—Papá, ¿y ahora que va a pasar? Dominik no tiene cabeza para gobernar —dijo Laila
—Yo lo voy a hacer, mientras le voy a pedir a un viejo amigo que lo lleve a su casa para que esté lejos de todo esto y se calme
—¡¿A quién papá?! —indagó Laila
—A Adrién Wallacer, siempre lo ha querido desde niño, sé que lo confortará
—Sí, es duro, se amaban demasiado
—Adrién perdió a su esposa así mismo, la mataron los licántropos, él sabrá cómo tranquilizarlo —dijo Alexander
—Ojalá papá, ¡duele verlo así!
Mientras el rey dormía y las lágrimas rodaban por sus mejillas mojando el edredón encima de Él. Durmió todo el día, despertó rayando ya las 10 pm, se estiró en su cama y vio a su padre que lo miraba y le preguntó somnoliento.
—Papá, ¡¿qué haces aquí?!
—Cuando regresaste llegaste aquí, te desmayaste, te cambie y te acomode para que duermas
—Oh, sí, los maté a todos, escuche ruidos en una cueva y ahí estaba el resto, no deje a ningún maldito licántropo, ¡malditos sean!
—Ya paso hijo, quería proponerte algo para que estés más tranquilo y puedas superar esto —dijo Alexander
—No creo que lo supere, ¡me duele mucho! ¡La amaba papá!, íbamos a ser padres, y eso me quitaron esos ¡malditos!—dijo El Rey otra vez furioso
—Pero quisiera que trataras hijo, ¡¿quieres escucharme por favor?!—dijo su padre
—Está bien papá, sé que lo haces porque me amas
—¡Claro que sí!, no quiero verte así, quería que te fueras a vivir con Adrién unos días y yo reino por ti mientras tanto
—¿Adrién Wallacer?, tu amigo—dijo el Rey con curiosidad
—Sí, hijo, él sabe lo que se siente, lo que tú estás sintiendo ahora
—Sí, es cierto, está bien papá, ¡voy a ir!, quiero atenuar mi dolor
—Gracias, hijo
—No Gracias a ti papá, siempre me das tu amor de padre—dijo el rey Dominik
—Voy a hablar con Él, mientras aliméntate, ¡por favor hijo!
—¡Está bien!, papá
En eso entro Laila
—Hermano, ¡ya despertaste!, vamos a que comas
—Vamos, me cambio y voy contigo—dijo el Rey
Se cambió y acompaño cabizbajo a Laila al comedor, le sirvieron lo que sabían que le gustaba, comió muy despacio cuando termino, miro a su hermana y miro la silla sonde se sentaba su esposa y la vio como si fuera transparente, riéndose con él, tirándole pedacitos de gelatina que lo hacía rei, se le llenaron los ojos de lágrimas abrazo a Laila y empezó a llorar muy quedo.
A Laila le dolía escucharlo llorar, los recuerdos eran muy duros de superar.
Los sirvientes lo veían sufrir y también lloraban
Laila lo abrazo fuerte, lo levanto de ahí y se lo llevo a la sala, se sentaron, lo dejo que libere un poco ese dolor tan grande que tiene.
—Dominik trata de ser fuerte, ¡sé cómo la amabas!
—Laila, ¡duele, duele!, ya no voy a tenerla en mis brazos, ya no la voy a poder amar
—¡Siquiera te vengaste!—dijo Laila
—Sí, pero eso no me la regresará con vida—dijo Dominik compungido
—Lo sé, lo sé, ahora debes hacer lo que dijo papá y tratar de mitigar ese dolor
—Si lo voy a hacer, estar aquí me trae recuerdos, ¡la veo por todos lados!—dijo Dominik
Se quedaron unas horas en la sala conversando y a cada momento las lágrimas rodaban por las mejillas del Rey.
Alexander ya había hablado con Adrién, quien había aceptado recibirlo y ayudarlo con su pena porque Él también había pasado por lo mismo y logro superarlo.
En casa de Adrién, había recibido la llamada de Alexander, le había pedido de favor que reciba al Rey en su castillo para que lo ayude a que superara el dolor que tiene, ya que Él lo había hecho.
