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capitulo 6

 -Así que se casó nuestro Damián, que lastima para mi es aún muy joven, tiene suerte la novia al tener a mi más querido sobrino que es todo un caballero no como esa mujercita, la verdad nunca me ha dado buena espina- bebo mi copa para acercarme, esta noche está comenzando ligera y si vamos como vamos voy a terminar borracha antes de la mitad.

-Ni a mi usted pero yo si tengo educación y no lo digo- sonrió mostrando mis dientes sobando el cristal de mi copa, ellas me voltean a ver sorprendidas con sus horrorosos vestidos que son caros pero feos, de qué sirve.

-Oh Jane hace tiempo que no te veo, estás tan delgada- me mira de abajo arriba, suelto una risita, ridícula.

- Y tú sigues tan llamativa, pero que grata sorpresa sorpresa verlas, la élite de las venenosas, digo grandiosas damas, que lindas vienen luego me mandan el nombre del diseñador es tan llamativo- me río, ellas tratan de ocultar su cara de desagrado por una sonrisa, desde los doce entendí que odiaba a todos y entendí que yo no tengo que estar aguantando malos tratos, porque si soy más que ellas, pero con los años entendí lo divertido que era burlarme de ellos y que ellos tuvieran que soportar sin decir nada enfrente de mi claro.

-Tan linda como siempre igual de mona que la novia- sonrió asintiendo lentamente.

-Idénticas, casi gemelas, pero sigan hablando de que se casaron jóvenes yo quiero hacer mi modesta opinión, yo digo que se casó ya grande de edad mi tiernecito hermano a comparación digo, cuentan por ahí que mi tío, su esposo se casó siendo un tierno retoño de veinte años, ay no lo siento que usted fue la cuarta o quinta esposa, que tonta los Tuell perdemos la cuenta después de la tercera- las demás señoras se ríen disimuladamente mientras que ella se pone tan roja y abre tanto los ojos, yo rio de medio lado alzando una ceja retando.

- Jane eres una..- la corto antes de que continúe ya me divertí lo suficiente, esto ya es aburrido.

-Bueno que tengan linda noche- me despido, cuando voy pasando al lado de la señora, tomó su hombro apretándolo un poco pero solo de juego.

-Me saluda a su chofer, un joven muy guapo por cierto- ella se queda helada, yo sigo caminando, sonrió mirando a un lado, perras. Tome mi celular mandando el mensaje.

-Jane- me abraza Raisa cuando llegó junto a los novios, se ve tan alegre no puedo permitir que escuche a esas mujer hablar mal de ella, se deprimiría.

-¿Ya todos los presentes presentaron sus regalos?- ella asiente confusa.

-Sí, me encanto el tuyo, hacer caer pétalos fue tan lindo, pero tengo que decirte a quien invitó Damián- le sonrió viendo a mi hermano e ignorando sus últimas palabras.

-Ese solo era un aperitivo, sabes te voy a dar el mejor regalo- ella sonríe, hace una semana me preguntaba que puede ser lo mejor que se le da a dos personas que lo tienen o pueden conseguir todo, ¿Un castillo?, ¿Un pequeño país?, ¿Una isla? y más a una persona que no le importa lo material y a otro que es un amargado que solo quiere ver feliz a su mujer, rápido lo supe.

.-Mira que viene- yo volteo viendo a dos personas cargar el gran regalo de dos metros y adelante mi amiga Christina Bless, le sonrió.

-Mi regalo para ti Raisa- señaló y de inmediato lo destaparon mostrando el gran cuadro donde se muestra en estilo realista toda la ceremonia, mostrando a todos los invitados de espalda y el mágico lugar donde se celebró.

-Es tan bello- Raisa se queda mirándolo, se acerca tocando donde ella y Damian se besan, veo como me dibujo, yo estoy con una sonrisa y la cabeza medianamente inclinada viendo a los novios, mientras todos celebran, la pintura se ven todos los rasgos, pero centrándose en los novio, es perfecto, Raisa quita su vista del cuadro y me abraza.

-Eres la mejor- la abrazo mirando a mi hermano retándolo.

-Siempre lo seré- nos separamos, me acerco Damián.

-Gracias Jane es muy bonito- me doy por bien servida, asiento.

-Bueno par de pecadores sigan disfrutando yo voy por otra copa, me siento con mi mama que se ve como niña en navidad, veo como dan su primer vals, después de unos ridículos discursos donde algunos fueron de corazón, mi tío.

-Ya deja de tomar hoy es la fiesta de tu hija- le dice la tía al tío que ya se ve a un paso de muerto.

-Pero mi capullito- se empina la copa de lo que sea que tiene pero yo quiero un poco de eso.

