Le di un fuerte empujón apartandolo de mí, levantándome seguidamente de la cama, pero Giovani dio dos pasos, llegando a la puerta del dormitorio antes que yo, echo el cerrojo, me cogió poniéndome en sus hombros tumbandome en la cama, mientras yo le daba patatas— Estate quieta, eres mi esposa Alexandra, compórtate como tal — me dijo Giovani— No quiero, soy tu esposa porque me obligaste a casarme contigo porque mi padre necesitaba ayuda, no porque yo te ame ni que considere que te pertenezco —le dije, apartandose mi marido de mi mientras nos mirabamos fijamente a los ojosGiovani abrió la puerta del dormitorio marchandose, pero dando un fuerte portazo, me giré en la cama poniéndome de espaldas a la puerta, escuchando como algo de cristal estallaba, imaginando que sería Giovani rompiendo algo Cuando me desperté a la mañana siguiente me di cuenta de que estaba sola en la cama, me levanté, entré en el cuarto de baño para asearme un poco, acercándome después a la cocina para tomarme mi ta
El médico regresó a la sala, mirando la máquina que allí dentro había, tomando la temperatura a mi amiga y haciendo varias pruebas, así estuvo casi todo el día el doctor, hasta que por la tarde me tuve que marchar de la sala cuando regresó la polizia para interrogar a mi amiga. Al salir los carabineros de la sala se dirigieron hacia donde yo estaba esperando para volver a entrar.— ¿Es familiar de la señorita Bianca? — me preguntaron— Se puede decir que somos casi hermanas, ya que soy la única familia que tiene — le respondí— ¿Sabe de alguien quien le haya podido dar la paliza a su amiga? — preguntó— La verdad es que no, ella se lleva bien con todo el mundo — le dije— Su amiga tampoco vio a su agresor, según nos ha dicho, pero de todas maneras cualquier cosa que ella recuerde, le agradecería que nos llamara — me dijo, dándome una tarjeta, marchandose de allí seguidamente.Cuando los carabineros se marcharon volví a entrar en la sala donde estaba mi amiga, sentándome en el sillón a
Me quedé tumbada en la cama, quedándome dormida enseguida, ya que estaba muy cansada, por no haber podido toda la noche en el hospital— Alexandra niña, despierta — escuche sentandome en la cama sobresaltada— Giovani quiere que vayas a su despacho, está muy enfadado , mi niña — me dijo Felisa— Dile que ahora voy, que espere a que me despeje un poco — le dije volviendo a tumbarme en la cama— “”ALEXANDRA DESPIERTA” — escuche gritar a mi marido— ¿Qué pasa? necesito descansar Giovani — le dije— Ya descansarás cuando me expliques que es esta caja que he visto en tu mesita — me dijoEnseguida me senté en la cama, abri la mesita de noche mia, dandome cuenta de que la caja de los anticonceptivos no estaba, gire mi cabeza viendo en la mano de Giovani la caja— ¿Quién eres tú para registrar mis cosas? — pregunte— Da la casualidad de que soy tu marido, me has mentido y eso lo vas a pagar caro, hasta que no des positivo, del dormitorio no vas a salir, asi aprenderas a respetarme — me dijo—
— ¿Dónde me llevas? — le pregunté— Vamos a tomar una copa, como buenos primos y creo que lo necesitas — me dijo— Te lo agradezco, pero prefiero irme a mi casa — le dije— Venga prima, no seas así, está esa víbora de Claire en tu casa, sin que mi primo haga nada por echarla y tu ¿vas a soportar esa vergüenza? solo una copa y te prometo que después te llevo a tu casa — me dijo— Solo una, que me conozco muy bien, la bebida y yo no somos amigas — respondíBartolo aparco el coche al lado de un club que yo no conocía y donde el cartel de neón que había afuera, no se podía ver bien por estar la mitad de las palabras rotas, entramos en el club, acercándose a nosotros una mujer ofreciéndonos dos máscaras— Bartolo, no me gusta esto quiero marcharme de aquí, por favor — le dije— Anda no seas tonta, mira la ventaja, nos tomamos la copa sin que nadie te reconozca y vaya a mi primo con el cuento, vamos Alexandra, solo una copa y nos marchamos — me dijo— Pues en eso, te doy la razón, pero sola
