-Así que se casó nuestro Damián, que lastima para mi es aún muy joven, tiene suerte la novia al tener a mi más querido sobrino que es todo un caballero no como esa mujercita, la verdad nunca me ha dado buena espina- bebo mi copa para acercarme, esta noche está comenzando ligera y si vamos como vamos voy a terminar borracha antes de la mitad.
-Ni a mi usted pero yo si tengo educación y no lo digo- sonrió mostrando mis dientes sobando el cristal de mi copa, ellas me voltean a ver sorprendidas con sus horrorosos vestidos que son caros pero feos, de qué sirve.
-Oh Jane hace tiempo que no te veo, estás tan delgada- me mira de abajo arriba, suelto una risita, ridícula.
- Y tú sigues tan llamativa, pero que grata sorpresa sorpresa verlas, la élite de las venenosas, digo grandiosas damas, que lindas vienen luego me mandan el nombre del diseñador es tan llamativo- me río, ellas tratan de ocultar su cara de desagrado por una sonrisa, desde los doce entendí que odiaba a todos y entendí que yo no tengo que estar aguantando malos tratos, porque si soy más que ellas, pero con los años entendí lo divertido que era burlarme de ellos y que ellos tuvieran que soportar sin decir nada enfrente de mi claro.
-Tan linda como siempre igual de mona que la novia- sonrió asintiendo lentamente.
-Idénticas, casi gemelas, pero sigan hablando de que se casaron jóvenes yo quiero hacer mi modesta opinión, yo digo que se casó ya grande de edad mi tiernecito hermano a comparación digo, cuentan por ahí que mi tío, su esposo se casó siendo un tierno retoño de veinte años, ay no lo siento que usted fue la cuarta o quinta esposa, que tonta los Tuell perdemos la cuenta después de la tercera- las demás señoras se ríen disimuladamente mientras que ella se pone tan roja y abre tanto los ojos, yo rio de medio lado alzando una ceja retando.
- Jane eres una..- la corto antes de que continúe ya me divertí lo suficiente, esto ya es aburrido.
-Bueno que tengan linda noche- me despido, cuando voy pasando al lado de la señora, tomó su hombro apretándolo un poco pero solo de juego.
-Me saluda a su chofer, un joven muy guapo por cierto- ella se queda helada, yo sigo caminando, sonrió mirando a un lado, perras. Tome mi celular mandando el mensaje.
-Jane- me abraza Raisa cuando llegó junto a los novios, se ve tan alegre no puedo permitir que escuche a esas mujer hablar mal de ella, se deprimiría.
-¿Ya todos los presentes presentaron sus regalos?- ella asiente confusa.
-Sí, me encanto el tuyo, hacer caer pétalos fue tan lindo, pero tengo que decirte a quien invitó Damián- le sonrió viendo a mi hermano e ignorando sus últimas palabras.
-Ese solo era un aperitivo, sabes te voy a dar el mejor regalo- ella sonríe, hace una semana me preguntaba que puede ser lo mejor que se le da a dos personas que lo tienen o pueden conseguir todo, ¿Un castillo?, ¿Un pequeño país?, ¿Una isla? y más a una persona que no le importa lo material y a otro que es un amargado que solo quiere ver feliz a su mujer, rápido lo supe.
.-Mira que viene- yo volteo viendo a dos personas cargar el gran regalo de dos metros y adelante mi amiga Christina Bless, le sonrió.
-Mi regalo para ti Raisa- señaló y de inmediato lo destaparon mostrando el gran cuadro donde se muestra en estilo realista toda la ceremonia, mostrando a todos los invitados de espalda y el mágico lugar donde se celebró.
-Es tan bello- Raisa se queda mirándolo, se acerca tocando donde ella y Damian se besan, veo como me dibujo, yo estoy con una sonrisa y la cabeza medianamente inclinada viendo a los novios, mientras todos celebran, la pintura se ven todos los rasgos, pero centrándose en los novio, es perfecto, Raisa quita su vista del cuadro y me abraza.
-Eres la mejor- la abrazo mirando a mi hermano retándolo.
-Siempre lo seré- nos separamos, me acerco Damián.
-Gracias Jane es muy bonito- me doy por bien servida, asiento.
-Bueno par de pecadores sigan disfrutando yo voy por otra copa, me siento con mi mama que se ve como niña en navidad, veo como dan su primer vals, después de unos ridículos discursos donde algunos fueron de corazón, mi tío.
-Ya deja de tomar hoy es la fiesta de tu hija- le dice la tía al tío que ya se ve a un paso de muerto.
-Pero mi capullito- se empina la copa de lo que sea que tiene pero yo quiero un poco de eso.
- Ya no estes triste, mejor dime que se siente que tu hija esté casada con mi hijo y pensar que de niños los queríamos comprometer y míralos ellos solos- se ríe mi papá que parece lo opuesto a mi tío mientras le palmea la espalda,
-Respetadas señoritas, en unos minutos la bella novia tirara el ramo, por favor todas las señoritas que quieran participar reúnanse y que gane la mejor- ruedo los ojos, en otras palabras llegó el momento de las solteronas desesperadas, me rio a carcajadas, es mi favorita ver como pelean por el ramo y la desilusión en sus ojos, pobres tontas por eso yo nunca he y voy a participar en eso, le doy un trago a mi copa de Champagne.
