. Cuando llegamos a la entrada de mi casa, me bajé del vehículo de Giovani para entrar en el camino por la puerta pequeña, pero él también bajó de su coche, cogiendo mi brazo fuertemente con su mano.
— Mañana te recogeré por la mañana, comeremos con mi madre, ella quiere conocerte antes de que nos casemos — me dijo
— ¿Y quién te ha dicho a ti que quiero casarme contigo? — pregunté
— Tu padre me llamó esta noche y me ofreció tu mano, no querrás defraudarlo ¿verdad? — me dijo
Al día siguiente me levanté antes de que mi padre se marchara de mi casa a su empresa ya que necesitaba hablar con él de lo que me dijo Giovani la noche anterior. Me levanté de la cama, me puse una bata acercándome a su despacho, viendo su puerta abierta, entré en el despacho sin pedir permiso ninguno y muy enfadada.
— Como ya te dije me casare con Giovani, pero tenias que habermelo dicho a mi y no llamarlo anoche a él, todo se podria haber solucionado ¿no te parece? — pregunté
— Alexandra cariño, comprendelo es la única forma de que vivas como te mereces — me dijo
— No papa, asi no se hacen las cosas, yo podría trabajar y ayudarte en la empresa, podríamos salir adelante de esa manera — le grite
— Cariño ya no puedo hacer nada, anoche llame a Giovani y cuando ya terminamos de hablar, firme un contrato prematrimonial con él, si no te casas, entonces nos veremos en la calle ya que él tiene todas las escrituras de todas nuestras propiedades — me dijo
Me marché de el despacho de mi padre sin saber que decirle más, ya que su confesión me dejó sin palabras, subí a mi dormitorio, entre en el cuarto de baño, y quitándome la ropa, entre dentro de la ducha, dejando que el agua golpeara mi tenso cuerpo, después de la ducha, me seque en mi dormito con la toalla que cogi del cuarto de baño, vistiendome seguidamente, me marché de mi dormitorio, acercándome a la cocina para tomarme una infusión.que me calmara los nervios
— Buongiorno — salude sin decir ni una sola palabra más
— Buongiorno Alexandra ¿como estas cariño, os he escuchado a tu padre y a ti discutir — me dijo Eleonora
— Cosas de padres e hijas, por cierto hoy no me esperéis a comer, ya que voy a comer con mi futuro marido y su madre — le dije
— ¿La mia ragazza si sposa? wow che gioia immensa — me dijo Eleonora, cogiendo mis pómulos con sus manos, besando mis mejillas varias veces haciendo lo mismo Carlota
— Si, me caso, ¿qué alegría , no? les dije sonriendo
Cerca del mediodía, escuché acercarse a mi casa un coche, suponiendo que era mi futuro marido, lo escuche entrar en mi casa y a mi nana Carlota hablar con él mientras los dos se reían, hasta que vi entrar en el salón a Giovani con una estúpida sonrisa en su cara.
— Hola prometida ¿nos marchamos ya? — me pregunto sonriendo
— Hola idiota, ya estoy lista — le respondi, levantandome del sillon donde estaba sentada, acercandome a la puerta del salón
— Espero que te portes bien, mi madre está muy enferma y no quiero que se disguste — me dijo al mismo tiempo que rodeaba mi cintura con sus brazos
— Tengo bastante educación y sé perfectamente comportarme, — le respondí soltandome de los brazos de Giovani.
Nos marchamos de mi casa, abriéndome la puerta de su coche Giovani para que me sentara, sentandose él en el asiento del conductor.. Cuando llegamos a su casa, no me sorprendió nada de lo que vi, ya que mi futuro marido era millonario, bajamos del coche los dos, saludandonos una mujer.
— Bienvenido señorito Giovani — le dijo una mujer abrazándolo
— Felisa, te presento a mi prometida Alexandra — le dijo Giovani
— Que guapa es, su madre se alegrará mucho de conocerla — dijo la mujer mientras me abrazaba.
Giovani me cogió de la mano adentrándonos en la casa, llevándome hasta una salita donde había una mujer mayor de pelo blanco, con cara muy pálida, sentada en una mecedora tapada con una manta.
— Hola mamá ¿cómo estás? – le preguntó Giovani acercándose a la mujer
— Bien hijo ¿es tu prometida Giovani? es muy guapa — preguntó la mujer con voz muy débil
— Si mama, te presentó a Alexandra — le dijo
— Que alegria, felicidades a los dos, espero poder conocer a mi nieto — dijo la anciana sonriendo
— Claro que lo conocerá señora, encantada de conocerla — le dije acercándome a ella dándole un beso en su mejilla.
