Sin duda era un vestido espectacular, justo el vestido perfecto para una boda en la playa, si ella fuera la novia, aunque por un instante, solo un instante, Alissa se imaginó caminando hacia ese mismo altar que vio a su llegada al lugar, lo imaginó a él esperando por ella, lo deseó, se dejó llevar por esa tentadora locura y disfrutó, luego de lo que pasó, ni Maximiliano ni ella se atrevían a tocar el tema del matrimonio, les costó recuperarse de los malos momentos, recuperar la calma y la serenidad, así que los planes de boda pasaron a un segundo término, ahora tenían otras prioridades, ahora eran una familia y eso era lo más importante, estar juntos. ¿Y que perdía si se lo probaba?, después de todo, el vestido ya estaba ahí, las chicas la ayudaron, y luego de repetir hasta el cansancio lo hermosa que se veía, se retiraron dejándola a solas frente al espejo, observando más allá de solo un vestido, observando como su vida y sus intereses habían cambiado tanto, se sonreía a sí
El sol ya se colaba por las rendijas de las persianas, era una mañana cálida de domingo, no había que salir corriendo al trabajo o encaminar a la escuela a los niños, así que se podía quedar hasta tarde en la cama, aun sin abrir los ojos busco su cuerpo para arrastrarlo hacia él, quería hundir su cara en esa delicada piel y dormir mientras respiraba su delicioso aroma, pero no lo encontró, ya estaba levantada, hubiera deseado que se quedara un rato más, la semana había estado repleta de trabajo y sentía que no estaban pasando el suficiente tiempo juntos, todos esos días había extrañado muchísimo sus caricias y su calidez, en ella podía encontrar ese consuelo que necesitaba después de un mal día, y sin duda estaba deseando darle esa atención que no le había podido dar en toda esa semana, el sonido de la puerta al abrirse llamó su atención, y ahí estaba ella, soberbia, hermosa y sexy vestida solo con una camiseta y con una charola con dos tazas de café y galletas, pero el sonido d
¡Olvidada! ¡La olvidó! … ¡Olvidó todo! … --- no era lo que Alissa Bianco esperaba del día después de su compromiso con Sebastián Martino, no después de haberse prometido tantas cosas y planear hasta el último detalle de la casa donde querían iniciar su vida juntos, el color de las paredes, el número de cuartos, el tamaño de la cocina, Alissa quería ventanales enormes y Sebastián un patio amplio para su compañero Angus, un bulldog inglés de 6 años hermoso y bonachón que repartía baba por doquier.Tres era el número de hijos que planeaban tener. ¿y qué decir de la boda!? Debía ser por todo lo alto definitivamente, Alissa sabía el corte del vestido, el tipo de flores que decorarían el lugar, la torta, el baile ¡Todo! Ambos estaban tal felices, tan enamorados y por fin dando el paso que seguía después de su noviazgo de 5 años…Se conocieron en la escuela Preparatoria, Sebastián llegó para el segundo año escolar y solo fue necesario entrar por la puerta del salón de clases y ver a esa herm
Salieron de prisa del restaurante para poder llegar a la fiesta de cumpleaños de Sebastián, ya todos los estaban esperando y en el camino no podían faltar los planes de bodas, la fecha era lo primero.--en tres meses—sebas no se andaba con rodeos, ¡¡quería a Alissa como su esposa y la quería ya!! –pero, ¿cómo vamos a poder planear una boda en tres meses? —-- ¡no esperaré más Alissa y no me importa lo que mi mamá opine!, ¡nos casaremos en tres meses! Y la luna de miel será un crucero por el mediterráneo, ya casi puedo ver el sol sobre tu hermosa piel en los bikinis que te acabo de comprar— la sonrisa en el rostro de Sebastián era majestuosa --¿ya estás planeando la luna de miel? – ella no dejaba de mirarlo sorprendida -- ¡es lo más importante cariño!, ¡No sabes lo mucho que deseo que llegue nuestra noche de bodas! —Sebastián tenía una sonrisa ladina y Alissa sonrió apenada, pero en el fondo ella también lo deseaba… Cuando llegaron a la casa de los Martino ésta estaba llena
