Cuando esas personas, supuestamente amigos de Donato se marcharon de la casa, el se levanto del sofá estando muy serio mirándome fijamente— ¿Qué pasa Donato, algún problema con ellos? — pregunte— Quiero que los vigiles, hazte amiga de ellas ya que creo si no me equivoco mucho, que él fue el que me traiciono, menos mal que el dinero manda con el mas pelao y pude escapar de los federales — me dijo— ¿Y qué quieres que haga? ¿que me acueste con ellas o con él? — pregunté— No morra, no hace falta que hagas eso, simplemente que hables con la mujer y la sobrina, haber si tu les puedes averiguar algo, no me fio Alexandra — me dijo— Esta bien, no te preocupes haré lo que pueda — le dijeA la mañana siguiente cuando me desperte, me levante de la cama, entre en el cuarto de baño, me duche y volví al dormitorio, una vez que ya estaba vestida, cogi mi bolso y mi movil marchandome después de la casa, hacia la casa de Mauro, ya que eran vecinos de Donato, toque al timbre abriéndome la puerta un
Por la tarde escuche el timbre de la puerta, ya que yo me encontraba cerca de la puerta, la abri encontrándome al otro lado de la puerta a Maria muy sonriente y a su novio Eduardo, nos dimos dos besos y les hice pasar a la casa, hasta el salón— Nos vamos unos días fuera de acampada, y queremos que vengas con nosotros, por favor Alexandra — me dijo Maria— Pero yo no tengo nada para poder acampar con ustedes, vayanse solos y diviértanse — les dije— No por favor Alex, vente con nosotros, te prometo que te divertirás mucho — me dijo— Hola Maria ¿qué pasa Alexandra? — preguntó Donato que en ese mismo momento entró en la casa— Que Alexandra nos va a acompañar a una acampada que tenemos — dijo Maria— No puede marcharse Alexandra lo siento, tenemos una cena esta noche con tus tíos en su casa y comprenderá Maria que no los podemos ahorita dejar con la mesa puesta — dijo Donato, fijandome en la carita que puso Maria, dándome un poco de pena— Esta bien, espero que os divirtáis con esos do
TRES AÑOS DESPUÉSAl llegar a donde vivía mi padre, tocamos a la puerta, abriéndonos Carlota, nuestra sirvienta, niñera y muy amiga de mi padre y mía, mirándonos las dos con la expresión de sorpresa, viendo como le caían las lçagrimas por sus mejillas— Mi niña, ha vuelto a casa, no me lo puedo creer — me dijo abrazandonos las dos— ¿Quién ha llamado a la puerta, Carlota? — escuche la voz de mi padre llamarla— Pasar por favor, que sorpresa se va a llevar tu padre cuando os vea, pero mi niña si tu niño, es como una gota de agua a su padre — me dijo cogiendo a mi pequeño en sus brazos— Vamos Carlota, que lo vea mi padre, ya que no sabe que tiene un nieto — le dije— Alexandra una cosita antes de que veas a tu padre cariño, Giovani viene de vez en cuando a la casa, para que tu padre le diga si sabe algo de ti ¿Giovani tampoco sabe que es padre? — me preguntó— No, ni quiero que lo sepa, ese es un sinvergüenza y no quiero que se acerque a mi hijo — le dijeEntre hasta donde recordaba qu
Después de tomarme mi taza de café, me marché de mi casa hacia la calle para parar al primer taxi que pasara, pero el claxon de un coche me llamó la atención haciendo que girara mi cuerpo viendo el coche de Giovani detrás de mí y a él haciendo señas para que me acercara. a su vehículo— ¿Qué quieres?, tengo prisa Giovanni — le dije— Quiero que hablemos Alexandra, por favor sube al coche — me dijo— No puedo, tengo que ver a una persona y no puedo perder mi tiempo contigo — respondí— Alexandra, no sé que te he echo, pero te amo, por favor dame una oportunidad y dime qué daño es el que te echo, por favor sube al auto y hablemos tomando un café, por favor — me dijoMe subí al coche de Giovani llevándome hasta el centro de la ciudad aparcando en una zona cerca de donde había una cafetería, bajamos los dos del coche, acercandonos hasta la cafeteria, abriendo Giovani la puerta como todo un caballero para dejarme pasar a mi primero, viendo casi al fondo del local una de las mesas que había