— No me llames así cariño, me llamo Adela, veo tan feliz a mi hijo que el día que me vaya, sé que no se quedará solo, os veo muy enamorados — me dijo la mujer, mirando yo a Giovani muy seria
— No digas eso mamá, aún te queda por vivir muchos años — le dijo Giovani, mientras me miraba con ojos tristes
— Pero sentaros, Giovani hijo dile a Felisa que prepare ya la comida, después yo me iré a mi dormitorio ya que tengo que dormir la siesta, — nos dijo
La comida fue para mi gusto demasiado familiar aunque simplemente éramos tres, pero pensar en que mi padre me vendió a un mafioso por dinero, no me dejaba ver el amor que le tenía Giovani a su madre, en parte le tenía un poco de envidia, porque yo crecí sin mi madre, al perderla siendo yo muy pequeña
El día que nos íbamos a casar Giovani y yo, mi nana me despertó muy temprano, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño para ducharme, despues de ducharme volví a mi dormitorio para secarme el cuerpo con una toalla, viendo ya esperándome a la peluquera. Me ayudaron a peinarme y pintarme la peluquera y una estilista que la madre de mi futuro marido contrató, porque según Adela eran las que la ayudaban a ella desde años cada vez que tenía que ir a cualquier evento importante. Una vez que estaba estaba vestida, escuche tocar a la puerta de mi dormitorio viendo entrar a mi futuro marido, aunque la peluquera quiso echarlo del dormitorio, diciendo que traía mala suerte ver a la novia antes de la boda
— Eso es habladurías de viejas, necesitaba verte y besarte, ya que dentro de pocos minutos serás completamente mía, mía sólo Alexandra — me dijo Giovani— Hijo, no deberías estar con la novia, marchate ahora mismo, Alexandra cariño, la limusina ya está esperándonos y tú Giovani Conte, te están esperando tus amigos en el coche, lárgate ya de este dormitorio — le dijo mi padre haciéndome reírCuando mi futuro marido se marchó de nuestro dormitorio, entró en mi dormitorio Adela, la madre de Giovani, se cogió de mi brazo para andar más segura, marchandonos nosotras también del dormitorio, ayudandome una prima de mi futuro marido con mi traje de novia, Llegamos a la entrada de la casa, abriéndonos el chofer la puerta del vehículo, ayudandome a mi despues con el vestido mi padre, ya que el velo solo tenía una cola de tres metros y el vestido era de cola de sirena, pero sobresaliendo de la cintura una capa de dos metros. Cuando el chofer aparco en la misma puerta de la iglesia, un hermano de
De pronto y sin saber de dónde venían, Bartolo y yo escuchamos varios gritos y disparos, viendo como corrian los invitados de un lado hacia otro, el primo de Giovani cogió mi mano, marchandonos al exterior del restaurante corriendo y, aunque quise volver dentro del restaurante, porque no sabia que habia pasado con mi marido, con mi suegra y con mi padre,, el primo de mi marido me lo impidió, tirándome al suelo cogiendo con fuerza mi brazo, escuchando pocos segundos después una gran explosión que provenía de dentro del restaurante, llegando hasta nosotros, trozos de los cuerpos destrozados por la explosión. Antes de que la gente dejara de correr, me solté del agarre del primo de mi marido, corrí hasta lo que antes era el restaurante buscando a mi padre, viendo a Giovani sentado en el suelo llorando con el cuerpo sin vida de su madre en sus brazos. Mientras que mi padre se quedó mirándonos poniendo sus manos en su cabeza Me acerqué hasta Giovani, sentándome al lado suyo en el suelo, po
El rostro de los dos hombres eran de rabia y de frustración, me quedé mirando a Giovani, en parte de pena y otra parte, porque no sabia que decirle ya que no lo conocía muy bien al ser todo tan precipitado, pero despues de tomarme mi café, me levanté de la silla para marcharme de allí, necesitaba ver cómo estaba mi padre— ¿A dónde vas? — me preguntó mi marido— Voy a ver a mi padre, ayer fue todo muy rápido y no sé cómo está — respondí— Espera que te acompaño — me dijo Giovani— Prefiero ir sola, si no te importa — le dijeMe marche de la cocina hacia el dormitorio, cogi algo de ropa que tenia en la casa de mi marido, cuando me estaba poniendo el vestido, entró en el dormitorio Giovani, se tumbó en la cama como iba vestido, con el pantalón y la camisa que llevo a nuestra boda, cruce por un momento mi mirada con él mientras terminaba de ponerme el vestido— Ven aquí a mi lado — me dijo dando unas palmadas al colchón indicando dónde quería que me tumbara— Tienes la ropa manchada toda
