Así que me levante de la cama, me puse una bata por encima, me marché de mi dormitorio acercándome hasta la cocina, donde me di cuenta de que estaba ya Eleonora, la cocinera, haciendo el desayuno
— Buongiorno Eleonora — le dije salutandola
— Buongiorno, signorina Alexandra — me responde
— Voy a ponerme una taza de café y me iré al lado de la piscina para desayunar — le dije
— In questo momento ti sto portando i panini che ho fatto apposta per te — me dijo Eleonora
— ¿Bollos? Gracias Eleonora, eres la mejor cocinera que conozco — le dije abrazándola desde atrás, dándole un beso en su mejilla mientras la veía sonreír.
Cogi mi taza de café marchandome de la cocina hacia donde estaba la piscina, sentandome en una de las hamacas, mientras me bebía el café, tomaba el sol que tanta falta me hacia, ya que el tiempo que estuve en Inglaterra, no cesó de llover, viendo la claridad de los rayos del sol muy poquitas veces.
— Si no te pones crema solar te quemaras, buongiorno Alexandra — escuche la voz de Giovani, viendo como se sentaba en la hamaca que había al lado mio
— ¿A ti qué te pasa, que no sabes lo que es trabajar? — le pregunté viendo en sus preciosos labios una perfecta sonrisa
— He venido a hablar con tu padre de ti — me dijo, dejándome muy extrañada
— Si es para que trabaje contigo, no lo esperes, necesito unos días para relajarme después de estudiar tanto — le respondí
— No es para que trabajes para mi, es para que te cases conmigo — me dijo, haciéndome reír hasta dolerme el estómago, teniendo que parar de reirme
— Mira Giovani, me acabo de despertar y esas bromas no van conmigo — le dije
— No estoy bromeando Alexandra, tu padre necesita una inyección de dinero si no quiere perder su empresa y yo necesito una esposa para poder optar a una herencia que me dejó mi abuelo — me dijo
— Buongiorno señorito Giovani — le dijo Eleonor, cuando me trajo los bollos que me había hecho para desayunar
— Buongiorno Eleonora, estos bollos tienen buena pinta, gracias — le dijo Giovani cogiendo uno de los bollos que trajo la cocinera
Giovani y yo nos quedamos mirandonos a los ojos, mientras él se comia uno de los bollos, dandome cuenta de el bronceado de su piel, de como le brillaban sus preciosos ojos verdes con la luz del sol, de sus fuertes brazos y de su perfecto abdomen que se le veia, a pesar de llevar puesta una camisa de color azul oscuro.
— ¿Qué me dices? ¿ayudarás a tu querido padre casándote conmigo? — me preguntó
— Casarme contigo no lo olvides que tambien te ayudaria a ti con tu herencia — respondí
— Mira Alexandra, yo soy multimillonario y esa herencia si, me pertenece, pero no necesito tanto dinero
— Entonces ayuda a mi padre siendo su socio, no necesitas una boda por lo que me estas comentando
— No le voy a regalar mi herencia a mi primo, que es un don nadie y un vago que vive de las limosnas que mi tía le da, además mi abuelo ya estipulo que esa herencia sería para el primero de los dos nietos que tenia se case .--- me dijo
— Lo siento Giovani, pero tendrás muchas mujeres deseando que las lleves al altar y una de esas no soy yo — le dije
— Ya estuve a punto de casarme y me dejo plantado en la misma iglesia, no creas que me hace mucha ilusión en casarme, pero si no te casas conmigo, en unos meses estaréis tu padre y tu pidiendo limosna en cualquier esquina, Pensaci principessa — me dijo levantándose de la hamaca, marchandose de donde nos encontrábamos
Estaba en el salón de mi casa cuando escuche llegar la limusina de mi padre, deje en la mesita que tenía enfrente el libro que estaba leyendo esperando a que mi padre entrara en casa, cuando escuche la puerta de su despacho cerrarse, me levanté del sillón donde estaba sentada, acercándome hasta el despacho, toque a la puerta con los nudillos esperando a que me diera paso mi padre para poder entrar.