—Hola, Adrién,
—Hola, Alexander
—Adrién podrías por favor recibir a mi hijo en tu castillo y ¿ayudarlo a superar lo que pasó?, te lo pido es porque tú pasaste por lo mismo y pudiste hacerlo
—¡Claro que sí, amigo, tráelo! Y aquí lo ayudo
—Gracias, Adrién, me duele, escucharlo, llorar, ya mato a todos los licántropos, pero eso no ha mitigado su dolor
—Entonces lo espero
—Gracias, Adrién
Al cerrar la llamada Adrién se quedó pensativo, El Rey, el causante del brillo de los medallones, viene a su casa cerca de sus nietas, ¿será cosa del destino? Pero sería un destino doloroso para el Rey.
Iba a esperar que lleguen sus nietas para decirles la noticia y como comportarse ante Él. Mientras a la servidumbre ya les dio instrucciones, prepararon la habitación de huéspedes con lo mejor y trajeron alimentos que sabían que le gustaban al rey.
Alice y Dianne estaban en el cine con sus novios, se besaban a cada rato, se reían como lo hacían normalmente entre novios, termino la película y comieron en el patio de comidas, ya empezó a anochecer y regresaron al castillo donde las esperaba su amado abuelito.
Entraron sonriendo y vieron a su abuelito sentado en la sala, corrieron a besarlo y después hicieron la venia tradicional.
—¡Abuelitooo!
—¡Mis nietas queridas!
—Buenas noches, Abuelito —dijeron haciéndole la venia
—Quiero hablar algo muy serio con ustedes
Se sentaron frente a su abuelo prestándole atención
—Todos sabemos lo que paso en el reino y el sufrimiento del rey, su padre me llamo esta mañana para pedirme que aloje aquí a Dominik para tratar de mitigar su dolor de haber perdido a su esposa e hijo
Las chicas se miraron con asombro diciendo
—¿El Rey va a vivir aquí abuelito? ¿Con nosotros?
—Sí, yo pasé por eso y voy a tratar de ayudarlo a pasar mejor su gran pena
—¿Y nosotros qué hacemos?
—De eso quería hablarles, que traten de comportarse y ¡tratarlo con respeto!,
—Claro que sí, abuelito, ¡lo haremos!
—Gracias, mis nietas
Adrién omitió lo de los medallones porque sabía que eso se daría solo y a su tiempo, lo único que le preocupaba era que los dos medallones brillan al unísono y debería ser uno solo, pero dejaría eso al destino.
Mientras se hacían los preparativos para la estadía del rey en otra parte, la ropa era escogida entre el rey y su hermana Laila, que estaba guardando unos bañadores para piscina.
—Laila, ¿para qué me guardas eso? ¿No creo que vaya a estar en una piscina?
—Hermano, por favor, ¡llévalos por si acaso! —dijo Laila risueña
—Está bien, lo que tú digas, ¡mamáaaaa!
—Jejeje, me has hecho una broma Dominik
—¿Yo? Ah, no sé por qué la hice—dijo el Rey
—Estás aquí conmigo, con tu hermana, por eso
Dominik sonrió, se levantó para abrazarla un momento y se puso a canturrear un waltz, entonces se pusieron a bailar despacio.
Alexander había llegado y en la puerta abierta miraba a sus hijos bailando y escuchando, canturrear a su hijo, eso le alegraba su corazón viendo a su hijo tranquilo.
Fue un buen rato, se miraron y se rieron despacio, no se daban cuenta de que su padre estaba parado en el marco de la puerta observándolos.
—¡Hola, hijos!—dijo Alexander
Pegaron un respingo al escucharlo y sonrieron
—Hola, papá, hola, papi
—Los vi bailando despacio, se los ve bien como pareja
—¡Ah, sí!—dijo Dominik
Alexander se dio cuenta de la actitud de Dominik y antes de cualquier cosa le dijo que estaba todo listo para el viaje al castillo de Adrién
—Está bien papá, ¡ya estoy listo!
—Te acompaño hermano hasta dejarte posicionado
—Bien hermanita querida —dijo Dominik besándola en la mejilla
En el auto iban los 3 conversando y Laila iba haciéndole cosquillas a su hermano y lo hacía rei, Alexander sonreía viéndolo así, iban custodiados de autos de la guardia Real.
