-Massimo- Aún reconozco su voz, no me quise voltear, él no lo merece, escucho sus pasos resonar hasta que se detiene el sonido junto a mí, su mano se posa en mi hombro, con un movimiento me separo.
-No me toques- demande aun sin mirarlo, se me antoja otra copa.
-Tenemos mucho que hablar y los dos tenemos cosas que explicar-chasquee la lengua recargando mis codos, volteándolo a ver, cuando veo su cara después de años noto que se ve demacrado, parece como si no tuviera alma, sonrió gustosa.
- No tengo que explicarte nada, ya pasó, no se vive del pasado- el alza una ceja y chasqueó la lengua.
-Aún no cambias, sigues siendo la misma y yo si tengo que explicarte y tú a mi también, ¿Quieres que comenzar?- le sonrió, golpeo con mis uñas el mármol una y otra vez con impaciencia.
-¿Y qué quieres que te explique?- sé muy bien lo que quiere que le explique, de solo recordarlo me siento tan extasiada.
- Hace un año ocurrió un accidente, se incendió el museo que tarde más de cuatro años en abrir, donde dedique mi tiempo e invertí millones de dólares, aún recuerdo cuando acostados en la cama abrazados te contaba con una gran sonrisa que era mi sueño, donde iba a colocar los cuadros y las esculturas que dejo mi difunta madre entre otras que yo mismo hice o algunas que coleccione, algo que mi iba a llevar a ser recordado, algo que yo iba a aportar al mundo, pero una hora antes de su apertura se incendió, recuerdo que contrate el mejor sistema antiincendios pero curiosamente no funcionó y los bomberos tardaron tanto en llegar- se detiene, aún recuerdo que ese mismo día visité Grecia y casualmente me paré en una cafetería frente de ese museo viendo las llamas y el humo mezclarse en uno, escuchando los agudos gritos mientras degustaba con una sonrisa mi café.
-Y solo pensé que fue un incidente pero luego descarte la idea cuando todas las obras que sobrevivieron en su totalidad que solo fueron menos del treinta por ciento, absolutamente todas su significado tiene algo que ver con la venganza menos una "Dios es gracia", la pintura que hice pensando en ti y por eso se llamaba así- le sonrió.
-No tienes pruebas que yo lo hice, puede ser casualidad eso nunca lo sabrás- me encojo de hombros, es listo el muchacho.
-Lo sé, y si tuviera pruebas no te hubiera hecho nada, porque aun te- se detiene y niega.
-Ahora te explicaré la verdad que nunca me dejaste explicarte- niego.
-No es que no quisiera una explicación, tu nunca me lo explicaste, nunca me buscaste, cuando me fui del país nunca me dijiste nada, y yo no te iba a buscar- el niega con una mirada triste, aún recuerdo como lo espere como una idiota por meses esperando con un poco de esperanza que tocase mi puerta diciéndome que todo era mentira, pero con el tiempo esa tristeza y esperanza se convirtió en enojo y venganza, mi primer amor se convirtió en esto.
-Escúchame- asiento, h**o un tiempo en lo que más deseaba era esto, lo quería a él, pero de saber cómo me entere de sus mentiras, lo avergonzada y humillada que me sentí se desvanece el amor, no quiero escuchar su explicación pero sé que si no lo hago en alguna etapa de mi vida me arrepentiré.