Al llegar al hospital, Mateo me abrió la puerta del vehículo, baje de él entrando seguidamente, me dirigí hacia los ascensores apretando el botón de la planta donde se encontraba la habitación de mi padre, cuando paro, salí acercándome a la puerta— Buongiorno papá — le dije acercándome a la cama donde estaba acostado, dándole un beso en la frente— Buongiorno hija, que alegría verte ¿cómo estás cariño? — me preguntó— Bien, pero eso tendría que preguntárselo yo a ti ¿no? — le dije— El médico me ha dicho que en un par de dias me puedo marchar a casa — me dijo sonriendoYa era de noche cuando mi padre se quedó dormido, aproveche el momento para irme a la cafetería y comprarme algo de comer y un café, cuando volví a la planta me di cuenta de que Giovani salía de la habitación donde estaba mi padre, quedándonos los dos mirándonos a los ojos— Voy a contratar a una enfermera para que se quede con tu padre, tu te vuelves a casa conmigo — me dijo— Creo que te has equivocado de mujer, ¿no
Una vez que los dos nos sentamos en el coche, quise preguntarle a Pietro sobre la empresa de mi padre, sorprendiendome él cuando me contestó a mi comentario — Son los asesores los que estan al frente, pero también están los de Corporation, son los asesores financieros de tu marido — me dijo — ¿Qué hacen ellos en la empresa? nadie les ha dado permiso — le dije — Alexandra las cosas se están poniendo muy mal y no hay fondos para que mantengamos a flote la empresa de tu padre, si no ocurre un milagro, estaréis en pocos días arruinados completamente — me dijo Pietro En el hospital Pietro aparco su coche bajando los dos, entramos dentro acercándose una de las enfermeras que allí había a donde estábamos Pietro y yo — Señorita Braun, perdone que la moleste pero ¿sería tan amable de seguirme un momento? — me preguntó — Vete, yo me voy a ver cómo está tu padre, te espero en su habitación — me dijo Pietro Me marché con la enfermera hacia un pasillo muy largo donde había una puerta enfren
— Passare – escuche la voz de Giovani y entre, sorprendiendose mi marido al verme cuando entre en su despacho — Me supongo que habrás venido porque has recapacitado — me preguntó mientras entraba yo en el despacho sentándome en el sillon que habia enfrente de su mesa — ¿Por qué me estás haciendo todo esto? — le pregunte viendo como Giovani se levantaba de su sillón poniendose enfrente mía apoyándose en la mesa — Hay una cosa que creo que aun no has comprendido Alexandra, eres mi esposa, firmo tu padre un contrato conmigo, o sea que quiere decir que me perteneces, y como tal tienes que obedecerme y estar junto a mí, te guste o no — me dijo — ¿Y por qué tan pronto,un hijo? nos acabamos de casar y ya te dije que no estoy preparada aun para ser madre — le respondí — No es que tu lo quieras o no lo quieras, soy tu marido y si yo quiero un heredero ahora, tu como esposa tienes la obligación de ceder a mi deseo — me dijo — Sabes que no soy así Giovani, creo que ha sido un error venir,-
Nos sentamos todos los invitados en las mesas donde ya estaban puestos nuestros nombres con ciertos carteles pequeños. Mientras el galardonado hablaba por el micrófono que había encima de un escenario, sentí la mano de mi marido en mi pierna, le cogi la mano intentando que no siguiera, ya que me imaginaba que quería hacerme, nos miramos los dos, viendo el semblante de su cara muy serio, aparte mi mano sintiendo como la mano de mi marido seguía acariciando mi pierna, apartando él la tela del vestido, introdujo dos dedos dentro de mi tanga, haciendo círculos en mi clítoris, haciéndome cerrar los ojos por el placer que me daba, sintiendo que me ardían las mejillas de la vergüenza que estaba pasando en esos momentos. Giovani siguio acariciandome mientras tenia su mirada en la persona que estaba hablando en ese momento, imposible de aguantar mas, apoye mi cabeza en su hombro, dando un pequeño gemido cuando senti una fuerte corriente, notando mi orgasmo, mire a mi marido viendole en la cara