— Passare — escuche
— Papá quiero hablar contigo si tienes un momento para mi — le dije, viendo a mi padre sentado en su sillón detrás de su mesa
— Pasa hija adelante, dime cariño ¿qué te pasa? — me dijo
— Hoy a venido a casa Giovani — le dije sentandome en el sillón que había delante de su mesa, pero dándome cuenta de cómo cambio mi padre el semblante de su cara cuando se lo dije
— ¿Ya se marchó? necesitaba hablar con el urgente con él — me dijo
— Creo que ya me dijo a mi lo que tenías que hablar tú con él, papá quiero que me digas la verdad ¿estamos arruinados? — pregunté
— Mira Alexandra, desde que murió tu madre he procurado ser un buen padre y un buen consejero para ti y para mis amigos y socios, pero todo me ha salido mal y no te voy a mentir ahora, ya que he procurado siempre decirte la verdad, si estamos arruinados y la boda de Giovani contigo podría salvarnos de la miseria — me dijo
— ¿Por qué si estábamos tan mal, me dejaste seguir estudiando en Inglaterra? yo hubiera podido trabajar y no tendrias que perderlo todo ahora — le dije
— Mira hija, no me arrepiento de lo que he hecho por ti y si tenemos que dormir en la calle, estoy dispuesto a hacerlo, no quiero obligarte a ti a nada de lo que no quieras hacer — me dijo
— Me casaré con Giovani, es lo menos que puedo hacer por ti papá — respondí
— ¿Qué has dicho hija? — me preguntó sorprendido
— Que me casaré con él, yo creo que te lo debo todo, papá — contesté
Después de comer, me marché a mi dormitorio, me tumbé en la cama pensativa, ya que con el paso que iba a dar, podría perder perfectamente la libertad que tanto anhelaba.
Trabajar en la empresa de mi padre, poder irme de copas y de viaje con mi mejor y única amiga y miles de cosas más que tenía pensado hacer cuando regresara de Inglaterra, pero antes que casarme con ese italiano, tenía que hacer algo para poder ayudar a mi padre y eso era volver a mi antiguo trabajo en el club. Por la noche y después de ducharme, me puse un vestido color plata, con la espalda al descubierto, y corto de talla, unos zapatos de tacón de aguja, me pinte con colores que no eran muy llamativos, cogi mi bolso marchandome de mi dormitorio hacia la entrada de la casa— Alexandra hija ¿dónde vas así vestida? — me preguntó mi padre— Me voy al club, a ver a mi amiga Bianca — respondí— Hija por favor, no vayas a hacer ninguna tontería — me dijo — Que no papá, todo está bien tranquilo, dame las llaves del coche, me apetece conducir a mi — dije— No, te acompañara Pietro, asi me quedare yo más tranquilo — me dijoAunque no me gusto, ya que quería ir yo sola al club, me calle subie
. Cuando llegamos a la entrada de mi casa, me bajé del vehículo de Giovani para entrar en el camino por la puerta pequeña, pero él también bajó de su coche, cogiendo mi brazo fuertemente con su mano.— Mañana te recogeré por la mañana, comeremos con mi madre, ella quiere conocerte antes de que nos casemos — me dijo— ¿Y quién te ha dicho a ti que quiero casarme contigo? — pregunté— Tu padre me llamó esta noche y me ofreció tu mano, no querrás defraudarlo ¿verdad? — me dijoAl día siguiente me levanté antes de que mi padre se marchara de mi casa a su empresa ya que necesitaba hablar con él de lo que me dijo Giovani la noche anterior. Me levanté de la cama, me puse una bata acercándome a su despacho, viendo su puerta abierta, entré en el despacho sin pedir permiso ninguno y muy enfadada.— Como ya te dije me casare con Giovani, pero tenias que habermelo dicho a mi y no llamarlo anoche a él, todo se podria haber solucionado ¿no te parece? — pregunté— Alexandra cariño, comprendelo es la
— Eso es habladurías de viejas, necesitaba verte y besarte, ya que dentro de pocos minutos serás completamente mía, mía sólo Alexandra — me dijo Giovani— Hijo, no deberías estar con la novia, marchate ahora mismo, Alexandra cariño, la limusina ya está esperándonos y tú Giovani Conte, te están esperando tus amigos en el coche, lárgate ya de este dormitorio — le dijo mi padre haciéndome reírCuando mi futuro marido se marchó de nuestro dormitorio, entró en mi dormitorio Adela, la madre de Giovani, se cogió de mi brazo para andar más segura, marchandonos nosotras también del dormitorio, ayudandome una prima de mi futuro marido con mi traje de novia, Llegamos a la entrada de la casa, abriéndonos el chofer la puerta del vehículo, ayudandome a mi despues con el vestido mi padre, ya que el velo solo tenía una cola de tres metros y el vestido era de cola de sirena, pero sobresaliendo de la cintura una capa de dos metros. Cuando el chofer aparco en la misma puerta de la iglesia, un hermano de
