Dominik las llevo encima de las nubes, las gemelas las tocaban, se sentían esponjosas y húmedas, vieron la luna en todo su esplendor, era hermoso allá arriba, y veían a Dominik volando y sonriéndoles, que les decía. —Agárrense fuerte, voy a aumentar la velocidad, quiero que conozcan un sitio hermoso Las dos se agarraron fuerte del torso de Él y Dominik empezó a volar a una velocidad inaudita, entonces ellas empezaron a asustarse pensando que caerían al vacío, pero no duro mucho y fue atenuando la velocidad y empezó a bajar despacio hasta llegar al suelo aterrizando en un hermoso lugar parecía el bosque de un cuento de hadas. Las gemelas exclamaban con sus ojos llenos de asombro —¡Qué hermoso bosque! —Aquí traía a… mi esposa a pasear con las hadas—dijo Dominik —¡¿Hadas?!—dijeron las gemelas al unísono a lo que el rey vampiro les indico —Sí, este es él, ¡bosque Mágico de las hadas! —Dominik, si aquí traía a su esposa debe ser un sitio bien privado y nos trajo a nosotras… ¡¿por qué
—Esta bien, los reyes dijeron que ellas nacieron para estar junto a mi, por toda la eternidad, que por eso es que brillan los dos medallones al mismo tiempo—dijo Dominik—Nietas mias no me mientan ¿ustedes aman a Dominik?—preguntó AdrienLas gemelas se sonrojaron y dijeron—Si abuelito, nos dimos cuenta, por eso nos separamos de nuestros novios, Dominik no sabia nada se entero porque los reyes le dijeron.—dijo AliceAdrien para sorpresa de los tres se carcajeo sonoramente diciendo—Me lo imaginaba, deje esto al destino y parece que se cumplio lo que pensaba, Dominik por eso llegaste aquí a vivir conmigo estabas destinado a estar con ellas—Adrien es cierto, me enamore de las dos, pero el destino es cruel, me quito a mi esposa e hijo y todavía me duele—dijo Dominik—Te entiendo Dominik, claro que te entiendo, pero sabes muy bien que co
Se sentaron a cenar, conversaron y tenía que pasar, hacían reír a Alexander viendo cómo todos se lanzaban pedacitos de gelatina entre ellos, pero un pedacito fue a su dirección y se le pegó en la mejilla, todos se quedaron estáticos mirándolo pensando que se enojaría, pero paso otra cosa. —Jajajaja, así que son atrevidos, pues yo también—dijo Alexander Alexander se sumó al juego lanzando con su cucharilla pedacitos de gelatina a todos y riéndose, los sirvientes estaban con la boca abierta, jamás habían visto eso en el castillo jamás. Ya se hizo tarde y Alexander dijo a Dominik que vaya en el auto a dejarlas a su castillo. Iban en la parte de atrás los tres y Alice beso a Dominik primero y este le correspondió el beso, después lo hizo Dianne y paso igualmente un beso profundo entre los dos, llegaron y estaba parado Adrién esperándolas, salieron los tres y Adrién se dio cuenta de la pintura de labios en la boca de Dominik sonrió diciendo. —Hola, Dominik, veo que has venido ¡entreten
Alexander y Laila se fueron juntos, los padres fueron a reposar, pues al otro día deberían regresar a New York y Adrién fue a dormir, las gemelas estaban felices de todo. Dominik llego a su Castillo y bajo al calabozo donde estaba Carl —Asómate prisionero —dijo Dominik con voz autoritaria Carl salió de las sombras, había estado llorando —Le has faltado el respeto a una mujer decente que además es mi novia, la novia del Rey, así que deseo escucharte decirme ¿por qué le dijiste esa patanería? —Disculpe majestad, fue un momento de celos, ella era mi novia y… no quería creer lo que escuche de ser su novia suya. —Mmmm, estarás aquí encerrado una semana cuando salgas deberás ponerte al día con tus estudios, voy a pedir que te guarden todas las clases a algún compañero tuyo y a final del año deberás tener notas altas porque si no te castigare de la manera más cruel que existe, y tú no me conoces como soy de cruel. —Está bien majestad —dijo Carl muy arrepentido —Bien entonces, hasta ma
