Después de tomarme mi taza de café, me marché de mi casa hacia la calle para parar al primer taxi que pasara, pero el claxon de un coche me llamó la atención haciendo que girara mi cuerpo viendo el coche de Giovani detrás de mí y a él haciendo señas para que me acercara. a su vehículo— ¿Qué quieres?, tengo prisa Giovanni — le dije— Quiero que hablemos Alexandra, por favor sube al coche — me dijo— No puedo, tengo que ver a una persona y no puedo perder mi tiempo contigo — respondí— Alexandra, no sé que te he echo, pero te amo, por favor dame una oportunidad y dime qué daño es el que te echo, por favor sube al auto y hablemos tomando un café, por favor — me dijoMe subí al coche de Giovani llevándome hasta el centro de la ciudad aparcando en una zona cerca de donde había una cafetería, bajamos los dos del coche, acercandonos hasta la cafeteria, abriendo Giovani la puerta como todo un caballero para dejarme pasar a mi primero, viendo casi al fondo del local una de las mesas que había
Después de despedirnos de la inspectora Salas, nos marchamos los dos de la comandancia, subimos al vehículo de Giovani marchandonos de aquel lugar, cuando de pronto me di cuenta de que Giovani no iba por la carretera que llevaba a mi casa, si no que donde íbamos era la casa donde vivíamos él y yo antes de mi infiltración con Martino y Donato. — ¿Dónde me llevas? — pregunte aun sabiendo dónde íbamos— A nuestra casa, quiero enseñarte algo que preparé cuando te marchastes, pero no pude enseñartelo — me dijoCuando llegamos a su casa y aparcó el coche, bajamos los dos de él acercándonos a la entrada, abrió la puerta y entramos, recibiendonos Felisa, abrazandonos las dos llorando— Mi niña, bienvenida a tu casa ¿como estas, cariño? creíamos que ya te habíamos perdido — me dijo— Yo también me alegro de verte, aunque por ahora no voy a volver a esta casa — le dije— Bueno, te voy a enseñar una cosa y ya decidirás si vuelves conmigo, anda ven mi amor — me dijo Giovani cogiéndome la mano, a
Cuando baje del avión que dubi en Inglaterra para volver a mi casa en Sicilia, después de estar todo un año estudiando en la Universidad de Cambridge, me fui directamente a recoger mi equipaje, marchandome despues al exterior de aeropuerto, donde me di cuenta de que a unos pocos metros estaba la limusina en la que mi padre me envió para recogerme, me acerque viendo a Mariano el chofer sonriendome— Bienvenida a casa señorita Alexandra — me dijo— Gracias Mariano ¿Y mi padre? — le pregunté al chofer, mientras estaba guardando mi equipaje en el portamaletas de la limusina— Está en casa, deseando volver a verla — me respondióDespués de guardar mi equipaje en el maletero, me senté en el vehículo igual que el chofer, marchandonos del aeropuerto con dirección a mi casa. Al llegar a la entrada del camino que conduce a mi casa, el chofer abrió con el mando a distancia el portón que guardaba la casa, entrando en el camino, me fije que había más sicarios protegiendo mi casa que cuando me marc
Gire mi cuerpo fijandome en el hombre que acababa de saludarme dandome cuenta que era Giovani, el hombre que estaba con mi padre en su despacho cuando llegue— Buenas noches Giovani ¿viene solo? — le pregunté— Si y tu, una chica tan bonita como tu, no deberia venir a estos sitios sola — me dijo— Gracias, pero he quedado con una amiga aqui, no soy una monja y antes de que mi padre me mandara a Inglaterra a estudiar, yo trabajaba aqui de camarera — le dije— ¡¡ Alexandra !! amiga, que bien te veo, que ganas de contarte, vamos a sentarnos es mi hora de descanso — me dijo muy alegre mi amiga Bianca— Bianca espera, quiero presentarte a un amigo de mi padre, él es Giovani — le dije, cogiendo el brazo de mi amiga con mi mano para pararla— Lo he visto muchas veces por aquí, con sus amigas, no te fíes de él Alexandra, yo no lo haría –me susurro– y ahora vamos que quiero contarte y que me cuentes — me dijoCuando nos íbamos a marchar para sentarnos mi amiga y yo en sendos asientos que había