Después de despedirnos de la inspectora Salas, nos marchamos los dos de la comandancia, subimos al vehículo de Giovani marchandonos de aquel lugar, cuando de pronto me di cuenta de que Giovani no iba por la carretera que llevaba a mi casa, si no que donde íbamos era la casa donde vivíamos él y yo antes de mi infiltración con Martino y Donato. — ¿Dónde me llevas? — pregunte aun sabiendo dónde íbamos— A nuestra casa, quiero enseñarte algo que preparé cuando te marchastes, pero no pude enseñartelo — me dijoCuando llegamos a su casa y aparcó el coche, bajamos los dos de él acercándonos a la entrada, abrió la puerta y entramos, recibiendonos Felisa, abrazandonos las dos llorando— Mi niña, bienvenida a tu casa ¿como estas, cariño? creíamos que ya te habíamos perdido — me dijo— Yo también me alegro de verte, aunque por ahora no voy a volver a esta casa — le dije— Bueno, te voy a enseñar una cosa y ya decidirás si vuelves conmigo, anda ven mi amor — me dijo Giovani cogiéndome la mano, a
Cuando baje del avión que dubi en Inglaterra para volver a mi casa en Sicilia, después de estar todo un año estudiando en la Universidad de Cambridge, me fui directamente a recoger mi equipaje, marchandome despues al exterior de aeropuerto, donde me di cuenta de que a unos pocos metros estaba la limusina en la que mi padre me envió para recogerme, me acerque viendo a Mariano el chofer sonriendome— Bienvenida a casa señorita Alexandra — me dijo— Gracias Mariano ¿Y mi padre? — le pregunté al chofer, mientras estaba guardando mi equipaje en el portamaletas de la limusina— Está en casa, deseando volver a verla — me respondióDespués de guardar mi equipaje en el maletero, me senté en el vehículo igual que el chofer, marchandonos del aeropuerto con dirección a mi casa. Al llegar a la entrada del camino que conduce a mi casa, el chofer abrió con el mando a distancia el portón que guardaba la casa, entrando en el camino, me fije que había más sicarios protegiendo mi casa que cuando me marc
Gire mi cuerpo fijandome en el hombre que acababa de saludarme dandome cuenta que era Giovani, el hombre que estaba con mi padre en su despacho cuando llegue— Buenas noches Giovani ¿viene solo? — le pregunté— Si y tu, una chica tan bonita como tu, no deberia venir a estos sitios sola — me dijo— Gracias, pero he quedado con una amiga aqui, no soy una monja y antes de que mi padre me mandara a Inglaterra a estudiar, yo trabajaba aqui de camarera — le dije— ¡¡ Alexandra !! amiga, que bien te veo, que ganas de contarte, vamos a sentarnos es mi hora de descanso — me dijo muy alegre mi amiga Bianca— Bianca espera, quiero presentarte a un amigo de mi padre, él es Giovani — le dije, cogiendo el brazo de mi amiga con mi mano para pararla— Lo he visto muchas veces por aquí, con sus amigas, no te fíes de él Alexandra, yo no lo haría –me susurro– y ahora vamos que quiero contarte y que me cuentes — me dijoCuando nos íbamos a marchar para sentarnos mi amiga y yo en sendos asientos que había
Así que me levante de la cama, me puse una bata por encima, me marché de mi dormitorio acercándome hasta la cocina, donde me di cuenta de que estaba ya Eleonora, la cocinera, haciendo el desayuno — Buongiorno Eleonora — le dije salutandola— Buongiorno, signorina Alexandra — me responde— Voy a ponerme una taza de café y me iré al lado de la piscina para desayunar — le dije— In questo momento ti sto portando i panini che ho fatto apposta per te — me dijo Eleonora— ¿Bollos? Gracias Eleonora, eres la mejor cocinera que conozco — le dije abrazándola desde atrás, dándole un beso en su mejilla mientras la veía sonreír.Cogi mi taza de café marchandome de la cocina hacia donde estaba la piscina, sentandome en una de las hamacas, mientras me bebía el café, tomaba el sol que tanta falta me hacia, ya que el tiempo que estuve en Inglaterra, no cesó de llover, viendo la claridad de los rayos del sol muy poquitas veces.— Si no te pones crema solar te quemaras, buongiorno Alexandra — escuche