Ese dia me quede en la casa de mi padre a comer, ya que no iba a trabajar en su empresa después de lo que pasó el día de mi boda con Giovani, después de comer, cogi de dentro de mi bolso mi móvil para llamar a mi amiga Bianca, contestandome ella al tercer timbre.— ¿Dime Alexandra? ¿como estais todos? — me preguntó— Aquí bien, pero a ti no te vi después de la explosión ¿donde estabas? — pregunte— Justo me marché del restaurante minutos antes de que explotara la bomba, me iba a despedir de ti, pero estabas bailando con aquel hombre tan guapo y no quise molestar — me dijo— Ese era el primo de Giovani, cuando quieras te lo presentó — le dije riéndonos las dos— No gracias, soltera y sin compromiso, estoy muy bien, los mafiosos son muy suyos y yo soy chica que obedezca ordenes de nadie, bueno de mi jefe y a veces — me dijo— bianca nos vemos esta noche en el Club — le dije— No creo que a tu recién marido le haga gracia que no le guardes luto a su madre Alexandra — me dijo— Tampoco vo
El chofer aparco la limusina cerca de la puerta del club, abriéndose la puerta para que yo bajara, me acerque hasta la puerta, salude al portero entrando seguidamente en el local acercándome hasta la barra— Hola preciosa y enhorabuena Alexandra, ya nos enteramos todo que te casates con el mafioso — me dijo Pedro el barman riéndonos los dos— Gracias, pero no por eso voy a dejar de venir ¿oye sabes dónde está mi amiga Bianca? — pregunté— Creo que está en el almacén, — me dijo — Voy a verla, guardame la copa, por favor, ahora vuelvo — respondíConforme me iba acercando al almacén, escuche los gritos de mi amiga, discutiendo con alguien, abri la puerta del almacén, entrando enseguida, viendo a Carlo que tenía a mi amiga, empotrada contra una de las paredes del almacén, me fui hacia ellos, empujando a Carlos fuerte para que dejara a mi amiga— Tu ya te puedes largar, tengo a quien yo queria, Hola Alex, ¿has venido a sustituir a tu amiga o es que estas celosa de ella? — me preguntó— Ni
Le di un fuerte empujón apartandolo de mí, levantándome seguidamente de la cama, pero Giovani dio dos pasos, llegando a la puerta del dormitorio antes que yo, echo el cerrojo, me cogió poniéndome en sus hombros tumbandome en la cama, mientras yo le daba patatas— Estate quieta, eres mi esposa Alexandra, compórtate como tal — me dijo Giovani— No quiero, soy tu esposa porque me obligaste a casarme contigo porque mi padre necesitaba ayuda, no porque yo te ame ni que considere que te pertenezco —le dije, apartandose mi marido de mi mientras nos mirabamos fijamente a los ojosGiovani abrió la puerta del dormitorio marchandose, pero dando un fuerte portazo, me giré en la cama poniéndome de espaldas a la puerta, escuchando como algo de cristal estallaba, imaginando que sería Giovani rompiendo algo Cuando me desperté a la mañana siguiente me di cuenta de que estaba sola en la cama, me levanté, entré en el cuarto de baño para asearme un poco, acercándome después a la cocina para tomarme mi ta
El médico regresó a la sala, mirando la máquina que allí dentro había, tomando la temperatura a mi amiga y haciendo varias pruebas, así estuvo casi todo el día el doctor, hasta que por la tarde me tuve que marchar de la sala cuando regresó la polizia para interrogar a mi amiga. Al salir los carabineros de la sala se dirigieron hacia donde yo estaba esperando para volver a entrar.— ¿Es familiar de la señorita Bianca? — me preguntaron— Se puede decir que somos casi hermanas, ya que soy la única familia que tiene — le respondí— ¿Sabe de alguien quien le haya podido dar la paliza a su amiga? — preguntó— La verdad es que no, ella se lleva bien con todo el mundo — le dije— Su amiga tampoco vio a su agresor, según nos ha dicho, pero de todas maneras cualquier cosa que ella recuerde, le agradecería que nos llamara — me dijo, dándome una tarjeta, marchandose de allí seguidamente.Cuando los carabineros se marcharon volví a entrar en la sala donde estaba mi amiga, sentándome en el sillón a
Me quedé tumbada en la cama, quedándome dormida enseguida, ya que estaba muy cansada, por no haber podido toda la noche en el hospital— Alexandra niña, despierta — escuche sentandome en la cama sobresaltada— Giovani quiere que vayas a su despacho, está muy enfadado , mi niña — me dijo Felisa— Dile que ahora voy, que espere a que me despeje un poco — le dije volviendo a tumbarme en la cama— “”ALEXANDRA DESPIERTA” — escuche gritar a mi marido— ¿Qué pasa? necesito descansar Giovani — le dije— Ya descansarás cuando me expliques que es esta caja que he visto en tu mesita — me dijoEnseguida me senté en la cama, abri la mesita de noche mia, dandome cuenta de que la caja de los anticonceptivos no estaba, gire mi cabeza viendo en la mano de Giovani la caja— ¿Quién eres tú para registrar mis cosas? — pregunte— Da la casualidad de que soy tu marido, me has mentido y eso lo vas a pagar caro, hasta que no des positivo, del dormitorio no vas a salir, asi aprenderas a respetarme — me dijo—