Llegaron al castillo Wallacer, se abrieron los enormes portones, entraron todos los autos, llegaron a la lujosa entrada, afuera de la entrada principal estaba Adrién y sus nietas, unas hermosas jovencitas rubias.
Del auto bajo Alexander, se adelantó y se saludó de abrazo con Adrién
—Hola, Adrién, gracias por ayudarme con mi hijo
—¡Para ti todo!—dijo el patriarca Wallacer
—¡Buenas noches! —dijeron al unísono y haciendo la venia las gemelas
—Hola, niñas, ¡están hermosas! Y grandes ya —dijo Alexander
—Si ya tienen 17 años
—Buenas Noches, Adrién —dijo Dominik
—Buenas Noches, Dominik
—Buenas Noches, Adrién —dijo Laila.
—Buenas noches, Laila, a los tiempos que te veo
—Buenas Noches, su majestad —dijeron las gemelas llenas de curiosidad
—Buenas Noches, chicas han crecido mucho, ya deben tener novio —dijo Dominik
—Este si majestad, las dos tenemos novio, pero no es nada serio todavía
—Entremos a la sala, por favor —dijo Adrién
Los sirvientes del castillo llevaron todo el enorme equipaje del rey a su habitación
—Adrién te agradezco, recibas a Dominik aquí contigo —dijo Alexander
—Alexander, sabes que somos amigos y haría cualquier cosa por ti
—Adrién, gracias por recibirme aquí —dijo Dominik, mirando de reojo a las gemelas
—Dominik, sabes que te quiero mucho, desde pequeño jugabas conmigo
—Si me acuerdo de eso, también me enseñaste a ser responsable, me estaba volviendo arrogante
—Eran cosas de juventud y alguien era así y estabas siguiendo el ejemplo, jeje—dijo Adrién oteando a su amigo Alexander
—Y… ¡¿quién era así Adrién?! —preguntó Dominik jocoso
—¡Mi papáaaa! —dijo Laila jocosa
—¡Laila! —dijo Alexander
Adrién, Dominik, Laila y las gemelas rieron
—Alexander, ten paciencia, jajaja ¡tus hijos te adoran!—dijo Adrién
—Si sé y bueno es verdad, así era yo, hasta que tu mamá llego a mi vida y me fue cambiando, de a poco, pero cambie con el tiempo.
Las gemelas miraban intensamente a Dominik y este se dio cuenta, las miraba de vez en cuando, las dos susurraban entre sí.
—Alice, el rey es ¡guapísimo! —dijo Dianne
—Si Dianne, ¿cómo no nos dimos cuenta esa vez que bailamos con Él?
—Yo creo que éramos muy chicas e inocentes —dijo Dianne
—Debe ser, ahora que tenemos novio nos dimos cuenta —dijo Alice
Siguieron conversando entre ellos, Adrién ya se había dado cuenta de las miradas, pero seguía conversando como si nada.
—Bueno Adrién, ¡nos vamos!, aquí te dejo a mi corazón y mi vida en tus manos —lo dijo abrazando a Dominik
—¡Yo digo lo mismo!—dijo Laila dándole un beso en la mejilla a su hermano
—Adiós, hijo, ¡tranquilízate, ¿quieres?!—dijo su padre
—Si papá voy a tratar
—Mi cosita linda, ¡te voy a extrañar mucho! —dijo Laila abrazando fuerte a Dominik
—Voy a estar bien Laila, jeje —dijo Dominik todo risueño
Acompañaron hasta la puerta a Alexander y Laila, se despidieron de la mano, subieron en el auto y todos se fueron.