Los compañeros y amigos decían —¡Que envidia! —Es guapote el rey, suertudas. Las gemelas sonreían viendo a sus compañeros así Alexander había llamado a Dominik para hablar con Él —Papá, hola, ¡¿dónde estás?! —Hijo ven, estoy arriba del castillo—dijo Alexander Dominik subió y abrazo a su padre Alexander, que le devolvió el abrazo y se sentaron —Hijo ya se acerca la Luna Roja y es cuando debes pedirles matrimonio a tus novias —¡Sí, papá!, ya tengo todo listo, Laila, me ayudo ya, jeje—dijo Dominik —Ah, o sea que ya tienes ¡todo adelantado!—comento Alexander —Sí, papá las amo, ¡las amo mucho!—dijo el rey —Me encanta verte así feliz sonriendo —La estadía donde Adrién me llevo a tener la felicidad, papá, ¡gracias!—dijo Dominik Laila le había dicho a su hermano que cite a su padre, a Adrién, a los padres de las gemelas en la Preparatoria y que hable con el director para que lo deje utilizar el patio para la gran ceremonia de petición de mano en la Luna Roja y que lo iba a hacer
Siguieron la costumbre de ir a verlas y dejarlas en la Preparatoria y de llevarlas a pasear casi siempre las llevaba a lugares fríos, era para contenerse de hacer algo malo. Había dejado de ir a ver películas. Los vestidos de Novia se había encargado Laila, eran hermoso de color negro, perlas, y el ajuar era lindísimo. Dominik visito a solas a su hermana, le contó lo que paso y lo que hizo al regresar al castillo, ella lo miró atónita. —¡Quéeeee!, pero hermano van a ser tus esposas, deberías enseñarles cómo complacerte aunque sea oralmente, ¡ellas están enamoradas de ti!, por eso quieren hacer eso contigo—dijo Laila —¡Pero tengo miedo de excederme!, yo quiero su virginidad después de casarnos—dijo el Rey —Hermano, por favor, ¡estos son otros tiempos!, pero si deberías enseñarles el sexo oral, así te complaces y te descargas, tú debes complacerlas también, ¡tú sabes bien hacer eso! Dominik la miro pensativo,«sin embargo, no sería en el castillo de su abuelo, quiero respetarlo» —O
—Si les voy a ir enseñando, las amo y quiero que sientan mi amor a plenitud no solo sentimental, sino físico, las amo. —Nosotros también, ¡te amamos! Dominik había puesto una alarma para que los despierte para tener tiempo de bañarse y ponerse la poción para que desaparezca cualquier olor físico. Las abrazo a las dos y del cansancio se quedaron dormidos así desnudos. Pasaron dos horas y sonó la alarma, se despertaron, se levantaron, se bañaron juntos, jugando y riendo, se pusieron la poción y se vistieron, con magia limpia el desorden de la casita, salieron y el lugar era hermoso. —Vámonos un momento a la montaña para regresar fríos, ¡por si acaso! —¡Es verdad, vamos!—dijeron las gemelas Al llegar a la montaña se tiraron bolas de nieve riéndose, regresaron al castillo Wallacer, estaban todo blancos de la nieve. Adrién los miro que se sacudían la nieve y eran puras risas, ellas le tiraban la nieve a Dominik —¡Ya párenle!, hace rato me dieron duro con las bolas de nieve —¡Tú em
Las gemelas iguales estaban cansadas, pero no tanto por la juventud de ellas y su fortaleza, fueron a cenar algo, tomaron sus copas de sangre y se fueron a dormir, pero por si acaso dejaron prendido el TV y el reproductor y les valió porque más tarde su abuelo entro y vio el TV prendido y dijo en su mente que como siempre se quedaron dormidas viendo películas. Ya eran las 5 y 30 se despertó Laila y se levantó del sofá bostezando, vio a su hermano dormido profundamente, roncaba quedamente, se sonrió, lo dejo dormido y bajo al comedor, volvió a traer más copas grandes de sangre y las puso encima de una mesita de noche que tenía ahí. Lo miraba, estaba tranquilo, que lejos estaban aquellos días en que lloraba a su esposa desconsoladamente, ahora estaba feliz. Vio que su hermano se movió para darse la vuelta, pero igual estaba dormido, espero una hora más y ya lo llamo. —Dominik ya son las 6 y 30 de la tarde, ¡despierta!—dijo Laila Abrió los ojos muy despacio, bostezo largo, se estiró