—Estamos aquí para oficiar la unión de estas tres parejas, con el amor puro que se profesan Rey Drácula y Agatha Rey Alexander y Andrey Rey Lucius y Laila Toda la ceremonia fue hermosa, dijeron sus votos, llego la puesta de los anillos entre los novios, la gente aplaudía a pesar de estar dentro de la Catedral, y llego el momento crucial cuando el obispo dijo. —Los declaro esposos y esposas Los nuevos esposos se besaron, los vítores y aplausos no se hicieron esperar —VIVA LOS ESPOSOS —VIVA LOS REYES Empezaron a salir, fueron recibidos con arroz y serpentinas, aplausos, vítores, se subieron a los autos para ir a la recepción en el gran salón de Palacio, ya estaban listos los tronos de todos. Entraron y se sentaron en sus tronos, la algarabía era estruendosa, la felicidad salía por los poros de todos, hasta que el rey Dominik, cogió el micrófono y dijo. —Silencio, por favor El salón quedo en total silencio, entonces el rey comenzó a hablar. —«Señores y señoras, en este día ha
El tiempo transcurrió y antes de lo previsto las contracciones de las gemelas se adelantaron, las llevaron a la clínica que estaba preparada con todo, estaban bajo el cuidado del mejor ginecólogo del reino. Afuera estaba Dominik caminando nervioso de aquí para allá, se sentaba de vez en cuando y tamborileaba los dedos de sus manos, estaba solo, sin hermana, ni padre, ni abuelo, más nervioso estaba. Cuando se escuchó el llanto de un bebé, después tres más, sonrió y se sentó a esperar, salió el ginecólogo y dijo. —Su majestad ya está, sus cuatro hijos están sanos, todo salió bien, son varones —¿Puedo ver a mis esposas, a mis hijos? —A sus esposas puede verlas, sus hijos están lavándolos y ponerlos en cunas. Dominik entro a la habitación donde estaban convalecientes sus esposas —Hola, ¿cómo están mis amores? —Amor, ¡estamos bien! Abrazo a Dianne y después a Alice, —¡Somos padres, mis amores!, que están bien, dijo el doctor Se escucharon a las enfermeras entrar con dos niños en
—Amor, que pasa, jamás has llorado, —Mi hijo… Alexander… se fue… llorando y yo… soy el culpable Dominik se acercó a su abuelo diciendo —Abuelo, ten paciencia, mi papá siempre estaba triste, te extrañaba y bueno creo que los recuerdos lo pusieron así —Dominik, no debí tratarlo de esa manera, le dolió y mucho, ¡yo lo dejé solo! —Amor, eh, si puedes saber dónde está ahora y que vayas a arreglar esto, no lo dejes ahí, ¡tú amas a tu hijo!, siempre lo decías, creo que llego la hora de hablar con tu hijo amor. —Si Hadrien, voy a buscarlo, está solo ahora, recién se casó y no voy a ser el culpable de su infelicidad, me voy —Tu amor de padre primero amor, tú lo amas Drácula se paró y se limpió sus lágrimas, cerro los ojos y dijo —Me voy a hablar con Alexander, adiós, más tarde nos vemos amores —Está bien amor—dijeron los dos juntos mirándose Hizo un gesto y desapareció en una inmensa estela escarlata, Dominik estaba triste, quería mucho a su familia y no le gustaba ningún distanciami
Las dos lo observaron en forma pícara, se rieron de verlo sonrojado, sudoroso y excitado, se le acercaron diciendo. —Dominik, no sabíamos cuándo ya estar así, ¡solas para amarte!, te deseamos siempre esposo nuestro —dijo Dianne —Si, cuando llegamos aquí, queríamos ya estar a solas contigo amor—dijo Alice Las dos le daban la vuelta al cuerpo de su esposo, toqueteándolo y haciéndolo gemir, Dominik ladeaba la cabeza sintiendo esas hermosas y ávidas manos recorrer su cuerpo, estaba vestido todavía, pero esas muestras de amor lo volvían loco, Dianne se le arrojó a besarlo apasionadamente y Alice lo abrazaba por detrás y besándole la espalda por encima de su camisa. —¡Las amo tanto!, ¡las deseo tanto!, muero por tenerlas en mis brazos, mis amores Despacio llegaron a la cama, mientras una lo besaba en la boca, la otra le lamía el cuello y le daba chupetones, se le escuchaba al rey gemir con tal placer, estaba tan caliente. Lo empujaron para que se acueste y las dos empezaron a revolotea