Volvieron a entrar y Adrién se acomodaba su cabello para decir —Dominik, le pregunte a tu padre sobre tus gustos en todo y trate de traerte de todo para que estés tranquilo A lo que el rey le respondió —Gracias, Adrién, lo único que me va a hacer difícil de superar es a… mi esposa —Cálmate Dominik, ya mataste a todos los licántropos —Sí, pero no la voy a tener junto a mí, ¡nunca más! Y abrazo a Adrién, comenzó a sollozar, las gemelas lo miraban y sus ojos se llenaron de lágrimas viéndolo sollozar. —Cálmate Dominik, ¡yo pasé por eso!, te entiendo, es duro lo que sientes Con voz temblorosa y llena de dolor mascullo el rey —Es que la extraño, sus besos, sus abrazos, su amor, sus caricias, todo de ella —Lo sé, te entiendo, pero ya estás aquí y vamos a superarlo, ¿quieres? —Está bien, es cierto, ¡debo superarlo!—dijo el Rey tratando de tranquilizarse ya Dominik se secó las lágrimas y se recostó en el sofá mirando hacia arriba, Adrién se levantó un momento para servirle una copa
En cuanto el rey desapareció, fue un alboroto y las amigas de las gemelas les cayeron en el camino al aula. —¿El Rey está viviendo con ustedes? —Sí, mi abuelo lo está ayudando a superar la muerte de su esposa—dijo Alice muy alegre —¡¿Tu abuelo?! —Si a nuestra abuela la mataron los Licántropos—dijo Dianne mirando a su amiga —Ah, entonces si puede ayudarlo paso por lo mismo, pero lo vimos serio hace rato—dijo Mariana —Lo que me pregunto es… ¿Cómo sabía que estábamos en problemas?—dijo Dianne con asombro —¡Es cierto!, ¿cómo lo supo? Por qué vino a tiempo Se quedaron con las dudas, ya tenían que entrar al aula, se sentaron en sus asientos bajo la mirada de sus exnovios que se mordían el labio, no podían ni debían decir nada, no podían o los castigarían. El resto de la jornada pasaron tranquilas, a la salida llego el auto con su abuelo que llego a recogerlas, algo raro casi no iba, pensaron que a lo mejor Dominik le dijo algo, pero al entrar al auto su abuelo las recibió con una so
Dominik ya se había aseado, estaba con su pijama y tocaron a su puerta, fue a abrirla encontrándose con las gemelas paradas juntas ahí. —Hola, Dominik—dijeron las dos —Hola, ¡¿pasa algo?! —Dominik, queríamos preguntarte si quieres ver una película con nosotras ¡antes de dormir! —¡¿Una película?! ¿En dónde?, no vi TV o reproductor en la sala —En la sala no, en tu habitación—dijo Alice —Aquí tampoco veo nada de TV—dijo Dominic —Mira, aquí está la TV, el Blu Ray y aquí están la colecciones de películas Dominik vio las películas almacenadas, eran cientos de ellas, pero las chicas sacaron algunas para escoger una entre ellas. Cerraron la puerta y se sentaron para escoger una y fue una de comedia, lo hicieron para que no esté triste. Pusieron ya la película y cuando comenzó, se acostaron en la alfombra, las almohadas en la cabeza y Dominik acostado en medio y las dos cada una a un lado de Él con su respectiva almohada. Empezó la película, la estaban mirando paso, algo gracioso y l
Dominik las llevo encima de las nubes, las gemelas las tocaban, se sentían esponjosas y húmedas, vieron la luna en todo su esplendor, era hermoso allá arriba, y veían a Dominik volando y sonriéndoles, que les decía. —Agárrense fuerte, voy a aumentar la velocidad, quiero que conozcan un sitio hermoso Las dos se agarraron fuerte del torso de Él y Dominik empezó a volar a una velocidad inaudita, entonces ellas empezaron a asustarse pensando que caerían al vacío, pero no duro mucho y fue atenuando la velocidad y empezó a bajar despacio hasta llegar al suelo aterrizando en un hermoso lugar parecía el bosque de un cuento de hadas. Las gemelas exclamaban con sus ojos llenos de asombro —¡Qué hermoso bosque! —Aquí traía a… mi esposa a pasear con las hadas—dijo Dominik —¡¿Hadas?!—dijeron las gemelas al unísono a lo que el rey vampiro les indico —Sí, este es él, ¡bosque Mágico de las hadas! —Dominik, si aquí traía a su esposa debe ser un sitio bien privado y nos trajo a nosotras… ¡¿por qué