-Es cierto yo estaba casado cuando te conocí, pero no como tú crees, Gema era el nombre de mi esposa, desde niño la conocía, ella era tan dulce y tierna, siempre la vi como mi hermana pero ella me veía como su gran amor, aunque no le correspondí ella siempre estuvo junto a mi compartiendo cada momento de mi vida. aunque sea el dia más difícil ella siempre me sonreía hacuendome sentir mejor, todo era perfecto en mi vidae en ese entonces, entre a la universidad junto a ella y conocí a tu hermano que se adelantó unos cuantos años años, éramos inseparables pero un día tan solo ocurrió. en un chequeo rutinario le detectaron una enfermedad en el corazón, su esperanza de vida era a lo mucho de cinco años, pero ella no dejó de sonreír, pero aun asi cada día ese rayo de sol se iba apagando, al ver su estado yo le dije que el deseo que ella quisiera se lo cumpliría sin importar que, ella por primera vez lloro en mis brazos, en toda mi vida por primera vez la vi llorar tan desesperadamente, diciendo entre sollozos, "no quiero morir, quiero una familia, quiero ser mama, no me dejes morir", aún recuerdo cada una de sus palabras como si estuvieran taruadas en mi piel, en mi desespero por no poder hacer nada de eso, le pedí matrimonio, aunque no estuviera enamorado de ella, iba a hacer lo imposible porque fuera feliz, me case con ella tiempo despues, Gema no quería que nadie supiera de su enfermedad por lo que ese secreto estaba entre ella y yo, te juro que me quise enamorar de ella pero no podía no sentía mas que una hermandad, lo de tener hijos tampoco se lo pude cumplir ya que su enfermedad lo impedía, mi vida se fue ensombreciendo poco a poco pero eso cambio cuando te vi en aquella fiesta, mentiría si dijera que fue amor a primera vista pero lo que senti fue algo nuevo, me atrajiste más que ninguna otra, lucias tan bella, como si luz saliera de ti iluminando mi oscuridad, tentanbas hasta al más puro a pecar con esa aura de elegancia y encanto, no te quite los ojos de encima desde ese momento, aunque sabía que era un pecado yo era dichoso con imaginarte siendo mia, al poco rato descubrí que eras hermana de mi mejor amigo así que me abstuve, él sabía que te deseaba y me lo advirtió pero con el tiempo no podía dormir sin pensar en ti, lo intente te lo juro, al principio te coqueteaba sabiendo que nunca me harías caso pero un día mande todo al carajo, estaba enamorado y no podía ocultarlo. te quería solo a ti, nada fue mentira pero no podía, te juro que cada día contigo me sentía tan miserable por mentirle a la única mujer que amo, segui con lo nuestro aun sabiendo que era una burbuja que reventaría tarde o temprano, ni los Tuell pueden ocultar el sol con un dedo y cuando te lo iba a contar sin importar si me odiabas tu hermano se adelanto, no lo culpo él no sabía porque me había casado o de la enfermedad de Gema.
-Entonces ¿por qué no me buscaste?, yo merecía esta explicación hace dos años, no merecía que me mintieras.
-Te iba a buscar te lo juro pero el estado de Gema empeoro, hasta estar agonizando, me sentía miserable pero no podía dejarla, tenía que estar a su lado, fue una decisión difícil pero tenía que afrontar las consecuencias como un hombre por mis actos, después de luchar tanto la operaron por tercera vez en menos de siete meses y murió, murió en mis brazos con una sonrisa, agradeciendo, ella sabía que no la amaba pero aun así, luego sucedió lo del incendio, y tome la decisión de no buscarte más, pero ahora te tengo enfrente, ¿Jane que piensas?- me quedo en blanco por un momento pero después abro mi boca tratando de que las palabras salgan lo más claras posibles.
-¿Qué quieres que piense?, ¿Que te perdone?, yo nunca perdono.-Jane por favor, solo esta vez, sé que me sigues amando, lo sé- quiere tocarme pero lo esquivo.-tal vez te siga queriendo, no lo sé, me es difícil de entender el amor que no sea el propio pero tú lo sabías, para los Tuell el matrimonio es algo sagrado, mientras dure, tu te comprometiste con ella y la deberías de haber respetado aunque no la amaras, no te hagas una blanca paloma, no conmigo, recuerdo haberte visto con innumerables mujeres esos años, pero eso no me incumbe. Tal vez un error desencadenó esto pero ¿Qué es lo que esperabas?, ¿Que muriera tu esposa y yo me casara contigo y fuéramos felices por siempre?, ¿que yo esperara a que muriera mientras te daba cariñitos?, no tengo la necesidad de esconderme y mucho menos merezco mentir y esperar por alguien, simplemente no lo necesito.-Pero Jane ya no..- lo corto negando.-No es el momento Massimo, tal vez sea una estúpida por no darte la oportunidad, tal
Justo cuando termine de pintarme los labios de un tono carmesí escuche mi celular sonar, sonrió al ver una foto de Raisa en las playas privadas de colorado con su lindo traje de baño flores blancas pero luego hago una mueca al ver a su esposo en traje de baño junto a ella, es tan tierna pero lastimosamente no puedo llamarla ni mensajearle en su estadía de luna de miel ya que Damián es un envidioso que sola la quiere para él y yo como buena hermana deje que me diera cierta propiedad para no interrumpirlos. -Ya está todo listo señorita Tuell- sonreí recogiendo mi bolso.