Todos estaban en la sala cuando al teléfono de Alissa entró una llamada de Lorenzo Martino. -- ¡Hola señor Lorenzo! -- Contesto ella de inmediato-- Alissa… Sebastián tuvo un accidente en la carretera y está en el hospital, pero hija antes de que quieras salir corriendo déjame decirte que está fuera de peligro, mal herido, pero nada que comprometa su vida, así que por favor no te preocupes y trata de que alguien te traiga al hospital por favor hija ¡no quiero que te pase algo a ti! — -- ¿Dónde está? —De inmediato pregunto Alissa y Lorenzo le envió la dirección en un mensaje, Alissa le agradeció no sin antes prometer que ella no manejaría para llegar al hospital. --¡Sebastián está en el hospital!, papá debemos ir al hospital ¡Por favor papá! ¡rápido! – gritaba--¡tranquila hija! ¡Él va a estar bien! —contestaron sus padres al tiempo que se dirigían al auto para ir al hospital.Nadie habló en el trayecto al hospital y Alissa no podía evitar las lágrimas de angustia por no saber nada
Por fin es dado de alta y los padres de Sebastián lo llevan a casa acompañados de Alissa, al llegar se reúnen en la sala a charlar, de cierta forma esto se ve como una victoria, Sebastián está vivo y todos confían en qué su recuperación será rápida y pronto todo volverá a la normalidad.--me retiro, estoy cansado—dice Sebastián-- ¡Te acompaño! —de inmediato saltó Alisa de su lugar para seguirlo --¡No! -- espetó él sin siquiera voltear a verla -- ¡no es necesario Alissa! Tú también debes de estar cansada y es mejor que vayas a casa a dormir, no me lo vayas a tomar a mal, pero no tengo ánimo en este momento— Alissa de momento no encontró palabras como respuesta al nuevo rechazó del que era objeto y solo se limitó a asentir con un gesto triste que de inmediato cambió por una sonrisa y es que no se pensaba rendir tan pronto.-- está bien, tienes razón, también estoy cansada, nos vemos mañana, Sebastián, vendré por la tarde ¿Si no tienes inconveniente? —-- ¡para nada, Alissa!
Una tarde Alissa se dirigía de lo más animada a la casa de Sebastián para invitarlo al cine, a él siempre le gustaron las películas de terror y ella estaba dispuesta a soportar la ansiedad que esa clase de filmes le provocaba, ¡todo sea por él! -- ¡Hola, Sebas!!—exclamó Alissa al entrar a la habitación con una clara actitud de coqueteo. – hola, Alissa… Pensé que no vendrías hoy—contestó Sebastián sin un ápice de interés. -- ¡¿Te gustaría ir al cine?! Están estrenando una película de terror y he escuchado que está espeluznante, ¡Vamos! – no tengo ganas, Alissa, no tengo ganas de ver una película—-- ¡entonces vamos por un café! —contestó Alissa animada, con la intención de convencerlo a como dé lugar.-- ¡¿Qué parte no entiendes, Alissa?!—la respuesta de Sebastián sonó hosca y su mirada se aferraba a la de ella cómo queriendo desaparecerla– estoy cansado de que te la pases detrás de mí como si fueras mi niñera, me siento acosado, no me dejas respirar, Estoy harto de verte t
Sin querer, Carlos logró producir en Alissa un sin número de sentimientos, nunca intentó besar a Sebastián, nunca se acercó lo suficiente, aunque la rechazara, nunca le robó un beso, dejó los coqueteos por los cuidados, Sebastián tenía razón cuando le dijo que parecía su niñera, ¿y si le roba un beso? ¿Y si lo seduce? Al día siguiente se compró un vestido precioso y se arregló, se armó de valor y salió rumbo a la casa de los Martino con la firme idea de intentar reconquistar a Sebastián, no se rendiría tan fácil, ¡no señor!Fue la madre de Sebastián quien la recibió y su rostro simplemente no fue el más agradable, aunque para Alissa no significó nada que le pudiera preocupar. -- ¡Hola, señora! Vengo a ver a Sebastián, ¿Se encuentra en casa? —el rostro de la mujer palideció y no supo que contestar– no se preocupe señora Lucía, no planeo molestar, mejor me retiro -- ¡para nada, Alissa! —de repente se escuchó la voz de Lorenzo Martino quien se veía feliz de encontrarse con e