Drácula se reía, tomó las manos de sus esposos mirando a todos —Jajajaja, ya ven, privilegios de ser el patriarca de todos aquí —Bien, ya que está definido los turnos, ¡rige desde ahora! —Bien, Vamos esposos nos toca primero Entraron y cerraron la puerta, los demás se fueron no tan contentos, Dominik se sonreía viéndolos, todos querían cuidar y jugar con sus hijos. Salieron sus esposas del cuarto riéndose —Dominik tu abuelo y sus esposos nos sacaron de la habitación, dijo tu abuelo que disfrutemos estar sin obligaciones —¡Mi abuelo con sus cosas!, además es cierto, ¡vamos al mall! —¿Al mall solos?, ¡ya extrañaba eso! —Yo también —Qué bueno es tener familia que te ama, te cuidan —Quería decirles que hoy quiero ir en auto y yo manejo —Dominik, pero el mall está lejos —¡No importa!, quiero manejar, ir apreciando el paisaje —Pero Dominik quien estará al frente del reino mientras estamos en el mall —Esperen un momento, ya regreso Y Dominik camino a la biblioteca, entro se es
New York, cuna del comercio más grande del mundo, en esa metrópoli nacieron un par de gemelas hermosas de pelo rubio y unos hermosos ojos azules como el mar, sus padres de tantos intentos por tener hijos optaron por la inseminación in vitro y lograron concebirlas así porque de la manera tradicional no se podía, todo era felicidad en la familia Wallacer. Por la alta posición económica de sus padres y familia pudieron disfrutar de los placeres de la vida, de ricos, juguetes caros, nodrizas para su educación, aparte de la escuela, modales, todo porque su familia descendía de la Aristocracia Europea directamente de Rumania y conservaban los modales y costumbres antiguas, el Patriarca viudo ahora visitaba a su hijo una vez al año y la esposa de este fue escogida por Él en persona, una mujer de la alta alcurnia de la sociedad rumana. Las niñas cumplían sus 5 años y la llegada del abuelo y patriarca de la familia estaba próxima, tenían todo listo para la celebración de las niñas, se acercab
Ya al cumplir los 15 años de las gemelas Wallacer la fiesta iba a hacer en grande Su abuelo le dijo a su hijo que lo harían en el castillo Wallacer bajo la tradición de la aristocrática familia. Las chicas estaban felices, su abuelo les hacía la fiesta, ya sabían de los gustos de su abuelo y eran felices de satisfacer los gustos de su abuelo. El día de la recepción entro su abuelo a sentarse al sillón del Patriarca, había otro al lado más lujoso, pero pensaron que era para su padre, sin embargo, al llegar no se sentó ahí, permanecía solitario, no preguntaron nada, ya todos estaban en la Recepción, la orquesta y todo entonces vieron llegar a las puertas del gran salón al hombre que les ayudo a bajar los chocolates el Rey. Entro y los vítores no se hicieron esperar —¡Viva el rey, Viva! Su abuelo fue a recibirlo, le hizo una venia se dieron las manos y lo acompaño a sentarse en la silla más lujosa, entonces vieron a su abuelo pararse en un sitio y empezó a dar un pequeño discurso so
—Papá, ¿y ahora que va a pasar? Dominik no tiene cabeza para gobernar —dijo Laila —Yo lo voy a hacer, mientras le voy a pedir a un viejo amigo que lo lleve a su casa para que esté lejos de todo esto y se calme —¡¿A quién papá?! —indagó Laila —A Adrién Wallacer, siempre lo ha querido desde niño, sé que lo confortará —Sí, es duro, se amaban demasiado —Adrién perdió a su esposa así mismo, la mataron los licántropos, él sabrá cómo tranquilizarlo —dijo Alexander —Ojalá papá, ¡duele verlo así! Mientras el rey dormía y las lágrimas rodaban por sus mejillas mojando el edredón encima de Él. Durmió todo el día, despertó rayando ya las 10 pm, se estiró en su cama y vio a su padre que lo miraba y le preguntó somnoliento. —Papá, ¡¿qué haces aquí?! —Cuando regresaste llegaste aquí, te desmayaste, te cambie y te acomode para que duermas —Oh, sí, los maté a todos, escuche ruidos en una cueva y ahí estaba el resto, no deje a ningún maldito licántropo, ¡malditos sean! —Ya paso hijo, quería pr