5/LA BODA

. Cuando llegamos a la entrada de mi casa, me bajé del vehículo de Giovani para entrar en el camino por la puerta pequeña, pero él también bajó de su coche, cogiendo mi brazo fuertemente con su mano.

— Mañana te recogeré por la mañana, comeremos con mi madre, ella quiere conocerte antes de que nos casemos — me dijo

— ¿Y quién te ha dicho a ti que quiero casarme contigo? — pregunté

— Tu padre me llamó esta noche y me ofreció tu mano, no querrás defraudarlo ¿verdad? — me dijo

Al día siguiente me levanté antes de que mi padre se marchara de mi casa a su empresa ya que necesitaba hablar con él de lo que me dijo Giovani la noche anterior. Me levanté de la cama, me puse una bata acercándome a su despacho, viendo su puerta abierta, entré en el despacho sin pedir permiso ninguno y muy enfadada.

— Como ya te dije me casare con Giovani, pero tenias que habermelo dicho a mi y no llamarlo anoche a él, todo se podria haber solucionado ¿no te parece? — pregunté

— Alexandra cariño, comprendelo es la única forma de que vivas como te mereces — me dijo

— No papa, asi no se hacen las cosas, yo podría trabajar y ayudarte en la empresa, podríamos salir adelante de esa manera — le grite

— Cariño ya no puedo hacer nada, anoche llame a Giovani y cuando ya terminamos de hablar, firme un contrato prematrimonial con él, si no te casas, entonces nos veremos en la calle ya que él tiene todas las escrituras de todas nuestras propiedades — me dijo

Me marché de el despacho de mi padre sin saber que decirle más, ya que su confesión me dejó sin palabras, subí a mi dormitorio, entre en el cuarto de baño, y quitándome la ropa, entre dentro de la ducha, dejando que el agua golpeara mi tenso cuerpo, después de la ducha, me seque en mi dormito con la toalla que cogi del cuarto de baño, vistiendome seguidamente, me marché de mi dormitorio, acercándome a la cocina para tomarme una infusión.que me calmara los nervios

— Buongiorno — salude sin decir ni una sola palabra más

— Buongiorno Alexandra ¿como estas cariño, os he escuchado a tu padre y a ti discutir — me dijo Eleonora

— Cosas de padres e hijas, por cierto hoy no me esperéis a comer, ya que voy a comer con mi futuro marido y su madre — le dije

— ¿La mia ragazza si sposa? wow che gioia immensa — me dijo Eleonora, cogiendo mis pómulos con sus manos, besando mis mejillas varias veces haciendo lo mismo Carlota

— Si, me caso, ¿qué alegría , no? les dije sonriendo

Cerca del mediodía, escuché acercarse a mi casa un coche, suponiendo que era mi futuro marido, lo escuche entrar en mi casa y a mi nana Carlota hablar con él mientras los dos se reían, hasta que vi entrar en el salón a Giovani con una estúpida sonrisa en su cara.

— Hola prometida ¿nos marchamos ya? — me pregunto sonriendo

— Hola idiota, ya estoy lista — le respondi, levantandome del sillon donde estaba sentada, acercandome a la puerta del salón

— Espero que te portes bien, mi madre está muy enferma y no quiero que se disguste — me dijo al mismo tiempo que rodeaba mi cintura con sus brazos

— Tengo bastante educación y sé perfectamente comportarme, — le respondí soltandome de los brazos de Giovani.

Nos marchamos de mi casa, abriéndome la puerta de su coche Giovani para que me sentara, sentandose él en el asiento del conductor.. Cuando llegamos a su casa, no me sorprendió nada de lo que vi, ya que mi futuro marido era millonario, bajamos del coche los dos, saludandonos una mujer.

— Bienvenido señorito Giovani — le dijo una mujer abrazándolo

— Felisa, te presento a mi prometida Alexandra — le dijo Giovani

— Que guapa es, su madre se alegrará mucho de conocerla — dijo la mujer mientras me abrazaba.

Giovani me cogió de la mano adentrándonos en la casa, llevándome hasta una salita donde había una mujer mayor de pelo blanco, con cara muy pálida, sentada en una mecedora  tapada con una manta.

— Hola mamá ¿cómo estás? – le preguntó Giovani acercándose a la mujer

— Bien hijo ¿es tu prometida Giovani? es muy guapa — preguntó la mujer con voz muy débil

— Si mama, te presentó a Alexandra  — le dijo

— Que alegria, felicidades a los dos, espero poder conocer a mi nieto — dijo la anciana sonriendo

— Claro que lo conocerá señora, encantada de conocerla — le dije acercándome a ella dándole un beso en su mejilla. 

— No me llames así cariño, me llamo Adela, veo tan feliz a mi hijo que el día que me vaya, sé que no se quedará solo, os veo muy enamorados — me dijo la mujer, mirando yo a Giovani muy seria

— No digas eso mamá, aún te queda por vivir muchos años — le dijo Giovani, mientras me miraba con ojos tristes

— Pero sentaros, Giovani hijo dile a Felisa que prepare ya la comida, después yo me iré a mi dormitorio ya que tengo que dormir la siesta, — nos dijo

La comida fue para mi gusto demasiado familiar aunque simplemente éramos tres, pero pensar en que mi padre me vendió a un mafioso por dinero, no me dejaba ver el amor que le tenía Giovani a su madre, en parte le tenía un poco de envidia, porque yo crecí sin mi madre, al perderla siendo yo muy pequeña

El día que nos íbamos a casar Giovani y yo, mi nana me despertó muy temprano, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño para ducharme, despues de ducharme volví a mi dormitorio para secarme el cuerpo con una toalla, viendo ya esperándome a la peluquera.  Me ayudaron a peinarme y pintarme la peluquera y una estilista que la madre de mi futuro marido contrató, porque según Adela eran las que la ayudaban a ella desde años cada vez que tenía que ir a cualquier evento importante. Una vez que estaba estaba vestida, escuche tocar a la puerta de mi dormitorio viendo entrar a mi futuro marido, aunque la peluquera quiso echarlo del dormitorio, diciendo que traía mala suerte ver a la novia antes de la boda

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