las mejillas, el cuello hasta que una sonrisa se dibujó en sus labios.--Que deliciosa manera de despertar— ronroneo ella--Tengo algo importante que decirte—ella se acomodó para escucharlo-- el sábado es la boda de uno de los socios del hospital, nosotros estamos invitados y antes de que tengas algo que reclamar, ya tengo todo listo, compre tu vestido y acordé que tus padres se hagan cargo del bebé para que tú no tengas de que preocuparte, no
Sin duda era un vestido espectacular, justo el vestido perfecto para una boda en la playa, si ella fuera la novia, aunque por un instante, solo un instante, Alissa se imaginó caminando hacia ese mismo altar que vio a su llegada al lugar, lo imaginó a él esperando por ella, lo deseó, se dejó llevar por esa tentadora locura y disfrutó, luego de lo que pasó, ni Maximiliano ni ella se atrevían a tocar el tema del matrimonio, les costó recuperarse de los malos momentos, recuperar la calma y la serenidad, así que los planes de boda pasaron a un segundo término, ahora tenían otras prioridades, ahora eran una familia y eso era lo más importante, estar juntos. ¿Y que perdía si se lo probaba?, después de todo, el vestido ya estaba ahí, las chicas la ayudaron, y luego de repetir hasta el cansancio lo hermosa que se veía, se retiraron dejándola a solas frente al espejo, observando más allá de solo un vestido, observando como su vida y sus intereses habían cambiado tanto, se sonreía a sí
El sol ya se colaba por las rendijas de las persianas, era una mañana cálida de domingo, no había que salir corriendo al trabajo o encaminar a la escuela a los niños, así que se podía quedar hasta tarde en la cama, aun sin abrir los ojos busco su cuerpo para arrastrarlo hacia él, quería hundir su cara en esa delicada piel y dormir mientras respiraba su delicioso aroma, pero no lo encontró, ya estaba levantada, hubiera deseado que se quedara un rato más, la semana había estado repleta de trabajo y sentía que no estaban pasando el suficiente tiempo juntos, todos esos días había extrañado muchísimo sus caricias y su calidez, en ella podía encontrar ese consuelo que necesitaba después de un mal día, y sin duda estaba deseando darle esa atención que no le había podido dar en toda esa semana, el sonido de la puerta al abrirse llamó su atención, y ahí estaba ella, soberbia, hermosa y sexy vestida solo con una camiseta y con una charola con dos tazas de café y galletas, pero el sonido d
¡Olvidada! ¡La olvidó! … ¡Olvidó todo! … --- no era lo que Alissa Bianco esperaba del día después de su compromiso con Sebastián Martino, no después de haberse prometido tantas cosas y planear hasta el último detalle de la casa donde querían iniciar su vida juntos, el color de las paredes, el número de cuartos, el tamaño de la cocina, Alissa quería ventanales enormes y Sebastián un patio amplio para su compañero Angus, un bulldog inglés de 6 años hermoso y bonachón que repartía baba por doquier.Tres era el número de hijos que planeaban tener. ¿y qué decir de la boda!? Debía ser por todo lo alto definitivamente, Alissa sabía el corte del vestido, el tipo de flores que decorarían el lugar, la torta, el baile ¡Todo! Ambos estaban tal felices, tan enamorados y por fin dando el paso que seguía después de su noviazgo de 5 años…Se conocieron en la escuela Preparatoria, Sebastián llegó para el segundo año escolar y solo fue necesario entrar por la puerta del salón de clases y ver a esa herm
Salieron de prisa del restaurante para poder llegar a la fiesta de cumpleaños de Sebastián, ya todos los estaban esperando y en el camino no podían faltar los planes de bodas, la fecha era lo primero.--en tres meses—sebas no se andaba con rodeos, ¡¡quería a Alissa como su esposa y la quería ya!! –pero, ¿cómo vamos a poder planear una boda en tres meses? —-- ¡no esperaré más Alissa y no me importa lo que mi mamá opine!, ¡nos casaremos en tres meses! Y la luna de miel será un crucero por el mediterráneo, ya casi puedo ver el sol sobre tu hermosa piel en los bikinis que te acabo de comprar— la sonrisa en el rostro de Sebastián era majestuosa --¿ya estás planeando la luna de miel? – ella no dejaba de mirarlo sorprendida -- ¡es lo más importante cariño!, ¡No sabes lo mucho que deseo que llegue nuestra noche de bodas! —Sebastián tenía una sonrisa ladina y Alissa sonrió apenada, pero en el fondo ella también lo deseaba… Cuando llegaron a la casa de los Martino ésta estaba llena