Subí a mi coche muy enfadada, preguntándome qué ¿quién coño se creía Carlos que era para decirme cómo tengo que vivir mi vida?. Estaba tan enfadada que no me di cuenta de que el semáforo estaba en rojo, saltando melo y casi chocando con otro coche que venía. Salí de mi coche muy nerviosa, solo esperando a que el otro conductor no se pusiera a gritar también ya que sabía que no lo iba a poder soportar. Cuando me acerque al otro coche, me quede completamente inmovil al ver que de el salia Adrian mirandome muy furioso—- Si querías llamar mi atencion, podrias haberlo hecho de otra manera — me dijo— Yo ____ lo siento, no vi el semáforo — respondí— ¿Tu sabes lo que me vas a atrasar? tengo una reunión en mi empresa en diez minutos, — me gritó— Llama a un taxi, yo te lo pago, no lo he hecho para llamar tu atención ni me acordaba ya de quién eres —dije muy nerviosa— ¿Qué ha pasado aquí, Eli? — escuche la voz de Carlos detras de mi—- No lo se, no vi el semaforo y choque con ese coche — le
La limusina donde íbamos, paró en la puerta de aquel restaurante, abriendo nuestra puerta una especie de portero que había, Carlos bajo primero ofreciendome su mano para que bajara yo. Una vez que entramos en el local, un maitre se acercó a nosotros saludando a mi acompañante y después a mi, haciendo que lo acompañaramos a un comedor privado, que ya estaba preparado, viendo sentados a una pareja no muy mayor, pero muy bien vestidos, levantandose los dos en cuanto nos vieron entrar en aquel comedor— Mamá, papá, os presento a mi prometida, Elizabeth, mis padres se llaman Javier y Carlota — me dijo Carlos—- Encantado de conocerte chiquilla, Carlos no deja de hablar de ti, no se que le has hecho a mi hijo, pero me alegro que entres en la familia — me dijo su padre, saludándome con la mano— Que ganas tenía de conocer a mi nueva hija, estoy muy contenta mi hijo te adora — me dijo su madre, dándome un beso en la mejilla—- Gracias a los dos, yo también estoy encantada de conocerlos — les
Tres amigas, Loreta, Gina y yo, Elizabet, estamos sentadas en un muro al lado del puerto de Málaga, disfrutando de nuestros días de vacaciones, ya que habíamos terminado la universidad licenciandonos en Empresariales con las mejoras notas de la clase, hablando del viaje que nos gustaría hacer a Cancún o al Caribe, ya que éramos tres muchachas de buena posición social, aunque mis amigas tenían a sus padres yo solamente tenía a mi padre, ya que mi madre nos dejó solos cuando nací. Las tres somos casi como hermanas, de edad tenemos veintidos años, aunque la unica que se diferencia es Loreta, ella es rubia, con unos preciosos ojos azules, mientras Loreta y yo somos morenas y el color de nuestros ojos es de color miel, Como ya he comentado, estabamos las tres amigas sentadas en un muro del puerto de Marbella, cuando nos dimos cuenta de que habia unos chicos que no dejaban de mirarnos y hablarse entre susurros, sin que nosotras le dieramos mucha importancia, ya que lo uunico que queriamos e
A la pequeña Silvia, al final le pedimos un helado de chocolate,mientras Adrian y yo hablamos de la pequeña, cuando de pronto Silvia fue a darme un abrazo, manchando mi camisa blanca con su refresco, pidiendo Adrian al camarero un poco de soda, para limpiarme, pero no me acordaba de que la camisa se iba a transparentar, dejando mis sujetador de encaje a la vista cuando ya intente limpiarme, mirandome Adrian de tal manera mi pecho, que me sentía tan avergonzada, hasta que se dio cuenta y apartó su mirada a mis ojos— Yo lo siento, venga hija vamonos, Elizabet tendrá cosas que hacer ¿te llevo a casa? con esa transparencia no creo que quieras ir en el metro — me dijo— No tranquilo, tengo mi coche aquí al lado, de todas maneras gracias por preocuparte por mí — respondí— No quiero papi, quiero irme con mi mami — le dijo la pequeña, cogiendola su padre en brazos apartando sus piernas con la mano para que no volviese a dar diana donde antes.le dio. Adrian me acompaño hasta donde tenia mi
