Ha partir de esa noche, ya parecía que no había enfrentamientos entre los dos, alegrándome mucho, porque Silvia necesitaba que hubiera buena armonía entre los que estabamos cuidandola. Al dia siguiente, me desperté antes que mi niña, así que aproveché para ducharme como hacía todos los días, aunque habian dias que Marga o Adrian se tenían que quedar con ella, ya que se levantaba y me esperaba sentada en una sillita que había en el cuarto de baño, hasta que yo terminaba de ducharme y volvíamos las dos juntas al dormitorio, ya que la peque era mucho más cabezota que yo en cuestión de lo que ella quería. Ese dia cuando termine de ducharme, tape mi cuerpo con la toalla, volviendo al dormitorio para coger mi ropa y poder vestirme, cuando vi a Adrian entrar mirandome de arriba abajo, sintiendo como me ardían mis mejilla y se erizaba toda la piel de mi cuerpo, ya que su forma de mirarme era de deseo y de anhelo, sabiendo que tenía rojas mis mejillas— Buenos días, ¿cómo habéis pasado la no
Entró conmigo en sus brazos en su dormitorio, me dejo encima de la cama, cerrando después la puerta, volviendo a la cama mientras se quitaba el pantalón corto que llevaba, saltando enseguida su virilidad, Se puso delante de mí de rodillas en la cama, me quitó el camisón que llevaba, dándome vergüenza ya que nunca había estado con un hombre desnuda, pero solo nos veíamos con el reflejo de la luna que entraba por las ventanas. Adrian me cogió los brazos poniéndolos encima de mi cabeza, besando mi cuello, lamiendo mis labios, mis hombros, el nacimiento de mis pechos, apretando su boca con mi boca, cuando empecé a gemir y jadear. — Adrián yo no _____— Shh, calla, solo quiero escuchar tus gemidos y como vas a gritar mi nombre cuando te de los orgasmos que vas a gritar esta noche — me dijo— Pero, por favooooooo, ahhhhh, — — Eso es Eli, sigue gimiendo mientras tengo mi boca en tu clitoris, eres maravillosa, tu sexo sabe como la pura miel — me dijoSubió lamiendo, mordisqueando y besando
Baje de mi coche y entré en mi casa recibiendome con una sonrisa Marta, — Hola mi amor, ¿qué tal lo habéis pasado en la casa de Gina? tu padre está muy enfadado contigo y ese pelmazo de Carlos ha estado todos los días aquí por si regresabas a casa — me dijo Marta— Todo bien Marta, ahora me voy a mi dormitorio, me gustaría descansar — le dije— Eli ¿qué te pasa mi niña? — me pregunto Marta— Ya te lo contaré, ahora no quiero ver a nadie — respondí— !! ELIZABETH MACKENZIE ¡¡ !! QUIERO VERTE EN MI DESPACHO YA ¡¡— escuche gritar a mi padre, mirándonos Marta y yo— Mira a ver que desea, no quiero que se enfade más por favor mi amor — me dijo MartaMe fui hacia el despacho de mi padre, termine de abrir la puerta viendo a Carlos de pie sonriendo y a mi padre sentado en su sillón, con su rostro muy serio y muy furioso— Ya era hora de que volvieras a casa, tu prometido ha venido todos los días a verte y la señorita de juerga con sus amigas, no me gusta lo que has hecho Eli, ¿tienes algo q
Muy enfadada con mi padre por no querer darme ninguna explicación de porque tenía una hermana gemela y nunca me lo dijo, me levanté de donde estaba sentada marchando del jardín hacia el interior de la casa, Cuando llegue a mi dormitorio cerre de un portazo la puerta muy enfadada, tumbandome en mi cama. Busqué mi teléfono en mi bolso para llamar a mis amigas, necesitaba salir de mi casa enseguida, pues no aguantaba la forma de hablarme de mi padre y menos venderme a mí por culpa de sus juegos de poker, a un mafioso que ni tan siquiera conocía. Marque una llamada de tres a mis amigas Loreta y Gina, para quedar con ellas en la cafetería donde siempre nos reunimos cuando nos necesitábamos— Hola Eli ¿qué pasa? —- respondió en seguida Gina— Chicas necesito veros, ¿quedamos donde siempre? — pregunte— Diez minutos y estamos en la cafetería contigo — contestó Loreto, terminando las tres la llamadaMe levante de la cama, cogi de mi armario otra ropa y cuando ya estaba preparada, cogi mi movi