-Jane vez- ni loca, negué frunciendo el ceño.
-Vez- repite y yo voy a repetir la misma excusa que siempre pongo desde hace años.
-No mamá, ese es un privilegio que no le quiero ganar a ninguna de esas bellas damas solteras, mira a la pobre tía Maguie desesperada y lista para atacar como cada año- ella rueda los ojos mientras da un gran suspiro.
- Es una orden, ves, tal vez y tengas suerte- negué, esta mujer no se va a detener hasta que diga que si.
- si no vas te voy a castigar- me quiero reír.
- ya no vivo contigo- ella asiente y hace una mueca de tristeza.
- Lastima yo te iba a decir que si ibas y lo atrapabas tu papá te iba a ayudar con el trabajo de Damián- me susurra, siento que se me iluminaron los ojos, sonreí, al mesero le hago una seña para que se acerque, ahí te voy ramo.
- A por el ramo, mami deséame suerte y cumple tu palabra, a ganar- me dirijo al camarero- y tu tráeme una copa de lo que está bebiendo ese señor- le señaló al tío, cuando vienen con la bebida me tomo la copa de golpe surgiendo el efecto esperado, veo que ya va empezar entonces me acerco posicionándose enfrente, Raisa antes de voltearse me ve sorprendida, me señaló a mí misma dándole a entender que me lo de a mi, ella asiente confundida, cuando Raisa hace que lo habientes contando a la cuenta de tres todas se posicionan como si fueran a aventar diamantes, veo el ramo volar por el aire, y caer en mis manos un poco estiradas bendigo a mi tío por meter a Raisa a un campamento de baloncesto en la adolescencia para mejorar sus movimientos y agilidad conmigo, levantó el ramo y abro la boca haciéndome la sorprendida, como si nada fuera planeado.
-¿Lo atrape?, que suerte- todas se van con una sonrisa fingida, sufran perras, me dirijo a mi madre alzando el ramo y agitándolo, ella me ve con una sonrisa orgullosa como si creyera que por atraparlo me cansaré pronto, otra ilusa.
- A mi pequeña solo le falta el novio para la boda- me río.
- solo eso- conteste.
- Ahora tu cumple, papá vuelve a trabajar yupi- mi papá se atraganta abriendo los ojos mirándome.
- ¿Qué?- pregunta.
- luego tu esposa te lo dirá- camino cuando recuerdo que aún llevar el ramo, veo a la pobre tía Magie
- Tía ten, a ti te hace falta más que a mí- ella no convencida lo toma, como si ofendiera, bueno al menos me deshice de la cadena del matrimonio, me merezco un cigarro, estoy cansada de ver tantas cabezas rubias, cuando voy a prenderlo camino a la terraza otra tía me intercepta, quiero matar al que hizo la lista de invitado.
-Una dama no debería fumar y menos en un evento donde la ven la gente- ay por favor.
- Tampoco tener hijos fuera del matrimonio con el guardia de seguridad y mire aquí estamos- me ve indignada, que bueno que mi abuela no vino por estar con el abuelo en un crucero de ancianos porque sino ella abofetea a esta señora hija de su hermana.
-Siempre tan mal educada Jane, haciendo lo que no se debe de hacer y contestando a tus superiores, ¿Acaso tu madre no te enseño educación?- sonrió, negué.
-No usted cree, reclámale a mi madre y dígale que le dijo la impura de su hija, que no es una dama, es una mujer que la enseñaron a que nadie puede controlarla, yo si quiero fumar fumo, si quiero besar a otra mujer la beso y si no me quiero casar no me caso, ande vaya yo me voy-me dirijo a la terraza que está desocupada.
Hoy fue un dia muy agitado, le doy una calada al cigarro, fumo solo en ocasiones especiales y ese dia es hoy, a por los novios, sonrió mirando el cielo, cada uno cumpliendo sus sueños aunque sean diferentes, tiró el cigarro y meto a mi boca una menta, cuando estoy por acabar escucho esa voz después de años, una voz que no se me antoja recordar.
-Por fin Jane, tenemos mucho que platicar ¿No crees?.
-Massimo.