- Ya no estes triste, mejor dime que se siente que tu hija esté casada con mi hijo y pensar que de niños los queríamos comprometer y míralos ellos solos- se ríe mi papá que parece lo opuesto a mi tío mientras le palmea la espalda,

-Respetadas señoritas, en unos minutos la bella novia tirara el ramo, por favor todas las señoritas que quieran participar reúnanse y que gane la mejor- ruedo los ojos, en otras palabras llegó el momento de las solteronas desesperadas, me rio a carcajadas, es mi favorita ver como pelean por el ramo y la desilusión en sus ojos, pobres tontas por eso yo nunca he y voy a participar en eso, le doy un trago a mi copa de Champagne.

-Jane vez- ni loca, negué frunciendo el ceño.

-Vez- repite y yo voy a repetir la misma excusa que siempre pongo desde hace años.

-No mamá, ese es un privilegio que no le quiero ganar a ninguna de esas bellas damas solteras, mira a la pobre tía Maguie desesperada y lista para atacar como cada año- ella rueda los ojos mientras da un gran suspiro.

- Es una orden, ves, tal vez y tengas suerte- negué, esta mujer no se va a detener hasta que diga que si.

- si no vas te voy a castigar- me quiero reír.

- ya no vivo contigo- ella asiente y hace una mueca de tristeza.

- Lastima yo te iba a decir que si ibas y lo atrapabas tu papá te iba a ayudar con el trabajo de Damián- me susurra, siento que se me iluminaron los ojos, sonreí, al mesero le hago una seña para que se acerque, ahí te voy ramo.

- A por el ramo, mami deséame suerte y cumple tu palabra, a ganar- me dirijo al camarero- y tu tráeme una copa de lo que está bebiendo ese señor- le  señaló al tío, cuando vienen con la bebida me tomo la copa de golpe surgiendo el efecto esperado, veo que ya va empezar entonces me acerco posicionándose enfrente, Raisa antes de voltearse me ve sorprendida, me señaló a mí misma dándole a entender que me lo de a mi, ella asiente confundida, cuando Raisa hace que lo habientes contando a la cuenta de tres todas se posicionan como si fueran a aventar diamantes, veo el ramo volar por el aire, y caer en mis manos un poco estiradas bendigo a mi tío por meter a Raisa a un campamento de baloncesto en la adolescencia para mejorar sus movimientos y agilidad conmigo, levantó el ramo y abro la boca haciéndome la sorprendida, como si nada fuera planeado.

-¿Lo atrape?, que suerte- todas se van con una sonrisa fingida, sufran perras, me dirijo a mi madre alzando el ramo y agitándolo, ella me ve con una sonrisa orgullosa como si creyera que por atraparlo me cansaré pronto, otra ilusa.

- A mi pequeña solo le falta el novio para la boda- me río.

- solo eso- conteste.

- Ahora tu cumple, papá vuelve a trabajar yupi- mi papá se atraganta abriendo los ojos mirándome.

- ¿Qué?- pregunta.

- luego tu esposa te lo dirá- camino cuando recuerdo que aún llevar el ramo, veo a la pobre tía Magie

- Tía ten, a ti te hace falta más que a mí- ella no convencida lo toma, como si ofendiera, bueno al menos me deshice de la cadena del matrimonio, me merezco un cigarro, estoy cansada de ver tantas cabezas rubias, cuando voy a prenderlo camino a la terraza otra tía me intercepta, quiero matar al que hizo la lista de invitado.

-Una dama no debería fumar y menos en un evento donde la ven la gente- ay por favor.

- Tampoco tener hijos fuera del matrimonio con el guardia de seguridad y mire aquí estamos- me ve indignada, que bueno que mi abuela no vino por estar con el abuelo en un crucero de ancianos porque sino ella abofetea a esta señora hija de su hermana.

-Siempre tan mal educada Jane, haciendo lo que no se debe de hacer y contestando a tus superiores, ¿Acaso tu madre no te enseño educación?- sonrió, negué.

-No usted cree, reclámale a mi madre y dígale que le dijo la impura de su hija, que no es una dama, es una mujer que la enseñaron a que nadie puede controlarla, yo si quiero fumar fumo, si quiero besar a otra mujer la beso y si no me quiero casar no me caso, ande vaya yo me voy-me dirijo a la terraza que está desocupada.

Hoy fue un dia muy agitado, le doy una calada al cigarro, fumo solo en ocasiones especiales y ese dia es hoy, a por los novios, sonrió mirando el cielo, cada uno cumpliendo sus sueños aunque sean diferentes, tiró el cigarro y meto a mi boca una menta, cuando estoy por acabar escucho esa voz después de años, una voz que no se me antoja recordar.

-Por fin Jane, tenemos mucho que platicar ¿No crees?.

-Massimo.

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