LA DIFICIL DECISION DEL CEO
LA DIFICIL DECISION DEL CEO
Por: AZAHARA
1/ CONOCIENDO A UNA NIÑA

Tres amigas, Loreta, Gina y yo, Elizabet, estamos sentadas en un muro al lado del puerto de Málaga, disfrutando de nuestros días de vacaciones, ya que habíamos terminado la universidad licenciandonos en Empresariales con las mejoras notas de la clase, hablando del viaje que nos gustaría hacer a Cancún o al Caribe, ya que éramos tres muchachas de buena posición social, aunque mis amigas tenían a sus padres yo solamente tenía a mi padre, ya que mi madre nos dejó solos cuando nací. Las tres somos casi como hermanas, de edad tenemos veintidos años, aunque la unica que se diferencia es Loreta, ella es rubia, con unos preciosos ojos azules, mientras Loreta y yo somos morenas y el color de nuestros ojos es de color miel, Como ya he comentado, estabamos las tres amigas sentadas en un muro del puerto de Marbella, cuando nos dimos cuenta de que habia unos chicos que no dejaban de mirarnos y hablarse entre susurros, sin que nosotras le dieramos mucha importancia, ya que lo uunico que queriamos era tomar el solo de esa preciosa ciudad y seguir bebiendonos nuestro helado, Hacia un maravillos dia, el sol no quemaba mucho asi que no molestaba por que corria una fina brisa fresca que mas que calor, se puede decir que empezaba a hacer fresco. 

Cuando decidimos las tres chicas marcharnos, se acercó hasta nosotras una niña preciosa, de unos ojos azules como el mar, rubia y con unas encantadoras coletas

— ¿Tu eres mi mami? — me pregunto

Las tres amigas nos quedamos mirándonos, encogiendo nuestros hombros, por sorprendernos la pequeña con su pregunta

— No, cariño ¿dónde están tus papás? — entonces le pregunté yo

— Paseando, pero tu eres mi mama, tengo fotos tuyas en mi casa — me dijo la niña haciendome sonreir, aunque ese comentario que hizo me dejo algo sorprendida

De pronto la pequeña estiró su bracito ofreciendome uno de los caramelos que llevaba en la mano, mientras intentaba sentarse en mi regazo. Le cogi de su pequeña cintura con mis manos, ayudándola a sentarse encima de mis piernas, mientras ella seguía comiendo sus chuches

— !! SILVIA ¡¡ – escuchamos gritar con desesperación a un hombre

.Me quedé mirando a la pequeña, fijandome que ella seguía chupando sus caramelos sin hacer caso a esos gritos desesperados de aquel hombre

— Mi amor ¿cómo te llamas? — pregunte

— Mama tu lo sabes, el nombre me lo pusistes tu — me dijo dejandome aun mas sorprendida

— Gracias por cogerla, Silvia cuando lleguemos a casa te quedarás sin tele — le dijo el hombre

Cuando el padre de la niña y yo cruzamos nuestras miradas, vi que su cara se desencajó por completo, sin emitir ningún sonido mas, asi que fui yo la primera que hablo

— Hola me llamo Elizabeth y creo que tu hija me ha confundido con tu esposa — le dije sonriendo

—!! No puede ser ¡¡ , creo que este sol me ha dado fuerte en la cabeza — dijo el hombre mirandome algo incredulo

— Eli, creo que ha visto a un fantasma, — me dijo mi amiga Loreta, riendo las tres

— Lo siento mucho, mi hija es algo hiperactiva, y hay veces que no me hace caso ¿os puedo invitar a algo?¿llevaros a casa? ¿o lo que sea? no sabéis cómo os agradezco que la hayáis entretenido — nos dijo el hombre un poco asustado

—!! Si mami ¡¡ vamos a tomar un helado,--- dijo la pequeña rodeando mi cuello con sus bracitos

— No se preocupe, es un encanto su hija, no nos ha molestado, por cierto me llamo Elizabeth — le dije mientras me ponía de pie e  intentaba poner a la pequeña en los brazos de su padre

— Encantado de conocerte, mi nombre es Adrian y si puedo hacer algo por vosotras, no dudeis en decirmelo — nos dijo el hombre

— Nada ha sido todo un placer – le dijo Loreto

— Bueno Lore, ¿nos vamos? creo que Eli, estará unos minutos más, ocupada con la pequeña — comentó Gina

— No, esperarme, lo siento pero yo también tengo que marcharme – le dije a Adrian

La pequeña al ver que me iba alejando empezó a llorar en los brazos de su padre y ha darle patadas dándole una patada fuerte en los reales, quedando el cuerpo hombre doblado, intentando sentarse en el muro, mientras que la niña aprovechó el momento para bajar al suelo y, correr llorando hacia donde yo estaba con mis amigas, mirándonos las tres algo extrañadas

— ¿Nos vemos en tu casa esta tarde? — preguntó Gina, al comprender que no podía marcharme aun

— Vale, en mi casa os espero y me contareis lo del viaje a Cancún — les dije mientras cogia a la niña de la mano, acercándonos a donde estaba su padre.sentado

Conforme me iba acercando a donde estaba Adrian, pude fijarme en los fuertes musculos de sus brazos, en su pelo negro completamente y muy bien cortado, en sus preciosos ojos de color verde, sus labios carnosos, sus pomulos bien formados, sintiendo como, cuanto mas me iba fijaba en el, mas mojaba mi tanga.

— ¿Te encuentras bien? — pregunte intentando no reirme

— Ahora mejor gracias, Silvia cuando lleguemos a casa ____ no lo deje terminar de hablar

— Los niños son así, no tienes porque enfadarte con ella, vamos os invito a un refresco y si quieres te pido algo de hielo, para ponerte donde te duele — le dije riendo, ya que no pude ocultarlo más.

– Muy graciosa — me dijo él, con sarcasmo

— Yo quiero chocolate mami — me decía la pequeña

— ¿Chocolate? sabes que se te van  a caer los dientes con tanto dulce, pequeñaja —- le dije mientras le hacía cosquillas, escuchando su preciosa risa

— Se te dan bien los niños ¿tienes algún hijo? — pregunto Adrian

— !! ¿Qué? ¡¡ no, gracias, acabo de terminar la carrera de empresariales y no tengo ni novio, ¿un hijo ahora?, sería una locura, ademas que mi padre me mataría,no gracias — le respondí

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