De pronto y sin saber de dónde venían, Bartolo y yo escuchamos varios gritos y disparos, viendo como corrian los invitados de un lado hacia otro, el primo de Giovani cogió mi mano, marchandonos al exterior del restaurante corriendo y, aunque quise volver dentro del restaurante, porque no sabia que habia pasado con mi marido, con mi suegra y con mi padre,, el primo de mi marido me lo impidió, tirándome al suelo cogiendo con fuerza mi brazo, escuchando pocos segundos después una gran explosión que provenía de dentro del restaurante, llegando hasta nosotros, trozos de los cuerpos destrozados por la explosión. Antes de que la gente dejara de correr, me solté del agarre del primo de mi marido, corrí hasta lo que antes era el restaurante buscando a mi padre, viendo a Giovani sentado en el suelo llorando con el cuerpo sin vida de su madre en sus brazos. Mientras que mi padre se quedó mirándonos poniendo sus manos en su cabeza Me acerqué hasta Giovani, sentándome al lado suyo en el suelo, po
El rostro de los dos hombres eran de rabia y de frustración, me quedé mirando a Giovani, en parte de pena y otra parte, porque no sabia que decirle ya que no lo conocía muy bien al ser todo tan precipitado, pero despues de tomarme mi café, me levanté de la silla para marcharme de allí, necesitaba ver cómo estaba mi padre— ¿A dónde vas? — me preguntó mi marido— Voy a ver a mi padre, ayer fue todo muy rápido y no sé cómo está — respondí— Espera que te acompaño — me dijo Giovani— Prefiero ir sola, si no te importa — le dijeMe marche de la cocina hacia el dormitorio, cogi algo de ropa que tenia en la casa de mi marido, cuando me estaba poniendo el vestido, entró en el dormitorio Giovani, se tumbó en la cama como iba vestido, con el pantalón y la camisa que llevo a nuestra boda, cruce por un momento mi mirada con él mientras terminaba de ponerme el vestido— Ven aquí a mi lado — me dijo dando unas palmadas al colchón indicando dónde quería que me tumbara— Tienes la ropa manchada toda
Ese dia me quede en la casa de mi padre a comer, ya que no iba a trabajar en su empresa después de lo que pasó el día de mi boda con Giovani, después de comer, cogi de dentro de mi bolso mi móvil para llamar a mi amiga Bianca, contestandome ella al tercer timbre.— ¿Dime Alexandra? ¿como estais todos? — me preguntó— Aquí bien, pero a ti no te vi después de la explosión ¿donde estabas? — pregunte— Justo me marché del restaurante minutos antes de que explotara la bomba, me iba a despedir de ti, pero estabas bailando con aquel hombre tan guapo y no quise molestar — me dijo— Ese era el primo de Giovani, cuando quieras te lo presentó — le dije riéndonos las dos— No gracias, soltera y sin compromiso, estoy muy bien, los mafiosos son muy suyos y yo soy chica que obedezca ordenes de nadie, bueno de mi jefe y a veces — me dijo— bianca nos vemos esta noche en el Club — le dije— No creo que a tu recién marido le haga gracia que no le guardes luto a su madre Alexandra — me dijo— Tampoco vo
El chofer aparco la limusina cerca de la puerta del club, abriéndose la puerta para que yo bajara, me acerque hasta la puerta, salude al portero entrando seguidamente en el local acercándome hasta la barra— Hola preciosa y enhorabuena Alexandra, ya nos enteramos todo que te casates con el mafioso — me dijo Pedro el barman riéndonos los dos— Gracias, pero no por eso voy a dejar de venir ¿oye sabes dónde está mi amiga Bianca? — pregunté— Creo que está en el almacén, — me dijo — Voy a verla, guardame la copa, por favor, ahora vuelvo — respondíConforme me iba acercando al almacén, escuche los gritos de mi amiga, discutiendo con alguien, abri la puerta del almacén, entrando enseguida, viendo a Carlo que tenía a mi amiga, empotrada contra una de las paredes del almacén, me fui hacia ellos, empujando a Carlos fuerte para que dejara a mi amiga— Tu ya te puedes largar, tengo a quien yo queria, Hola Alex, ¿has venido a sustituir a tu amiga o es que estas celosa de ella? — me preguntó— Ni
Le di un fuerte empujón apartandolo de mí, levantándome seguidamente de la cama, pero Giovani dio dos pasos, llegando a la puerta del dormitorio antes que yo, echo el cerrojo, me cogió poniéndome en sus hombros tumbandome en la cama, mientras yo le daba patatas— Estate quieta, eres mi esposa Alexandra, compórtate como tal — me dijo Giovani— No quiero, soy tu esposa porque me obligaste a casarme contigo porque mi padre necesitaba ayuda, no porque yo te ame ni que considere que te pertenezco —le dije, apartandose mi marido de mi mientras nos mirabamos fijamente a los ojosGiovani abrió la puerta del dormitorio marchandose, pero dando un fuerte portazo, me giré en la cama poniéndome de espaldas a la puerta, escuchando como algo de cristal estallaba, imaginando que sería Giovani rompiendo algo Cuando me desperté a la mañana siguiente me di cuenta de que estaba sola en la cama, me levanté, entré en el cuarto de baño para asearme un poco, acercándome después a la cocina para tomarme mi ta