Así que me levante de la cama, me puse una bata por encima, me marché de mi dormitorio acercándome hasta la cocina, donde me di cuenta de que estaba ya Eleonora, la cocinera, haciendo el desayuno — Buongiorno Eleonora — le dije salutandola— Buongiorno, signorina Alexandra — me responde— Voy a ponerme una taza de café y me iré al lado de la piscina para desayunar — le dije— In questo momento ti sto portando i panini che ho fatto apposta per te — me dijo Eleonora— ¿Bollos? Gracias Eleonora, eres la mejor cocinera que conozco — le dije abrazándola desde atrás, dándole un beso en su mejilla mientras la veía sonreír.Cogi mi taza de café marchandome de la cocina hacia donde estaba la piscina, sentandome en una de las hamacas, mientras me bebía el café, tomaba el sol que tanta falta me hacia, ya que el tiempo que estuve en Inglaterra, no cesó de llover, viendo la claridad de los rayos del sol muy poquitas veces.— Si no te pones crema solar te quemaras, buongiorno Alexandra — escuche
Trabajar en la empresa de mi padre, poder irme de copas y de viaje con mi mejor y única amiga y miles de cosas más que tenía pensado hacer cuando regresara de Inglaterra, pero antes que casarme con ese italiano, tenía que hacer algo para poder ayudar a mi padre y eso era volver a mi antiguo trabajo en el club. Por la noche y después de ducharme, me puse un vestido color plata, con la espalda al descubierto, y corto de talla, unos zapatos de tacón de aguja, me pinte con colores que no eran muy llamativos, cogi mi bolso marchandome de mi dormitorio hacia la entrada de la casa— Alexandra hija ¿dónde vas así vestida? — me preguntó mi padre— Me voy al club, a ver a mi amiga Bianca — respondí— Hija por favor, no vayas a hacer ninguna tontería — me dijo — Que no papá, todo está bien tranquilo, dame las llaves del coche, me apetece conducir a mi — dije— No, te acompañara Pietro, asi me quedare yo más tranquilo — me dijoAunque no me gusto, ya que quería ir yo sola al club, me calle subie
. Cuando llegamos a la entrada de mi casa, me bajé del vehículo de Giovani para entrar en el camino por la puerta pequeña, pero él también bajó de su coche, cogiendo mi brazo fuertemente con su mano.— Mañana te recogeré por la mañana, comeremos con mi madre, ella quiere conocerte antes de que nos casemos — me dijo— ¿Y quién te ha dicho a ti que quiero casarme contigo? — pregunté— Tu padre me llamó esta noche y me ofreció tu mano, no querrás defraudarlo ¿verdad? — me dijoAl día siguiente me levanté antes de que mi padre se marchara de mi casa a su empresa ya que necesitaba hablar con él de lo que me dijo Giovani la noche anterior. Me levanté de la cama, me puse una bata acercándome a su despacho, viendo su puerta abierta, entré en el despacho sin pedir permiso ninguno y muy enfadada.— Como ya te dije me casare con Giovani, pero tenias que habermelo dicho a mi y no llamarlo anoche a él, todo se podria haber solucionado ¿no te parece? — pregunté— Alexandra cariño, comprendelo es la
— Eso es habladurías de viejas, necesitaba verte y besarte, ya que dentro de pocos minutos serás completamente mía, mía sólo Alexandra — me dijo Giovani— Hijo, no deberías estar con la novia, marchate ahora mismo, Alexandra cariño, la limusina ya está esperándonos y tú Giovani Conte, te están esperando tus amigos en el coche, lárgate ya de este dormitorio — le dijo mi padre haciéndome reírCuando mi futuro marido se marchó de nuestro dormitorio, entró en mi dormitorio Adela, la madre de Giovani, se cogió de mi brazo para andar más segura, marchandonos nosotras también del dormitorio, ayudandome una prima de mi futuro marido con mi traje de novia, Llegamos a la entrada de la casa, abriéndonos el chofer la puerta del vehículo, ayudandome a mi despues con el vestido mi padre, ya que el velo solo tenía una cola de tres metros y el vestido era de cola de sirena, pero sobresaliendo de la cintura una capa de dos metros. Cuando el chofer aparco en la misma puerta de la iglesia, un hermano de