Subí a mi coche muy enfadada, preguntándome qué ¿quién coño se creía Carlos que era para decirme cómo tengo que vivir mi vida?. Estaba tan enfadada que no me di cuenta de que el semáforo estaba en rojo, saltando melo y casi chocando con otro coche que venía. Salí de mi coche muy nerviosa, solo esperando a que el otro conductor no se pusiera a gritar también ya que sabía que no lo iba a poder soportar. Cuando me acerque al otro coche, me quede completamente inmovil al ver que de el salia Adrian mirandome muy furioso—- Si querías llamar mi atencion, podrias haberlo hecho de otra manera — me dijo— Yo ____ lo siento, no vi el semáforo — respondí— ¿Tu sabes lo que me vas a atrasar? tengo una reunión en mi empresa en diez minutos, — me gritó— Llama a un taxi, yo te lo pago, no lo he hecho para llamar tu atención ni me acordaba ya de quién eres —dije muy nerviosa— ¿Qué ha pasado aquí, Eli? — escuche la voz de Carlos detras de mi—- No lo se, no vi el semaforo y choque con ese coche — le
La limusina donde íbamos, paró en la puerta de aquel restaurante, abriendo nuestra puerta una especie de portero que había, Carlos bajo primero ofreciendome su mano para que bajara yo. Una vez que entramos en el local, un maitre se acercó a nosotros saludando a mi acompañante y después a mi, haciendo que lo acompañaramos a un comedor privado, que ya estaba preparado, viendo sentados a una pareja no muy mayor, pero muy bien vestidos, levantandose los dos en cuanto nos vieron entrar en aquel comedor— Mamá, papá, os presento a mi prometida, Elizabeth, mis padres se llaman Javier y Carlota — me dijo Carlos—- Encantado de conocerte chiquilla, Carlos no deja de hablar de ti, no se que le has hecho a mi hijo, pero me alegro que entres en la familia — me dijo su padre, saludándome con la mano— Que ganas tenía de conocer a mi nueva hija, estoy muy contenta mi hijo te adora — me dijo su madre, dándome un beso en la mejilla—- Gracias a los dos, yo también estoy encantada de conocerlos — les
Tenía mi cuerpo pegado a la pared mientras Carlos tenía su mano en mi cuello apretando mirandome muy furioso, pero yo notaba que iba a perder el conocimiento, porque el aire casi no entraba en mis pulmones y tampoco podía ni hablar ni conseguir soltar su mano para poder coger algo de oxígeno, No se si se dio cuenta de que el color de mi cara estaba cambiando, pero Carlos me quitó de pronto la mano de mi cuello, sintiendo un gran alivio al poder coger algo de aire, —- Dime zorra ¿te lo has follado? — me pregunto, dándome un fuerte bofetón, haciéndome caer, dándome un golpe en la cabeza con la mesita y así perdiendo el conocimientoAbri los ojos, teniendo un fuerte dolor de cabeza, viendo a Marta a mi lado fijándose en los rojos que tenía sus preciosos ojos, — Menos mal mi niña, creí que te había perdido, Carlos te ha encontrado en tu dormitorio tirada en el suelo sin conocimiento — me dijo— ¿Dónde está? — pregunte— Ha ido un momento a su casa, me ha dicho que se iba a cambiar de ro
Después de conseguir Carlos lo que deseaba de mí, sin importarle mis lágrimas, ni el daño que me estaba causando, se levanto de la cama mirandome, pero enseguida me tape mi cuerpo desnudo con la ropa de la cama mirándolo mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, viendo como se volvía a vestir— No eres nadie para mi, solo un deseable cuerpo, espero que cada vez que quiera algo de ti, no vuelvas a negarmelo, o te lo hare pagar más caro, futura esposa — me dijo— Lárgate de mi dormitorio, lo que acabas de hacerme no va a quedar así, te juro que me lo has de pagar —- le grite, viendo como se reía— Adios mi amor, esta noche vendré a por ti, te llevare a mi casa, ya no hay razón para que sigamos separados — me dijo, acercando sus labios a los míos, mordiendo su labio haciéndole sangre, aunque al parecer le hizo mucha graciaCarlos se pasó sus dedos por el labio que tenía sangrando mientras sonreía mirandome con lujuria, haciendo que pensara que seguramente volvería a violarme, pero