—Esta bien, los reyes dijeron que ellas nacieron para estar junto a mi, por toda la eternidad, que por eso es que brillan los dos medallones al mismo tiempo—dijo Dominik—Nietas mias no me mientan ¿ustedes aman a Dominik?—preguntó AdrienLas gemelas se sonrojaron y dijeron—Si abuelito, nos dimos cuenta, por eso nos separamos de nuestros novios, Dominik no sabia nada se entero porque los reyes le dijeron.—dijo AliceAdrien para sorpresa de los tres se carcajeo sonoramente diciendo—Me lo imaginaba, deje esto al destino y parece que se cumplio lo que pensaba, Dominik por eso llegaste aquí a vivir conmigo estabas destinado a estar con ellas—Adrien es cierto, me enamore de las dos, pero el destino es cruel, me quito a mi esposa e hijo y todavía me duele—dijo Dominik—Te entiendo Dominik, claro que te entiendo, pero sabes muy bien que co
Se sentaron a cenar, conversaron y tenía que pasar, hacían reír a Alexander viendo cómo todos se lanzaban pedacitos de gelatina entre ellos, pero un pedacito fue a su dirección y se le pegó en la mejilla, todos se quedaron estáticos mirándolo pensando que se enojaría, pero paso otra cosa. —Jajajaja, así que son atrevidos, pues yo también—dijo Alexander Alexander se sumó al juego lanzando con su cucharilla pedacitos de gelatina a todos y riéndose, los sirvientes estaban con la boca abierta, jamás habían visto eso en el castillo jamás. Ya se hizo tarde y Alexander dijo a Dominik que vaya en el auto a dejarlas a su castillo. Iban en la parte de atrás los tres y Alice beso a Dominik primero y este le correspondió el beso, después lo hizo Dianne y paso igualmente un beso profundo entre los dos, llegaron y estaba parado Adrién esperándolas, salieron los tres y Adrién se dio cuenta de la pintura de labios en la boca de Dominik sonrió diciendo. —Hola, Dominik, veo que has venido ¡entreten
Alexander y Laila se fueron juntos, los padres fueron a reposar, pues al otro día deberían regresar a New York y Adrién fue a dormir, las gemelas estaban felices de todo. Dominik llego a su Castillo y bajo al calabozo donde estaba Carl —Asómate prisionero —dijo Dominik con voz autoritaria Carl salió de las sombras, había estado llorando —Le has faltado el respeto a una mujer decente que además es mi novia, la novia del Rey, así que deseo escucharte decirme ¿por qué le dijiste esa patanería? —Disculpe majestad, fue un momento de celos, ella era mi novia y… no quería creer lo que escuche de ser su novia suya. —Mmmm, estarás aquí encerrado una semana cuando salgas deberás ponerte al día con tus estudios, voy a pedir que te guarden todas las clases a algún compañero tuyo y a final del año deberás tener notas altas porque si no te castigare de la manera más cruel que existe, y tú no me conoces como soy de cruel. —Está bien majestad —dijo Carl muy arrepentido —Bien entonces, hasta ma
Los compañeros y amigos decían —¡Que envidia! —Es guapote el rey, suertudas. Las gemelas sonreían viendo a sus compañeros así Alexander había llamado a Dominik para hablar con Él —Papá, hola, ¡¿dónde estás?! —Hijo ven, estoy arriba del castillo—dijo Alexander Dominik subió y abrazo a su padre Alexander, que le devolvió el abrazo y se sentaron —Hijo ya se acerca la Luna Roja y es cuando debes pedirles matrimonio a tus novias —¡Sí, papá!, ya tengo todo listo, Laila, me ayudo ya, jeje—dijo Dominik —Ah, o sea que ya tienes ¡todo adelantado!—comento Alexander —Sí, papá las amo, ¡las amo mucho!—dijo el rey —Me encanta verte así feliz sonriendo —La estadía donde Adrién me llevo a tener la felicidad, papá, ¡gracias!—dijo Dominik Laila le había dicho a su hermano que cite a su padre, a Adrién, a los padres de las gemelas en la Preparatoria y que hable con el director para que lo deje utilizar el patio para la gran ceremonia de petición de mano en la Luna Roja y que lo iba a hacer