Después de comer, ayude a Marta a recoger la cocina ya que era como una madre para mi, me marché a mi dormitorio tumbandome en la cama con mi movil en mi mano, dándome cuenta de que Adrian me había mandado dos mensajes, Empece a sonreir mientras los leía, Uno de ellos me decía de quedar al dia siguiente para ir a la playa, ya que a su pequeña le gustaba mucho el mar y como él estaba de vacaciones quería aprovechar para llevarla, Enseguida le respondí a su mensaje, diciéndole que estaria encantada de acompañarlos a los dos, respondiendo él a los pocos segundo, dándome las señales de donde nos veríamos. Sobre las seis, escuche como tocaban el timbre de mi casa, me fui de mi dormitorio, viendo entrar en mi casa mis amigas, Loreta y Gina, abrazandonos las tres mientras saltábamos— Niñas, tranquilas, no vayáis a despertar al señor — nos riñó Marta, marchando las tres al jardín donde estaba la piscina— Cuéntanos, ¿qué tal te fue con el macizorro y su hija? – me pregunto Gina— Todo bien,
Me marché de mi casa, subí a mi coche, lo arranque marchándome de mi casa hacia donde había quedado Adrian conmigo. Aparque acercándome después hasta el muro, cuando la pequeña Silvia me vio, empezó a correr hacia mí, con sus bracitos abiertos llamándome mamá, llenando mis pulmones de aire, ya que empezaba a amar a esa pequeña. La cogi en mis brazos, rodeando ella mi cuello con sus bracitos— Hola mi amor ¿tienes puesto el bikini? — pregunte— Si, y tu tambien, sabes mami, me gusta mucho el agua no voy a salir hasta dentro de dos años — me dijo haciendo que me riera— Hola buenos días Eli, siento haberte despertado tan temprano, pero mi hija no hacía más que saltar por encima de mi cama, de gritarme hasta que me he visto forzado a levantarme ¿como estas? – me pregunto— Muy contenta de que os acordeis de mi, ¿vamos al mar? ¿Qué me dices pequeñaja, te apetece?Nos fuimos los tres hacia la playa, le puse crema solar a la niña poniendome luego ella a mi, esperando a que su padre se quita
— ¿Y entonces?¿se marchó dejándote sola en la playa? — pregunto Lore— Si, además me dijo que ya no queria verme mas y que no me acercara nunca más a su hija — les comente, resbalando por mi mejilla una lágrima— ¿Qué vas a hacer Eli? esa cría te quiere mucho y no dejara de preguntarle a su padre dónde estás — comentó Gina— Iré a la playa todos los días, por si al padre le da por llevarla, pero no me acercaré mucho para que mi niña no me vea, chicas la voy a echar mucho de menos— Y también al tío buenorro ¿no Eli? — pregunto Lore, haciendonos reir— ¿Le vas a decir algo a ese imbécil? yo sí le diría, le diría tantos insultos que lo pondría rojo de vergüenza, que caradura que ha tenido — me contestó GinaCuando terminamos las amigas de contarnos, pagamos marchandonos de la cafetería hacia donde estaban aparcados nuestros coches. — ¿Que vais a hacer mañana? yo pienso seguir yendo a la playa, esto no va a quedar asi, Adrián me tiene que escuchar quiera o no quiera – les dije muy seri
Nada más acostar a la pequeña Silvia en su cama, me rodeo mi cuello con sus cortos bracitos, dándome un beso en mi mejilla, sintiendo el amor que la niña tenía para dar y la verdad que a la pequeña le hacía falta tener a su mama a su lado, Por eso y por ella, yo tenía que intentar quedarme en la casa de Adrian, por lo menos hasta que estuviera mejor o mejorara del resfriado tan fuerte que tenía aunque sabía que a su padre, no le era agradable mi presencia.— Mami no te irás, no me dejes solita, por favor — me dijo la pequeña— Cariño, esta papi contigo y además está Marga también contigo, ellos te quieren mucho y te cuidaran muy bien — le dije acariciando su pelo, esa niña me tenía muy adentro de mi corazón— Te puedes quedar si quieres, por mi no habra ningun problema — me dijo Adrian, no muy convencido — Tendré que ir a mi casa a por algo de ropa, ¿cuantos dias lleva la peque mala? — pregunte— Tres dias, el medico dice que es un resfriado común, pero cuando tose no me gusta, parec