-No puedo hacerlo- dije por segunda vez de los más asustada.
- Señorita Tuell, la señora Raisa pide su presencia- negué con miedo.-Ni de coña- no iba a entrar a ese cuarto donde Raisa va a dar a luz para estar junto a ella cuando lo haga, no porque no quiera sino porque me aterra ver cómo sale un bebé por la vagina de mi mejor amiga además de otras cosas, en mi vida he presenciado cosas terribles pero nada como esto y menos cuando una noche antes he visto junto a Aleister vídeos de como nacen los bebés, vídeos que no quiero presenciar en vivo.-Si decide cambiar de opinión puede entrar- se retira la enfermera dejándome de lo más indecisa porque este ataque de nervios me ha dado cuando ya hasta estoy vestida para poder entrar, tengo la opción de quedarme fuera por mi salud mental y no ver imágenes traumatizantes pero recibir toda mi vida reproches más reclamos o entrar y admirar el milagro de la vida para luego pegarme un tiro.-Elige lo que quieras- escuche la voz de AlAleister. -No me convence- Exclama Jane un poco estresada por lo que despegue mi vista de mi laptop para verla discutir sola y en voz bajita, esa es mi señal para dejar de trabajar por hoy y dedicarme a ella. Me levanté del sillón y caminé hacia ella que solo está a unos cuantos pasos míos trabajando, tal y como cada noche me coloco tras de ella y masajeo sus delgados hombros. -¿Quieres un poco de té?- le pregunte al saber que eso la logra relajar. -Por favor- me incline y deje un beso en su mejilla viendo su hermosa cara por última vez para dirigirme a la cocina, al dejar calentando el agua me dirigí al refrigerador buscando algo que sea capaz de cocinar, cuando encontré los ingredientes necesarios los saque y me puse a manos a la obra.
-Tráeme otra copa- le dije al mesero cuando se me acabo mmi Martini.-En un momento señorita Tuell- esto si es vida. Estar en la playa del caribe tomando el sol en el mejor hotel del lugar sin ninguna preocupación más que de como quedara mi bronceado.
Baje las escaleras y cerré los ojos para luego extender los brazos esperando el impacto, pasan unos diez segundos y siento a un pequeño cuerpo tirarse encima de mi haciéndonos tambalear por lo que abro los ojos mientras impido que caigamos viendo a Raisa sonriéndome de lo más emocionada. Raisa luce más hermosa que cuando me fui, el amor le sienta muy bien. Le devuelvo el abrazo sintiendo un sentimiento tan agradable, cuando nos separamos ella es la primera en hablar.- Te extrañe tanto Jane, estas tan bonita, ¿por qué no me has venido a ver?- le sonrió acariciando su cabeza, mi mejor amiga, mi hermana y mi alma gemela.- Tú te vez tan bonita Raisa, mira esas mejillas rellenas, la vida del pecado te luce de lo mejor, hablando de pecadores ¿dónde se encuentra el senil de mi hermano?, no creo que te allá dejado venir sola- trato de cambiar el tema cuando veo que va a llorar,
Me encuentro ahora en la empresa principal Tuell, oh cuánto extrañaba esta empresa de solo verla recuerdo todos los momentos que pase aquí desde la niñez, cuando me sentaba en el regazo de mi padre mientras él trabajaba hasta cuando escuchaba los chismes de los empleados con Raisa, me dirijo a la oficina que ocupare en lo que estoy aquí, lo cual será más de la cuenta ya que Damián quien es ahora el presidente en mando se ausentara dos semanas por su luna de miel y esas cosas por lo cual me encargare de mi trabajo como del suyo, más jaqueca para mi, ¡que entusiasmo!. Un favor de hermanos omitiendo el hecho de que me va a pagar el triple de lo que él gana en esos días.-Señorita Tuell ya está todo acomodado y listo como lo pidió- asiento viendo que todo esté como me gusta, complacida me siento en mi silla.-Comunícate con mi secretaria que me mande por email los reportes y el trabajo faltante como el trabajo de esta semana, a ti ya te ha llegado mi agenda- hablo mientras veo por
-Más abajo- sigo viendo el arreglo pero todavía no me convence, ellos lo mueven como yo ordene.-Ahora a la derecha, no mejor a la izquierda- ellos lo hacen, ya casi queda perfecto.-Más arriba.-Aún está un poco inclinado- cuando les di un vistazo pude ver cómo me veían con cansancio y pidiendo silenciosamente clemencia, sonreí sin prestar atención a su sufrimiento concentrándome únicamente en que todo quede perfecto; cuando voy a dar otra orden pero una voz me interrumpe.-Ahí déjenlo gracias- ellos sonríen tan agradecidos dejándolo aún un poco inclinado, yo solo trato de no hacer una mueca por el disgusto.-Gracias
-La novia ya está lista- habla de lo más emocionada mientras aplaude la mujer que ayudo a Raisa a vestirse. Junte mis manos sintiendo nervios, como los de una madre esperando ver a su retoño vestida de novia que son remplazados por emoción cuando la veo salir con un hermoso vestido blanco con bordados de diversos tipos de flores con terminación a rosa pálido en la falda, un vestido estilo princesa con corte corazón y mangas largas de encaje traslucido; quede muda, se ve tan perfecta, imagine que se vería muy linda pero esto supera cualquier expectativa. La detalle cuidadosamente hasta terminar en la sonrisa resplandeciente con los ojos viéndonos con expectativa al ver la sorpresa de todos, la novia tiene una expresión de felicidad absoluta. -¿Qué les parece?- pregunta viéndome mientras gira lentamente para enseñarme mejor su vestido, es tal y como ella siempre lo soñó. -Eres es.. tu- por primera vez no sé qué decir, solo l
-Así que se casó nuestro Damián, que lastima para mi es aún muy joven, tiene suerte la novia al tener a mi más querido sobrino que es todo un caballero no como esa mujercita, la verdad nunca me ha dado buena espina- bebo mi copa para acercarme, esta noche está comenzando ligera y si vamos como vamos voy a terminar borracha antes de la mitad. -Ni a mi usted pero yo si tengo educación y no lo digo- sonrió mostrando mis dientes sobando el cristal de mi copa, ellas me voltean a ver sorprendidas con sus horrorosos vestidos que son caros pero feos, de qué sirve.
-Massimo- Aún reconozco su voz, no me quise voltear, él no lo merece, escucho sus pasos resonar hasta que se detiene el sonido junto a mí, su mano se posa en mi hombro, con un movimiento me separo. -No me toques- demande aun sin mirarlo, se me antoja otra copa. -Tenemos mucho que hablar y los dos tenemos cosas que explicar-chasquee la lengua recargando mis codos, volteándolo a ver, cuando veo su cara después de años noto que se ve demacra