-Massimo- Aún reconozco su voz, no me quise voltear, él no lo merece, escucho sus pasos resonar hasta que se detiene el sonido junto a mí, su mano se posa en mi hombro, con un movimiento me separo. -No me toques- demande aun sin mirarlo, se me antoja otra copa. -Tenemos mucho que hablar y los dos tenemos cosas que explicar-chasquee la lengua recargando mis codos, volteándolo a ver, cuando veo su cara después de años noto que se ve demacra
-¿Qué quieres que piense?, ¿Que te perdone?, yo nunca perdono.-Jane por favor, solo esta vez, sé que me sigues amando, lo sé- quiere tocarme pero lo esquivo.-tal vez te siga queriendo, no lo sé, me es difícil de entender el amor que no sea el propio pero tú lo sabías, para los Tuell el matrimonio es algo sagrado, mientras dure, tu te comprometiste con ella y la deberías de haber respetado aunque no la amaras, no te hagas una blanca paloma, no conmigo, recuerdo haberte visto con innumerables mujeres esos años, pero eso no me incumbe. Tal vez un error desencadenó esto pero ¿Qué es lo que esperabas?, ¿Que muriera tu esposa y yo me casara contigo y fuéramos felices por siempre?, ¿que yo esperara a que muriera mientras te daba cariñitos?, no tengo la necesidad de esconderme y mucho menos merezco mentir y esperar por alguien, simplemente no lo necesito.-Pero Jane ya no..- lo corto negando.-No es el momento Massimo, tal vez sea una estúpida por no darte la oportunidad, tal
Justo cuando termine de pintarme los labios de un tono carmesí escuche mi celular sonar, sonrió al ver una foto de Raisa en las playas privadas de colorado con su lindo traje de baño flores blancas pero luego hago una mueca al ver a su esposo en traje de baño junto a ella, es tan tierna pero lastimosamente no puedo llamarla ni mensajearle en su estadía de luna de miel ya que Damián es un envidioso que sola la quiere para él y yo como buena hermana deje que me diera cierta propiedad para no interrumpirlos. -Ya está todo listo señorita Tuell- sonreí recogiendo mi bolso.
-¿Sabe que no es la primera vez que nos vemos?- lo veo con más detalle tratando de recordarlo, no es posible, a alguien como él lo recordaría. -Confundida señorita- golpeo mi uña contra la mesa. -No lo recuerdo señor- él se ríe por lo bajo para luego verme. -Ya han llegado, señorita Tuell- quito mi vista de los papeles.-¿Ya los están guiando o los dejaron a su suerte?- veo que traga como una liebre asustadiza dando una paso hacia atrás, ruedo los ojos esto se le está haciendo costumbre.- Lo están haciendo ahora mismo- contesta un poco nerviosa, cuando escucho a personas hablar a la lejanía me levantó tomándome mi tiempo para luego acomodarme el saco y acercarme haciendo resonar mis tacones a la puerta, justo a tiempo para que lleguen los invitados, veo como la secretaria se inclina cuando él está enfrente nuestra luciendo un traje de tres piezas negro con un abrigo ingles sobrepuesto en sus hombros, veo con detenimiento sus zapatos, bonitos.-Un gusto volver a capitulo 11
Él en un rápido movimiento toma mi mano y la besa. -Debo de reconocer que me equivoque señorita, me disculpo por eso- sonrío, esto puede volverse molesto sabía que con un poco desistiría, todos lo hacen. -Es bueno que vea su error, le dije que no soy una buena mujer, le aseguro que encontrará a alguien- le sonrió pero esta se apaga un poco cuando veo como sonríe de lado viéndome con esa mirada tan afilada. -Oh veo que confundió señorita, no voy a desistir con usted, al contrario creo que me ha llegado a gustar más- por primera vez realmente muestro una emoción verdadera frente a él cuando lo veo con si fuera un loco. -Mi respuesta sigue siendo la misma- el siente. -Lo se, pero eso no quiere decir que no pueda cambiar de op
-¿Por qué estoy haciendo esto?- me queje en voz baja, por no sé cuántas veces desde que me entere pero ahora en voz alta. -Por el simple hecho de que llevas años sin asistir a una reunión familiar de los Tuell, tu hermano todos los años asiste y se porta bien- dice mamá, siempre metiendo a Damián donde no se requiere. - Por algo es que nunca asisto, ni siquiera a papá le gusta ir y eso que es su familia- me cruzo de brazos si la boda de Raisa estaba llena de hienas hambrientas por el chisme esta es peor porque aquí solo se juntan los Tuell aunque sean muy lejanos y amigos de cada uno. -Tu papa siempre se divierte, ¿O no?- veo como papá ve a mi mama y a mi nerviosamente un par de veces. -Por supuesto que me gusta terroncito, además Jane tienes que estar feliz tu eres la de re
-Lo siento me tengo que ir a conversar con la demás familia que no la he visto en años, que emoción. Que tengan buena noche tías, muy emocionada de saludarlas- sonrió dejándolas sin palabras yéndome a la barra de tragos sintiéndome de lo más alegre pero esa sonrisa se borra de inmediato cuando enfrente de mi aparece mamá con una cara de seriedad veo mas atrás de ella y miró a la pobre joven llorando con su marido infiel sobando su espalda, m****a. -Mamá antes que nada te quiero- mi mama me ve como si me hubiera vuelto loca tocando mi frente. -Creo que te vas a enfermar, ¿Dónde estabas?, te iba a decir que llegaron tus primas- la interrumpo tomándola del brazo llevándola a otra parte, la verdad no me apetece tener una escena con mi mama enfrente, sonrió porque ella no se ha enterado de la revelación. -¿Jane te sientes bien?- me