-¿Sabe que no es la primera vez que nos vemos?- lo veo con más detalle tratando de recordarlo, no es posible, a alguien como él lo recordaría. -Confundida señorita- golpeo mi uña contra la mesa. -No lo recuerdo señor- él se ríe por lo bajo para luego verme. -Ya han llegado, señorita Tuell- quito mi vista de los papeles.-¿Ya los están guiando o los dejaron a su suerte?- veo que traga como una liebre asustadiza dando una paso hacia atrás, ruedo los ojos esto se le está haciendo costumbre.- Lo están haciendo ahora mismo- contesta un poco nerviosa, cuando escucho a personas hablar a la lejanía me levantó tomándome mi tiempo para luego acomodarme el saco y acercarme haciendo resonar mis tacones a la puerta, justo a tiempo para que lleguen los invitados, veo como la secretaria se inclina cuando él está enfrente nuestra luciendo un traje de tres piezas negro con un abrigo ingles sobrepuesto en sus hombros, veo con detenimiento sus zapatos, bonitos.-Un gusto volver a capitulo 11
Él en un rápido movimiento toma mi mano y la besa. -Debo de reconocer que me equivoque señorita, me disculpo por eso- sonrío, esto puede volverse molesto sabía que con un poco desistiría, todos lo hacen. -Es bueno que vea su error, le dije que no soy una buena mujer, le aseguro que encontrará a alguien- le sonrió pero esta se apaga un poco cuando veo como sonríe de lado viéndome con esa mirada tan afilada. -Oh veo que confundió señorita, no voy a desistir con usted, al contrario creo que me ha llegado a gustar más- por primera vez realmente muestro una emoción verdadera frente a él cuando lo veo con si fuera un loco. -Mi respuesta sigue siendo la misma- el siente. -Lo se, pero eso no quiere decir que no pueda cambiar de op
-¿Por qué estoy haciendo esto?- me queje en voz baja, por no sé cuántas veces desde que me entere pero ahora en voz alta. -Por el simple hecho de que llevas años sin asistir a una reunión familiar de los Tuell, tu hermano todos los años asiste y se porta bien- dice mamá, siempre metiendo a Damián donde no se requiere. - Por algo es que nunca asisto, ni siquiera a papá le gusta ir y eso que es su familia- me cruzo de brazos si la boda de Raisa estaba llena de hienas hambrientas por el chisme esta es peor porque aquí solo se juntan los Tuell aunque sean muy lejanos y amigos de cada uno. -Tu papa siempre se divierte, ¿O no?- veo como papá ve a mi mama y a mi nerviosamente un par de veces. -Por supuesto que me gusta terroncito, además Jane tienes que estar feliz tu eres la de re
-Lo siento me tengo que ir a conversar con la demás familia que no la he visto en años, que emoción. Que tengan buena noche tías, muy emocionada de saludarlas- sonrió dejándolas sin palabras yéndome a la barra de tragos sintiéndome de lo más alegre pero esa sonrisa se borra de inmediato cuando enfrente de mi aparece mamá con una cara de seriedad veo mas atrás de ella y miró a la pobre joven llorando con su marido infiel sobando su espalda, m****a. -Mamá antes que nada te quiero- mi mama me ve como si me hubiera vuelto loca tocando mi frente. -Creo que te vas a enfermar, ¿Dónde estabas?, te iba a decir que llegaron tus primas- la interrumpo tomándola del brazo llevándola a otra parte, la verdad no me apetece tener una escena con mi mama enfrente, sonrió porque ella no se ha enterado de la revelación. -¿Jane te sientes bien?- me
Deje la carta a un lado para ver mi reloj de mano una vez más, estoy ansiosa por la llegada de esos dos pecadores, después de dos largas semanas de espera por fin llegan y todo a la normalidad, adiós Grecia hola new york, después de estas dos semanas agitadas creo que me voy a tomar un día de descanso pues papá es un hombre flojo y viejo que decidió retirarse la primera semana y el trabajo de Damián es extra aburrido. Acomodo mi cabello para tomar mi teléfono marcando el número de la Aerolínea. -Buenas tardes, preparen todo para despegar mañana a primera hora- iba a seguir dando instrucciones cuando veo que tengo una llamada entrante de Damián, lo más seguro ya están aquí, sonrió. -Espera un momento- digo para contestar. -Hermanito, que bueno que se divirtieron, ¿Quieres que